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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (279)

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Colon
transverso
Íleon
Colon
ascendente
Apéndice
vermiforme
Recto
Sigma
Colon
descendente
Sigma
Recto
Mucosa
anal
Esfínter anal
externo
Esfínter anal
interno
A) B)
Ciego
Figura 10-28. Anatomía del intestino grueso. A) Estructura global del intestino grueso. B) Detalle de la porción anal: se puede observar
que el esfínter anal tiene dos componentes, uno externo y otro interno. Ambos deben estar relajados para que la evacuación sea posible.
El control de la defecación se consigue mediante el esfín-
ter anal, un músculo circular que rodea el ano y evita la
emisión incontrolada de las heces (Fig. 10-28). El esfínter
anal consta en realidad de dos partes: un esfinter anal inter-
no, formado por músculo liso y cuya relajación es automáti-
ca, y un esfínter anal externo, formado por músculo estriado
y cuya contracción y relajación son voluntarias tras un
aprendizaje realizado en la infancia.
El reflejo defecatorio es el mecanismo que pone en mar-
cha el acto de la defecación. Al entrar las heces en el recto,
que en condiciones normales está vacío, se origina una onda
peristáltica desde el colon descendente que viaja a través del
sigma y el recto y que empuja las heces. Al llegar la onda
de contracción al esfínter interno, éste se relaja, y si en este
momento y de forma voluntaria se produce la relajación del
esfínter externo, tiene lugar la defecación. Si por motivos,
normalmente sociales, esta relajación no es posible, a los
pocos minutos desaparece el estímulo y la necesidad de
defecar. Al cabo de un tiempo, o con la llegada de nuevos
volúmenes fecales al recto, se vuelve a generar un nuevo
reflejo defecatorio. Si el individuo bloquea de forma con-
tinua este reflejo, puede llegar finalmente a desaparecer
casi por completo y el resultado sería un cuadro de estre-
ñimiento (constipación) difícil de controlar. Para conse-
guir la defecación, en ausencia de reflejo defecatorio, se
debe recurrir a maniobras que provoquen una nueva onda
peristáltica que sea capaz de empujar las heces. Estas
maniobras se basan normalmente en procedimientos que
consiguen aumentar la presión abdominal, como la inspi-
ración profunda, la contracción de los músculos abdomi-
nales o la espiración con la glotis cerrada (maniobra de
Valsalva).
260 Estructura y función del cuerpo humano

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