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Teorías explicativas sobre la adquisición y desarrollo del lenguaje

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Teorías explicativas sobre la adquisición y desarrollo del lenguaje
□ INTRODUCCIÓN
La exposición de los diferentes enfoques y modelos que ha ofrecido la psicolingüís- tica sobre la adquisición y desarrollo del len- guaje oral en los niños a lo largo de la histo-" ria nos lleva, necesariamente, a tener en cuenta no sólo la propia evolución y domi- nios teóricos producidos en la psicología, sino también su vinculación con las pers- pectivas y tendencias más representativas de la lingüística, al ser ésta la disciplina que se ocupa, por excelencia, del estudio del len- guaje.
Esta relación tan estrecha se demuestra en que la psicolingüística surge, como disci- plina de estudio del lenguaje infantil y de los procesos psicológicos que intervienen en su aprendizaje, a raíz de unos seminarios rea- lizados a mediados de los años cincuenta, en donde por primera vez se reunieron psicó- logos y lingüistas interesados en desarrollar una aproximación original a la psicología del lenguaje. De tales encuentros surge la obra colectiva Psycholinguistics (1954), diri- gida por Osgood desde la psicología y Se- beok desde la lingüística.
No es nuestro propósito, sin embargo, ha- cer una descripción exhaustiva de los pre- supuestos teóricos de los distintos modelos lingüísticos contemporáneos, sino señalar la influencia ejercida por los mismos en las preocupaciones, intereses y descripciones que sobre los fenómenos lingüísticos infan- tiles se han realizado desde la psicolingüís- tica, intentando reflejar, por un lado, las con- tribuciones y limitaciones, y, por otro, nuestra convicción de que la adopción de una posición integradora que contemple las principales aportaciones de cada una es la opción que mejor nos permitirá tener un co- nocimiento más completo de las variables que intervienen en el complejo-y aún enig- mático proceso de adquisición y evolu- ción del lenguaje oral en la infancia.
En este sentido, dentro de la lingüística, hemos de tomar como primera referencia la perspectiva estructuralista, representada en el ámbito europeo por Saussure (1916) y en el americano por Bloomfield (1933), dado que es el enfoque que por primera vez con- sidera que el estudio de una lengua debe ten- der a la descripción de cada elemento en re- lación con los otros, y no de forma atomista, como venía haciendo la lingüística tradicio- nal. En nuestra exposición, no obstante, nos centraremos de forma más específica en el modelo estructuralista americano, pues con- sideramos que es la corriente que tradicio- nalmente ha ejercido mayor influencia en los estudios sobre el lenguaje infantil. Dentro de esta escuela daremos cuenta de la evolución teórica y metodológica desde sus posiciones iniciales (Bloomfield, 1933; Chomsky, 1957), hasta llegar al cuestionamiento de las mis- mas conforme se desarrollan teorías lin- güísticas que entienden que el estudio del lenguaje no puede separarse de la función comunicativa que desempeña, subrayán- dose la necesidad de analizar sus usos y fun- ciones en situaciones concretas (Peirce, 1933; Searle, 1969).
Los diferentes modelos y teorías surgidos en el seno de la lingüística producen, asi- mismo, cambios en la psicolingüística. De esta forma, de acuerdo con el modo de pro- ceder de los estructuralistas norteamerica- nos de la primera época, se aprecia un énfa- sis en la descripción cuando se analizan las referencias utilizadas por el conductismo para dar cuenta del origen de la conducta verbal infantil. A diferencia de esto, el inte- rés posterior por la dimensión productiva del lenguaje (con la sucesión de escuelas y orien- taciones a las que dio lugar) se manifiesta en las explicaciones innatistas y cognitivistas sobre la adquisición del lenguaje. Una vez que la sociolingüística y la pragmática seña lan la insuficiencia de las explicaciones ex- clusivamente descriptivas o productivas en el estudio del lenguaje, sobre todo porque no consideran su naturaleza social y activa (intencional), se observa un nuevo cambio de orientación en la investigación lingüística que contribuye al nacimiento de la perspec- tiva funcional e interactiva en los trabajos so- bre adquisición del lenguaje. A continuación expondremos más detalladamente los fun- damentos teóricos de cada una de estas teo- rías psicolingüísticas.
CONDUCTISMO
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El análisis de los fenómenos psicológicos desde una perspectiva conductista persigue predecir y controlar el comportamiento hu- mano considerando que todas las conductas se rigen por el esquema general de estímulorespuesta. A la hora de abordar la naturaleza del lenguaje lo entienden como una con- ducta más, cuya génesis, leyes de organiza- ción y modos de funcionamiento son seme- jantes a los demás comportamientos, por lo que su caracterización se basará en el análi- sis de los estímulos que contribuyen a la apa- rición, mantenimiento y desarrollo de la con- ducta verbal.
Lo anterior explica el porqué esta teoría no concede, en sus comienzos, un status es- pecial al aprendizaje del lenguaje y que la única obra que aborda de forma específica este proceso sea la de Skinner titulada Ver- bal behavior, publicada en 1957, donde critica los trabajos anteriores sobre psicología del lenguaje, puesto que carecían de un trata- miento causal y funcional satisfactorio. El propósito de Skinner es, pues, demostrar que el lenguaje no tiene una existencia in- dependiente del funcionamiento comporta- mental del sujeto y que su estudio se debe basar en las actividades lingüísticas aparen- tes, dando cuenta de las leyes de aparición, evolución y extinción.
Al esquema asociacionista inicial de estí- mulo-respuesta, Skinner añade la noción de refuerzo, considerando que toda descripción de la interacción entre el sujeto y el medio es incompleta si no incluye la acción ejercida por el ambiente una vez que se ha producido la respuesta. Amplía, de esta forma, los fac- tores responsables de la aparición de las con- ductas a la interacción producida entre los estímulos respuesta-refuerzos.
Los postulados generales del conduc- tismo clásico y skinneriano coinciden, por otra parte, con los derivados del modelo es- tructuralista descriptivo americano repre- sentado por Bloomfield, quien ya desde 1933, en su obra Language, entendía que la lingüística era parte de la psicología, recu- rriendo a las explicaciones psicológicas con- ductistas para caracterizar la faceta humana del lenguaje. No obstante, la referencia conceptual más directa del behaviorismo se es- tablece con la teoría de la información en lu- gar de con la lingüística.
Los trabajos desarrollados en consonan- cia con los planteamientos conductistas fue- ron escasos y se realizaban desde una pers- pectiva funcional; se consideraba que el estudio de las estructuras formales del len- guaje correspondía a la lingüística, mientras que la contribución de la psicología debía ir en el sentido de describir los determinantes funcionales del comportamiento verbal y las variables que lo controlan.
Para los conductistas, la capacidad infan- til que sirve de motor o permite acceder al lenguaje es la imitación junto a la necesidad de satisfacción de determinadas necesida- des; a partir de la interacción de estas dos va- riables, los niños comenzarán primero imi- tando los sonidos que oyen y, más tarde, las palabras. En función del refuerzo suminis- trado por los padres, así como del modelo lingüístico de su entorno, adecuarán y am- pliarán progresivamente sus emisiones a las características impuestas por la lengua que aprenden y al feedback correctivo que sumi- nistran los adultos del entorno. A partir de este esquema de funcionamiento infantil, la explicación del comportamiento verbal de- berá tener en cuenta, por un lado, las varia- bles de situación susceptibles de reforzar una determinada respuesta, y, por otro, la historia de los refuerzos del sujeto dentro de su grupo social y de las limitaciones genéti- cas de su especie (Bronckart, 1985).
La aproximación conductual al análisis del lenguaje es, por tanto, global; es decir,no se interesan por una u otra dimensión lin- güística en términos de importancia, entre otras cosas porque, como se desprende de lo expuesto anteriormente, su preocupación no es el lenguaje en sí, sino el episodio verbal y el contexto extralingüístico, desestimando las características representacionales de las estructuras lingüísticas.
Este acercamiento al lenguaje infantil, en tanto que no se plantea un análisis de las ca- racterísticas de los enunciados infantiles, no ofrece, desde nuestro punto de vista, mu- chos elementos dignos de destacar. Su con- tribución más importante, por tanto, se en- cuentra en el campo extralingüístico y está relacionado con la consideración de la in- fluencia del ambiente como mediador del aprendizaje, así como con la idea de que la necesidad de uso del lenguaje responde, asi- mismo, a la satisfacción de determinadas ne- cesidades por parte de los niños, lo que hace que se insista en el estudio del mismo desde un enfoque funcional.
INNATISMO
Con este término suele incluirse a los se- guidores de la corriente psicolingüística de- rivada de los modelos generativos de la teoria lingüística de Chomsky. Dada la es- trecha relación existente entre los diferentes modelos de gramática generativa y los tra- bajos desarrollados en el seno de la psico- lingüística, consideramos necesario ilustrar la perspectiva innatista de la adquisición del lenguaje a la luz del origen y evolución de la lingüística generativa.
El primer trabajo de Chomsky, Syntactic structures, aparecido en 1957, es fruto del descontento del autor tanto con los postula- dos teóricos en los que se sustentaba el es- tructuralismo norteamericano de su época como con el método estrictamente inductivo utilizado en la investigación lingüística. Si bien en ese momento sigue compartiendo con los estructuralistas el interés por la des- cripción de las características formales del sistema de la lengua, sostiene que tal des- cripción debe efectuarse explicando las re- glas que generan las distintas estructuras de superficie. Chomsky entiende que la sinta! xis es el único componente generativo y que el estudio de la lengua debe dar cuenta del modelo de producción de oraciones consti- tuido por un conjunto de reglas de distinto tipo y en cierto orden; dichas reglas operan sobre una oración nuclear en la que se reali- zan una serie de transformaciones que dan lugar a distintas estructuras de superficie. Este trabajo se considera, de hecho, el pri- mer eslabón de lo que constituirá su propia teoría lingüística, recogida en Aspects of the theory of syntax, publicada en 1965.
Las repercusiones de los diferentes mo- delos de la corriente generativa fueron im- portantes tanto en la investigación lingüís- tica como en la psicológica, sobre todo porque la teoría conductista que dominaba en ambas disciplinas no ofrecía un marco teórico tan ambicioso como el que ahora se presentaba.
Concretamente en la psicolingüística, la década de los sesenta va a ser muy rica en la realización de investigaciones que intentan validar las primeras hipótesis chomskianas referidas a la creatividad del hablante en el proceso de generación de reglas y a la uni- versalidad de las mismas.
Con todo, según Bronckart (1985), los re- sultados de las investigaciones basadas en los principios defendidos por Chomsky en Syn- tactic structures no fueron tan satisfactorios como se esperaba respecto a su aplicación en la población infantil; no obstante, contribu- yeron a que el propio Chomsky (que, por otra parte, no se interesó nunca por el proceso de adquisición del lenguaje), explicara y justifi- cara los fenómenos que iban apareciendo.
La publicación de lo que fue su teoría lin- güística, conocida como teoría estándar, ayudó a que se mantuviera vivo el interés por continuar aplicando sus supuestos teó- ricos en las etapas de adquisición. En Aspects of the theory of syntax el autor añade y modi- fica algunas de las cuestiones aparecidas en la obra anterior, lo que dio pie a que se ge- neraran nuevas investigaciones.
Entre las aportaciones más significativas. del modelo estándar está la diferenciación entre la estructura profunda y la estructura su- perficial de la lengua y el concepto de compe- tencia lingüística, definido como el conoci- miento implícito que posee todo sujeto de su propia lengua que le permite comprender y producir frases de acuerdo con la «<forma>> de su lengua. De esta manera, y continuando con el modelo sintáctico de referencia, la teoría generativa se propone explicar cómo funciona esa competencia.
La asunción de los supuestos de la teoría estándar no fue unánime conforme se fue de- sarrollando, sobre todo por el cuestiona- miento planteado a finales de los años sesenta por los seguidores de la corriente semántico- generativa (Fillmore, Lakoff, Ross y McCaw- ley, fundamentalmente), que cuestionan la naturaleza sintáctica de la estructura pro- funda y la primacía de la sintaxis como ge- neradora de todas las estructuras.
A partir de 1965 se añaden nuevos in- tereses investigadores al campo infantil, coexistiendo los trabajos inspirados en Syn- tactic structures con los derivados de Aspects of the theory of syntax y sus diferentes desa- rrollos. El objetivo común fue, según Dubois (1979), buscar la realidad psicológica de la estructura profunda y explicar cómo ad- quieren los niños la competencia lingüística.
La visión más reciente de la gramática ge- nerativa, según Newmeyer (1992) y Fernán- dez y Anula (1995), se desarrolla entre 1981 y 1991, y se denomina teoría de principios y parámetros. Este nuevo modelo considera que la gramática es un conjunto restringido de principios generales, comunes a todas las lenguas, que lleva asociado un conjunto (también restringido) de parámetros res- ponsables de la variación entre las lenguas; unos y otros especifican qué estructuras son posibles y cuáles no. El interés principal de Chomsky en la actualidad consiste en espe- cificar cuáles son los principios que operan en cada módulo y de qué forma interactúan. De acuerdo con Garton (1994), este nuevo modelo comparte los principios generales de la teoría generativa, aunque contempla, aparte del componente innato, el papel es- pecífico de la experiencia.
No obstante, los distintos modelos de gra- mática no varían sustancialmente entre sí. Todos ellos coinciden en señalar el papel creativo del niño en la construcción y apro- piación del lenguaje, junto con la considera- ción de cierta carga genética que predispone a los humanos a ser sensibles a los estímu- los lingüísticos.
De todo lo hasta aquí expuesto se deduce la gran importancia de la teoría generativa, por su contribución al conocimiento acerca del origen del lenguaje infantil. Dicha apor- tación, desde nuestro punto de vista, debe ser reconocida no sólo por lo que ha su- puesto de enriquecimiento a los enfoques tradicionales, sino también por la investiga- ción a la que ha dado lugar (tanto para com- probar y validar sus hipótesis como para se- ñalar sus lagunas), que ha hecho posible, además, el surgimiento de nuevas perspec- tivas y teorías psicolingüísticas que comple tan las explicaciones ofrecidas por los se- guidores de Chomsky.
□ COGNITIVISMO
La perspectiva cognitiva del origen del lenguaje, fundamentada en la teoría de Pia- get, constituye, en nuestra opinión, un com- plemento de la visión innatista, puesto que comparte con ella los presupuestos relacio- nados con la construcción individual del su- jeto, la adopción de un enfoque formal a la hora de explicar el dominio paulatino de las estructuras lingüísticas por parte de los ni- ños y una concepción general, del lenguaje como capacidad de representación. La diferencia entre ambos enfoques se sitúa, casi exclusivamente, en que los seguidores de Pia- get defienden que el origen del lenguaje está íntimamente vinculado con el desarrollo cognitivo, de tal forma que el niño apren- derá a hablar sólo cuando acceda cognitiva- mente a un determinado nivel de ese desa- rrollo, mientras que los innatistas intentaban demostrar laindependencia de la capacidad lingüística.
Como ocurría con el conductismo, el acer- camiento cognitivista al estudio del lenguaje se sostiene más en supuestos psicológicos que en lingüísticos; lo que sucede en este caso es que los psicolingüistas piagetianos, a partir de la defensa de la base cognitiva de la adquisición del lenguaje, se apoyany com- parten las ideas de los semantistas generati- vistas en cuanto a la relevancia de las cate- gorías semánticas frente a las sintácticas a la hora de explicar la naturaleza de la estruc- tura profunda del lenguaje y la forma en que los niños acceden al significado de los enun- ciados.
La teoría de Piaget pretende, por encima de todo, describir el funcionamiento cogni- tivo infantil y, por lo tanto, no otorga un pa- pel especial al origen del lenguaje. Será Sin- clair, en 1967, con su obra Acquisition du langage et développement de la pensée, quien aborde de forma directa el nacimiento de esta capacidad en coherencia con los princi- pios piagetianos, subrayando las relaciones entre el desarrollo de las estructuras cog- noscitivas y el del lenguaje.
A partir del texto de Sinclair, también otros seguidores de Piaget se ocupan de ex- plorar los dominios cognitivos necesarios para comprender y producir los enunciados, así como de poner en evidencia los procedi- mientos de aproximación específicos que tiene que desarrollar el sujeto para dominar determinadas estructuras de la lengua. En este sentido, Sinclair (1973) sugiere que la ca- pacidad cognitiva que permite el acceso al lenguaje es la de «permanencia del objeto»
Los psicolingüistas cognitivistas cuestionan, pues, el carácter innato de los universales del lenguaje, afirmando que éste se construye durante el período sensoriomotor.
Este modelo se enriquece, asimismo, con las aportaciones de Bloom (1970) y MacNa- mara (1972), en trabajos relacionados con la adquisición del léxico, y con los de Slobin (1966) y Karmiloff-Smith (1977), cuyos estu- dios pusieron de manifiesto el reconoci- miento de aspectos cognitivos y lingüísticos en la codificación de los significados.
A modo de conclusión consideramos que esta perspectiva psicolingüística completa la información aportada por los innatistas en el sentido de que demuestran que, junto a la competencia lingüística, también es necesa- ria una competencia cognitiva para apren- der y evolucionar en el dominio del lenguaje, lo que contribuye a documentar no sólo la creatividad del sujeto en la generación de las reglas, sino la actividad que le guía en todo ese proceso.
Además de esto, también se consolida la dimensión semántica del lenguaje y el papel que desempeña el acceso al significado en la organización estructural de los enunciados.
La visión cognitiva del lenguaje -y, de forma más específica, las relaciones entre lenguaje y pensamiento-fue señalada tam- bién por Vigotsky (1964), aunque la entiende de forma opuesta a como lo hace Piaget. No obstante, considerando que los plantea- mientos vigotskianos están más en conso- nancia con la perspectiva interactiva, inclui- remos las aportaciones de este autor en el siguiente apartado.

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