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1 Capítulo 1 INTERVENCIÓN EN EL DESEMPEÑO VITAL. (fragmentos) Charles Christiansen CLASIFICACIÓN DEL DESEMPEÑO OCUPACIONAL Traducción: T.O. Claudia Battistoni Ocupación es un término general que se refiere al compromiso en actividades, tareas y roles con los objetivos de buscar la producción (como trabajo y educación), automantenimiento en el entorno, y con los fines de relajación, creatividad y diversión. La posición tomada aquí es que las conductas significativas relacionadas a la vida diaria se consideran ocupaciones por naturaleza. Esto difiere de teorías anteriores planteadas por Really, (1962) y Kielhofner (1988) acerca de que algunas actividades no son ocupaciones por naturaleza, como las de supervivencia, las sexuales, sociales y espirituales. Sin embargo, dichas actividades son generalmente requerimientos de los roles sociales. Parece inconsistentes excluirlas de la consideración general del desempeño ocupacional. Cuando hablamos del desempeño ocupacional, nos referimos al compromiso diario en ocupaciones que organizan nuestras vidas y satisfacen nuestras necesidades para mantenernos, ser productivos, y obtener diversión, y satisfacción en nuestro entorno. El desempeño ocupacional incluye el compromiso en tareas tan rutinarias y necesarias como bañarse, vestirse y aquellas más comprometidas y complejas como las relacionadas con los requerimientos laborales. Es convencional de la Terapia Ocupacional categorizar el desempeño en tres áreas: automantenimiento (*), trabajo y juego/ tiempo libre. Sin embargo, no siempre es posible clasificar las ocupaciones en un área específica solamente. Por ejemplo “escribir” podría ser clasificada como una actividad de tiempo libre, como relacionada al trabajo o una actividad educativa, o un acto necesario para el automantenimiento, tal como escribir un cheque para pagar las expensas. Solamente conociendo el contexto o la forma de una ocupación, es que se puede discernir en qué área ubicarla. (*) Históricamente las expresiones “actividades de la vida diaria” o “habilidades básicas cotidianas” han sido utilizadas en lugar de automantenimiento. Se prefiere automantenimiento porque provee una descripción más precisa de la categoría. La vida diaria está llena de actividades, alguna de las cuales no se relacionan con el automantenimiento. Cheng y Rogers (1989) identificaron cuatro categorías de desempeño ocupacional, usando dos de ellas (autocuidado y cuidado del hogar) para referirse a la categoría nombrada como automantenimiento. PROPÓSITO Y SIGNIFICADO DE LA OCUPACIÓN Muchos alumnos han contribuido a nuestro entendimiento acerca de los temas de propósito y significado en la ocupación. Sin embargo, el reciente trabajo de Nelson (1988) ha sido de especial utilidad y nos ilustrará con mayor extensión aquí. Nelson propuso un recurso para tomar la ocupación en términos de elementos que reducen la ambigüedad de la terminología y sirve para clarificar conceptos. Una representación del esquema de Nelson se presenta en la fig. 1 -16. En el mismo, la ocupación se define como la relación entre la forma 2 ocupacional y el desempeño ocupacional. Todos los elementos incluidos en el contexto de la ocupación son los que Nelson (1988) toma como la forma de la ocupación. El desempeño ocupacional consiste en llevar a cabo la ocupación. La forma ocupacional consiste en los elementos objetivos de la ocupación, esto es los elementos humanos, el ambiente, el contexto temporal y los materiales utilizados. También incluye la realidad social y cultural que engloba las normas del desempeño y las expectativas reflejadas en los valores, roles, símbolos y sanciones para interpretar los elementos físicos. Estos aspectos del ambiente sociocultural son difíciles de reconocer por un observador casual. Históricamente, se ha tendido a clasificar las actividades en: con propósito o sin propósito. Sin embargo, como Lyons sugirió (1983), es importante considerar que una unidad de conducta cuenta con un propósito intrínseco, dado que dicho acto solo puede ser interpretado en el contexto del individuo y ambiente en que se lleva a cabo. Entonces, si viéramos una escena corta de video mostrando un par de manos usando una tijera para hacer un corte recto en una hoja de papel, no sabríamos decir si estamos observando a una niña de 7 años haciendo muñecas de papel, o a un artesano japonés haciendo origami. Los objetivos y propósitos pueden determinarse solamente sabiendo más del individuo usando las tijeras y el entorno en el que dicha actividad se realiza. Esto es, la interpretación puede hacerse solo en términos de la comparación de todos los elementos en el contexto de la ocupación. Sin embargo, como observadores nuestra interpretación no siempre puede diferenciar el sentido y el propósito de una ocupación para el que la realiza. Nelson (1988) sugirió que las ocupaciones tienen un sentido solamente si su forma es interpretada por los individuos. Una forma ocupacional puede tener un significado social o cultural, individual o idiosincrático, o poco sentido en sí (Fidler, 1981; Nelson 1988) En este sentido, Kielhofner (1985) determinó que los individuos encuentran sentido a las ocupaciones basándose en asociaciones a experiencias pasadas y los sentimientos que generaron, tal como proveer un efecto calmante o alertante. Estos significados son más dinámicos, ya que cambian con experiencias posteriores a medida que uno madura. Por ejemplo, el acto de manejar puede significar estatus e independencia para una adolescente o libertad para una persona con lesión espinal. En una cultura en la que la mayoría de la gente no puede costear un auto, manejar uno puede significar salud. Entonces, las herramientas y objetos asociados con la forma física pueden contribuir a su significado. Agregándose a las influencias de las dimensiones física y sociocultural, la misma forma ocupacional puede tener distintos sentidos para diferentes individuos dependiendo de su entorno y otros factores relacionados con su formación evolutiva (Cynkin, 1979). El término formación evolutiva se refiere aquí a la suma total de experiencias y atributos que influyen en la conducta de una persona en cualquier momento en el tiempo. De manera similar, el propósito de la ocupación para quien la realiza se relaciona con su formación evolutiva. Nelson (1988) compara los conceptos de significado y propósito de la actividad de una manera útil. Dice que el significado de una ocupación es retrospectivo, y el propósito de la misma es prospectivo. Esto es, el significado proviene del reflejo de experiencias pasadas, y el propósito se basa en una expectativa u objetivo. Como Nelson marca: “al realizar una ocupación particular, un individuo puede simultáneamente buscar: a) cambios específicos en los materiales de la ocupación (un producto), b) la aprobación de un supervisor, c) dinero, d) las sensaciones táctiles al manipular los materiales y e) la satisfacción de la necesidad de ser productivo, llevando a la confirmación de la eficacia personal”. (1988 pág. 637). 3 Se establecieron convenciones para clasificar las ocupaciones en las áreas relacionadas con el propósito (trabajo, juego, automantenimiento), pero se hicieron pocos progresos en términos de sus niveles de complejidad. Como resultado muchos términos se han utilizado en forma indistinta, lo cual provoca una gran ambigüedad. Ejemplos de estos términos son actividad, tarea y ocupación. Sin embargo, en este texto, los términos relacionados al desempeño ocupacional tendrán significados específicos de acuerdo al marco de referencia de la jerarquía del desempeño ocupacional. OCUPACION Forma Ocupacional Significado (estructura del desarrollo) Propósito Desempeño Ocupacional Contexto objetivo de la ocupación consistente en:Materiales Entorno ambiental Dimensión temporal Realidad sociocultural derivada del consenso social o cultural. El individuo asigna significado al contexto basado en su estructura de desarrollo, que es la combinación única de atributos (genéticos, madurativos y experiencias) que definen a la persona. El propósito se refiere a la orientación de objetivos del individuo basado en el significado y en la estructura. El desempeño ocupacional es el hacer de la ocupación, la conducta activa exhibida en el contexto de la forma ocupacional. Incluye movilidad fina y gruesa, habla, gestualidad, y otros movimientos voluntarios. Puede ser observable o no, como resolver un acertijo mentalmente. Fig. 1-16 ocupación como una relación entre la forma y el desempeño. Adaptado de Nelson, D. L JERARQUIA DEL DESEMPEÑO OCUPACIONAL La jerarquía ocupacional o niveles de ocupación a ser utilizados en este texto se ilustran en la fig. 1-17 y se ubican desde actividades a roles. Usando esta jerarquía, la unidad básica del desempeño ocupacional es la actividad, que consiste en conductas específicas orientadas a un objetivo o fin. Las tareas se definen como grupos de actividades con un propósito común reconocido por quien las realiza (Miller, 1967). Los roles son el tercer y más alto nivel, y se definen como posiciones distintivas en la sociedad, cada uno con un estatus definido y expectativas específicas de conducta. Los roles pueden ser: ocupacional, familiar o sexual y una persona puede cumplir roles múltiples al mismo tiempo, como madre y TO. Hay que notar que, aunque los roles son ocupados por personas, definen expectativas de desempeño y se consideran atributos del desempeño y no de los individuos. Pensado de otra manera, en la ausencia del contexto social y conductas específicas, el concepto de rol no tiene sentido. Entonces, es apropiadamente clasificado en la jerarquía del desempeño ocupacional y discutido en esta sección. 4 Nivel de ocupación Ejemplo OCU- ROLES Estudiante PACIO- TAREAS Estudiar para un examen NES ACTIVIDADES Leer un capítulo Revisar notas Habilidades necesarias para el desempeño ocupacional Memorización Razonamiento deductivo e inductivo Organización de la información Fig. 1-17 Niveles de ocupación. REQUERIMIENTOS DEL DESEMPEÑO Los requerimientos del desempeño en cada nivel de la jerarquía funcional interesan al TO, porque proveen información específica que puede ser de utilidad en las indicaciones y el proceso de intervención. Por ejemplo, el desempeño exitoso en el rol de padre es una expectativa social. Como padre, puede esperarse que uno trabaje en un buen empleo, asista en la crianza de los hijos, mantenga el hogar y participe en la recreación familiar. Estas expectativas atraviesan todas las áreas del desempeño ocupacional: trabajo, juego/ tiempo libre y automantenimiento. En estas áreas, los requerimientos se organizan de acuerdo a tareas específicas. En el área de automantenimiento se requiere mantener la higiene personal, a través del baño regular. Bañarse a su vez, requiere un grupo de actividades específicas, como llenar la bañadera, desvestirse, meterse a la bañera y lavarse. Los requerimientos de cada una de estas actividades pueden ser analizados de acuerdo a los pasos. Entonces, la actividad de llenar la bañera puede dividirse en pasos, como tapar el desagüe, alcanzar la canilla, abrirla, vigilar el nivel del agua, cerrar la canilla. Estos pasos pueden luego ser analizados en términos de las habilidades necesarias, como visión cercana, flexibilidad y destreza manual. Subyacentes a estas habilidades se encuentran los facilitadores del desempeño, como los factores fisiológico, cognitivo, sensorial y neuromotor. Los niveles específicos de análisis requeridos por el TO dependerán de la naturaleza del problema clínico, una cuestión a considerarse en los capítulos siguientes. ACTIVIDAD Ha sido tradicional en TO, el uso del término actividad en una manera general para referirse a todas las conductas con un propósito. Desafortunadamente, dicho uso no permite una apreciación de las diferentes complejizaciones de la ocupación. Como fue definido anteriormente, una actividad es la unidad básica del desempeño ocupacional, consiste en una conducta con objetivos dirigida hacia la realización de una tarea. Las actividades consisten en 5 pasos, y pueden ser analizados de acuerdo a las habilidades requeridas. En general, no es útil hablar de una destreza en la actividad, porque sería difícil distinguir niveles de habilidad en este nivel de desempeño. TAREA La tarea fue definida anteriormente como un grupo de actividades con un propósito reconocido por quien la lleva a cabo. Las tareas tienen dimensiones según su complejidad, el grado de estructura (ejemplo para trabajo, diversión, o automantenimiento) Estas características de las tareas, junto con las dimensiones sociales como cuando implican cooperación o competición o cuando son públicas o privadas, tienen una influencia vital en el desempeño. Una característica importante de las tareas es su dimensión temporal. Ello incluye cuanto tiempo duran y cuando se llevan a cabo. Adolph Meyer observó que las ocupaciones proveen una estructura necesaria para nuestra existencia y notó que muchas personas en las instituciones mentales habían perdido el ordenamiento temporal de sus vidas cotidianas. Kielhofner (1977) ha provisto de análisis útiles de las propiedades temporales de la ocupación y remarcó que la enfermedad mental y física frecuentemente interfiere con las habilidades del individuo para manejar el tiempo, porque su sentido del mismo está distorsionado o porque los cambios en el monto del tiempo requieren cumplir tareas necesarias. Sugirió que los cambios de roles requieren una adaptación correspondiente a la manera en que uno organiza el tiempo. Este fenómeno puede ser observado en personas retiradas que no están preparadas para el incremento del tiempo libre disponible en sus vidas. El término adaptación temporal ha sido utilizado para describir el proceso del ajuste a los requerimientos variables del tiempo en la vida cotidiana o durante el ciclo vital. La naturaleza de las tareas puede proveer la motivación y el contexto para aprender destrezas y roles necesarios para un desempeño vital competente. La realización de tareas puede revelar información acerca de la naturaleza de los desórdenes emocionales y cognitivos. El conocimiento de varias características de las tareas es esencial para el TO, quien puede utilizar estas dimensiones en la selección de las propuestas de intervención. ROL: ADQUISICIÓN, EJECUCIÓN Y TRANSICIÓN Las responsabilidades del rol definen la naturaleza del desempeño ocupacional en varios puntos en la vida. Entonces, puede afirmarse que los déficits en el desempeño tienen sentido en el contexto de las responsabilidades de los roles del individuo. Para hablar de la disfunción ocupacional, hay que referirse al desempeño inadecuado en los roles sociales. En esta sección, se examinan los roles sociales desde el punto de vista de sus propiedades organizativas y la naturaleza cambiante a través del ciclo de la vida. Como hemos visto, el rol ocupa el nivel más alto de la jerarquía del desempeño ocupacional. Como tal, es uno de los conceptos más importantes de entender para los TO, porque los roles organizan la conducta ocupacional al definir las expectativas del desempeño. El concepto de rol surge de la psicología social y la escuela de pensamiento de interacción simbólica, sostenida principalmente por G. Mead (1934) y H. Sullivan (1953). Esta 6 visión propone que los roles, definidos como posiciones en la sociedad que tienen responsabilidades y privilegios, forman el núcleo dela interacción social. Esta requiere de reciprocidad del rol, o el desempeño efectivo del rol de cada miembro en un grupo. Los roles afectan el desarrollo y la personalidad tanto a través de la aprobación social cuando éstos son cumplidos de manera satisfactoria, como sanciones rígidas cuando no se cumplen las expectativas. La socialización es entonces el proceso de aprendizaje de las conductas de los roles. Sarbin & Allen (1968) notaron que en torno de cada rol se forman expectativas por parte de la sociedad y el que lo desempeña. Entonces, la satisfacción personal con la ejecución de roles valorados se basa en la aprobación tanto interna como externa. Esta influencia externa se refleja en las excepciones dadas por la sociedad a personas que experimentan eventos vitales difíciles. Un ejemplo de las excepciones es el rol del enfermo descripto por Parsons (1975), que excusa a las personas de cumplir responsabilidades de sus roles durante la enfermedad, siempre y cuando las condiciones sean determinantes, incluso exigiendo consejo médico. Desafortunadamente, cuando el rol del enfermo es tomado por individuos en condiciones de discapacidad, la pasividad esperada de dicho rol conflictúa los objetivos del proceso de rehabilitación. Esto ocurre especialmente en situaciones en las que la Terapia Ocupacional se aplica en forma apropiada, porque se valora la participación activa y la independencia (Burke, Miyake, Kielhofner & Barris, 1983) Los roles son dinámicos a medida que se adquieren o reemplazan a través del ciclo vital. Por ejemplo, durante la adolescencia el mayor interés es la elección ocupacional o la determinación de la naturaleza específica del rol de trabajador. Luego, los roles parentales se adquieren, pero pueden ser reemplazados cuando los hijos propios dejan el hogar paterno. Estas transiciones en el desarrollo son especialmente importantes porque implican el desarrollo de nuevas destrezas o la integración de otras previamente aprendidas. La disfunción se presenta cuando la persona no puede desempeñar roles para satisfacerse, tanto porque los déficits en las habilidades y destrezas llevan a la minusvalía o discapacidad, por la demanda conflictiva de roles múltiples (conflicto de roles) o por expectativas de roles no claras. Dicha desorganización en los roles de la vida cotidiana se denomina disfunción en el desempeño ocupacional (Rogers 1983) y constituye el tipo de problema que requiere la intervención de la terapia ocupacional. TAXONOMÍAS DE LA DISFUNCIÓN EN EL DESEMPEÑO La profesión de Terapia Ocupacional no cuenta con recursos de clasificación de la disfunción en el desempeño ocupacional de acuerdo con una taxonomía apropiada. La visión cartesiana o tradicional de la medicina ha tenido una influencia en la terminología relacionada con el desempeño inadecuado. Por muchos años las palabras que reflejaban el impacto de la enfermedad en la vida cotidiana eran utilizados en forma intercambiable, y no había distinción entre cómo se utilizaban los términos deficiencia, discapacidad y minusvalía. Aunque los sistemas de clasificación se desarrollaron para promover el uso preciso de la terminología para las enfermedades, no había necesidad de hacerlo con los términos relacionados con la rehabilitación. En 1980, la OMS tomó la dirección frente a este problema en una forma consistente con su Clasificación Internacional de Enfermedades. Este trabajo fue incorporado en un documento 7 llamado la Clasificación Internacional de Deficiencia, Discapacidad y Minusvalía. La jerarquía funcional se desarrolla en la Fig. 1-18. Como el título lo sugiere, los tres términos tienen distintos significados que corresponden al impacto de la condición de vida cotidiana desde el punto de vista de teorías. Deficiencia se define como “la pérdida o anormalidad de las estructuras o funciones fisiológica, psicológica o anatómica”. Puede ser permanente o temporario. El siguiente nivel de disfunción llamado discapacidad se encuentra al nivel de la persona. “Es una restricción o falta (resultado del nivel anterior) de habilidad para realizar una actividad en la manera considerada normal para el hombre”. El desempeño puede reflejar un déficit o un exceso que puede ser temporario o permanente, reversible o progresivo. Se presta atención a la habilidad de la persona para desempeñarse en la vida diaria y para cumplir sus roles en la vida. Una minusvalía es una desventaja para un individuo, resultado de una deficiencia o discapacidad, que limita el cumplimiento de un rol normal, dependiendo de la edad, sexo y factores socioculturales de ese individuo. Una minusvalía aparece cuando una persona no puede enfrentar sus propios estándar de desempeño ni aquellos del grupo al que pertenece. Esta divergencia tiene consecuencias sociales, culturales, económicas y ambientales para el individuo. Jerarquía disfuncional de la Organización Mundial de la Salud Minusvalía Desventaja para un individuo, resultado de un empeoramiento, que limita la ejecución de un rol que es normal (dependiendo de edad, sexo, y factores socioculturales) para ese individuo Nivel del sistema: social (sociedad, organización, grupo familiar) Discapacidad Restricción o falta (resultado de una deficiencia) de una habilidad para desempeñarse en una actividad en la manera considerada normal para un ser humano Nivel del sistema: persona Deficiencia Pérdida o anormalidad fisiológica, psicológica, anatómica o funcional Nivel del sistema: facilitadores del desempeño (órganos, tejidos) Fig. 1-18 Jerarquía disfuncional de la OMS Dado que esta jerarquía disfuncional refleja una orientación de los sistemas y desde aquí un conocimiento promisorio de los efectos de la enfermedad y minusvalía en el desempeño de los roles, no provee un lineamiento de la extensión de tal desorganización. En consecuencia, no es práctico como medio para organizar el conocimiento que podría guiar la intervención de terapia ocupacional. 8 De acuerdo con Rogers (1983), lo que se necesita es un acercamiento a una clasificación de la disfunción ocupacional. Ella argumenta que tal taxonomía es necesaria para el avance del campo, porque identifica conceptos relevantes para la práctica, facilita la comunicación entre los que la practican y los estudiantes, y clarifica la naturaleza y alcance de los servicios de terapia ocupacional para el público en general. Al contar con ella, los terapistas podrían caracterizar la naturaleza de la disfunción en el desempeño en términos de presentación diagnóstica, que puede ser definida como una conclusión acerca del estado de un paciente luego de considerar los datos biológicos, psicológicos y sociales relevantes para el desempeño ocupacional. Kielhofner (1985) propuso un continuo de la función y disfunción ocupacional que incorpora los conceptos de competencia, eficacia e impotencia. En estas seis etapas del continúo detalladas en la fig. 1-19, el nivel ocupacional óptimo es el de realización. Este concepto deriva del trabajo de Mc Clelland (1961) y representa una etapa, típicamente reflejada en la búsqueda vocacional, durante la cual el individuo se esfuerza por mejorar los niveles de desempeño existentes. En el siguiente nivel, competencia, el desempeño es satisfactorio frente a las demandas de una tarea. El tercer nivel de exploración es aquel en el que el individuo descubre los límites de sus habilidades y destrezas y su capacidad para actuar en el entorno. Un ejemplo de ello es el juego infantil que requiere un ambiente libre de riesgos y que actúe como sostén. La exploración se lleva a cabo por la curiosidad reflejada en la observación y manipulación ambiental. Kielhofner argumenta que el desarrollo normal se caracteriza por una progresión desde la exploracióna la realización que puede ser recurrente durante la adultez cuando los individuos realizan cambios en sus carreras o estilos de vida. Este continuo de la función ocupacional concierne a todas las áreas, por lo que el individuo puede tener dominios diferentes en las diferentes etapas. Por ejemplo, una persona puede estar en el nivel de exploración en cuestiones de esparcimiento, pero en una etapa de competencia en su carrera. En el fin del continuo no adaptado, Kielhofner propone que las etapas incluyen ineficacia, incompetencia e impotencia. La ineficacia se define como una etapa en la que hay interferencia con el desempeño causada por restricciones ambientales o individuales que llevan a la insatisfacción. La incompetencia, el siguiente nivel más bajo, se caracteriza por una pérdida mayor o limitación de destrezas. Las personas en esta categoría no pueden desempeñar adecuadamente tareas cotidianas, debido a lesiones, deprivaciones ambientales u otras circunstancias de su vida. En este nivel, se encuentra comprometido el desempeño de los roles. La impotencia es el mayor nivel disfuncional de desempeño ocupacional en el continuo. Este nivel se caracteriza por sentimientos de inefectividad y alienación y frecuentemente se acompañan de depresión. El cumplimiento de los requerimientos de los roles vitales en este nivel es apenas posible. 9 Continuo de Función/ Disfunción Ocupacional- Modelo de la Ocupación Humana Función Ocupacional Disfunción Ocupacional Realización Competencia Exploración Ineficacia Incompetencia Impotencia Demostrada en el desempeño de los roles de acuerdo a los niveles estándar esperados Demostrada en el desempeño, que es adecuado a las demandas de la situación Demostrada en circunstancias que permiten el descubrimiento de características y potenciales Demostrada en situaciones en las que el desempeño no alcanza el nivel que permite la satisfacción personal. Demostrada en circunstancias en las que el desempeño es inadecuado. Demostrada en circunstancias en las que el individuo no puede actuar en su ambiente Desarrollo progresivo de destrezas y hábitos en roles de desempeño satisfactorio acompañado de un incremento del sentido de causalidad personal. Reducción progresiva de destrezas y hábitos que evita el desempeño de los roles y llevan a un sentido pobre de la causalidad personal. Fig. 1-19 Continuo de Función/ Disfunción Ocupacional. Modelo de la Ocupación Humana. DESEMPEÑO Y ADAPTACIÓN Pocos conceptos se han relacionado con la Terapia Ocupacional tanto como el de adaptación. El término adaptación usado en TO se refiere típicamente al ajuste o cambio en las respuestas de la conducta en relación a las modificaciones o demandas de la vida. Las conductas se describen como adaptativas si resultan en una mejoría en la articulación entre el individuo y su ambiente. Loma Jean King (1978) en su lectura de Eleanor Clarke Slagle, sugirió que la adaptación podría servir como un importante concepto en el campo, notando que el término había sido usado por Adolph Meyer en 1922 en “La filosofía de la Terapia Ocupacional”. Identificó las características de un proceso que llamó adaptación individual, y sugirió que el propósito esencial de la terapia ocupacional es estimular y guiar el proceso adaptativo a través de “mejorar la respuesta adaptativa”. Un análisis del concepto de King acerca de la adaptación fue más tarde provisto por Kleiman y Bulkley (1982) como una propuesta para determinar el dominio de la práctica de terapia ocupacional. Su hipótesis sugería que la adaptación podría verse como un continuo recorrido desde reacciones homeostáticas, que incluyen reflejos y funciones autonómicas fuera del control consiente, a patrones adaptativos, definidos como representando “una constelación de destrezas que contribuye a un estilo de vida adaptado”. La primera preocupación de la terapia ocupacional desde el punto de vista de Kleiman y Bulkley, debería ser mejorar las respuestas adaptativas como precursoras del aprendizaje de destrezas (ver fig. 1-20). Es interesante notar que estos autores usaron descripciones de desempeño paralelamente a las etapas de su continuo adaptativo. En ello, igualaron las reacciones homeostáticas con la propia capacidad de desempeño, las respuestas adaptativas y las destrezas adaptativas como desempeño, y los patrones adaptativos como grupos de desempeño a través del tiempo. Por la naturaleza dinámica del individuo como un sistema abierto y la naturaleza cambiante del entorno, puede asegurarse que la vida representa un continuo proceso de adaptación. Ello se refleja en los cambios en el desempeño y dichas variaciones son influidas 10 por distintos niveles del sistema. En forma colectiva y a través del tiempo, estos patrones de desempeño representan una trayectoria de crecimiento, duda o declinación. Se ha dicho que el desempeño ocupacional satisfactorio lleva a la adaptación.
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