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18 Está formado por una serie de estructuras que se localizan en la pelvis. Dichas estructuras son los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, la vagina y los órganos genitales exter- nos (Fig. 18-1). En la mujer las glándulas mamarias consti- tuyen un órgano adicional del aparato reproductor, y se estudiarán en el Capítulo 21, dedicado a la lactancia. 18.1. OVARIOS Son dos glándulas que constituyen las gónadas de la mujer. Se sitúan en la pelvis menor y tienen el tamaño de una almendra, aunque éste puede variar según el período del ciclo. Su superficie es lisa durante la infancia, para hacerse rugosa con la edad. Aunque el ovario no es móvil, su situación puede variar según la postura y la repleción de los intestinos; está fijado al útero y a la zona lumbar por el ligamento uteroovárico y el ligamento lumboovárico, res- pectivamente, y está recubierto por la trompa uterina. Su irrigación depende de la arteria y la vena ováricas, que penetran en su interior por el hilio ovárico. 18.1.1. Funciones del ovario Las funciones del ovario son dos: formar óvulos (ovogé- nesis) y secretar hormonas reguladoras de la actividad re- productora (hormonas ováricas). Ambas funciones las rea- liza de forma cíclica (ciclos ováricos). Otra acción de las hormonas del ovario es la determinación de los caracteres sexuales secundarios. 18.1.2. Ovogénesis En el ovario se encuentran varias capas de tejido. La parte más externa es el epitelio germinativo, que va seguido de fuera adentro, por la capa albugínea y por la corteza, forma- da por tejido conjuntivo. Aquí tiene lugar la ovogénesis, en la que se distinguen tres períodos: maduración prenatal, madu- ración posnatal y pubertad. Durante la maduración prenatal, a las tres semanas aparecen las células germinales en el saco vitelino. Estas células emigran en la 5a semana hacia las gónadas, que están en formación. Se inicia entonces la forma- ción de las ovogonias u ovocitos primarios, cuyo número llega a ser de unos 7 millones, constituidos por el núcleo y una capa de células planas denominadas células foliculares. Durante la maduración posnatal, que tiene lugar después del nacimiento, se reduce el número de ovocitos hasta unos 2 millones. De éstos sólo un millón inician la meiosis, el resto se pierde por apoptosis. Finalmente, en la etapa de la pubertad, los ovocitos disminuyen hasta quedar unos 40 000. A partir de este momento, en cada ciclo sexual se inicia la maduración de un ovocito (Fig. 18-2), que aumenta de tamaño para dar el folículo primario. Éste se forma a partir de la proliferación en varias hileras de las células foliculares, que rodean el núcleo del ovocito. Así se consti- tuye la capa granulosa, que es avascular. Con la madura- ción se forma el folículo secundario, que contiene el ovoci- to rodeado por una membrana transparente, la zona pelúcida (ésta se forma a partir de las secreciones de la capa granulosa). Las células foliculares proliferan y forman una gruesa capa, en cuyo interior se forma el antro folicu- lar. Al principio, el antro es semilunar, pero luego aumenta de volumen y empuja el ovocito hacia un polo. Entonces, éste se sitúa en una posición excéntrica, y las pocas células que quedan rodeando el ovocito forman el disco prolígero. Luego aparece el folículo terciario o folículo de Graaf, que se caracteriza por la proliferación de dos capas de tejido conjuntivo bien diferenciadas en la zona más externa de la capa granulosa. Estas capas son la teca interna (rica en vasos), que secreta los estrógenos, y la teca externa (rica en fibras musculares que unen el folículo al estroma ovári- co). En este estadio el folículo de Graaf puede medir de 6 a 12 mm de diámetro y llega a su maduración definitiva. En la superficie del ovario aparece el estigma, que es un bulto avascular por donde se produce la rotura del folículo y del ovario. Se desprende entonces el óvulo (ovulación), y en este momento puede haber dolor y aumento de la tempera- tura basal. Cuando se expulsa el óvulo, también se despren- de el disco prolígero que lo rodea y se forma la corona radiante. El resto de las células foliculares, de la granulosa y de las dos tecas, experimentan hiperplasia e hipertrofia, y acumulan en su interior un pigmento amarillo (cuerpo lúteo o cuerpo amarillo). El cuerpo lúteo es el responsable de la secreción de las hormonas ováricas y llega a alcanzar 1 cm de diámetro. Se va llenando de vasos durante 12 días y si no se produce la fecundación del óvulo, se transforma en el cuerpo blanco o corpus albicans. El cuerpo blanco es inva- dido por tejido conjuntivo y forma una masa de tejido Aparato reproductor femenino ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO CONTENIDO PARTE VI SISTEMA DE LA REPRODUCCIÓN 18 Aparato reproductor femenino
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