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INSPIRACIÓN (–) ESPIRACIÓN (+) P. vías respiratorias = = (–) = (–) P. intrapleural – – – P. elástica (+ +) (+ +) + + + P. muscular (– –) 0 ó (+) Figura 14-17. Ecuación de la presión en las vías respiratorias. Cuando el resultado final de la ecuación es negativo se produce la entrada de aire (inspiración). Cuando el resultado es positivo, se produce la espiración. Nótese que el término que varía entre la inspiración y la espiración es la diferencia en la presión secundaria a la contracción de los músculos respiratorios, en tanto que las demás presiones son constantes en condiciones normales. Si existiera un neumotórax (véase la Fig. 14.13), la presión intrapleural se haría positiva y se produciría una espiración constante, lo que llevaría al colapso pulmonar. Columna vertebral Costilla Intercostal interno Intercostal externo Ascenso costal Diafragma A) INSPIRACIÓN B) ESPIRACIÓN Columna vertebral Costilla Diafragma Intercostal interno Intercostal externo Descenso costal Figura 14-18. Cambios en el volumen torácico producidos por la contracción de los músculos respiratorios. A) Inspiración. El diafragma desciende y las costillas se elevan por la acción de los intercostales externos. Esto provoca un aumento de la altura y del área del tórax. El aumento de volumen se corresponde con un descenso de presión en el interior del tórax y la entrada subsiguiente del aire. B) Espiración. El ascenso del diafragma y el descenso de las costillas provoca una disminución de la altura y del área del tórax. La disminución del volumen torácico aumenta la presión en el interior del toráx lo que implica la salida del aire. 100 mL (p. ej., un paciente intubado y conectado a un respirador mediante tubos largos). 14.4.3. Presión en las vías respiratorias La inspiración, que consiste en la entrada de aire desde el exterior hacia el interior del tórax, debe permitir que el aire llegue hasta los alvéolos. Esta entrada de aire se produce porque en las vías respiratorias y en los alvéolos existe una presión ligeramente inferior a la atmosférica, y el aire fluye desde el exterior de los pulmones hacia el interior. De la misma forma, la espiración o salida del aire que existe en los pulmones se produce porque la presión existente en los alvéolos y las vías respiratorias es superior a la presión atmosférica, y el aire fluye hacia el exterior. La presión existente en las vías respiratorias es el resultado de la suma de tres presiones diferentes: a) la presión intrapleural, que como ya se ha dicho es normalmente subatmosférica y favorece por tanto la expansión pulmonar, y la inspiración; b) la presión elástica del parénquima pulmonar, que es secundaria a la presencia de fibras de elastina en el tejido pulmonar, lo que confiere una tendencia espontánea al co- lapso pulmonar. Es por tanto una presión claramente positi- va y favorece la espiración; y c) finalmente la presión resultante de la acción de los músculos respiratorios. Puede ser positiva o negativa, es la más importante de las tres a la hora de valorar la presión final resultante en las vías respira- torias y, por tanto, los fenómenos respiratorios (Fig. 14.17). La presión elástica es superior a la presión intrapleural, por lo que, en ausencia de presión de la musculatura respirato- ria, existe una tendencia natural hacia la espiración. Esto explica que en la parálisis de los músculos respiratorios, o en la muerte, el aire salga espontáneamente de los pulmo- nes. 336 Estructura y función del cuerpo humano
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