Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Cuadro 9-4. Relación de las diferentes hormonas con el crecimiento Hormonas Desarrollo de la talla Estirón de la adolescencia Del crecimiento Indispensable No participa Insulina Se requiere para potenciar al máximo la STH No participa Tiroideas Maduración esquelética; potencia la acción de la STH Menor participación Andrógenos Maduración esquelética Principal contribución Estrógenos Potencia la acción de la STH Menor participación Glucocorticoides La inhibe; efecto antagónico con la STH No participa una sustancia coloide de aspecto gelatinoso. Pueden man- tenerse almacenadas durante meses hasta el momento en que se secretan a la sangre. Entonces, una proteinasa libera el yodo por deshalogenación, que se elimina en forma de T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina). En la circulación las hormonas tiroideas pueden encontrarse en un 75 % en for- ma de T4 y en un 25 % en forma de T3. La T4, una vez secretada, tiene una potencia de acción inferior, pero al secretarse en mayor cantidad y tener un período de activi- dad superior al de la T3, alcanza una potencia equivalente. Una vez secretadas, la T3 llega antes a las células (2 días) que la T4 (7 días). Allí se fijan a sus proteínas y tienen un tiempo de latencia en el que no presentan efectos. Poste- riormente, éstos se inician y perduran durante días o sema- nas (Fig. 9-8). Las funciones de las hormonas tiroideas son múltiples y afectan, prácticamente, a todas las células y tejidos del cuerpo humano. Aumentan la actividad metabólica de los tejidos corpora- les y el metabolismo basal entre un 60 y un 100 %. Tienen efectos anabólicos sobre las proteínas y colaboran en el crecimiento (véase Cuadro 9-4). Estimulan todas las fases de los hidratos de carbono y aumentan la glucemia en sangre. Tienen una función lipolítica (consumen grasa para obtener energía). Determinan el cierre de las epífisis, por lo que intervie- nen en el crecimiento de los huesos. El exceso de hormonas provoca una pérdida de calcio y fosfatos. Favorecen la eliminación del colesterol y los triglicéri- dos. Su falta favorece la obesidad y la arteriosclerosis. Interactúan con otras hormonas, como la insulina del páncreas, la paratohormona de la paratiroides, la ACTH de la suprarrenal y las hormonas gonadotropas. Los efectos de las hormonas tiroideas son muy variados y se pueden resumir en la aceleración del metabolismo basal, lo que conlleva un incremento de todas las funciones orgá- nicas. El exceso de hormonas aumenta la frecuencia cardía- ca, la frecuencia respiratoria, el gasto cardíaco y la suda- ción, activa el cierre de las epífisis, produce excitación, acelera los procesos digestivos y causa diarrea. Por el con- trario, cuando hay un déficit hormonal todas estas funciones se enlentecen. La alteración endocrinológica que incrementa la secreción de hormonas tiroideas se conoce como hiperti- roidismo, y las alteraciones por defecto reciben el nombre de hipotiroidismo. La regulación de la secreción depende de un mecanismo de retroalimentación (véase Fig. 9-5). 9.4.2.2. Calcitonina Es un polipéptido de 32 aminoácidos que se produce en las células C del tiroides. Una vez secretada, tiene una acción muy rápida. Su efecto es hipocalcemiante (disminu- ye la concentración de calcio en la sangre) y además forma hueso. Ejerce su acción sobre los huesos, el riñón y el intestino (Fig. 9-9A). En el hueso impide la formación de los osteoclastos, que son las células destructoras de hueso, y disminuye la actividad de los que ya existen. Por el contra- rio, activa los osteoblastos, que son las células formadoras de hueso. En el riñón aumenta la eliminación de calcio por la orina (hipercalciuria) y en la mucosa intestinal evita la absorción del calcio de los alimentos. Interviene en la ho- meostasis del calcio y se secreta en las situaciones que se asocian con un exceso de calcio en sangre. 9.4.3. Glándulas paratiroides Son cuatro glándulas que se encuentran en la cara poste- rior del tiroides (véase Fig. 9-7). Son de pequeño tamaño (6 × 3 × 2 mm) y de color castaño, están formadas por tejido graso y son difíciles de localizar. Como mínimo tiene que haber dos. Están muy vascularizadas por las dos arte- rias paratiroideas superiores y las dos paratiroideas infe- riores. Con el microscopio se distinguen dos tipos de célu- las: las principales, productoras de la hormona paratohormona y las oxífilas, que se consideran células que han envejecido. 9.4.3.1. Paratohormona Llamada también paratirina, es un polipéptido de 84 aminoácidos. Su efecto consiste en aumentar la concentra- ción de calcio en la sangre (es hipercalcemiante). Su ac- ción se ejerce en el hueso, el riñón y en el intestino (Fig. 9-9B). En el hueso activa los osteoclastos, lo que incremen- ta la reabsorción ósea (el resultado final es la destrucción del hueso). En el riñón aumenta la reabsorción del ion calcio por los túbulos, impidiendo su pérdida por la orina. El calcio, a su vez, se intercambia con el fósforo, que es eliminado; por tanto, produce hipocalciuria e hiperfosfatu- ria. En el intestino actúa sobre la mucosa intestinal favore- 226 Estructura y función del cuerpo humano
Compartir