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FISIOLOGÍA HUMANA-606

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ficiales que están dilatadas, enfriándose. De este modo, la
sangre arterial llega caliente a la piel, lo que permite esta-
blecer un importante flujo de calor desde el interior hacia
el medio ambiente; b) si el FSCt es escaso y la piel está
fría, la temperatura de la sangre venosa es similar a la de
la piel y el drenaje se realiza a través del sistema profun-
do. En este caso la sangre venosa se recalienta según pasa
alrededor del sistema arterial, cuya sangre se enfría pro-
gresivamente. De esta forma, el enfriamiento es un proce-
so de intercambio interno con mínima pérdida de calor
hacia el exterior.
El color y la temperatura de la piel también dependen
de la sangre que se encuentra en las asas capilares y en el
plexo venoso subpapilar. Una piel fría y de color gris azu-
lado implica vasoconstricción capilar y vasodilatación del
plexo venoso profundo, mientras que cuando ambos están
dilatados la piel está roja y caliente. Cuando los vasos
cutáneos están muy contraídos por aumento del tono sim-
pático, la piel adopta un color blanquecino. Sin embargo,
el color de la piel ofrece poca información sobre el flujo
cutáneo, ya que un flujo rápido puede acompañarse de una
piel pálida si las anastomosis arteriovenosas están abiertas,
mientras que un flujo lento puede acompañarse de una piel
enrojecida cuando la piel está expuesta al frío.
La circulación cutánea también irriga las glándulas
sudoríparas, siendo responsable de la ultrafiltración del
sudor, de la reabsorción de electrólitos por las células 
del túbulo excretor y de la liberación de bradiquinina, que
facilita la vasodilatación arteriolar y el aumento de la per-
meabilidad capilar. 
Regulación del flujo cutáneo
Las necesidades de O2 y nutrientes de la piel son rela-
tivamente bajas, por lo que, a diferencia de otras circula-
ciones, el FSCt está regulado fundamentalmente por los
mecanismos nerviosos encargados de la termorregulación
corporal.
Control nervioso. Tanto las arteriolas como las anas-
tomosis arteriovenosas reciben una densa inervación sim-
pática, pero apenas reciben fibras vasodilatadoras para-
simpáticas. En el músculo liso de las arteriolas cutáneas
existen receptores adrenérgicos � y 	, mientras que en las
anastomosis arteriovenosas tan sólo existen receptores �
vasoconstrictores. Las anastomosis arteriovenosas no
están bajo control metabólico y no presentan autorregula-
ción ni hiperemia reactiva, por lo que la regulación del flu-
jo a su través está controlada por el tono nervioso
simpático. Sin embargo, las arteriolas de resistencia sí
muestran autorregulación del flujo sanguíneo e hiperemia
reactiva. 
En individuos que viven en zonas frías, y cuando exis-
te un descenso de la temperatura corporal, aumenta el tono
simpático y se produce una marcada vasoconstricción
cutánea y, en particular, de las anastomosis arteriovenosas,
disminuyendo el FSCt y la pérdida de calor corporal. Sin
embargo, cuando la temperatura corporal disminuye por
debajo de los 11 °C se puede producir, de forma paradóji-
ca, una vasodilatación de los capilares superficiales, que es
responsable del cutis rosáceo que se observa en algunas
personas los días muy fríos. Esta vasodilatación, que tiene
por finalidad prevenir el daño tisular y la necrosis cutánea
(congelación), desaparece tras anestesia o desnervación, lo
que se ha atribuido a que el músculo liso de las anastomo-
sis arteriovenosas pierde su capacidad contráctil, a un blo-
queo de los impulsos nerviosos que llegan a ellas, o a un
reflejo axónico. 
Por el contrario, al aumentar la temperatura corporal
(fiebre) o en ambientes cálidos se produce un enrojeci-
miento cutáneo que refleja la marcada vasodilatación y el
aumento del FSCt que facilita la pérdida del calor corpo-
ral a través de la piel. Esta vasodilatación se debe a que el
aumento de la temperatura corporal estimula por vía refle-
ja las fibras nerviosas colinérgicas simpáticas que inervan
las glándulas sudoríparas. Estas fibras liberan acetilcolina
que aumenta la sudoración y facilita la liberación local de
bradiquinina, un potente vasodilatador de las arteriolas
cutáneas. Esto explica el gran aumento del FSCt que
acompaña a la sudoración y por qué, en ausencia de glán-
dulas sudoríparas, no existe vasodilatación refleja.
C I R C U L A C I O N E S R E G I O N A L E S 577
Papila
dérmica
Asa capilar
(extremo 
venoso)
Plexo venoso Anastomosis
arteriovenosa
Vena
Arteriola
Epidermis
Dermis
Figura 44.2. Representación esquemática de la circulación cutánea.

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