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13 13.1. EQUILIBRIO HIDROELECTROLÍTICO El agua es el elemento más abundante del cuerpo huma- no. Se distribuye en el interior de las células, en los líquidos intersticiales y en el plasma de la sangre, y está en continuo movimiento trasladándose de un compartimiento a otro. El objetivo de este movimiento es mantener en todo momento las cantidades necesarias en cada compartimiento, ya que la salud depende del correcto funcionamiento de las células, el cual a su vez depende de la cantidad de agua, nutrientes y electrólitos que atraviesan la membrana celular y llegan al citoplasma. Los mecanismos reguladores del volumen de agua dependen del aparato digestivo, por un lado, y de los sistemas excretor, respiratorio y metabólico, por otro. Entre todos ellos se debe establecer un equilibrio hídrico que permita mantener en cada compartimiento y ante cada situa- ción fisiológica el volumen apropiado de agua. Lo mismo ocurre con los electrólitos, unos constituyentes básicos de las células que se encuentran en proporciones constantes en los diversos compartimientos. Sus variaciones suelen ir acompañadas o propiciadas por las modificaciones de la cantidad de agua; de ahí que se estudien conjuntamen- te y se hable de equilibrio hidroelectrolítico. Una adecuada cantidad, proporción y distribución de agua y de electrólitos en el organismo es indispensable para el correcto metabolismo de las células. En este sentido, las alteraciones por defecto o por exceso crearán desequilibrios que en último término alterarán la homeostasis. 13.1.1. Homeostasis Se entiende por homeostasis la situación que expresa el equilibrio fisiológico entre los diferentes procesos químicos y físicos que tienen lugar en el organismo, o lo que es lo mismo, el mantenimiento de unas condiciones estables y fisiológicamente adecuadas para que las células puedan desempeñar las funciones que tienen encomendadas, a par- tir de las reacciones químicas para las que han sido progra- madas. Para ello la célula requiere la entrada y salida de muchas sustancias imprescindibles a través de sus membranas (O2, agua, electrólitos, principios inmediatos, vitaminas, oligo- elementos, CO2, urea, amonio). El conjunto de los elemen- tos vitales y de las estructuras que rodean las células de un ser vivo pluricelular constituye el medio interno, el cual debe mantenerse siempre estable. El fin de la homeostasis es poner en marcha los sistemas y mecanismos fisiológicos necesarios ante cualquier situación externa o interna que pueda alterar la composición fisiológica de este medio interno. La homeostasis se basa principalmente en el manteni- miento del equilibrio hídrico, de los electrólitos y de las sustancias acidobásicas en el medio interno del cuerpo hu- mano. 13.2. EQUILIBRIO HÍDRICO Es el equilibrio que mantiene la cantidad de agua necesa- ria en cada uno de los compartimientos del organismo (me- diante la ingestión o la excreción de agua). Depende de las variaciones fisiológicas propias de la edad y de los mecanis- mos que intervienen en las situaciones que provocan una pérdida o una retención excesiva de líquidos. 13.2.1. Líquidos corporales y sus compartimientos En el organismo la sustancia más abundante es el agua, que llega a suponer el 60 % del peso del cuerpo. Sin embar- go, estas proporciones pueden variar con la edad y el sexo. Así, en los recién nacidos el porcentaje de agua llega hasta un 80 %; en el varón está entre un 55 y un 60 % , y en la mujer algo menos (entre un 50 y un 55 % de su peso). Esta diferencia se atribuye a la existencia de una mayor cantidad de grasa, que no contiene agua. El agua se encuentra distribuida en tres compartimientos, en cada uno de los cuales debe mantenerse constante su proporción. Para ello puede haber un intercambio continuo de agua entre los tres compartimientos. El agua puede encon- trarse en el interior de las células (líquido intracelular) o fuera de ellas (líquido extracelular). En este último, el agua se distribuye en el interior de los vasos sanguíneos (líquido intravascular o plasma) y en el espacio que existe entre los vasos y las células (líquido intersticial) (Cuadro 13-1). El agua intracelular es indispensable para las reacciones químicas de las células y para mantener la homeostasis Equilibrio hidroelectrolítico y acidobásico ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO CONTENIDO PARTE III ALIMENTACIÓN Y EXCRECIÓN 13 Equilibrio hidroelectrolítico y acidobásico
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