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que explica que la sangre en el ventrículo izquierdo tenga una saturación de O2 del 67%, mientras que la del ventrícu- lo derecho es del 52%. Esto es una ventaja, ya que la san- gre procedente del ventrículo izquierdo que es bombeada a la aorta ascendente perfunde la cabeza, la parte superior del tórax y las extremidades superiores del feto, mientras que la sangre con una menor saturación de O2, bombeada por el ventrículo derecho y la arteria pulmonar, pasa a tra- vés del conducto arterioso a la aorta descendente. Esta sangre, que presenta una saturación de O2 del 58% es la que irriga el resto del organismo y, a través de las arterias umbilicales, alcanza la placenta. Cambios en el momento del nacimiento Al nacer, la contracción de la gruesa capa muscular lisa de los vasos umbilicales produce el cierre de su luz vascular (disminuyendo el riesgo de una posible hemorra- gia fetal a su través), suprime la circulación placentaria y produce un aumento brusco de las resistencias vasculares periféricas, aumentando la presión aórtica por encima de la de la arteria pulmonar. Como consecuencia, el trabajo del corazón izquierdo supera al del derecho. Al mismo tiempo, la supresión de la circulación pla- centaria produce la asfixia (aumenta la PaCO2) del recién nacido, lo que unido al enfriamiento corporal estimula su centro respiratorio, produciéndose movimientos de respi- ración jadeante que expanden los pulmones. Esta expan- sión pulmonar está facilitada por la gran negatividad de la presión intrapleural (entre -30 y -50 mm Hg). La succión producida por las primeras respiraciones unida a la vaso- constricción de las venas umbilicales extrae hasta 100 mL de sangre de la placenta (“transfusión placentaria”), a la vez que facilita el retorno venoso. La expansión pulmonar disminuye las resistencias vasculares pulmonares por debajo del 20% de su valor intrauterino, lo que aumenta marcadamente la circulación pulmonar y permite que el ventrículo derecho perfunda los pulmones. Ello aumenta el retorno de sangre a través de las venas pulmonares hacia la aurícula izquierda y hace que la presión de la aurícula izquierda supere la de la dere- cha, lo que facilita el cierre de la válvula del agujero oval sobre el tabique interauricular. A su vez, el incremento en la PO2 en la sangre de la aorta induce la contracción del músculo liso y el cierre del conducto arterioso, lo que per- mite el paso de toda la sangre del ventrículo derecho hacia el izquierdo a través de los pulmones. El aumento de las presiones del corazón izquierdo con respecto al corazón derecho en las primeras semanas de vida, disminuye el grosor del ventrículo derecho y de la capa muscular de las arterias pulmonares, mientras que aumenta el grosor del ventrículo izquierdo. El cierre funcional del agujero oval y del conducto arterioso tiene lugar después de los primeros días de vida, momento en que se lleva a cabo la separación de los siste- mas vasculares sistémico y pulmonar propio del adulto, aunque el cierre anatómico tiene lugar al cabo de semanas o meses. El mantenimiento del conducto arterioso parece estar regulado por la prostaglandina I2 o prostaciclina, ya que la administración de fármacos que inhiben su síntesis facilita el cierre del conducto en los lactantes. El cierre del conducto arterioso o del agujero oval antes del nacimiento puede producir cuadros de hipertensión pulmonar, mien- C I R C U L A C I O N E S R E G I O N A L E S 583 CA Placenta Cuerpo Corazón izquierdo Pulmones Corazón derecho Cuerpo Corazón izquierdo Pulmones Corazón derecho Cuerpo Corazón izquierdo Pulmones Corazón derecho Circulación fetal Transicional Del adulto CA AOAO Figura 44.4. Representación esquemática de las circulaciones fetal, neonatal (transicional) y del adulto. AO: agujero oval. CA: con- ducto arterioso.
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