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P Q S R T Electro- cardiograma 1 2 3 10 0 5 mV Potencial marcapasos Fase de meseta 4 5 7 6 A) B) Figura 15-6. A) Electrocardiograma normal. B) Representación del potencial de acción transmenbrana de las diferentes células miocárdicas desde las células marcapasos del nódulo sinusal (1) hasta las células miocárdicas ventriculares (7). Existe un retraso en el nódulo auriculoventricular (intervalo PR) puesto de manifiesto por una mayor distancia entre las curvas (3) y (4), que correspon- den a la parte proximal del nódulo A-V y al fascículo de His, respectivamente. La curva (2) representa la despolarización del miocardio auricular y las curvas (5) y (6) la despolarización de las fibras miocárdicas correspondientes a las ramas del haz de His y las fibras de Purkinje. Se puede observar que los potenciales de acción de las células marcapasos situados en el nódulo sinusal (1) y en el auriculoventricular (3) tienen una pendiente de despolariza- ción espontánea, que no se da en el resto de las células miocárdi- cas y que les confiere la propiedad del automatismo. 15.3.6. Génesis del electrocardiograma La despolarización de la célula muscular (tanto del tejido de conducción como del miocardio) genera una señal eléctri- ca que actúa como estímulo de la contracción. La suma de las señales eléctricas producidas por todas las células cardía- cas es lo suficientemente intensa como para poder ser regis- trada desde el exterior del cuerpo. El registro en papel de esta señal eléctrica a lo largo del tiempo es lo que se conoce como electrocardiograma (ECG). El análisis del electrocardiogra- ma permite estudiar la secuencia de contracción de las aurí- culas y los ventrículos, el camino que sigue el estímulo dentro del corazón (existencia de bloqueos o zonas inactiva- das) y la cantidad de músculo que se contrae (cuanto más elevada es dicha cantidad, más intensa es la señal eléctrica), por lo que su estudio es de gran utilidad en múltiples afeccio- nes cardíacas. En un electrocardiograma normal (Fig. 15-6) se pueden identificar las siguientes inflexiones del potencial eléctrico u ondas: 1) onda P, de bajo voltaje y aspecto redondeado, que corresponde a la despolarización del músculo auricu- lar; 2) complejo QRS, formado por varias ondas picudas y estrechas de alto voltaje, que corresponde a la despolariza- ción de la masa muscular de ambos ventrículos, y 3) onda T, redondeada y de un voltaje intermedio entre la P y el QRS, que corresponde al final de la repolarización ven- tricular. Estas ondas definen dos intervalos intermedios: el intervalo PQ (o PR), que va desde el inicio de la onda P al inicio del complejo QRS y que corresponde al tiempo que tarda el estímulo en progresar desde el nódulo sinusal hasta el ventrículo, y el intervalo QT, que va desde el inicio del QRS hasta el final de la onda T y que corresponde a la repolarización ventricular. En un ECG habitual se registran 12 derivaciones desde puntos diferentes del cuerpo, y especialmente desde puntos diferentes del tórax, lo que permite un análisis más exacto del punto del corazón donde se encuentra la lesión detecta- da. Como resumen diremos que el ECG se utiliza en medi- cina para la monitorización de la frecuencia y del ritmo cardíacos, para el análisis de la secuencia de despolariza- ción, para poner de manifiesto alteraciones de la despolari- zación y de la repolarización que sugieran un trastorno de la célula miocárdica (isquemia, alteraciones hidroelectrolí- ticas) y como índice indirecto del grado de hipertrofia de las cavidades cardíacas. 15.4. MECANISMOS DE ADAPTACIÓN DE LA BOMBA CARDÍACA 15.4.1. Gasto cardíaco Dado que el corazón se comporta como una bomba que expulsa sangre en un circuito, su función se mide mediante el cálculo del gasto cardíaco, que corresponde a la cantidad de sangre expulsada por el corazón en un minuto. El gasto cardíaco es igual a la sangre expulsada en un latido (volu- men de eyección) multiplicada por el número de latidos que hay en un minuto (frecuencia cardíaca). Gasto cardíaco \ vol. de eyección ] frecuencia cardíaca (1) El gasto cardíaco normal en reposo oscila entre 4 y 6 litros/minuto, pero varía mucho con el tamaño del indivi- duo, por lo que se acostumbra a normalizar por la superficie corporal. Este parámetro se conoce como índice cardíaco. Índice cardíaco \ gasto cardíaco superficie corporal (2) El índice cardíaco normal oscila entre 2.5 y 3.5 li- tros/minuto/m2 de superficie corporal. El gasto cardíaco del corazón derecho y el del corazón izquierdo son equivalentes si no hay ninguna comunicación directa entre las cámaras cardíacas. Es evidente que el gasto cardíaco en reposo puede ser insuficiente cuando se hace ejercicio o ante una situación de peligro o de aumento repentino de las necesidades metabóli- cas. El corazón cuenta con cuatro mecanismos para poder aumentar su capacidad de bombeo, mecanismos que sirven para incrementar el gasto cardíaco cuando aumenta la de- manda de la persona normal, pero también para mantener Parte IV. Intercambio gaseoso y circulación 349
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