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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (331)

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Cuadro 13-1. Distribución del agua en los tres compartimientos
Proporción del peso Hombre de 70 kg
Intracelular 40 % 28 L
Extracelular: intersticial 16 % 11.3 L
intravascular 4 % 2.7 L
Agua total 60 % 42 L
Cuadro 13-2. Entradas y pérdidas fisiológicas de líquidos
Entradas mL Salidas mL
Líquidos bebidos 1500 Orina 1500
Agua en los alimentos 800 Pulmones 350
Agua endógena 200 Piel, por difusión 350
Sudor 100
Heces 200
Total 2500 Total 2500
interna. Las situaciones que alteran la proporción de agua
intracelular producen deshidratación de la célula (por falta
de agua) o hiperhidratación (por exceso).
El agua del líquido intersticial constituye el medio vital
para la célula, ya que de ella obtiene las sustancias necesa-
rias para su funcionamiento.
El líquido intravascular es el encargado de transportar las
diversas sustancias a todas las células del cuerpo humano.
Es fácil entender que para que haya una correcta homeos-
tasis celular la proporción de líquidos debe mantenerse
constante en cada uno de los compartimientos. A este res-
pecto, el líquido prioritario es el intracelular, por lo cual el
agua se desplazará de los otros dos compartimientos según
las necesidades de cada situación.
13.2.2. Mecanismos que intervienen
en el equilibrio hídrico
El equilibrio hídrico depende en primer lugar de la canti-
dad de agua ingerida y excretada, y en segundo lugar de los
mecanismos de distribución entre los diferentes comparti-
mientos.
Los ingresos están constituidos por los líquidos y los
sólidos ingeridos con la dieta y en menor medida por el
agua que se forma durante el catabolismo de las proteínas.
Las pérdidas se regulan principalmente por los riñones me-
diante la orina, por los pulmones mediante el aire espirado,
por la piel mediante el sudor o la difusión de calor, y
finalmente por el aparato digestivo mediante las heces. El
agua perdida por los tres últimos sistemas es de escasa
cuantía, por lo cual el sistema que regula mejor las pérdidas
es el constituido por los riñones (Cuadro 13-2).
Es evidente que una mayor o menor ingestión de líquidos
se asocia a una diuresis mayor o menor, ya que es el sistema
más eficaz para mantener el equilibrio hídrico.
Hay un segundo mecanismo que iguala los ingresos y las
pérdidas, y es de tipo neurológico. Se pone en marcha
cuando las pérdidas son importantes y provocan una deshi-
dratación, que va seguida de un aumento de la osmolaridad.
Esta situación es reconocida por los osmorreceptores vascu-
lares que informan al hipotálamo, el cual desencadena el
reflejo de la sed. Éste incrementa la ingestión de líquidos,
hasta que se consigue el equilibrio mediante autorregula-
ción. Es importante saber que en los enfermos inconscientes
esta capacidad de autorregulación desaparece, de modo que
en estas circunstancias se hace imprescindible efectuar un
correcto balance de los líquidos ingeridos y excretados.
13.3. EQUILIBRIO ELECTROLÍTICO
Los electrólitos son los elementos o sustancias que en un
medio acuoso se ionizan o disocian en partículas con una
determinada carga eléctrica (p. ej., el ClNa se disocia en Cl-
y Na+). Cada una de las partes en que se disocia un electró-
lito se denomina ion y según la carga que posean se llaman
cationes, iones con carga positiva (Na+), y aniones, iones
con carga negativa (Cl-).
Las células del ser humano requieren de un gran número
de electrólitos, los cuales intervienen en la regulación de
una variada e importante cantidad de funciones, algunas de
ellas vitales. En el Cuadro 13-3 se muestran los principales
electrólitos del cuerpo humano, sus concentraciones fisioló-
gicas en sangre y sus principales usos.
Por lo general los electrólitos, especialmente el cloro y el
sodio, provocan el movimiento de los líquidos según el
principio de osmolaridad. Las células están separadas del
líquido intersticial por la membrana citoplásmica, que se
comporta como una membrana semipermeable. Por tanto,
cuando los electrólitos pasen de un compartimiento a otro,
habrá un paso concomitante de agua, para mantener el equi-
librio osmótico. Por ello, y por extensión, se habla general-
mente de equilibrio hidroelectrolítico.
13.3.1. Distribución de electrólitos en el organismo
Los electrólitos intervienen en muchas funciones, pero no
están distribuidos de manera uniforme en los tres comparti-
mientos líquidos. A pesar de ello, su distribución siempre
312 Estructura y función del cuerpo humano

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