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ción caudal, de disposición vertical, que se fusiona con la del lado opuesto para desembocar en el seno urogenital. Al producirse el descenso del ovario y sin ningún tipo de estímulo conocido procedente del mismo, las porciones cefálicas de los conductos de Müller dan lugar a las trom- pas de Falopio, y los orificios craneales abiertos a la cavi- dad celómica persisten como las fimbrias de la misma, las porciones mediales forman el útero y las caudales se fun- den para formar el tercio superior de la vagina. El seno urogenital será el origen de los dos tercios inferiores de la misma. El conjunto constituye los genitales internos feme- ninos y, aunque su diferenciación no parece estar mediada por el ovario del feto, sí se sabe que es inducida por los estrógenos de origen materno y placentario. Al mismo tiempo que se produce la diferenciación de los genitales internos y, asimismo, sin ningún tipo de es- tímulo conocido procedente del ovario fetal, los precurso- res de los genitales externos se diferencian en sentido femenino. Bajo el estímulo de los estrógenos maternos y placentarios y en ausencia de testosterona, se produce un crecimiento limitado del tubérculo genital, lo que da lugar a la formación del clítoris, y el desarrollo de los pliegues y protuberancias genitales, lo que dará lugar a los labios menores y mayores, respectivamente. Diferenciación del SNC Hasta el 4°. mes de desarrollo intrauterino, el SNC del feto permanece sexualmente indiferenciado. A partir de este momento y hasta el 7°. mes de desarrollo, la exposi- ción de este sistema a bajos niveles de estrógenos proce- dentes del ovario fetal produce la diferenciación sexual del mismo en sentido femenino. La acción de bajos niveles de estrógenos sobre las neu- ronas de los núcleos ventromedial y arcuato en el hipotála- mo ventromedial y los núcleos preóptico y supraquiasmático en el área preóptica, los diferenciará en sentido femenino, y ello determinará, tras la llegada de la pubertad, la aparición de un patrón tónico y cíclico de liberación de GnRH y gona- dotropinas que será responsable de la liberación cíclica de gametos fertilizables por el ovario y, por tanto, la diferencia- ción de estos núcleos dotará a la mujer de una capacidad reproductora discontinua durante el período fértil, en clara diferencia con lo que ocurre en los varones. DIFERENCIACIÓN PSICOSEXUAL La diferenciación psicosexual humana se expresa en varias categorías, independientes entre sí y, en algunos casos, sin parangón en el reino animal. Entre estas catego- rías se incluyen: – Identidad de género: Hace referencia a la identifi- cación propia como hombre o mujer. Hay datos experimentales que indican que no está determina- da por la acción de las hormonas gonadales duran- te el desarrollo intrauterino, sino que es un proceso que se desarrolla durante los primeros años de vida y es dependiente del aprendizaje. Con la llegada de la pubertad, el incremento de la actividad gonadal refuerza la identidad de género. – Orientación genérica: Hace referencia a la elección de compañero sexual y, aunque algunos autores con- sideran que está determinada por la acción de las hormonas gonadales durante el período fetal, hoy día no están claros los mecanismos que la determinan. – Comportamiento genérico: Hace referencia al des- pliegue de conductas consideradas socialmente como idóneas para uno u otro sexo (aspecto perso- nal, tipo de actividades y aficiones, actitudes, etc.). Basándose en algunos datos experimentales, nume- rosos autores señalan que este comportamiento vie- ne determinado por la acción de las hormonas gonadales durante el período fetal. – Habilidades dimórficas: Hace referencia a la diferen- ciación sexual encontrada en cuanto a la adquisición de ciertas habilidades como verbalización, orienta- ción espacial, manejo numérico, etc. El cerebro de hombres y mujeres difiere en sus patrones de asime- tría. Los datos neurológicos indican que en varones hay una clara asociación entre funciones cognosciti- vas y áreas cerebrales (funciones verbales/hemisferio izquierdo; funciones no verbales/hemisferio dere- cho), mientras que en las mujeres esta asociación es muy débil, indicando que el cerebro femenino es funcionalmente menos asimétrico que el de los varo- nes. Se desconoce el papel de las hormonas gona- dales durante el desarrollo intrauterino en el establecimiento de estas diferencias. DESARROLLO DE LAS FUNCIONES REPRODUCTORAS El desarrollo de las funciones reproductoras en ambos sexos es un proceso que se extiende desde la ontogénesis del sistema hipotálamo-hipófisis-gónada y su diferencia- ción sexual en el feto hasta la adquisición de la capacidad reproductora tras la llegada de la pubertad. Es altamente complejo y en él intervienen como factores clave el hipo- tálamo (GnRH), la hipófisis (LH y FSH) y las gónadas (esteroides y péptidos). Culmina, tras la llegada de la pubertad, con la obtención de gametos fertilizables duran- te todo el período fértil. El desarrollo de las funciones reproductoras se produ- ce mediante cambios sucesivos y secuenciales que, por motivos didácticos, suelen agruparse en períodos que abar- can desde el nacimiento hasta la adolescencia. Un resumen de estos cambios está reflejado en la Tabla 78.3. Período fetal y neonatal Durante el período embrionario se diferencian las neuronas hipotalámicas productoras de GnRH, las células 1002 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A E N D O C R I N O
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