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te. Todo ello lleva a una vasoconstricción renal que se acompaña de retención de sodio, aumento del volumen cir- culatorio y, por tanto, del gasto cardíaco y la PA. Por últi- mo, tanto el tromboxano A2 como la endotelina 1 y la vasopresina parecen tener una importancia relativa en el control de la resistencia periférica, y sólo en condiciones de producción exagerada de estos factores podrían ser relevantes como responsables de la elevación de la PA. El óxido nítrico (NO) derivado del endotelio es el principal factor vasodilatador del organismo, y tiende a equilibrar todas las acciones constrictoras, tanto nerviosas como humorales, mediante su acción tónica. Además de su acción para disminuir las resistencias periféricas, participa en la regulación de la hemodinámica renal y en la excre- ción de sodio, por lo que constituye el principal factor hipotensor. Los otros factores vasodilatadores derivados del endotelio, el factor hiperpolarizante (EDHF) y la pros- taciclina, parecen desempeñar un papel muy poco relevan- te en la regulación de las resistencias periféricas y de la PA. Algunas prostaglandinas, como la PGE2, podrían tam- bién tener un papel menor en la regulación de la PA mediante su acción vasodilatadora y natriurética. Las qui- ninas, que actúan a nivel local, tienen efectos vasodilata- dores e inflamatorios. Sus acciones, en general, no son directas sino mediadas por otros agentes como el NO, la prostaciclina y algunas prostaglandinas. Su papel regula- dor de la resistencia periférica total es poco importante, y quizá puedan tener alguna importancia en la regulación del tono vasomotor local en condiciones determinadas. Es necesario mencionar los péptidos natriuréticos; su princi- pal efecto es el aumento de la excreción de sodio y agua, con la consiguiente disminución del volumen circulatorio. El principal de estos péptidos es el péptido natriurético auricular, ANP, mencionado anteriormente, y también son importantes el BNP y CNP, con acciones natriurética y vasodilatadora más débiles que el primero. Otros péptidos con orígenes diversos, como los péptidos opiáceos, la neu- rotensina y los péptidos intestinales vasoactivos, con dife- rentes efectos sobre el tono vasomotor en varios territorios vasculares, no tienen establecida todavía su participación real en la regulación de la PA. VARIACIONES FISIOLÓGICAS DE LA PRESIÓN ARTERIAL Variabilidad de la PA La presión arterial no es constante ya que presenta variaciones debidas al efecto del ciclo respiratorio, a la oscilación de los sistemas nerviosos de control y a los rit- mos de actividad-descanso, por lo tanto tiene variaciones continuas momentáneas y un ritmo circadiano (Fig. 42.6). El ciclo respiratorio da lugar a las denominadas ondas res- piratorias de la PA. Estas ondas se deben a las comunica- ciones existentes entre el centro respiratorio y el centro de control cardiovascular del bulbo, así como a las variacio- nes de presión intratorácica asociadas a los movimientos respiratorios, que tienen efectos sobre el retorno venoso y los receptores auriculares. Así, durante la respiración nor- mal la PA aumenta y disminuye entre 4 y 6 mm Hg, y durante la respiración forzada puede oscilar 20 mm Hg. Cuando se realiza un registro continuo de la PA se observa que además de las pequeñas ondas respiratorias se observan oscilaciones mayores entre 10 y 40 mm Hg, que tienen lugar más lentamente que las anteriores (cada 7 a 10 segundos en el ser humano). Son las ondas vasomotoras debidas a la oscilación de los mecanismos nerviosos de control, principalmente de los reflejos barorreceptor y qui- miorreceptor. Si se eleva la presión se excitan los barorre- ceptores, se inhibe el SNS y unos segundos después se reduce la PA. A su vez, la caída de la PA modifica la esti- mulación de los barorreceptores, de manera que se vuelve a activar el SNS que eleva la PA de nuevo. Esta elevación inicia una nueva onda vasomotora. El sistema de los qui- miorreceptores también puede oscilar y dar lugar a ondas paralelas a las de los barorreceptores. Estas ondas son 560 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A C A R D I O VA S C U L A R Estrés Ejercicio Sueño 140 90 Figura 42.6. Variaciones circadianas de la presión arterial. Efecto del estrés, el ejercicio y el sueño.
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