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FISIOLOGÍA HUMANA-713

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Asimismo, contribuye a la deglución y la fonación. La
boca está constituida por un armazón rígido (a diferencia
del resto del aparato digestivo), formado por los huesos
maxilares y los dientes. 
La boca está limitada por delante por dos repliegues
musculares, los labios, y lateralmente por dos paredes
blandas, constituidas por la piel, el músculo buccinador y
mucosa, que son las mejillas. El límite superior es el pala-
dar, que la separa de las fosas nasales y está formado por
los huesos maxilar superior y palatino, recubiertos por la
mucosa palatina y con una estructura móvil músculo-
membranosa que es el velo del paladar. El límite inferior
está constituido por el diafragma oris, que es una lámina
muscular cóncava hacia arriba formada por los músculos
milohioideos, sobre los que descansa la lengua, estructura
muscular que participa en la morfología del esqueleto
facial y en la disposición de los dientes, así como en la
fonación y la deglución. El límite posterior lo constituye el
istmo de las fauces, que comunica con el resto del aparato
digestivo y está constituido por los pilares anteriores del
velo del paladar, el velo del paladar, la úvula y la base de
la lengua (Fig. 55-1).
La inervación de la cavidad bucal procede fundamen-
talmente del nervio trigémino, pero también de los nervios
facial, glosofaríngeo y neumogástrico. La vascularización
de la cavidad bucal procede de la arteria carótida externa,
que da las ramas colaterales facial, lingual, dentaria infe-
rior y maxilar interna, en tanto que la sangre venosa se
recoge por la vena yugular interna.
Glándulas salivales
Las glándulas salivales vierten su secreción, la saliva,
a la cavidad bucal, y pueden dividirse en dos grandes gru-
pos: glándulas salivales mayores y menores. Las glándulas
salivales mayores se hallan en pares, tienen un conducto
de excreción definido y son las glándulas parótidas, sub-
maxilares y sublinguales. Las glándulas salivales menores
se abren directamente a la cavidad bucal y se distribuyen
por casi toda la mucosa oral. Producen menos del 10% del
total de la saliva, pero juegan un papel importante en la
lubricación de la mucosa oral, ya que secretan mucinas
altamente glucosiladas que son muy activas en la lubrica-
ción y en la agregación bacteriana, secretan inmunoglobu-
linas e incluso en ausencia de estímulos producen saliva.
La glándula parótida es la glándula más grande, y se
sitúa por detrás de la rama ascendente de la mandíbula, por
debajo de la articulación temporomandibular y por delan-
te del conducto auditivo externo. Su porción más anterior
se relaciona con el músculo masetero, acompañando al
conducto de Stenon o conducto excretor principal, que
desemboca en la cavidad bucal a través de una papila
situada a nivel vestibular del segundo molar superior. Su
secreción es principalmente serosa y rica en amilasa, y
constituye la mitad del volumen de saliva tras la estimula-
ción, aunque sólo un 20% si es en condiciones basales.
La glándula submaxilar es la segunda en tamaño. Se
encuentra en la región suprahioidea lateral, por dentro de
la parte inferior del cuerpo de la mandíbula y por debajo
del diafragma oris. El conducto de excreción es el conduc-
to de Wharton, que desemboca en la cavidad bucal en el
suelo de la boca, al nivel de la carúncula salival a ambos
lados del frenillo lingual. Está formada por acinos sero-
mucosos, pero su secreción es más viscosa que la parotí-
dea y rica en mucina. Contribuye a la mayor parte de la
secreción salival en condiciones basales (65%).
La tercera en importancia es la glándula sublingual,
que se halla en la fosita sublingual, al nivel de la cara inter-
na del cuerpo mandibular. En realidad está constituida por
una agrupación de pequeñas glándulas, con múltiples con-
ductos excretores (conductos de Walther). Pero además
tienen un conducto único (conducto de Bartolino o de
Rivinus) que nace del interior de la glándula y sigue el
conducto de Wharton para abrirse por delante y por fuera
de él en la carúncula salival sublingual. Su secreción es
seromucosa, similar a la de la submaxilar, más viscosa que
la parotídea y rica en mucina. Contribuye a un 1-2% del
volumen salival total en condiciones basales.
Histológicamente, las glándulas salivales están consti-
tuidas por células acinares, células ductales y células
mioepiteliales. Las células acinares dan origen a la saliva
y pueden producir diferente secreción (serosa, mucosa y
seromucosa o mixta), según las diferentes glándulas. Las
células ductales intervienen en el intercambio de electroli-
tos. Las células mioepiteliales se hallan rodeando a los aci-
nos y se contraen tras la estimulación nerviosa.
Composición de la saliva
La saliva es un líquido incoloro, insípido y filante, con
una densidad de 1002 a 1012. Es hipotónico respecto al
plasma, a diferencia del resto de los jugos digestivos, que
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Figura 55.1. Estructura general de la cavidad bucal. Estructuras
que conforman la cavidad bucal y que hacen posible la masti-
cación y la deglución.

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