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La relación médico

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Ensayo sobre cómo las nuevas tecnologías y la telemedicina cambiaran (o están cambiando) la forma en que los médicos y los pacientes se están relacionando.
Por Gilbelis Liz.
La relación médico-paciente es uno de los pilares y principales factores determinantes de la calidad del cuidado de la salud y constituyente del marco para la prestación de servicios, la recolección de datos, diagnóstico y plan de tratamiento, apoyo y cumplimiento, así como también de la optimización de los resultados del tratamiento. 
El Internet y los dispositivos móviles están cambiando la forma en que las personas se comunican a gran escala. En el campo de la comunicación médico-paciente, se abren muchas posibilidades, como la consulta y el seguimiento médico online. No hay duda alguna de las ventajas que hemos tenido gracias al avance de la tecnología. Pero las nuevas tecnologías también plantean un gran desafío tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios. ¿En qué medida se están explotando estas capacidades?
El sector de la salud, como muchas otras industrias en el mundo y en nuestro país, República Dominicana, ha adoptado la transformación digital como uno de los motores para ir más allá en los últimos tiempos. El aumento de la productividad, la reducción de costos y la oportunidad de brindar un mejor servicio al paciente sin importar la distancia a la que se encuentren tanto el médico como el paciente, se han convertido en algunos de los beneficios de la adopción de tecnología.
Y sí, la digitalización permite diagnósticos más rápidos y precisos, una distribución más amplia y cómo se puede adaptar la terapia a cada tipo de paciente. Además, les permite participar activamente en el control de su salud.
En esta línea de trabajo, la tecnología médica engloba todo tipo de productos, dispositivos, dispositivos, materiales, terapias, así como soluciones desarrolladas en herramientas que permiten la integración de todos los datos, datos de gestión de la salud, transformarlos en información útil y profesionales de la salud. disponer de dicha información dónde y cuándo deben tomar decisiones clínicas.
En este momento, los centros médicos, clínicas y hospitales están dedicando todos los recursos en términos de recursos humanos y materiales al cuidado de los pacientes infectados con Covid-19. Sin embargo, las enfermedades restantes no se pueden curar y los pacientes con diabetes, hipertensión, enfermedades infecciosas, mujeres embarazadas, etc. también deben ser atendidos por especialistas. Esto significa que todos estos pacientes necesitan atención médica para que sus problemas puedan resolverse sin correr el riesgo de que se infecten potencialmente. Aquí es donde entra la telemedicina. Por definición, esta práctica se caracteriza por la telemedicina y actualmente es la opción más segura para acceder a un profesional médico.
Sin embargo, en la actual crisis sanitaria, la telemedicina se ha convertido en una gran estrategia sanitaria. Y es que, cuantas más preguntas se puedan abordar en casa, menos saturado estará el servicio hospitalario y, por tanto, la reducción de la propagación del virus.
Entre las consultas más frecuentes se encuentran los ancianos con dificultades de movilidad, personas con enfermedades crónicas que necesitan un seguimiento oportuno, niños con síntomas de infección, mujeres embarazadas con citas programadas, prenatales, entre muchos otros temas.
Con el tiempo y a medida que la tecnología avanza y nos brinda más herramientas para trabajar con este enfoque, se deben crear cursos de especialización en paralelo enfocados en perfeccionar el método así como sus procesos. el mundo. Si una persona necesita un médico, puede hacerlo con confianza y seguridad sin salir de casa.
Durante más de una década, hemos oído hablar de los grandes beneficios de los "registros médicos electrónicos" y la "telemedicina" como se le conoce a los servicios médicos electrónicos. Muchas personas en España y otros países a nivel mundial, incluido nuestro país, República Dominicana, ya tienen historia clínica electrónica debido al servicio de salud abierto. Entonces nos preguntamos… ¿ha tenido un impacto positivo en la salud de las personas? ¿Ha mejorado al menos la eficacia o eficiencia de los sistemas de salud? Hasta donde yo sé, no existen datos objetivos para responder a estas preguntas con certeza. Porque lo que han servido es brindar a los administradores de sistemas de salud un mayor conocimiento y control sobre nuestros datos de salud.
Ahora bien, en los últimos años, la tecnología ha seguido avanzando en una dirección que los gobiernos y las principales empresas médicas no anticipaban. Internet llega a cada vez más personas a través de dispositivos móviles como teléfonos inteligentes y tabletas, lo que permite que las personas estén conectadas en todas partes y a largo plazo. Las personas ahora pueden crear su propio directorio de salud y consultar a los médicos a través de Internet. Sin embargo, los principales sistemas de salud no nos permiten acceder a nuestros datos médicos personales ni facilitar la comunicación con nuestros médicos. Razón: seguridad de los datos. Es cierto que la seguridad absoluta en Internet no existe, como tampoco existe en ningún otro ámbito de la vida. 
Por otro lado, no todo es malo. Tenemos un enorme margen de mejora. Hoy día, hay sistemas y aplicaciones que los pacientes quieren utilizar y que muchos médicos aceptan con gusto que son muy asequibles o incluso de uso gratuito. Sin embargo, los responsables del sistema de salud se muestran muy reticentes a facilitar el uso de recursos que apoyen la autonomía de los pacientes. ¿Acaso es porque sienten que están perdiendo el control?
En mi opinión, nos enfrentamos a cambios muy importantes que están cambiando fundamentalmente la forma en que entendemos el sistema sanitario. Como siempre, el factor decisivo que determinará el cambio será la actitud de los médicos. Históricamente, con el paso de los años, los médicos han sido muy cautelosos a la hora de cambiar su forma de trabajar. Tiene sentido y muy bienvenido. Pero para los médicos jóvenes, usar Internet, un teléfono inteligente o una tableta es tan natural como respirar. Por lo tanto, el cambio entrante es inminente y es solo cuestión de tiempo. Hay datos consistentes que apuntan en esta dirección.
Una revisión internacional reciente encontró el posible impacto beneficioso de la comunicación médico-paciente a través de Internet. Existen los últimos datos sobre el uso de Internet relacionado con la salud en República Dominicana. Actualmente, hay una mayoría de pacientes que desean utilizar Internet para comunicarse con sus médicos. Si estas tecnologías no se utilizan más y mejor para la comunicación médico-paciente, no es porque los pacientes no las quieran, sino porque los médicos aún no están allí. Sin embargo, este panorama puede, (y seguro que lo hará) cambiar en cualquier momento.

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