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Vitamina E (�-tocoferol) Su proceso de absorción intestinal es igual que el de las vitaminas A y D: solubilización micelar y difusión pasiva, para ser luego transportada en sangre asociada a las lipoproteínas y los hematíes. Se precisan al día unos 10 mg de vitamina E, que se obtienen de la leche, la mantequilla, la carne, la yema del huevo y las plantas verdes. Es importante para el ser huma- no porque es un potente antioxidante en todo el organismo, evitando los daños de las membranas celulares. Los hema- tíes de los individuos que tienen deficiencia de vitamina E son más frágiles que los de los individuos normales. El exceso de vitamina E no parece tener efectos perjudiciales, siendo relativamente atóxica. Vitamina K La absorción de la vitamina K es diferente según cual sea el origen de la misma: si su origen es la dieta, funda- mentalmente de los vegetales verdes (filoquinonas), la absorción tiene lugar en el intestino proximal y es de tipo activo. Si, por el contrario, el origen son las bacterias del intestino delgado (menaquinonas), la absorción depende de la solubilización micelar y es un proceso pasivo. La vitamina K es luego transportada al hígado por los quilo- micrones, y allí participa en la síntesis de diversos factores que intervienen en la coagulación. La deficiencia de vitamina K se asocia a trastornos de la coagulación, mientras que las dosis excesivas de la misma, a pesar de ser bastante atóxica, puede producir ictericia. FISIOPATOLOGÍA DE LA ABSORCIÓN INTESTINAL Deficiencias de absorción de hidratos de carbono Las alteraciones en la absorción de carbohidratos debidas a disfunciones en la amilasa salival o pancreática son raras, pero sí son más frecuentes las alteraciones debi- das a deficiencias de disacaridasas del ribete en cepillo del enterocito. La alteración más frecuente es la intolerancia a la lac- tosa por ausencia de lactasa. Es una enfermedad congéni- ta mucho más frecuente entre asiáticos, sudamericanos y africanos. En esta entidad la lactosa se acumula en la luz intestinal, lo cual favorece la producción de ácido láctico por las bacterias intestinales. Esto hace que aumente la osmolaridad del quimo y secundariamente se acumule líquido, lo cual produce distensión intestinal, aumento del peristaltismo, dolor y diarrea. El déficit de sacarasa cursa con síntomas semejantes, pudiendo ser congénito o secundario a enfermedades como el esprue tropical o la enfermedad de Crohn. Deficiencias de la absorción de proteínas Existen trastornos genéticos raros que se deben a alte- raciones en los transportadores de aminoácidos, como la cistinuria, en la que están afectados los transportadores de aminoácidos básicos tanto en el intestino como en el riñón. Otra entidad genética rara es la enfermedad de Hartnup, en la que está afectado el transportador de membrana para aminoácidos neutros. Es mucho más frecuente la llamada celiaquía o ente- ropatía sensible al gluten. Esta enfermedad cursa con alte- ración de la absorción de todos los nutrientes como consecuencia de la destrucción y pérdida de las vellosida- des intestinales. La gliadina, una proteína presente en el gluten de los granos de cereales como el trigo, el centeno, la cebada y la avena (pero no en el maíz), interacciona con la mucosa intestinal y produce las lesiones. La enfermedad segura- mente tiene un origen inmunitario, aunque todavía no está completamente claro. Hasta la fecha, el tratamiento para los enfermos celiacos es la eliminación absoluta del gluten en la dieta. BIBLIOGRAFÍA Córdoba A, Ferrer R, Muñoz E, Valverde C. Compendio de fisiología. Madrid, McGraw-Hill/Interamericana, 1994. Corominas A, de Gandarias JM. Elementos de nutrición. Barcelona, Euribar, 1979. Dvorkin MA, Caardinali DP. Bases fisiológicas de la prác- tica médica. 13ª ed. Buenos Aires, Panamericana, 2003. Guyton AC, Hall JE. Tratado de fisiología. Madrid, McGraw-Hill/Interamericana, 2001. Ira Fox S. Fisiología humana. Madrid, McGraw-Hill/Inter- americana, 2003. Kapit W, Macey RI, Meisami E. The physiology coloring book. 2ª ed. New York, Harper Collins, 2000. Pocock G, Richards CD. Fisiología humana. La base de la medicina. Barcelona, Masson, 2002. R.F.Schmidt RF, Thews G. Fisiología humana. McGraw- Hill-Interamericana, Madrid, 1993. Rhoades RA, Tañer GA. Fisiología médica. Barcelona, Masson, 1997. Scacchi P. Fisiología digestiva. Venezuela, Servicios Gráfi- cos JAM, 2003. Tresguerres JAF. Fisiología humana. Madrid, McGraw- Hill/Interamericana, 1992. Tresguerres JAF. Forma y función del organismo humano. Madrid, McGraw-Hill/Interamericana, 1996. West JB. Bases fisiológicas de la práctica médica. 12ª ed. Madrid, Panamericana, 1993. 744 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A D I G E S T I V O
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