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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (330)

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13.1. EQUILIBRIO HIDROELECTROLÍTICO
El agua es el elemento más abundante del cuerpo huma-
no. Se distribuye en el interior de las células, en los líquidos
intersticiales y en el plasma de la sangre, y está en continuo
movimiento trasladándose de un compartimiento a otro. El
objetivo de este movimiento es mantener en todo momento
las cantidades necesarias en cada compartimiento, ya que la
salud depende del correcto funcionamiento de las células, el
cual a su vez depende de la cantidad de agua, nutrientes y
electrólitos que atraviesan la membrana celular y llegan al
citoplasma. Los mecanismos reguladores del volumen de
agua dependen del aparato digestivo, por un lado, y de los
sistemas excretor, respiratorio y metabólico, por otro. Entre
todos ellos se debe establecer un equilibrio hídrico que
permita mantener en cada compartimiento y ante cada situa-
ción fisiológica el volumen apropiado de agua.
Lo mismo ocurre con los electrólitos, unos constituyentes
básicos de las células que se encuentran en proporciones
constantes en los diversos compartimientos. Sus variaciones
suelen ir acompañadas o propiciadas por las modificaciones
de la cantidad de agua; de ahí que se estudien conjuntamen-
te y se hable de equilibrio hidroelectrolítico.
Una adecuada cantidad, proporción y distribución de
agua y de electrólitos en el organismo es indispensable para
el correcto metabolismo de las células. En este sentido, las
alteraciones por defecto o por exceso crearán desequilibrios
que en último término alterarán la homeostasis.
13.1.1. Homeostasis
Se entiende por homeostasis la situación que expresa el
equilibrio fisiológico entre los diferentes procesos químicos
y físicos que tienen lugar en el organismo, o lo que es lo
mismo, el mantenimiento de unas condiciones estables y
fisiológicamente adecuadas para que las células puedan
desempeñar las funciones que tienen encomendadas, a par-
tir de las reacciones químicas para las que han sido progra-
madas.
Para ello la célula requiere la entrada y salida de muchas
sustancias imprescindibles a través de sus membranas (O2,
agua, electrólitos, principios inmediatos, vitaminas, oligo-
elementos, CO2, urea, amonio). El conjunto de los elemen-
tos vitales y de las estructuras que rodean las células de un
ser vivo pluricelular constituye el medio interno, el cual
debe mantenerse siempre estable. El fin de la homeostasis
es poner en marcha los sistemas y mecanismos fisiológicos
necesarios ante cualquier situación externa o interna que
pueda alterar la composición fisiológica de este medio
interno.
La homeostasis se basa principalmente en el manteni-
miento del equilibrio hídrico, de los electrólitos y de las
sustancias acidobásicas en el medio interno del cuerpo hu-
mano.
13.2. EQUILIBRIO HÍDRICO
Es el equilibrio que mantiene la cantidad de agua necesa-
ria en cada uno de los compartimientos del organismo (me-
diante la ingestión o la excreción de agua). Depende de las
variaciones fisiológicas propias de la edad y de los mecanis-
mos que intervienen en las situaciones que provocan una
pérdida o una retención excesiva de líquidos.
13.2.1. Líquidos corporales y sus compartimientos
En el organismo la sustancia más abundante es el agua,
que llega a suponer el 60 % del peso del cuerpo. Sin embar-
go, estas proporciones pueden variar con la edad y el sexo.
Así, en los recién nacidos el porcentaje de agua llega hasta
un 80 %; en el varón está entre un 55 y un 60 % , y en la
mujer algo menos (entre un 50 y un 55 % de su peso). Esta
diferencia se atribuye a la existencia de una mayor cantidad
de grasa, que no contiene agua.
El agua se encuentra distribuida en tres compartimientos,
en cada uno de los cuales debe mantenerse constante su
proporción. Para ello puede haber un intercambio continuo
de agua entre los tres compartimientos. El agua puede encon-
trarse en el interior de las células (líquido intracelular) o
fuera de ellas (líquido extracelular). En este último, el agua
se distribuye en el interior de los vasos sanguíneos (líquido
intravascular o plasma) y en el espacio que existe entre los
vasos y las células (líquido intersticial) (Cuadro 13-1).
El agua intracelular es indispensable para las reacciones
químicas de las células y para mantener la homeostasis
Equilibrio
hidroelectrolítico
y acidobásico
	ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO
	CONTENIDO
	PARTE III ALIMENTACIÓN Y EXCRECIÓN
	13 Equilibrio hidroelectrolítico y acidobásico

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