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Informe de Lectura 7

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Alberto Miguel Sánchez
Usuario 8712
Licenciatura en Historia
	
Seminario de Historia Social y Política II
Informe de Lectura N°7	
La fecha límite de entrega es el 11/05/21
Consigna:
En base a la lectura completa del texto de Mons. Baudrillart que figura en la sección "Biblioteca" del campus elabore un informe de no más de tres carillas en dónde se de cuenta de las principales interpretaciones del autor en torno a las causas que condujeron al estallido de la Primera Guerra Mundial y de las posturas que propone para los católicos frente a la misma
Desarrollo
El texto de Baudrillart es un trabajo que asume un posicionamiento claro en defensa de Francia en relación a la situación de guerra. Al mismo tiempo, pretende con la obra influir y generar una corriente de opinión en el mundo católico para que éstas asuman posturas de mayor firmeza en defensa de las fuerzas aliadas.
Baudrillart asume sin dudarlo que el texto forma parte de un trabajo propagandístico que en la búsqueda de llegar a los católicos de diferentes nacionalidades intenta priorizar los fundamentos de su creencia por encima de las diferencias que puedan significar las fronteras geográficas o culturales.
El autor afirma que es posible ser imparcial sin que ello signifique neutralidad. Imparcialidad que significa no tomar partido bajo ningún punto de vista por contendientes circunstanciales y solo ajustarse a los conceptos de verdad y de justicia como fundamentos de la fe cristiana.
Siguiendo el pensamiento de Santo Tomás el autor identifica los fundamentos centrales de “Dios, patria y familia” como guía de acción para los fieles católicos en su vida social histórica. Una interpretación que resumiría que el amor a Dios se manifiesta con el amor a la patria, a su cultura y valores inalterables.
De ello se desprendería “el derecho a la guerra” como modo de defensa ante las agresiones de otras naciones que pongan en riesgo los valores esenciales definidos anteriormente. Menciona el concepto de “guerra justa” enmarcándolo en aquellas situaciones en que el bien común haya sido puesto en riesgo y de tal modo se justifique una acción de guerra que busque detener o repeler los ataques recibidos.
En este contexto la Primera Gran Guerra es un conflicto provocado por naciones expansionistas, deseosas de conquistas y portadoras de características bárbaras, lo que los lleva a ejecutar acciones sin límites y con absoluto desprecio de los valores humanos y de la riqueza cultural de los pueblos atacados y muchas veces sometidos.
 Las virtudes cristianas de justicia, buena fe y piedad contrastan con la realidad concreta de las acciones armadas que se multiplican en el continente. Para los católicos que colocan el amor a Dios como el elemento fundamental de su fe, resulta totalmente reprochable aquellas acciones que signifiquen una guerra injusta, que atentaría contra el propio fundamento de la fe cristiana y de los más nobles sentimientos humanos.
Para Baudrillart, el poder de Dios es el que está presente para evitar se desaten las fuerzas irracionales que conduzcan a enfrentamientos no justos. Y al mismo tiempo, el mismo Dios es la fuerza motora que ejercerá su poder para que los justos y sus fuerzas prevalezcan ante el asedio de los bárbaros y blasfemos.
Con respecto al inicio de la guerra, el autor identifica a Alemania como la nación que tras una política de características imperiales dio los primeros pasos que desencadenaron la fuerza incontenible de un conflicto que significará muerte y destrucción a lo largo de toda Europa. El resto de las naciones, tal como Francia o Inglaterra no tenían vocación guerrerista y solo debieron asumir dicha postura desde una perspectiva defensiva.
Alemania es para Baudrillart la cara opuesta del pensamiento cristiano. A pesar de su prédica, establece parámetros en los que prioriza centralmente la cuestión nacional por encima de cualquier otra cuestión. Ello hace que cualquier otro asunto se encuentre siempre supeditado al endiosamiento de la nación alemana como eje expansivo de la “conciencia moral del mundo”.
Para el autor las verdaderas causas de la guerra no se encuentran en el expansionismo alemán, ni el deseo germano de aplastar alguna posición política ni hacer sucumbir alguna nación bajo su poderío militar. El fundamento del conflicto debe rastrearse en la negación de los principios cristianos y el atropello del reino de Dios que solo conducirán a mayor desintegración, a la anarquía y al ateísmo.
Alemania protestante contrasta con el mundo católico alineado con Roma bajo una supuesta superioridad que la ubica en posición dominante en relación a las demás naciones y es para Baudrillart una contradicción central con las verdaderas ideas cristianas de las que Alemania se ha alejado a pesar de su discurso oportunista. Además de ello y en relación directa a el conflicto armado desatado a partir de 1914, Alemania desvirtúa dos aspectos relacionados a las guerras desde perspectiva cristiana como son la distinción de combatiente y civiles, y por otro lado la limitación de los daños al enemigo desde una perspectiva moral.
El temperamento alemán es para el autor una cuestión relevante que ha influido de manera sustancial configurando lo que Nietzsche denominaba el “superhombre” que con el transcurso de los años fue afirmándose en convicciones de superioridad que justificaron la fuerza y el intento de dominio y expansión violenta. 
 
			 Alberto Miguel Sánchez Usuario 8712

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