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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (249)

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Conducto biliar
Wirsung
Figura 9-10. Esquema del páncreas.
d) Finalmente, el sistema renina angiotensina. La re-
nina es una enzima, secretada por el aparato yuxtaglomeru-
lar del riñón, que activa la angiotensina, un potente vaso-
constrictor que estimula la producción de aldosterona.
Actualmente se conoce la implicación de este sistema en la
génesis de la hipertensión de algunos enfermos.
9.4.5.1.2. Glucocorticoides. Cortisol
Los glucocorticoides están formados por un gran número
de hormonas esteroideas, de las cuales las más importantes
son el cortisol y la hidrocortisona, seguidas de la corticos-
terona y la cortisona. Reciben el nombre genérico de gluco-
corticoides porque la primera y principal acción que se
descubrió es que son hormonas hiperglucemiantes. Pero
actualmente conocemos muchas más funciones. Los efectos
se consideran iguales, en general, para todos los glucocorti-
coides. Las diferencias entre ellos radican en la rapidez con
que actúan o en la potencia que tienen. Así, se pueden citar
los siguientes:
— Efectos sobre el metabolismo de los hidratos de carbo-
no. Aumentan la síntesis de glucosa a partir de los amino-
ácidos (neoglucogénesis), favorecen el almacenamiento de
glucosa en el hígado en forma de glucógeno y dificultan la
utilización de la glucosa por las células. El resultado final
de todas estas acciones es el incremento de glucosa en
sangre, por lo que actúa como un antagonista de la insulina
(su exceso provoca la diabetes suprarrenal).
— Efectos sobre el metabolismo proteico. Son hormonas
catabólicas que disminuyen la síntesis de proteínas y des-
vían los aminoácidos hacia la neoglucogénesis.
— Efectos sobre el metabolismo de las grasas. Movilizan
los ácidos grasos del tejido adiposo hacia la sangre con el
fin de obtener energía.
— Efectos hidroelectrolíticos. En el riñón actúan como la
aldosterona (reteniendo sodio y eliminando potasio), aunque
con menor intensidad. Incrementan la eliminación de calcio
y son los responsables de la osteoporosis.
— Efectos sobre la sangre. Su secreción aumenta la for-
mación de glóbulos rojos y plaquetas, y disminuye la de
leucocitos eosinófilos y de linfocitos.
— Efectos sobre la inmunidad. En los procesos inflama-
torios tienen la capacidad de estabilizar las lisozimas en el
interior de las membranas celulares y de disminuir la per-
meabilidad de las mismas, disminuyendo con ello el edema
que rodea la lesión. Tienen además capacidad para reducir
las consecuencias de la reacción alérgica. Estos efectos
hacen muy útiles los corticoides como tratamiento de mu-
chos procesos alérgicos e inflamatorios. Pero su efecto con-
tinuado o excesivo conduce a la atrofia del tejido linfoide, y
junto al descenso en la producción de linfocitos, disminuye
la inmunidad humoral.
— Efectos sobre la mucosa gástrica. Aumentan la acidez
de la secreción gástrica, por lo que incrementan las posibili-
dades de aparición de úlceras de estómago.
La secreción de glucocorticoides depende de la estimula-
ción de la ACTH sobre la corteza suprarrenal, hasta el punto
de que si la secreción de ACTH se interrumpe, los niveles
de glucocorticoides descienden a valores ínfimos, y si se
suprime durante mucho tiempo, la corteza suprarrenal se
atrofia. A su vez, la secreción de ACTH depende del estí-
mulo que producen sobre la hipófisis las hormonas activa-
doras de la ACTH secretadas por el hipotálamo. El exceso
de glucocorticoides circulantes en sangre inhibe la secreción
del hipotálamo y, en consecuencia, la de la hipófisis. La
secreción de glucocorticoides no es igual a lo largo del día y
sigue un ritmo nictameral, que controla el hipotálamo, con
un pico máximo a las 6 horas y un valor mínimo a las 18
horas. Finalmente el estrés físico, la ansiedad o las agresio-
nes pueden aumentar los niveles de secreción hasta 6 veces
con el fin de obtener más energía.
Las principales alteraciones en la secreción de los glu-
cocorticoides son dos. El síndrome de Cushing se debe a
un exceso en la producción glandular, que puede ser autó-
noma u obeceder a un exceso de estímulo de la ACTH, o
bien puede ser yatrogénico, secundario a un tratamiento
con glucocorticoides en dosis altas o de forma continuada.
El síndrome de Addison se debe al descenso en la produc-
ción de glucocorticoides y también de los mineralocorti-
coides.
9.4.5.1.3. Andrógenos suprarrenales
Son las hormonas secretadas por la zona reticular. Se
producen en escasa cantidad, y tienen un efecto androgéni-
co débil, si se comparan con las hormonas sexuales mascu-
linas secretadas por los testículos. Sus efectos en el varón
permiten desarrollar y mantener los caracteres sexuales
secundarios, y facilitan el crecimiento y el desarrollo de
los órganos genitales. Sus efectos son similares a los de la
testosterona y parte de los andrógenos se transforman en
testosterona. En la mujer estos efectos son mínimos, pero
el aumento de la secreción de andrógenos (por tumores)
puede conducir a un síndrome adrenogenital, que produ-
ce la virilización de la mujer. En ambos sexos favorecen la
síntesis proteica, son anabolizantes y desarrollan la muscu-
latura. La supresión de estas hormonas no causa ningún
problema pues son suplidas por las secretadas por las glán-
dulas sexuales.
9.4.5.2. Hormonas de la médula suprarrenal.
Catecolaminas
La estructura de estas hormonas no es esteroidea. Em-
briológicamente la médula suprarrenal deriva del tejido ner-
vioso, y la síntesis y almacenamiento de las hormonas se
llevan a cabo en el interior de las células cromafines de la
médula, de una manera semejante a la de los ganglios del
sistema simpático.
230 Estructura y función del cuerpo humano

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