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Asimismo, contribuye a la deglución y la fonación. La boca está constituida por un armazón rígido (a diferencia del resto del aparato digestivo), formado por los huesos maxilares y los dientes. La boca está limitada por delante por dos repliegues musculares, los labios, y lateralmente por dos paredes blandas, constituidas por la piel, el músculo buccinador y mucosa, que son las mejillas. El límite superior es el pala- dar, que la separa de las fosas nasales y está formado por los huesos maxilar superior y palatino, recubiertos por la mucosa palatina y con una estructura móvil músculo- membranosa que es el velo del paladar. El límite inferior está constituido por el diafragma oris, que es una lámina muscular cóncava hacia arriba formada por los músculos milohioideos, sobre los que descansa la lengua, estructura muscular que participa en la morfología del esqueleto facial y en la disposición de los dientes, así como en la fonación y la deglución. El límite posterior lo constituye el istmo de las fauces, que comunica con el resto del aparato digestivo y está constituido por los pilares anteriores del velo del paladar, el velo del paladar, la úvula y la base de la lengua (Fig. 55-1). La inervación de la cavidad bucal procede fundamen- talmente del nervio trigémino, pero también de los nervios facial, glosofaríngeo y neumogástrico. La vascularización de la cavidad bucal procede de la arteria carótida externa, que da las ramas colaterales facial, lingual, dentaria infe- rior y maxilar interna, en tanto que la sangre venosa se recoge por la vena yugular interna. Glándulas salivales Las glándulas salivales vierten su secreción, la saliva, a la cavidad bucal, y pueden dividirse en dos grandes gru- pos: glándulas salivales mayores y menores. Las glándulas salivales mayores se hallan en pares, tienen un conducto de excreción definido y son las glándulas parótidas, sub- maxilares y sublinguales. Las glándulas salivales menores se abren directamente a la cavidad bucal y se distribuyen por casi toda la mucosa oral. Producen menos del 10% del total de la saliva, pero juegan un papel importante en la lubricación de la mucosa oral, ya que secretan mucinas altamente glucosiladas que son muy activas en la lubrica- ción y en la agregación bacteriana, secretan inmunoglobu- linas e incluso en ausencia de estímulos producen saliva. La glándula parótida es la glándula más grande, y se sitúa por detrás de la rama ascendente de la mandíbula, por debajo de la articulación temporomandibular y por delan- te del conducto auditivo externo. Su porción más anterior se relaciona con el músculo masetero, acompañando al conducto de Stenon o conducto excretor principal, que desemboca en la cavidad bucal a través de una papila situada a nivel vestibular del segundo molar superior. Su secreción es principalmente serosa y rica en amilasa, y constituye la mitad del volumen de saliva tras la estimula- ción, aunque sólo un 20% si es en condiciones basales. La glándula submaxilar es la segunda en tamaño. Se encuentra en la región suprahioidea lateral, por dentro de la parte inferior del cuerpo de la mandíbula y por debajo del diafragma oris. El conducto de excreción es el conduc- to de Wharton, que desemboca en la cavidad bucal en el suelo de la boca, al nivel de la carúncula salival a ambos lados del frenillo lingual. Está formada por acinos sero- mucosos, pero su secreción es más viscosa que la parotí- dea y rica en mucina. Contribuye a la mayor parte de la secreción salival en condiciones basales (65%). La tercera en importancia es la glándula sublingual, que se halla en la fosita sublingual, al nivel de la cara inter- na del cuerpo mandibular. En realidad está constituida por una agrupación de pequeñas glándulas, con múltiples con- ductos excretores (conductos de Walther). Pero además tienen un conducto único (conducto de Bartolino o de Rivinus) que nace del interior de la glándula y sigue el conducto de Wharton para abrirse por delante y por fuera de él en la carúncula salival sublingual. Su secreción es seromucosa, similar a la de la submaxilar, más viscosa que la parotídea y rica en mucina. Contribuye a un 1-2% del volumen salival total en condiciones basales. Histológicamente, las glándulas salivales están consti- tuidas por células acinares, células ductales y células mioepiteliales. Las células acinares dan origen a la saliva y pueden producir diferente secreción (serosa, mucosa y seromucosa o mixta), según las diferentes glándulas. Las células ductales intervienen en el intercambio de electroli- tos. Las células mioepiteliales se hallan rodeando a los aci- nos y se contraen tras la estimulación nerviosa. Composición de la saliva La saliva es un líquido incoloro, insípido y filante, con una densidad de 1002 a 1012. Es hipotónico respecto al plasma, a diferencia del resto de los jugos digestivos, que 684 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A D I G E S T I V O Figura 55.1. Estructura general de la cavidad bucal. Estructuras que conforman la cavidad bucal y que hacen posible la masti- cación y la deglución.
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