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UNIDAD UNO
Terapia ocupacional y ciencia ocupacional: 
pasado, presente y futuro 2
CAPÍTULO 1
Historia de la terapia ocuparíonal 5
KATHLEEN BARKER SCHWARTZ
CAPÍTULO 2 
Ciencia ocupadonal: desarrollo de la ciencia 
y la práctica de la ocupación a través de 
una disciplina académica 15
ELIZABETH LARSON, WENDY WOOD
V FLORENCE CLARK
CAPÍTULO 6 
Experiencia de la discapacidad desde una 
perspectiva familiar^ 69
CHERYL. F. MATTINGLY y MARY C. LAWIOR
CAPÍTULO 7
Cultura, raza, etnia y otras formas de diversidad 
humana en terapia ocupadonal 81
JULi McGRUDER
CAPÍTULO 8
Factores socioeconómicos y su influenda en el 
desempeño ocupacional 97
BARBARA M IV-| NBERGÍ-.R
CAPÍTULO 3
Práctica de la terapia ocupadonal 27
sección i
Práctica actual de la terapia ocupadonal 27
ELIZABETH BI.ESEDELL CREPEAU.
ELLEN S. COHN y BARBARA RC'YT SCHELL
sección n
Intervendones pobladonales centradas
en la salud para todos 30
ANN A. W1LCOK
UNIDAD DOS
Personas que .solicitan la terapia 
ocupadonal
CAPÍTULO 4 
Esctracto de Et libro cíe las penas, el libro 
de los sueños: un relato en primera persona 49
MARY FELDHAUS-WEBER
CAPÍTULO 5 
Experienda de la enfermedad y de la 
discapaddad desde una perspectiva individual. «¡57
CAPÍTULO 9 
El significado del lugar como componente 
del yo
GRAHAM D. ROWLE?
CAPÍTULO 10 
Espiritualidad: significados en relaoón 
con la terapia ocupadonal 
SUZANNE M. PELOQU1N
CAPÍTULO 11
Razonamiento clínico: la base de la práctica 131
BARBARA A. BOYT SCHELL
CAPÍTULO 12
Desarrollo profesional 141
BARBARA A. BOYT SCHELL,
ELIZABETH.iíLESEL'tELL CREPEAU y 
. F! I.FN S C'A-ttsi .
líMÍOAD '&l£z
Profesionales de la terapia ocupadonal: el 
terapeuta oeupacionai v el asistente de
i 1 "> Sterapia oeupaeional
http://booksmedicos.org
CAPÍTULO 13 
Relación entre el terapeuta ocuparional 
y el asistente de terapia ocuparional
MARY SANDS
147
UNIDAD CUATRO
Establecimiento de la alianza terapéutica 1:>4
CAPÍTULO 14 
Relación terapéutica: manifestaciones y 
desafíos en la terapia ocuparional
SUZANNE M. PELOQUIN
CAPÍTULO 15 
Proceso grupal
SHARAN L. SCHWARTZBERG
157
171
UNIDAD CINCO
Análisis de la ocupación y la actividad 186
CAPÍTULO 16 
Análisis de la ocupación y la actividad: una 
forma de pensar sobre el desempeño 
ocupacional
ELIZABETH BLESEDELL CREPEAU
189
200
203
209
Ecología del desempeño humano 223
WINNIE DUNN, LINDA HANEY McCLAIN, 
CATANA BROWN y MARY JANE 
YOUNGSTROM
SECCIÓN IV
SECCIÓN V
Modelo persona-ambiente-ocupación 227
235
UNIDAD SEIS
Base conceptual para la práctica
CAPÍTULO 17 
Teoría y práctica en terapia ocupacional
ELIZABETH BLESEDELL CREPEAU y 
BARBARA A. BOYT SCHELL
CAPÍTULO 18 
Teorías derivadas de las perspectivas del 
comportamiento ocupacional 
SECCIÓN I
Generalidades sobre el comportamiento 
ocupacional 209
LAURA BARRETT y GARY KIELHOFNER
SECCIÓN II
Modelo de ocupación humana l21
GARY KIELHOFNER, K1RSTY FORSYTH 
Y LAURA BARRETT 
SECCIÓN III
Adaptación ocupacional 220
SALLY SHULTZ y JANETTE K. SCHKADE
DEBRA STEWART, LORI LETTS, 
MARY LAW, BARBARA ACHESON COOPER, 
SUSAN STRONG y PATRICIA J. RIGBY
CAPÍTULO 19 
Teorías derivadas de las perspectivas de 
rehabilitación 
SECCIÓN I
Perspectivas de rehabilitación 235
ALICE C. SEIDEL
SECCIÓN II
Marco de referencia de la rehabilitación 238
ALICE C. SEIDEL
SECCIÓN III
Marco de referencia biomecánico 2^0
ANNE BIRGE JAMES
CAPÍTULO 20
Perspectivas del desarrollo y neurológicas 243 
SECCIÓN I
Consideraciones generales de los modelos 
de desarrollo del lactante y el niño 243
ROSEMARIE B1GSBY
SECCIÓN II
Teoría del neurodesarrollo 245
BARBARA PRUDHOMME WHITE
SECCIÓN m
Integración sensorial 248
OLGA BALOUEFF
253
253
CAPÍTULO 21 
Perspectivas del aprendizaje 
sección l
Consideraciones generales de la teoría del 
aprendizaje
CLARE G, GIUFFRIDA y MAUREEN E, 
NEISTADT 
SECCIÓN II
257
Conductismo
GORDON MUIR GILES
sección hi
Terapia cognitive 259
GORDON MUIR GILES
Marco de referencia de la discapacidad
261
cogmtiva
STEPHANIE GRANT 
sección v
Abordaje terapéutico multicontextual 264
JOAN PASCALE TOGLiA 
SECCIÓN VI
Aprendizaje motor: un marco de referencia 
emergente para el desempeño ocupacional
CLARE G. GIUFFRIDA
SECCIÓN IV
UNIDAD SIETE
Evaluación en terapia ocupacional 276
CAPÍTULO 22
Introducción a la evaluación y a la entrevista 279 
SECCIÓN 1
Consideraciones generales acerca de la evaluación 279 
ELLEN S. COHN, BARBARA A. BOYT 
SCHELL y MAUREEN E. NEISTADT
SECCIÓN II
El proceso de la entrevista en terapia 
ocupacional
ALEXIS D. HENRY
285
CAPÍTULO 23 
Revisión critica de las evaluaciones
JANICE MILLER POLGAR
CAPÍTULO 24 
Evaluación de las áreas de ocupación
SECCIÓN I
Actividades de la vida diaria y actividades 
instrumentales de la vida diaria 
JOAN C. ROGERS y MARGO B. HOLM
SECCIÓN II
Terapia enfocada en la conducción de un 
automóvil y movilidad en la comunidad
SHERLYN FENTON, WENDY KRAFT 
y ELISA MARKS
SECCIÓN III
Actividades laborales
SHERLYN FENTON y PATRICIA GAGNON
SECCIÓN IV
Actividades educativas
IVONNE L. SWINTH
SECCIÓN V
Juego y ocio
LOREE A. PRIMEAU
Evaluación de las habilidades de desempeño 
y los factores del paciente 
SECCIÓN I
Funciones sensitiva y neuromuscular 
KIRSTEN KOHLMEYER 
SECCIÓN II
Percepción y cognición
KATHLEEN M. GOL1SZ y JOAN PASCALE. 
TOGLIA
SECCIÓN III
Habilidades de comunicación e interacción 
y factores sodoemocionales
KATHLEEN DOYLE LYONS
CAPÍTULO 26
Evaluación contextual del desempeño
JEAN COLE SPENCER
UNIDAD OCHO
Intervención en terapia ocupaciona
365
365
395
417
427
450
CAPÍTULO 27
Consideraciones generales de la intervención 455
299
315
315
340
342
347
354
SECCIÓN I
Intervención en terapia ocupacional
BARBARA A. BOYT SCHELL, ELIZABE1H 
BLESEDELL CREPEAU y ELLEN S. COHN
SECCIÓN II
Intervenciones de persona-tarea-ambiente:
una guia para la toma de decisiones 
MARGO G. HOLM, JOAN C. ROGERS 
v RONALD G. STONE
CAPÍTULO 28 
Intervenciones para la vida diaria
SECCIÓN I
Intervenciones para las actividades 
de la vida diaria
MARGO G. HOLM, JOAN C. ROGERS 
y ANNE BIRGE JAMES
SECCIÓN II
Administración del hogar 
KATHLEEN HILKO CULLER
SECCIÓN m
Sexualidad y discapacidad
KRYSS McKENNA
SECCIÓN IV
Crianza y cuidado de los hijos
ELLEN S. COHN, ALEXIS D. HENRY 
v KIMBERLEY MARKS
455
460
491
491
534
541
546
XXVI índice
CAPITULO 29
Intervenciones para promover la participación 555 
SECCIÓN i
Trabajo 555
SHERLYN FENTON, PATRICIA GAGNON 
y DONALD G. P1TTS
SECCIÓN II
Educación 561
IVONNE L. SWINTH
SECCIÓN III
Juego y ocio
LOREE A. PRIMEAU
SECCIÓN IV
Integración en la comunidad
BRIAN J. DUDGEON
567
570
CAPITULO 30 
Intervenciones para mejorar las habilidades 
y capacidades personales 579
SECCIÓN I
Reeducación sensorial 579
JANET WAYLETT-RENDALL
SECCIÓN II
Fortalecimiento muscular 581
DEBORAH PINET O'MAHONY
SECCIÓN III
Teorías y modelos del control motor 
que guían, los principios y las presunciones 
de las intervenciones de desempeño 
ocupacional 587
CLARE G. GIUFFRIDA
SECCIÓN IV
Técnicas sensitivomotoras 595
CATHY DOLHI, MARY LOU LEIBOLD 
y JODI SCHREIBER 
SECCIÓN V
Reentrenamiento y rehabilitación
cognitivo-perceptivas
JOAN PASCALE TOGLIA
SECCIÓN VI
Habilidades de proceso
ROBIN T. UNDERWOOD
SECCIÓN VII
Tratamiento del dolor
JOYCE M. ENGEL
SECCIÓN VIII
Tratamiento del estrés
GORDON MUIR GILES
CAPÍTULO 31
Posición sedente y movilidad en la silla de 
ruedas manual 651
MARY ELLEN BUNING y MARK R. SCHIMELER
SECCIÓN II
Tecnología de asistencia en terapia ocupacional 659
BEVERLY K. BAIN
SECCIÓN I
607
629
634
637
SECCIÓN III
Colocación de férulas y ortesis
SUSAN EMERSON y ALICE SHAFER
UNIDAD NUEVE
Consideraciones diagnósticas en lactantes, 
niños y adolescentes
CAPÍTULO 32 
Introducción a la población de lactantes, 
niños y adolescentes
OLGA BALOUEFF y ELLEN S. COHN
CAPÍTULO 33 
Disfunción neurológica en los niños
SUSAN COOK MERRILL y 
SHELLEYE. MULLIGAN
CAPÍTULO 34 
Disfunción cardiopulmonar en los niños
OLGA BALOUEFF
CAPÍTULO 35 
Los niños con HIV/SIDA y sus familias
JIM HINOJOSA, GARY BEDELL y 
MARGARET KAPLAN
CAPÍTULO 36 
Disfunción psicosoriat en la infancia y la 
adolescencia
LINDA aOREY
CAPÍTULO 37 
Maltrato y abandono infantiles
DEBORA A. DAVIDSON
UNIDAD DIEZ
Consideraciones diagnósticas en la 
práctica con adultos y ancianos
CAPÍTULO 38 
Introducción a las poblaciones de adultos 
y ancianos
676
688
691
699
721
725
731
745
754
757
CAPÍTULO 39 
Disfundón neurológica en el adulto
KAREN HALLIDAY PULSAK1
CAPÍTULO 40 
Terapia ocupadonal: consideraciones 
diagnósticas en la práctica del adulto y 
el anciano 
SECCIÓN I
Disfundón ortopédica en el adulto 
CATHY DOLHI, MARY LOU LEIBOLD 
y JODI SCHRE1BER 
SECCIÓN II 
Trastornos musculoesqueléticos 
de las extremidadas superiores 
ELINOR ANNE SPENCER 
CAPÍTULO 41 
Disfunción cardiopulmonar en los adultos
REGINA FERRARO DOHERTY
CAPÍTULO 42 
Terapia ocupacional para adultos con 
enfermedades inmunológicas: SIDA y cáncer
MICHAEL PIZZ1 y ANN BURKHARDT
CAPÍTULO 43 
Adultos con enfermedades mentates
SECCIÓN I
Diagnósticos psiquiátricos y aspectos 
relacionados de la intervención 
JUDITH D. WARD 
SECCIÓN II
Intervendones en parientes con 
enfermedad mental grave 
CATANA BROWN
CAPÍTULO 44 
Trastornos de la piel: quemaduras
ELIZABETH A. RIVERS
UNIDAD ONCE .. .
Aspectos de la prestación de servicios
767
789
789
796
807
821
835
835
860
867
CAPÍTULO 45 
Reembolsos, reguladón y evoludón del alcance 
del ejerddo profesional en terapia ocupadonal 887
MARY EVANOFSKI
CAPÍTULO 47 
Comunicación interdisciplinaria y supervisión 
del personal
ELLEN S. COHN
CAPÍTULO 48 
Protección de las personas vulnerables
DEBORA A. DAVIDSON
CAPÍTULO 49 
Ámbito de la práctica institucional
PAM ROBERTS y MARY EVENSON
CAPÍTULO 50 
Escenarios del ejerddo comunitario
LOU ANN GRISWOLD
CAPÍTULO 51 
Enfoque de consulta de la práctica 
de la terapia ocupacional
EVELYN G. JAFFE y CYNTHIA F. EPSTEIN
SECCIÓN i
Aspectos generales de la consulta 
SECCIÓN II 
Prevención 
SECCIÓN I
Práctica comunitaria
UNIDAD DOCE
Aspectos profesionales
CAPÍTULO 52 
Ética en terapia ocupacional
RUTH ANN HANSEN
919
923
931
937
938 
944 
946
950
953
907
884
CAPÍTULO 53 
Investigación: descubriendo el conocimiento a 
través de la investigación sistemática
DIANA M. BAILEY 
sección i
Introducdón a la investigación
sección II
Cómo leer un articulo de investigación 
SECCIÓN III
Práctica basada en la evidenria: el nexo 
entre la investigación y la práctica
963
963
966
972
CAPÍTULO 46 
Documentación y administración de los 
servidos de terapia ocupadonal
TI iniT! T V A DP.nAXlOLJTTrC
897
CAPÍTULO 54
Aspiraciones, dedsiones y orientación de la terapia 
ocupadonal en el milenio de la ocupación ■ 975
ELIZABETH J. YERXA
XXVIII índice
APENDICE A 
Evaluaciones: enumeradas 
alfabéticamente por su título 
CHERYL BOOP 
APÉNDICE B 
Valores y actitudes fundamentales 
en la práctica de la terapia 
ocupacional
APÉNDICE C
Código de ética de terapia ocupacional 
(2000)
981
1005
1008
APÉNDICE D
Estándares para la práctica 
de la terapia ocupacional
APÉNDICE E
Delincación de los estándares de la 
AOTA para la práctica de la terapia 
ocupacional
APÉNDICE F
Recursos adicionales
SECCIÓN i
Sitios web de investigación e 
información sobre envejecimiento 
(seleccionados)
ELIZABETH BLESEDELL CREPEAU
SECCIÓN II
Sitios web de SIDA (seleccionados)
JAMES HINOJOSA, GARY BEDELL 
y MARGARET KAPLAN 
SECCIÓN III
Sitios web de tecnología de asistencia, 
asientos y movilidad (seleccionados) 1019
TAMARA MILLS, ELIZABETH SKIDMORE, 
MARY ELLEN BUNING y MARK SCHMELER
1011
1015
1018
1018
1018
1022
Sitios web de infancia, desarrollo 
infantil y discaparidad del desarrollo 
(seleccionados) 1020
ELLEN S. COLIN
SECCIÓN V
Sitios web de derechos de la discapacidad 
(seleccionados) 1021
TAMARA MILLS y ELIZABETH SKIDMORE
SECCIÓN vi
Números telefónicos gratuitos de proveedores 
y prestadores de servicios de tecnología 
ambiental y de asistencia de Estados Unidos 
(seleccionados) 1021
ELIZABETH SKIDMORE y TAMARA MILLS
SECCIÓN VII
5itios web de práctica basada en la 
evidencia (seleccionados)
WENDY COSTER, SHARON CERMARK 
y ELSIE VERGARA 
SECCIÓN VIII
Números telefónicos de fundaciones, 
asociaciones, consejos y recursos 
gubernamentales de Estados Unidos 
(seleccionados)
ELIZABETH SKIDMORE y TAMARA MILLS
SECCIÓN IX
Sitios web de salud mental
(seleccionados) 1023
ELLEN S, COHN y ALEXIS HENRY
SECCIÓN X
Números de teléfonos de organizaciones 
cívicas nacionales de Estados Unidos 
(seleccionados) 1024
ELIZABETH SKIDMORE y TAMARA MILLS
GLOSARIO
Pat Sue Spear y Elizabeth Blesedell 
Crepeau 102d
ÍNDICE ANALÍTICO 1037
SECCIÓN IV
1022
CONTENIDOS ESPECIALES
NOTAS HISTORICAS
2-1 El credo de William Dunton: el pape! central 
de la ocupación 
5-1 HI poder de tas personas que buscan la terapia 
ocupacional: la historia de Clifford Brees 
13-1 Las fregonas de la Primera Guerra Mundial: 
el desafío de la práctica
15-1 La historia del libro The Healing Heart: 
establecer con las personas una alianza singular
16-1 La antigua necesidad de un análisis de la 
actividad: las ideas de George Barton
18-1 Utilización de Slagle del entrenamiento 
en hábitos. La práctica basada en la razón 
22-1 El trabajo de Ruggíe con personas como parte 
de la evaluación 
27-1 La visión de Susan Tracy: la necesidad de 
enfocar el significado 
36-1 Eí trabajo de Ruggle con los niños: los cuidados 
que necesitan los niños 
40-1 Reflexiones de Dunton sobre los adultos: 
cuidados cooperativos 
494 Johnnie en SPOT: la opinión que prevalece 
en la profesión sobre los ambientes 
54-1 El impulso para el liderazgo de Eleanor Clark 
Slagle: el llamado a conducir
NOTAS DE INVESTIGACION
2-1 Metanálisis: un instrumento para la síntesis de 
los hallazgos experimentales
8-1 Conocimiento de la influencia de la cultura y 
los factores socioeconómicos sobre la elección 
ocupacional
15-1 Proceso grupa!
16-1 Los beneficios de la participación ocupacional
17-1 Las teorías proporcionan un marco conceptual 
y muestran las relaciones entre las variables
22-1 Las afirmaciones de la práctica profesional deben 
verificarse con la investigación
l7
60
148
173
192
211
288
459
804
925
967
102
182
191
205
284
31-1 ¡Cómo sabemos si las intervenciones nuevas 
son mejores?
35-1 Inclusión de la familia
39-1 ¿Cuáles son las intervenciones más eficaces en 
terapia ocupacional?
50-1 Servicios comunitarios: una gran oportunidad 
para la investigación en terapia ocupacional
53-1 Prioridades de investigación para la profesión
¿QUÉ HACE EL PROFESIONAL?
3-1 Ambientes estimulantes
7-1 Examen de las generalizaciones y presunciones
11-1 Determinación de las recomendaciones apropiadas
13-1 Decisiones en la supervisión
15-1 Cohesión grupal
15-2 Aprendizaje interpersonal
15-3 Inyección de esperanza
25-1 Identificación de los objetos
25-2 Inatención unilateral
25-3 Apraxia
25-4 Disfunción ejecutiva
30-1 Mike: un paciente con hemiplejía izquierda
30-2 Contextos de cognición y desempeño 
48-1 Posible acoso sexual
52-1 Sra. García: balance entre problemas de seguridad 
y restricción de costos
52-2 Jeremy: balance entre intervención competente 
v eficacia de costos
NOTAS DE ÉTICA
654
727
773
934
964
38
86
132
151
180
181
182
404
406
408
412
601
612
921
959
960
3-1 ¡Debe testificar Peter?
9-1 El problema de la seguridad en la conducción 
de vehículos
11-1 ¡Cuáles son los deberes éticos de la terapeuta de
Robert? ^j7
29
114
XXX Exhibiciones periódicas
14-1 ¿Cómo puede el profesional equilibrar los deberes 
éticos conflictivos?
16-1 Uso del análisis para satisfacer los objetivos de una 
persona
21-1 ¿Cuáles son los usos éticos de las evaluaciones
24-1 Uso de evaluaciones estandarizadas31-1 ¿Qué debe decir un profesional a los pacientes 
sobre sus colegas?
32-1 ¿La intervención es un derecho o un privilegio?
42-1 Aspectos culturales en la educación del paciente 
47-1 ¿Quién debe ser responsable de asegurar la
competencia?
53-1 ¿A quién corresponde la propiedad intelectual?
ESTUDIOS DE CASOS
5-1 Donald, según la terapeuta ocupacional y su 
madre
30-1 Jacob: un paciente con un accidente 
cerebrovascular reciente
30-2 Faye: una mujer que sufrió un accidente 
cerebrovascular hace muchos años
30-3 Patricia: un ama de casa con enfermedad de 
Parkinson
30-4 La Sra. Thomas: en una residencia asistida
32-1 La historia de Patrice: un niño de 9 años con 
lesión cerebral
33-1 Sam: un niño con parálisis cerebral
35-1 Joseph: un niño con HIV
36-1 Tim: un niño internado en un hospital 
psiquiátrico
39-1 Sarah James: una paciente con accidente 
cerebrovascular
39-2 Tim Rouse: un paciente con traumatismo 
craneoencefálico
39-3 Mark Jonis: un paciente con lesión de la médula 
espinal
42-1 Valerie: una mujer que está muriendo de cáncer 
de mama
ASPECTOS DE LA VIDA PARA SER 
CONSIDERADOS EN LA PRÁCTICA
168
197
263
350
684
693
831
912
967
62
597
598
601
632
696
710
728
741
776
779
785
831
6-1 Lily y su familia 73
6-2 El cuento de mi terapeuta 75
6-3 La familia entera 76
6-4 Mi padre 77
7-1 Conciliación entre las múltiples capas de la
diversidad 90
38-1 Sr. R: un hombre con artritis reumatoidea 762
42-1 El proceso de la muerte y los cuidados del fin
de la vida 830
RECUADROS
7-1 Reconocimiento de privilegios intrínsecos en 
miembros de grupos dominantes 
9-1 Dimensiones de la pertenencia a un fugar
23-1 Revisión crítica de las evaluaciones
24-1 Resumen del proceso de la evaluación en la 
práctica escolar
25-1 Ejemplo de documentación: MEAMS
25-2 Ejemplo de documentación: discriminación visual
25-3 Violación
29-1 Documentación para establecer los objetivos 
para Susie
30-1 Conceptos clave: en dominio de habilidades de 
proceso y otras habilidades
31-1 Pautas para cambiar o controlar la selección 
de interfases
31-2 Clasificación de las unidades de control ambiental
31-3 Preguntas que ayudan en la elección y el diseño 
de una férula
31-4 Consideraciones anatómicas y biomecánicas 
básicas
31-5 Factores decisivos para la elección entre férulas 
prefabricadas y férulas fabricadas a medida
31-6 Muestra de planilla con instrucciones para 
férulas
36-1 Guía de observación en terapia ocupacional 
40-1 Marita: una paciente con un reemplazo total de 
cadera
40-2 Sofía: una paciente con una fractura de cadera 
con reducción a cielo abierto y fijación interna
40-3 Jean: una paciente con un reemplazo de rodilla
40-4 Antonio: un paciente con una amputación de 
la extremidad inferior
40-5 Joy: una paciente con una amputación de la 
extremidad inferior
42-1 Evaluación de Vida Productiva de Pizzi
43-1 Sistema multiaxial del DSM para la evaluación 
43-2 Clasificación de la APA de los trastornos del
estado de ánimo 
43-3 La depresión es ubicua 
43-4 Indicadores de los trastornos del estado de 
ánimo
43-5 Evaluaciones de terapia ocupacional en pacientes 
con trastornos de la alimentación 
43-6 Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos 
43-7 Pronóstico de la esquizofrenia
43-8 Características de la práctica centrada en el 
paciente
43-9 Estrategias para el entrenamiento de habilidades 
46-1 Pasos en la planificación estratégica 
46-2 Etapas del control de calidad
46-3 Muestra de nota SOEP
47-1 Profesionales médicos, de rehabilitación y de 
educación
52-1 Términos clave en ética 
52-2 Valores y actitudes fundamentales en terapia 
ocupacional
92
112
300
352
415
416 
420
565
630
665
669
676
677 
682
738
791
792 
792
792
792
826
836
840
840
842
851
855
858
861
863
900
902
904
909
954
956
Exhibiciones penocncas aaai
ANÁLISIS
Unidad 7 
Unidad 8 
Unidad 9 
Unidad 10
DE CASOS
Una mujer adulta con un trastorno 
convulsivo y una lesión cerebral 447
Una mujer adulta con un trastorno 
convulsivo y una lesión cerebral 686
Un niño de 9 años con una lesión 
cerebral
Evaluación e intervención del 
Sr. R. usando dos perspectivas teóricas 882
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IPIhÍ^bI^r
stiMMnp
Terapia ocupacional 
y ciencia ocupacional: 
pasado, presente y futuro
■V
~j^
^#•5
Objetivos del aprendizaje
Después de completar esta unidad, el lector será capaz de:
P Identificar la confluencia de movimientos que estimularon la fundación de la 
terapia ocupacional y explicar cómo esta historia aporta las bases morales y 
filosóficas de la ciencia ocupacional.
O Delinear las ideas que han perseverado durante toda la historia de la profesión 
referentes a la relación de la-ocupación con la adaptación.
□ Explicar el modo en que la historia de la terapia ocupacional ha contribuido a las 
oportunidades y a los desafíos que enfrentan los profesionales de hoy.
D Definir La disciplina académica de la ciencia ocupacional y describir las formas en 
que la ciencia ocupacional ha estimulado el cambio en el ejercicio de la terapia 
ocupacional.
O Definir la terapia ocupacional y el alcance de la práctica actual.
Q Analizar el papel futuro de la terapia ocupacional en la promoción de la salud 
para todos.
T a terapia ocupacional tiene una rica historia que sigue influyendo en su evolución y en 
JL/la de la disciplina académica relacionada, la ciencia ocupacional. Estos capítulos 
revisan la historia y muestran de qué modo nuestro pasado sigue motivándonos e 
inspirándonos. El capítulo de apertura revisa nuestra historia, especialmente los principales 
puntas de cambio en el enfoque y la filosofía de la profesión. El segundo capitulo delinea el 
desarrollo de la ciencia ocupacional, su influencia sobre la educación y la práctica, y os 
principales hallazgos de su investigación. El último capítulo se abre con un breve resumen 
de la práctica contemporánea de la terapia ocupacional e identifica los temas más 
importantes que se tratan en este libro. La unidad se cierra con una llamada vehemente a 
contribuir al desarrollo de una perspectiva de salud pública para la terapia ocupacional que 
esté preocupada por la salud de todos los ciudadanos. (Nora: los términos en negrita se 
definen en el Glosario.)
4 UNIDAD UNO: Terapia ocupacional y ciencia ocupacional: pasado, presente y futuro
La intervención en terapia ocupadonal ha evolucionado en respuesta a 
los cambios en el cuidado de la salud. (Fotografías cortesía de los 
archivos de la American Occupation Therapy Associaton, Inc., Bethesda, 
MD.) Arriba: terapia ocupacional junto a la cama de un paciente 
durante la Primera Guerra Mundial: la srta. Hitchcok, un auxiliar en 
rehabilitación, y el cabo Lane, el pariente- Base Hospital, Charearoux, 
Francia. En el centro: Winifred Conrick Kahmann trabajando con niños 
en el James Whitcomb Riley Hospital for Children. Kahmann, líder en el 
campo durante muchos años, fundó programas de terapia ocupacional 
en el Riley Hospital y en el Long Hospital for Adults, la Indiana 
Occupational Therapy Association en 1936 y los Programas de Terapia 
Ocupacional y de Fisioterapia en la Indiana School of Medicine en 
1958. Fue la primera terapeuta ocupacional en ser elegida presidenta 
de la American Occupational Therapy Association a comienzos de la 
década de 1950. Abaja: la terapia ocupacional en la década de 1970 
comprendía el uso de técnicas de facilitación para sostener el 
movimiento y se presumía que después el desempeño mejoraba 
naturalmente. En la actualidad, existe un conocimiento más profundo 
de la importancia de introducir esas técnicas en las actividades que 
están directamente conectadas con los intereses y motivaciones 
ocupacionales de cada paciente.
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HISTORIA 
DE LA TERAPIA 
OCUPACIONAL
KATHLEEN BARKER SCHWARTZ
Ideas fundadoras 
Fundadores
Filosofía de la terapia ocupadonalLas artes en la terapia ocupacional 
La Ciencia en la terapia ocupacional 
Resumen
Expansión y especialización
Las Guerras Mundiales y el Movimiento de Rehabilitación
Especialización
Resumen
Una época de cuestionamiento
Revaluación de la dirección de la profesión 
Teoría e investigación en terapia ocupacional .
Resumen
Reivindicación de la ocupación: teoría, investigación y 
práctica centradas en la ocupación 
Conclusión
William Rush Dunton (1947) redactó la historia de la te­rapia ocupacional para la primera edición de Terapia 
Ocupacional, de Willard, y Spademan. Ahora que la profesión en­
tra en el siglo XX!, es para mí un honor seguir los pasos ilustres 
de Dunton. Esta historia describe la evolución de la profesión 
desde su creación en 1917 hasta la actualidad, y examina los 
ideales y el liderazgo que conforman su desarrollo.
I IDEAS FUNDADORAS
Fundadores
Quienes se reunieron en Clifton Springs, Nueva York, el 17 
de marzo de 1917, para fundar la National Society for the Pro­
motion of Occupational Therapy (NSPOT, designada después 
como American Occupational Therapy Association, AOTA) 
estaban unidos por la fuerte creencia en el valor terapéutico 
de las ocupaciones. Dado que sus antecedentes profesionales 
eran dispares, al igual que sus experiencias, crearon una .visión 
de la terapia ocupacional mucho más rica y más compleja de 
la que ésta hubiera tenido si provinieran de la misma discipli­
na. Los cinco fundadores que asistieron a la reunión fueron 
William Rush Dunton, hijo, Eleanor Clarke Slagle, George Ed­
ward Barton, Susan Cox Johnson y Thomas Bessell Kidner. 
Aunque Susan E. Tracy y Herbert James Hall no asistieron a 
dicha reunión, se los consideró fundadores (Peloquin, 1991) 
por su liderazgo en la promoción de las ocupaciones.
Dunton, llamado frecuentemente padre de la terapia ocu­
pacional, fue el líder defensor de la terapia ocupacional a tra­
vés de sus prolíficos escritos y de numerosas presentaciones pro­
fesionales. Dunton era un psiquiatra convencido desde un 
comienzo del valor de la ocupación por su trabajo como super­
visor de las clases de ocupación en el Sheppard Pratt Hospi­
tal, Maryland. Este autor propuso que la terapia ocupacional 
representara una continuación del enfoque denominado trata­
miento moral (reeducación moral) de las personas con enfer­
UNIDAD UNU: I era pía UCUpdLtOüdt y uenud ULUpauunca. paaauu
FIG. 1-1. Los fundadores de la 
terapia ocupacional en Consolation 
House, Clifton Springs, Nueva York, 
marzo de 1917. Semados, de 
izquierda a derecho: Susan Cox 
Johnson, George Edward Barton y 
Eleanor Clarke Slagle. Ds pie, en el 
mismo orden: William Rush Dunton, 
Isabelle Newton y Thomas Besseil 
Kidner. (Fotografía cortesía de los 
archivos de ía AOTA, Bethesda, MD.)
medades mentales, que había sido introducido en el siglo an­
terior (Dunton, 1917). Así como Dunton fue el padre de ia 
profesión, Siagle fue su madre. Slagle era una trabajadora so­
cial atraída desde el comienzo por el valor terapéutico de la 
ocupación gracias a su asociación con Julia Lathrop y Jane Ad- 
dams, de Hull House. Más adelante, como directora de tera­
pia ocupacional en la Phipps Clinic, implemento el entrena­
miento en hábitos como forma de estructurar la participación 
en ocupaciones de las personas con enfermedades mentales gra­
ves (Slagle, 1924'). Slagle se volvió legendaria por la experien­
cia política y administrativa que demostró como secretaria eje­
cutiva de ia AOTA, cargo en el que estuvo 15 años.
Barton, el anfitrión de la reunión fundadora, era un arqui­
tecto que llegó a comprender el valor de la ocupación a tra­
vés de sus propios esfuerzos para curarse de la tuberculosis y ia 
parálisis. Como encarnación de su concepción de un ambien­
te correcto para la curación, Barton creó ia Consolation Hou­
se -escuela, taller y oficina vocacional- una pequeña casa v un 
granero en Clifton Springs, Nueva York. Era un lugar en don­
de las personas podían participar en ocupaciones para fortale­
cer sus cuerpos, aclarar sus mentes y descubrir “una vida nue­
va después de la recuperación” (Barton, 1920, pág. 307). 
Barton murió en 1923, pero la Consolation House iue su gran 
legado a la terapia ocupacional.
Johnson, una ex maestra de artes y artesanías, fue nom­
brada directora de ocupación en el Montefiore Hospital de 
Nueva York y conferencista en el Columbia Teachers Colle­
ge. Fue una firme defensora de! uso de ía artesanía manual en 
la terapia ocupacional como forma de ayudar a los pacientes 
a recuperar su autoconfianza, reorientar sus pensamientos y 
fortalecer sus cuerpos mediante el uso del ejercicio físico gra­
duado (Johnson, 1920). Kidner era secretario vocacional en 
ios Canadian Military Hospitals y un ex arquitecto. Fue un 
ardiente defensor del uso de las ocupaciones en rehabilitación
prevocaciona! y propuso la creación del ‘'taller preindustrial" 
como forma de que los soldados convalecientes volvieran al 
trabajo o adquirieran una nueva profesión (fig. 1-1) (Kidner, 
1925, pág. 188).
Filosofía de la terapia ocupacional
Dunton (1917) rastreó las raíces de ia terapia ocupacional 
hasta el movimiento filosófico conocido como tratamiento mo­
ral, que se originó en Europa en el siglo XIX. En Francia, Phi­
lippe Pinel (1809, pág. 2Ó0) propuso una revolución moral pa­
ra reemplazar el punto de vista de que las personas con 
enfermedad mental eran peligrosas e incurables y que debían 
ser recluidas, por un enfoque humanístico de amabilidad y un 
régimen de vida diaria que consistía en ocupaciones creativas 
y recreativas para restablecer la salud mental. Los hospitales 
de tratamiento moral en los Estados Unidos, como el Friend’s 
Asylum, Pensilvania, y el McLean Hospital, Massachusetts, es­
taban equipados con talleres de artesanías, jardines y áreas re­
creativas para promover ia participación ocupacional. Los pro­
gramas terapéuticos en el Sheppard Pratt Asylum seguían 
influidos por el tratamiento moral cuando en 1902 Dunton fue 
nombrado médico asistente y supervisor de las clases de ocu­
pación. Dunton vio claramente la conexión, y en la reunión 
fundadora propuso que el tratamiento moral podía describirse 
en la filosofía y en la práctica como un programa amplio de 
terapia ocupacional (Bockoven, 1971).
Adolph Meyer (1922), profesor de psiquiatría en la John 
Hopkins University y mentor de Dunton y Slagle, tomó las 
ideas fundamentales del tratamiento moral y trabajó sobre ellas 
para crear su propia filosofía de la terapia ocupacional. Al en­
foque humanitario del tratamiento moral y su régimen ocupa- 
cionai, Meyer agregó ia idea de que la enfermedad mental era 
principalmente un problema de adaptación, de deterioro de los
FIG. 1-2. Adolf Meyer, renombrado psícobíólogo y autor de La 
filosofía de la terapia ocupacional (1922). (Fotografía cortesía de los 
archivos de la AOTA, Bethesda, MD.)
hábitos y de faka de equilibrio entre trabajo y ocio. La solu­
ción que propuso incluyó el entrenamiento en hábitos, ejem­
plificado por los programas presentados por Slagle, y programas 
terapéuticos ideados para brindar oportunidades de participa­
ción en ocupaciones que fueran placenteras, creativas y educa­
cionales (fíg. 1-2).
Las artes en la terapia ocupacional
En los albores del siglo XX, las artes v artesanía creativas se 
habían vuelto populares gracias al movimiento de Artes y Ar­
tesanías fundado en Inglaterra por William Morris y John Rus- 
kin. El movimiento buscaba mejorar los efectos negativos de 
ia industrialización al recomendar el retomo a una vida más 
sencilla en la que el cuerpo y la mente pudieran participar en 
ocupaciones que dieran por resultado objetos finos de artesa­
nía manual (Boris, 198Ó).
Los fundadores de la terapia ocupacional reconocieron el 
valor terapéutico de la experiencia creativa y placentera que 
brinda la artesanía. El programa ocupacional Tracy (1910, 
pág. 7), creado en el AdamsNervine Asylum de Boston, ha­
cía participar a los pacientes en trabajos de alfombras y telas 
finas, cestería, armado de libros y modelado de arcilla”. Las cla­
ses de ocupación que Dunton supervisaba en Sheppard Pratt 
incluían tejido, arte, trabajo en metales y encuadernación 
(Fields, 1911). Bajo la supervisión de Slagle, en la Phipps Cli­
nic, "los grupos de pacientes que elaboraban trabajos en raria 
y canastas, o distintos tipos de trabajos manuales y tejidos y en­
cuadernación y trabajos en metales y cuero tomaron el lugar 
de las aburridas flores de las paredes y las personas conflictivas 
(Meyer, 1922, pág. 3). Johnson (1920, pág. 69),.ia ex maestra
de arte y artesanía, reconoció claramente el valor cieativo que 
tenía 1a artesanía manual en terapia ocupacional:
Las anesanías tienen un valor terapéutico especial, ya que 
proporcionan una ocupación que combina los elementos del 
juego y la recreación con trabajo y logro. Brindan una 
recompensa concreta y proporcionan al mismo tiempo im 
estímulo para la actividad mental y el ejercicio muscular, y 
ofrecen ¡a oportunidad de creación y amoexpresión.
La Ciencia en la terapia ocupacional
En eí momento en que se fundó la profesión era una idea 
popular que la ciencia podría ser utilizada "para solucionar to­
dos ios maies de la sociedad, como la falta de educación, la 
política corrupta de las ciudades y las prácticas comerciales 
ineficaces (Taylor, 1911). En efecto, ios descubrimientos cien­
tíficos del siglo XX condujeron a una atención médica suma­
mente eficiente en comparación con las condiciones de desor­
ganización e insalubridad dominantes en tos hospitales en el 
siglo anterior.
Los fundadores reconocieron la importancia de poder esta­
blecer científicamente la eficacia de la terapia ocupacional pu­
ra que la profesión fuera bien reconocida. Barton (c. 1920) pro­
puso que el tiempo y los estudios de movimiento podrían 
ofrecer un modelo para la investigación en terapia ocupado- 
nal. Dunton (1928) condujo el esfuerzo para analizar sistemá­
ticamente las ocupaciones, e hizo trente a los dos problemas 
que podrían poner freno a la investigación en terapia ocupa- 
cional: ios fondos y la metodología. Propuso la creación de una 
fundación para patrocinar la investigación en terapia ocupa­
cional: “Hasta el presente no ha sido posible obtener donacio­
nes para investigación, y todo lo que se ha hecho es gracias al 
sacrificio personal de los individuos" (HSPOT, c. 1923, 
pág. 3). En lo que se relíete a la metodología, reconoció que 
no era sencillo estudiar los electos de la teiapia ocupacional en 
los pacientes, porque el medio y el proceso eran complejos y, 
por tanto, difíciles de reducir a las variables discretas necesa­
rias para el paradigma de investigación existente.
Nosotros no podemos presentar los resultados de la investiga­
ción DOT que los psicólogos no nos han dado todavía la fórmula 
para juzgar el efecto emocional de golpear un disco de cobre 
hasta transformarlo en un pequeño plato... En otras palabias, 
carecemos de un medio rápido y enérgico para medir las emo­
ciones (Dunton, 1934, pág. 325).'
Ésta fue una de las razones por las que Dunton recomendó 
que los terapeutas ocupacionaies miraran mas allá de los mo­
delos de investigación existentes.
Resumen
La concepción de la terapia ocupacional de los fundadores 
estaba guiada por una filosofía humanística que reconocía la 
complejidad total del individuo y el proceso terapéutico que 
permitiría a las personas adaptarse a los “problemas de la vida" 
(Meyer, 1922, pág. 4). También reconocieron la importancia
8 UNIDAD UNO: Terapia ocupadonal y ciencia ocupacional: pasado, presente y futuro
de desarrollar una ciencia de la ocupación para establecer el 
lugar legítimo de la profesión dentro de las disciplinas médi­
cas. Los fundadores definieron ampliamente la práctica de la 
ocupación, que incluía el entrenamiento en hábitos, la artesa­
nía, el ejercicio físico graduado y los talleres preindustriales. 
Aunque cada fundador destacó un aspecto diferente de los be­
neficios de la ocupación, todos compartieron la idea de que una 
participación significativa en la ocupación era la clave para 
crear un cuerpo y una mente saludables.
ITexpansSn y especialización
Las Guerras Mundiales y el Movimiento 
de Rehabilitación
Según Dunton (1947), la Primera Guerra Mundial aportó 
el ímpetu para fundar la NSPOT en 1917. La NSPOT sirvió 
como centro de información sobre auxiliares de rehabilitación 
y controlaba los programas de entrenamiento de emergencia 
que se organizaron en Boston, Nueva York y Milwaukee. Final­
mente, 1.200 auxiliares de rehabilitación brindaron ocupacio­
nes a tos soldados heridos junto a sus camas en los hospitales 
de las bases en Europa. La Oficina del Director General de Sa­
lud Pública los alabó diciendo que “valían su peso en oro" (Qui- 
roga, 1995, pág. 164)•
Después de la Primera Guerra Mundial, el desarrollo de ía 
terapia ocupacional fue relativamente lento hasta que Estados 
Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial en 1941. La de­
manda de personal entrenado se incrementó, y solo los hospi­
tales militares necesitaban más terapeutas ocupacionales de los 
que existían en todo el país (Dunton, 1947). Esto llevó al de­
sarrollo de nuevos programas educacionales, de modo que en 
1945 había 21 programas y 3.224 terapeutas ocupacionales 
(Arestad y Westmoreland, 1946).
Los descubrimientos científicos recientes supusieron tasas 
de supervivencia mucho más altas en los heridos que las obser­
vadas durante la Primera Guerra Mundial, y el enfoque de la 
terapia ocupacional cambió desdé las artesanías junto a la ca­
ma del paciente, como la fabricación de canastas y tejidos, has­
ta ocupaciones más funcionales y relacionadas con trabajos co­
mo la carpintería (fig. 1-3). Los nuevos departamentos de 
fisiatría y rehabilitación de los hospitales de la Veteran's Ad­
ministration produjeron una gran demanda de terapeutas ocu­
pacionales que debían tratar a los soldados con problemas físi­
cos. Después de la contienda, la necesidad de servicios de 
rehabilitación siguió aumentando, estimulada por el Acta de 
Rehabilitación de 1954. Fueron construidos amplios centros de 
rehabilitación por el sector privado, utilizando el modelo in- 
terdisciplinario del sistema de la Veteran’s Administration. Ho­
ward Rusk, jefe de rehabilitación y fisiatría en la New York 
University, llamó la atención sobre la escasez de personal de 
rehabilitación, incluidos los terapeutas ocupacionales, necesa­
rios para trabajar con las “5.300.000 personas que sufren disca­
pacidad crónica en la nación" (Lack ofTrained Personel, 1954). 
La aprobación de la legislación de Medicare en 1965 aumen­
tó más la demanda de servicios de terapia ocupacional para cu­
brir las necesidades de personas ancianas, crónicamente enfer­
mas y discapacitadas.
Especialización
En la década de I960, la profesión de terapia ocupacional 
tenía dos áreas de especialidad distintas -discapacidades físicas 
y disfunción psicosocial- y un área emergente, la pediatría. Los 
adelantos en la rehabilitación médica exigieron que los tera­
peutas ocupacionales contaran con un conocimiento especia­
lizado y habilidades técnicas para tratar a las personas con dis­
función física. Las escuelas de terapia ocupacional revisaron los 
currículos para agregar Icinesiología, neurología, protésica, ac­
FIG. 1-3. Wilma L. West, jefa de 
terapia ocupacional ortopédica, 
Walter Reed General Hospital, 
Washington, DC, 1943-1944. West 
fue uno de los miembros fundadores 
de la American Occupation Therapy 
Foundation y su presidente desde 
1972 hasta 1982. También fue 
presidenta de la AOTA desde 1961 
hasta 1964 y conferencista Eleanor 
Clarke Slagle en 1967. (Fotografía 
cortesía de los archivos de la AOTA, 
Bethesda, MO.)
CAPITULO 1: Historia de la terapia ocupacional y
tividades de la vida diaria, equipamiento adaptativo,simplifi­
cación laboral y evaluación prevocacional, y para disminuir el 
énfasis en la enseñanza de artes y artesanías (West y McNary, 
1956). La especialización también fue recomendada por aque­
llos que creían que aumentaría su nivel entre otros profesiona­
les de la salud (Higher Satus Near, c. 1960). La AOTA buscó 
lazos más estrechos con la American Medical Association en 
la esperanza de aumentar la credibilidad científica y médica de 
la profesión.
Con el fin de establecer una base más científica para la 
práctica psiquiátrica, se propuso alinear la terapia ocupacio- 
na! con la teoría psicoanalftica (Fidler y Fidler, 1954). Sin em­
bargo, el movimiento de desinstitucionalización de las déca­
das de 1960 y 1970 condujo al cierre de hospitales estatales, 
la apertura de centros comunitarios de salud mental y la adop­
ción de un enfoque de tratamiento del medio. En teoría, esto 
debería haber brindado la oportunidad a ios terapeutas ocupa- 
cionales de crecer y supervisar las Consolation Houses de to­
do el país. En realidad, los fondos eran insuficientes para pro­
porcionar servicios esenciales a las personas con enfermedades 
mentales que fueron desplazadas de las instituciones. Los te­
rapeutas ocupacionales no supieron hacerse un sitio entre los 
profesionales que competían por unos recursos fiscales limita­
dos. Woodside (1971), creyendo que la situación era grave, 
advirtió sobre la posible muerte de la práctica de la terapia 
ocupacional en psiquiatría en un artículo presentado en la 503 
Conferencia anual de la American Occupational Therapy As­
sociation.
La terapia ocupacional psiquiátrica podría dejar de existir, 
porque otras profesiones están absorbiendo rápidamente 
nuestros conocimientos; el público cree que le ofrecen los 
mismos servicios que nosotros brindamos y están vendiendo 
sus programas a otros profesionales y al público más 
eficazmente que nosotros (pág. 229).
Al mismo tiempo, la pediatría estaba surgiendo como una 
especialidad popular. Esto se debió en parte a la aprobación de 
la Ley de educación para niños minusválidos PL 94-142 de 
1975, que exigía que los niños con minusvalías recibieran el 
tratamiento necesario para asegurar su participación plena en 
el ambiente escolar. También fue el resultado del cuerpo cre­
ciente de teoría e investigación que había comenzado a surgir 
en la práctica de la terapia ocupacional pediátrica gracias a lí­
deres como Ayres (1963).
Resumen
Las guerras mundiales y el movimiento de rehabilitación 
estimularon el crecimiento de la profesión y ayudaron a au­
mentar la conciencia pública de los beneficios de la terapia 
ocupacional. Estos factores, así como los lazos entre la AOTA 
y la American Medical Association, crearon un nexo más es­
trecho entre la terapia ocupacional y la medicina. La prácti­
ca dentro del sistema médico aumentó la presión sobre los 
practicantes para que estrecharan su enfoque a través de la 
especialización. Aunque la especialización trajo con ella más 
reconocimiento y experiencia técnica, amenazó el enfoque 
generalista, que era holístico y estaba’centrado en la ocupa­
ción. El tazo más íntimo con la medicina y el modelo médi­
co puso en conflicto a la profesión con algunos de sus idea­
les fundadores.
¡ UNA ÉPOCA DE CUESTIONAMIENTO
Revatuación de la dirección de la profesión
La crisis en la práctica psicosocial y el énfasis en la téc­
nica y la modalidad en la práctica de la disfunción física lle­
varon a los máximos exponentes de la profesión a cuestionar 
la dirección que estaba tomando. Reilly (1962) criticó el mo­
vimiento que se alejaba de la ocupación y desafió a la profe­
sión a orientar sus esfuerzos hacia e! desarrollo de un cuerpo 
de conocimientos basado en una comprensión detallada de la 
naturaleza de la ocupación. Solo entonces la profesión puede 
cumplir la visión "verdaderamente grande y magnífica” de los 
fundadores de "que el hombre, a través del uso de sus manos, 
según ¡reciban energía de mente y voluntad, puede influir en 
el estado de su propia salud" (Reilly, 1962, pág. 2). Yerxa 
(1967) recordó a los terapeutas que el punto de vista reduc­
cionista del modelo médico que consideraba a los pacientes 
solo en términos de un diagnóstico específico o una parte cor­
poral era incompatible con la “auténtica terapia ocupacio­
nal”. Y expresó: “desde el punto de vista filosófico no vemos 
al hombre como una 'cosa', sino como un ser cuyas eleccio­
nes le permiten descubrir y determinar su propia existencia 
(Yerxa, 1967, pág. 8) (fig. 1-4). Shannon (1977, pág. 229) 
criticó la naturaleza mecanicista del modelo médico y la vo­
luntad de los terapeutas ocupacionales de considerar al hom­
bre como una "criatura mecánica susceptible de manipulación 
y control a través de la aplicación de técnicas , por lo que re­
comendó a los profesionales detener el "descarrilamiento de 
la terapia ocupacional" y retomar la filosofía fundadora del 
tratamiento moral.
Una fuente del problema fue el conflicto entre dos paradig­
mas: el paradigma médico científico basado sobre el punto de 
vista mecanicista y reduccionista de los individuos y la ocupa­
ción, y el paradigma del tratamiento moral centrado en el pun­
to de vista humanista y holístico del individuo (Kielhofner y 
Burke, 1977). Una consecuencia imprevista de la expansión de 
la profesión fue que los valores del modelo médico eclipsaron 
los de la filosofía fundadora de la terapia ocupacional. La ideo­
logía inherente al modelo médico representaba un desplaza­
miento del enfoque humanista del tratamiento moral, que es­
taba centrado en el bienestar global de la persona, hacia una 
intervención mecanicista y orientada hacia el pioblema, más 
preocupada por un diagnóstico particular, Esta dicotomía no 
fue evidente para los fundadores, quienes incitaron a la tera­
pia ocupacional a abrazar tanto la ciencia médica como el tra­
tamiento moral. Esto tal vez fue motivado porque en los años 
de la fundación el modelo médico no se había erigido aún co­
mo perspectiva dominante.
Teoría e investigación en terapia ocupacional
Por la terapia ocupacional el problema tenía una doble ver­
tiente, Primero, la perspectiva del modelo médico había eclip-
10 UNIDAD UNO: Terapia ocupacional y ciencia ocupacional: pasado, presente y futuro
FIG. 1-4. La doctora Elisabeth J. Yerxa, profesora emérita de la 
University or Southern California, fue presidenta del Departamento 
de Terapia Ocupacional de la Universidad desde 1976 hasta 1988. 
Ha recibido numerosos premios, como el AOTA Award of Merit por 
su relevancia en la profesión, y fue conferencista Eleanor Clarke 
Slagle en 1966. (Fotografía cortesía de los archivos de la AOTA, 
Bethesda, MD.)
sacio muchos de los ideales inherentes a la filosofía ele la ocu­
pación expresada por los fundadores (Kielhofner y Burke, 
1977). Igualmente problemático era el hecho de que la profe­
sión no contaba ni con una ciencia que desarrollara los con­
ceptos básicos de la ocupación ni con demasiada investigación 
para justificar su práctica (Reilly, 19Ó2), Los datos anecdóticos 
y una creencia intuitiva en los beneficios de la ocupación no 
fueron suficientes para persuadir a la comunidad científica de 
la eficacia de la terapia. Indudablemente, la profesión necesi­
taba desarrollar un cuerpo de conocimiento que describiera ple­
namente la naturaleza de la ocupación. Además, debía realizar 
una investigación sistemática para demostrar la eficacia de la 
terapia ocupacional. Es preciso destacar que en I960 otras pro­
fesiones de la salud, como la enfermería, la fisioterapia y la te­
rapia artística y musical compartían una falta similar de inves­
tigación y de teoría (Gritzer y Arluke, 1985). La medicina 
propiamente dicha estaba lejos de tener todas las respuestas, 
pero había establecido el estándar científico que todos los pro­
fesionales de la salud debían cumplir para triunfar en la comu­
nidad médica.Pero ¿por qué hubo tan poca investigación y desarrollo teó­
rico en la profesión hasta la década de I960? Existieron varias 
razones. Primero, eran pocos los terapeutas ocupacionales que 
habían obtenido el grado de doctorado y que pudieran llevar a 
cabo una investigación. La mayoría de los eruditos ajenos a la
disciplina no estaba interesado en estudiarla. Segundo, hubo 
poca presión dentro de la asistencia sanitaria para demostrar la 
eficacia del tratamiento hasta fines de la década de 1970. A 
comienzos de 1980, Medicare y. otros terceros prestadores de 
seguros de salud instituyeron una política de reintegros solo pa­
ra los servicios en los cuales se hubieran demostrado claramen­
te los beneficios terapéuticos. Tercero, se disponía de escasos 
fondos para investigación en terapia ocupacional. La situación 
no había cambiado mucho desde 1923 cuando Dunton reco­
mendó la creación de una fundación dentro de la profesión pa­
ra patrocinar investigaciones. Por último, estaba el problema 
de la metodología de la investigación. Era difícil diseñar inves­
tigaciones que pudieran capturar la riqueza y la complejidad 
del proceso de la terapia ocupacional utilizando el paradigma 
científico reduccionista.
Dunton (1934, pág. 325) había tratado el problema cuan­
do recomendó a los terapeutas desarrollar nuevos métodos de 
investigación para evitar la reducción del proceso de la terapia 
ocupacional a "fracciones, tangentes y cosenos". Los investiga­
dores que parecieron comprender mejor la terapia ocupacional 
eran ios de las ciencias sociales más que los de la medicina. 
Gregory Bateson (1956, pág. 188), un antropólogo de recono­
cido prestigio, dio su descripción del proceso de terapia ocupa­
cional en una presentación en la American Occupational The­
rapy Conference, celebrada en San Francisco:
Cualquier acto de creación es un acto de descubrimiento, 
y el mensaje que está intentando ¡la terapia ocupacional] 
comunicar es un descubrimiento... La modalidad es de 
alguna forma el emisario de un mensaje para el paciente.
Un mensaje acerca de su persona, su relación con el 
universo humano y ia relación entre su persona y usted.
Las palabras de Bateson fueron expresión elocuente de lo que 
los fundadores y las generaciones sucesivas de terapeutas ocupa­
cionales consideraban como la esencia del proceso. Los investi­
gadores debían encontrar metodologías que les permitieran es­
tudiar con éxito la terapia ocupacional en toda su complejidad.
Resumen
Las décadas de I960 y 1970 fueron una época de cuestiona- 
miento de la dirección que parecía estar tomando la profesión. 
Los máximos exponentes durante este período, como Reillv 
(1962) y Yerxa (1967), argumentaron que el rápido crecimien­
to de la profesión y su mayor reconocimiento dentro del siste­
ma médico la puso en conflicto con algunos de los ideales fun­
dadores. En particular, estaban preocupados de que estuviera 
perdiendo su enfoque en el tratamiento holístico, humanista y 
centrado en la profesión mientras buscaba la especialización. Co­
mo ha mostrado esta exposición, los fundadores en un principio 
intentaron que tanto la ciencia médica como la filosofía del tra­
tamiento moral informaran a la terapia ocupacional. Sin embar­
co, no previeron que se desarrollaría una dicotomía entre las dos 
perspectivas. Los líderes de las décadas de I960 y 1970 recono­
cieron y expresaron este desarrollo e instaron a la profesión a 
tender un puente entre las dos perspectivas y practicar tanto el 
arte como la ciencia de la terapia ocupacional (fig. 1-5).
CAPÍTULO 1: Historia de la terapia ocupacional 11
FIG. 1-5. la doctora Mary Reilly, profesora emérita de la University 
of Southern California, fue directora del Programa para Graduados de 
la Universidad desde 1962 hasta 1977. Fue nombrada miembro 
fundador de la Academy of Research de la American Occupational 
Therapy Foundation por sus contribuciones ejemplares aL desarrollo 
de un paradigma para la práctica de la terapia ocupacional, y fue 
conferencista Eleanor Clarke Slagle en 1961. (Fotografía cortesía de 
los archivos de la AOTA, Bethesda, MD.)
REIVINDICACION DE LA OCUPACIÓN:. 
TEORÍA, INVESTIGACIÓN Y PRÁCTICA 
CENTRADAS EN LA OCUPACIÓN
La profesión tuvo en cuenta las advertencias hechas en las 
décadas de 1960 y 1970 a medida que modificaba sus esfuerzos 
para promover una teoría, una investigación, una educación y 
una práctica centradas en la ocupación. Reílly (1969) y col. 
presentaron el comportamiento ocupacional como una cons- 
trucción teórica para explicar la ocupación a través de su én­
fasis en los roles ocupacionales, la adaptación humana, la com­
petencia y el trabajo y el juego. Esta obra amplió la filosofía de 
Meyer (1922) de la terapia ocupacional en la cual destacaba la 
importancia de la ocupación, el entrenamiento en hábitos, la 
adaptación y el equilibrio entre trabajo y juego. Más tarde, el 
Modelo de la Ocupación Humana de Kielhofner y Burke, que 
evolucionó a partir de los estudios de Reilly, agregó las dimen­
siones de motivación y la influencia del ambiente en el com­
portamiento ocupacional (Kielhofner, 1997). Otras construc­
ciones teóricas centradas en la ocupación que se han propuesto 
son la Ecología del desempeño humano (Dunn, Brovvn y Mc- 
Guigan, 1994) y la Adaptación ocupacional (Schkade y 
Schultz, 1992). Dentro de las áreas de la práctica se desarro­
llaron varios modelos teóricos, como la integración sensorial 
(Ayres, 1972), el tratamiento del desarrollo neurológico (Bo- 
bath, 1980) y las discapacidades cognitivas (Alien, 1985). Y 
desde la década de 1980 la profesión ha logrado un progreso 
sustancial en lo concepción de modelos teóricos que puedan 
guiar la intervención en terapia ocupacional. Clark y col. 
(1991) están contribuyendo a encaminar estos esfuerzos a me­
dida que desarrollan la ciencia ocupacional, esto es, la discipli­
na académica de la ocupación.
Durante este período, liderado por expertos en terapia ocu­
pacional, aumentó bastante la investigación publicada. El cam­
bio fue más evidente en The American Journal of Occupational 
Therapy (AJOT), que desde 1947 hasta 1970 publicaba artícu­
los escritos por especialistas que no pertenecían al campo y en 
los que los terapeutas ocupacionales eran segundos o terceros 
autores. A partir de ese momento, los terapeutas ocupacionales 
pasaron a ser los colaboradores principales. La American Occu­
pational Foundation (AOFT), fundada en 1965 para proporcio­
nar apoyo económico a la investigación en terapia ocupacional, 
creó The Occupational Therapy journal of Research para expan­
dir la investigación y la práctica en terapia ocupacional. En la 
actualidad, la AOFT proporciona fondos para la investigación 
de la práctica basada en la evidencia (Tickle-Degnen, 2000). 
Para tratar la cuestión de la metodología, los académicos han 
adaptado los diseños de investigación de las ciencias y las cien­
cias sociales y utilizaron tanto datos cualitativos como cuanti­
tativos para captar la complejidad de ia ocupación y del proce­
so de la terapia ocupacional. La investigación realizada por 
Clark y col. (1997) es un ejemplo excelente del estudio de efi­
cacia de la terapia ocupacional con un grupo de adultos ancia­
nos sanos. El Ciinícai Reasoning Study, patrocinado con fon­
dos de ia AOFT (Ivlattmgly y Gillette, 1991), ilustra cómo ia 
investigación etnográfica puede informar la práctica.
El ejercicio de la terapia ocupacional ha crecido notable­
mente desde la década de 1980. Se ha extendido más allá de 
los hospitales hasta los hogares, las escuelas públicas, las resi­
dencias, los orfanatos, los centros comunitarios y el lugar de 
trabajo. En 2000, el Accreditation Council for Occupational 
Therapy Education mencionaba 138 programas profesionales 
acreditados y 176 programas técnicos acreditados. Los estánda­
res aprobados más recientemente para un Programa de Edu­
cación Acreditado parael Terapeuta Ocupacional exigen que 
los estudiantes comprendan el significado y la dinámica de 
ia ocupación y puedan ser capaces de desarrollar planes de in­
tervención basados en la ocupación (AOTA, 1999). La re­
ciente decisión de que la terapia ocupacional se convierta en 
una profesión que requiera un grado ae maestría para el ejer­
cicio de nivel inicial significa que los terapeutas ocupaciona- 
les estarán mejor preparados para conducir al futuro de la pro­
fesión en la creación de la práctica centrada en la ocupación 
y basada en la evidencia.
| CONCLUSIÓN
Esta exposición ha demostrado que un desafío importante 
para la terapia ocupacional ha sido el desarrollo de un cuerpo 
de conocimiento teórico enraizado en una ciencia compatible
UNIDAD UNO: Terapia ocupadonal y ciencia ocupacional: pasado, presente y futuro
con Sas presunciones filosóficas de la profesión. Los fundadores 
articularon la filosofía de la terapia ocupacional y dejaron a las 
generaciones sucesivas el trabajo de construir la ciencia de la 
ocupación. Ese trabajo ha probado ser una tarea intimidante:
Estar en el comienzo del desarrollo de una profesión es 
excitante y atemorizante. Significa admitir que existe mucho 
que no podemos conocer, y aceptar que pueden ser necesarios 
largos años de arduo desarrollo de la investigación y la 
preparación del terapeuta ocupacional profesional... Va a 
llevar tanto tiempo comenzar a cambiar hasta damos cuenta 
de este potencial y generar una base de conocimientos como le 
ha llevado a la medicina y al derecho (Fidler, citado en Miller, 
Sieg, Litdwig, Shortridge y Van Deusen, i988, pág. 24).
Aún debemos cumplir plenamente con este desafío y con­
fiar en las generaciones futuras para completar la tarea. En es­
te trabajo todos estamos unidos por un nexo común: la creen­
cia compartida en el valor de la ocupación. Los profesionales 
de hoy siguen sosteniendo las presunciones que Dunton (1919, 
pág. 10) expresara en el Credo para los terapeutas ocupacionales: 
“La ocupación es tan necesaria para la vida como el alimento 
o la bebida. Todos los seres humanos deben tener tanto ocu­
paciones físicas como mentales... que disfruten... Que las men­
tes enfermas, los cuerpos enfermos, las almas enfermas pueden 
ser curados a través de la ocupación . La terapia ocupacional 
conserva como preocupación fundamental la capacidad del in­
dividuo para vivir una vida satisfactoria a través de la partici­
pación en ocupaciones que procuren bienestar y placer. Es el 
legado de la profesión.
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.ia
.ácia
Yo de ia 
A análisis 
4ue existen 
15
CIENCIA OCUPACION AL: 
DESARROLLO DE LA CIENCIA
Y LA PRÁCTICA DE LA 
OCUPACIÓN A TRAVÉS 
DE UNA DISCIPLINA 
ACADÉMICA
ELIZABETH LARSON, WENDY WOOD 
Y FLORENCE CLARK
Relación histórica de la terapia ocuparional con la ciencia 
ocuparional
Ciencia ocupacional como ciencia y movimiento globales 
Estudios actuales sobre ocupación 
Forma de la ocupación 
Función de la ocupación 
Significado de la ocupación 
Terapia ocupacional y ciencia ocupacional: 
hoy y mañana 
Conclusión
L
a ciencia ocupacional nació de los valores e ideas de los 
terapeutas ocupacionales a comienzos del siglo XX, y pro- 
mece en el nuevo siglo nutrir esca profesión. Aunque canco la 
ciencia ocupacional como la cerapia ocupacional se centran 
en lo ocupación, difieren en que la terapia ocupacional es una
profesión y la ciencia ocupacional es una disciplina académi- 
ca. Una profesión es una forma de empleo remunerado y dis­
tinguido por su servicio al público a través de la aplicación 
aprendida de una base de conocimiento y una habilidad es­
pecializadas (Freidson, 1994). Por el contrario, una disciplina 
académica es una rama del conocimiento, el aprendizaje y la 
investigación erudita legitimada por las comunidades univer­
sitarias que a menudo apoyan el trabajo de las profesiones. 
Como disciplina académica, la ciencia ocupacional cae den­
tro de las ciencias, no de las humanidades, dado que sus mé­
todos de recolección de datos son sistemáticos, disciplinados 
y escán sometidos al escrutinio público (Carlson y Clark, 
1991). Como la ciencia ocupacional se centra en el compor­
tamiento humano, debe ser considerada una ciencia social afín 
a la antropología, la sociología y la psicología, y no como una 
teoría, un modelo, una perspectiva o un marco de referencia 
únicos para la terapia ocupacional.
La ocupación es tanto el foco central del ejercicio de la 
práctica de la terapia ocupacional como la unidad de análisis 
considerada en la ciencia ocupacional. Al igual que existen
15
16 UNIDAD UNO: Terapia ocupacional y ciencia ocupacional: pasada, presente y futuro
numerosas definiciones de cultura en antropología (Moore, 
1992; Pierce, 2001), también muchos autores definieron la ocu­
pación (Clark y col., 1991-, Fisher, 1998; Gray, 1997; Hocking, 
2000; Kielhofner, 1993; Nelson, 1988; Pierce, 2001; Wilcock, 
1998; Zemke y Clark, 1996). Estos artículos proporcionan re­
visiones en profundidad de cuestiones actuales en la defini­
ción; en este capítulo definimos la ocupación simplemente co­
mo las actividades que comprometen nuestra experiencia vital 
y pueden ser nombradas en la cultura. Puesto que no todas las 
formas de hacer son una ocupación, Carlson y Clark (2001) 
sintetizaron la bibliografía disponible para proponer los si­
guientes cinco criterios de identificación de si una forma par­
ticular de “hacer” es una ocupación (Christiansen, 1999; Clark 
y col., 1991; Gray, 1997; Nelson, 1988; Wood, Towers y Mal- 
chow, 2000). El objetivo de Carlson y Clark no es ofrecer una 
definición hermética de ocupación, sino diferenciar la ocupa­
ción de otros tipos de hacer.
• Las ocupaciones son unidades de acción con puntos de 
inicio y terminación identificables; una persona que de­
sempeña una ocupación está haciendo algo que comen­
zó y puede dejar de hacer, como cenar.
° Las ocupaciones son repetibles, intencionales y conscien­
temente ejecutadas. El sonambulismo o el sueño en sí mis­
mo no se calificarían comodina ocupación; sin embargo, 
es fundamental que los terapeutas ocupacionales conside­
ren el lugar del sueño en la rutina diaria de una persona 
para lograr un estilo de vida equilibrado y saludable.
° Las ocupaciones tienden a ser significativas dentro del 
contexto de la vida de una persona. Pueden contribuir 
a la identidad. Las personas representan sus ocupaciones 
con cierto sentido de propósito. Sin embargo, las ocu­
paciones varían en su grado de significado; algunas pue­
den ser ocupaciones "por defecto" que tienen un signi­
ficado bajo (como mirar un programa “de realidad" en 
la televisión porque no podemos pensar en ninguna otra 
cosa para hacer), mientras que otras reflejan nuestras pa­
siones (como atender las necesidades de los pobres o pin­
tar como expresión artística). Aun cuando sean signifi­
cativas, no todas las ocupaciones son saludables; 
consideremos, por ejemplo, los costos personales y so­
ciales de pintar el vecindario con graffiti o pasar el tiem­
po buscando y consumiendo drogas adiccivas.
• Las ocupaciones son intermedias en términos de alcan­
ce; comprenden unidades del hacer que ocupan un sitio 
entre los microcomportamientos, como cepillarse el ca­
bello o recortarse las uñas, y preocupaciones vitales tan 
globales como intentar ser una persona humanista.
• Los miembros de la cultura dan nombre a las ocupacio­
nes. El lenguaje cotidiano designa fácilmente las ocupa­
ciones, porque están compuestas por actividades habi­
tuales más que idiosincráticas. Actividades como 
entablar un diálogo y hacer una caminata cumplen este 
criterio de ser fácilmente rotuladas, mientras que una ac­
tividad como colocar de forma meticulosa tazas de té en 
un armario no lo es. Dado que las palabras significan co­
sas que las personas en la cultura realizan repetidas ve­
ces, las palabras y los términos nuevos -por ejemplo, an­
dar en snowboard y navegar por la Red- surgen cuando 
nacen nuevas formas de ocupación.
La ciencia ocupacional se centra específicamente en la for­
ma, la función y el significado de la ocupación humana (fig. 2- 
1). La forma de ocupación se refiere a los aspectos de las ocu­
paciones que son directamente observables. Para estudiar las 
formas ocupacionales, los investigadores ocupacionales podrían 
comparar el estilo japonés de cenar sobre un tacami con el es­
tilo occidental común de cena. En el primero, los participan­
tes están sentados en el suelo sobre un tatami, utilizan palillos 
y eligen normalmente el sake como bebida alcohólica. En el se­
gundo, los comensales se sientan en sillas, utilizan cubiertos y 
podrían beber un buen vino francés. La función de la ocupa­
ción se refiere a las formas en que la ocupación influye en el 
desarrollo, la adaptación, la salud y la calidad de vida. Los cien­
tíficos ocupacionales podrían estudiar el modo en que ser ali­
mentado o ser ayudado a alimentarse en la máxima medida po­
sible afecta a la salud física y a la satisfacción vital de los 
residentes de instituciones de atención de la salud. Por último, 
el significado de la ocupación se refiere a la experiencia sub­
jetiva de la participación en ocupaciones. Laspersonas comu­
nican a las ocupaciones el significado o el valor personal. Más 
aún, las ocupaciones están simbólicamente constituidas en una 
cultura y son interpretadas en el contexto de las historias vita­
les de los individuos. Por ejemplo, una cena con un nuevo co­
nocido puede ser considerada fundamental para moldear el fu­
turo y llevar a un romance e incluso a un matrimonio.
FORMA 
Aspectos directamente 
observables de la ocupación
FUNCIÓN 
Formas en las cuales la 
ocupación sirve a la 
adaptación
SIGNIFICADO
El significado de la 
ocupación en el contexto 
de la vida real y en la 
cultura
FIG. 2-1. Las tres orientaciones principales de la investigación de la ciencia ocupacional.
CAPÍTULO 2: Ciencia ocupacional 17
En esce capiculo examinamos las circunstancias históricas 
que condujeron a la evolución de la ciencia ocupacional en Es­
tados Unidos. Describimos la ciencia ocupacional como un mo­
vimiento global vinculado con la provisión de oportunidades 
comparables a todas las personas para desarrollar sus posibili­
dades. A continuación, revisamos la investigación sobre la for­
ma, la función y el significado de la ocupación. Concluimos 
explorando e! modo en que ía ciencia ocupacional ha nutrido 
y seguirá nutriendo a la terapia ocupacional.
RELACIÓN HISTÓRICA 
DE LA TERAPIA OCUPACIONAL 
CON LA CIENCIA OCUPACIONAL
Puede ser difícil conocer, por una razón obvia, cómo la te­
rapia ocupacional y la ciencia ocupacional llegaron a estar li­
gadas históricamente; en efecto, aunque la terapia ocupacional 
surgió a comienzos del siglo XX, la ciencia ocupacional no fue 
fundada formalmente hasta finales de ese siglo. Sin embargo, 
este enigma aparente se despeja en la investigación de la filo­
sofía moral y el cuerpo de conocimiento sobre el cual se ha ba­
sado la práctica de la terapia ocupacional. El rastreo de las ba­
ses históricas de la profesión muestra el modo en que una 
disciplina académica (ciencia ocupacional) nació y está desa­
rrollando conocimientos que la guían de una profesión acadé­
mica preexistente (terapia ocupacional). Son especialmente re­
levantes aquí cuatro ciclos históricos o nuevas olas de actividad, 
si bien superpuestos:
• Los primeros años del siglo XX, cuando se formularon por 
primera vez las premisas centrales de la terapia ocupa­
cional.
• La década de 1920, cuando la American Occupational 
Therapy Association (AOTA) comenzó a tomar decisio­
nes sobre lo que comprendía una base óptima del cono­
cimiento de la terapia ocupacional.
« La década de 1960, cuando se produjeron ^evaluacio­
nes críticas de la base de conocimiento de la profesión 
y se generaron muchos conocimientos teóricos nuevos 
de la terapia ocupacional.
- Finales de ia década de 1980, cuando se fundó formal­
mente ia ciencia ocupacional y se comenzaron a ímple- 
mentar currícuíos académicos basados explícitamente en 
la ciencia.
El primet ciclo, a comienzos del siglo XX, está caracterizado 
por varios movimientos sociales e intelectuales progresivos que 
nutrieron poderosamente el nuevo campo de la terapia ocupa­
cional: el movimiento comunitario, el movimiento de higie­
ne mental y el movimiento de artes y artesanías y la filosofía 
del pragmatismo. El movimiento de servicios comunitarios 
comprendió un activismo social progresivo para atenuar los 
efectos debilitantes de la pobreza, ía industrialización y la alie­
nación cultural sufridos por los inmigrantes y otras personas 
privadas de sus derechos civiles (Addams, 1910/1990). Los que 
propusieron este movimiento, como James Addams, trabajador 
social y premio Nobel, desarrollaron centros en áreas urbanas
cehtiaL d'¿ la ocupación - - -
empobrecidas dedicados al arte, la música, el teatro, la escritu­
ra, la jardinería, la artesanía y otras actividades creativas que 
podrían ayudar a mejorar las condiciones de quienes habitaban 
los vecindarios circundantes, sus familias y sus comunidades 
culturales. El movimiento de higiene mental apoyó, asimismo, 
la idea de que las oportunidades de ocupaciones personalmen­
te significativas cubrían necesidades humanas innegables. Ju­
lia Lachrop, uno de los líderes de ese movimiento, junto con 
numerosos defensores como Adolf Meyer (1922, 1935/1948), 
el psiquiatra y filósofo pragmático que enunció por primera vez 
las premisas filosóficas de la terapia ocupacional, se esforzaron 
en reformar la asistencia de las personas con enfermedades 
mentales. Los higienistas mentales promovieron las iniciativas 
de salud pública para disminuir la esdgmatización de las per­
sonas con enfermedades mentales e introducir su asistencia 
compasiva y esclarecedora en ambientes institucionales y co­
munitarios. El movimiento de artes y artesanías se originó en 
Inglaterra y se extendió a Estados Unidos como una reacción 
contra los efectos alienantes y desmoralizantes de la industria­
lización (Levine, 1986). Su fundador, John Ruskin, cteía que 
todas Las personas debían encontrar felicidad en el trabajo, y 
promovió la idea de que los actos de creación artística podrían
18 UNIDAD UNO: Terapia ocupacional y ciencia ocupacional: pasado, presente y futuro
contribuir a mejorar la condición humana en los niveles indi- 
vidual y social.
Algunos filósofos pragmáticos influyentes, como W illiam jo­
nes y John Dewey, entre otros, tuvieron fuertes convicciones so­
bre los beneficios potenciales de las ocupaciones diarias fomen­
tados por los movimientos de la casa de asentamiento, higiene 
mental y Artes y Artesanías. Los pragmáticos consideraban a 
los seres humanos como hoiísticos, actuantes y ideológicos 
(Hooper y Wood, 2002). Ser holístico significaba que las per­
sonas no podían ser reducidas a dualidades -como mente y cuer- 
po o estructura y función- y que la experiencia cotidiana no 
podía ser comprendida fuera de su contexto ambiental. Ser ac­
tuante significaba que las personas podían desarrollarse a sí mis­
mas, s sus sociedades y a sus culturas a través de acciones auto- 
dirigidas. Las capacidades humanas para la actuación estaban 
estrechamente ligadas a la idea de teleología, ias capacidades 
humanas para prever y planificar el paso del tiempo con un ob- 
jetivo futuro en mente. Convergiendo con los movimientos so­
ciales mencionados antes, estas ideas pragmáticas ayudaron a 
crear un rico fundamento moral y filosófico para la terapia ocu- 
pacional —fundamento que en la actualidad da apoyo también 
a la ciencia ocupacional. Más aún, estimulado por los movi­
mientos sociales progresivos y la filosofía que dio forma a las 
primeras prácticas del campo, los fundadores de la terapia ocu- 
pacional concibieron la ocupación como un instrumento de sa­
lud suficientemente poderoso para merecer un estudio sistemó' 
tico. En 1917, la National Society for the Promotion of 
Occupational Therapy (que pronto se convertiría en la AOTA) 
pidió por primera vez una ciencia de la ocupación que introdu­
jera la “ocupación como medida terapéutica”, “estudiara ... el 
efecto de ia ocupación sobre el ser humano” y distribuyera "es­
te conocimiento” (AOTA, 1967, pág. 4).
El segundo ciclo, que comenzó aproximadamente en 1920, 
marca una época de transición en el curso de la cual los defen­
sores de la terapia ocupacional intentaron establecer este jo­
ven campo como una profesión legítima. Para hacerlo, las pri­
meras prácticas de la terapia ocupacional y sus premisas 
filosóficas y morales debían ser vertidas en un contenido aca­
démico. Comenzando con los primeros programas formales del 
campo, sus máximos dirigentes creían que el contenido educa­
cional debía reflejar cierto equilibrio de ciencias básicas y apli­
cadas unido al entrenamiento práctico (Presseller, 1984). Sin 
embargo, ¿qué ciencias merecían ser incluidas?, ¿cuál era el me­
jor equilibrio entre contenido académico básico y aplicado:, 
¿de qué modo el contenido académico elegido debía relacio­
narse con ias habilidades prácticas? Durante gran

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