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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (245)

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Cuadro 9-4. Relación de las diferentes hormonas con el crecimiento
Hormonas Desarrollo de la talla Estirón de la adolescencia
Del crecimiento Indispensable No participa
Insulina Se requiere para potenciar al máximo la STH No participa
Tiroideas Maduración esquelética; potencia la acción de la STH Menor participación
Andrógenos Maduración esquelética Principal contribución
Estrógenos Potencia la acción de la STH Menor participación
Glucocorticoides La inhibe; efecto antagónico con la STH No participa
una sustancia coloide de aspecto gelatinoso. Pueden man-
tenerse almacenadas durante meses hasta el momento en
que se secretan a la sangre. Entonces, una proteinasa libera
el yodo por deshalogenación, que se elimina en forma de
T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina). En la circulación las
hormonas tiroideas pueden encontrarse en un 75 % en for-
ma de T4 y en un 25 % en forma de T3. La T4, una vez
secretada, tiene una potencia de acción inferior, pero al
secretarse en mayor cantidad y tener un período de activi-
dad superior al de la T3, alcanza una potencia equivalente.
Una vez secretadas, la T3 llega antes a las células (2 días)
que la T4 (7 días). Allí se fijan a sus proteínas y tienen un
tiempo de latencia en el que no presentan efectos. Poste-
riormente, éstos se inician y perduran durante días o sema-
nas (Fig. 9-8).
Las funciones de las hormonas tiroideas son múltiples y
afectan, prácticamente, a todas las células y tejidos del
cuerpo humano.
Aumentan la actividad metabólica de los tejidos corpora-
les y el metabolismo basal entre un 60 y un 100 %.
Tienen efectos anabólicos sobre las proteínas y colaboran
en el crecimiento (véase Cuadro 9-4). Estimulan todas las
fases de los hidratos de carbono y aumentan la glucemia en
sangre. Tienen una función lipolítica (consumen grasa para
obtener energía).
Determinan el cierre de las epífisis, por lo que intervie-
nen en el crecimiento de los huesos. El exceso de hormonas
provoca una pérdida de calcio y fosfatos.
Favorecen la eliminación del colesterol y los triglicéri-
dos. Su falta favorece la obesidad y la arteriosclerosis.
Interactúan con otras hormonas, como la insulina del
páncreas, la paratohormona de la paratiroides, la ACTH de
la suprarrenal y las hormonas gonadotropas.
Los efectos de las hormonas tiroideas son muy variados y
se pueden resumir en la aceleración del metabolismo basal,
lo que conlleva un incremento de todas las funciones orgá-
nicas. El exceso de hormonas aumenta la frecuencia cardía-
ca, la frecuencia respiratoria, el gasto cardíaco y la suda-
ción, activa el cierre de las epífisis, produce excitación,
acelera los procesos digestivos y causa diarrea. Por el con-
trario, cuando hay un déficit hormonal todas estas funciones
se enlentecen. La alteración endocrinológica que incrementa
la secreción de hormonas tiroideas se conoce como hiperti-
roidismo, y las alteraciones por defecto reciben el nombre
de hipotiroidismo.
La regulación de la secreción depende de un mecanismo
de retroalimentación (véase Fig. 9-5).
9.4.2.2. Calcitonina
Es un polipéptido de 32 aminoácidos que se produce en
las células C del tiroides. Una vez secretada, tiene una
acción muy rápida. Su efecto es hipocalcemiante (disminu-
ye la concentración de calcio en la sangre) y además forma
hueso. Ejerce su acción sobre los huesos, el riñón y el
intestino (Fig. 9-9A). En el hueso impide la formación de
los osteoclastos, que son las células destructoras de hueso, y
disminuye la actividad de los que ya existen. Por el contra-
rio, activa los osteoblastos, que son las células formadoras
de hueso. En el riñón aumenta la eliminación de calcio por
la orina (hipercalciuria) y en la mucosa intestinal evita la
absorción del calcio de los alimentos. Interviene en la ho-
meostasis del calcio y se secreta en las situaciones que se
asocian con un exceso de calcio en sangre.
9.4.3. Glándulas paratiroides
Son cuatro glándulas que se encuentran en la cara poste-
rior del tiroides (véase Fig. 9-7). Son de pequeño tamaño
(6 × 3 × 2 mm) y de color castaño, están formadas por
tejido graso y son difíciles de localizar. Como mínimo tiene
que haber dos. Están muy vascularizadas por las dos arte-
rias paratiroideas superiores y las dos paratiroideas infe-
riores. Con el microscopio se distinguen dos tipos de célu-
las: las principales, productoras de la hormona
paratohormona y las oxífilas, que se consideran células
que han envejecido.
9.4.3.1. Paratohormona
Llamada también paratirina, es un polipéptido de 84
aminoácidos. Su efecto consiste en aumentar la concentra-
ción de calcio en la sangre (es hipercalcemiante). Su ac-
ción se ejerce en el hueso, el riñón y en el intestino (Fig.
9-9B). En el hueso activa los osteoclastos, lo que incremen-
ta la reabsorción ósea (el resultado final es la destrucción
del hueso). En el riñón aumenta la reabsorción del ion
calcio por los túbulos, impidiendo su pérdida por la orina.
El calcio, a su vez, se intercambia con el fósforo, que es
eliminado; por tanto, produce hipocalciuria e hiperfosfatu-
ria. En el intestino actúa sobre la mucosa intestinal favore-
226 Estructura y función del cuerpo humano

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