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contrato de swaps

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En un contrato de swaps, las partes acuerdan intercambiar flujos de efectivo en 
fechas futuras actuales. Estos flujos de efectivo se calculan en función de ciertos 
parámetros o variables subyacentes, como tasas de interés, tipos de cambio, 
precios de commodities u otros indicadores financieros. 
 
El tipo más común de contrato de swaps es el swap de tasas de interés. En este 
caso, las partes acuerdan intercambiar pagos de intereses basados en diferentes 
tipos de interés. Por ejemplo, una empresa puede tener un préstamo con una tasa 
de interés variable, pero desea protegerse de un aumento en las tasas de interés. 
Puede celebrar un intercambio con otra parte para recibir pagos fijos de interés y 
cambiar hacer pagos variables de interés. 
 
Otro tipo de swap común es el swap de divisas, donde las partes intercambian 
pagos en diferentes monedas. Esto puede ser útil para empresas que tienen riesgos 
de exposición debido a operaciones internacionales. 
 
Los swaps no implican no obstante el intercambio de los activos subyacentes, sino 
solo los pagos asociados con ellos. Por lo tanto, las partes pueden deteriorarse de 
los movimientos en los precios o tasas sin tener que poseer realmente los activos. 
 
Es importante destacar que los swaps son contratos privados y no se negocian en 
bolsas de valores. Las partes acuerdan los términos y condiciones del swap de 
manera bilateral y pueden personalizarlos según sus específicos. Sin embargo, 
también existe un mercado secundario para los swaps, donde las partes pueden 
vender o comprar contratos existentes.

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