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– a máxima intensidad, el incremento del Q se pro- duce prácticamente a expensas únicamente del aumento de la FC. Sin embargo, esta taquicardia tiene un efecto negativo sobre el llenado ventricu- lar, como se comprueba por el descenso significa- tivo del volumen diastólico final (VDF) que se compensa con la reducción en el VSF, por incre- mento en la contractilidad (efecto neurohumoral de estimulación simpaticoadrenérgica). Las modifica- ciones en VDF y VSF a lo largo del ejercicio con- ducen a un aumento progresivo de la fracción de eyección, considerándose normal un aumento mínimo del 5% Redistribución del gasto cardíaco: presión arterial, circulación local y retorno venoso El flujo de sangre a través de los músculos en activi- dad puede aumentar hasta 20 veces el valor de reposo, pasando de ser del 15-20% del Q total en reposo al 80- 85% en el ejercicio intenso. En reposo, sólo el 10% de los capilares musculares están permeables, abriéndose prácti- camente todos durante el ejercicio intenso, para aumentar el flujo y la superficie de intercambio entre la sangre y las fibras musculares. El flujo aumenta en la relajación y dis- minuye en la contracción, ejerciendo una acción de bom- beo en los músculos en actividad y contribuyendo al aumento del retorno venoso al corazón (precarga) y, como consecuencia, al aumento del VS. Los factores que regulan el flujo periférico durante el ejercicio son: locales, nerviosos y humorales. Factores locales. Durante el ejercicio, los factores locales actúan directamente sobre las arteriolas producien- do una disminución de la resistencia intrínseca, lo que oca- siona un aumento inmediato de flujo sanguíneo a los músculos en actividad, hasta quince veces el valor de repo- so. Se produce un mayor aporte de O2 y de sustancias metabólicas al músculo en movimiento. La relajación de la musculatura lisa vascular puede verse mediada por cambios en la concentración de mo- léculas o productos derivados del metabolismo. Entre los factores estudiados están: el descenso de la presión parcial de oxígeno (hipoxia), el descenso de glucosa, el aumento de potasio, el aumento de lactato, la hiperosmolaridad, y variaciones en la relación ATP/ADP, prostaglandinas y angiotensina. La hipoxia es el factor local más importante que actúa a través de la liberación de factores vasodilata- dores. Además, moléculas liberadas por el propio endote- lio vascular intervienen en el control del flujo sanguíneo: óxido nítrico, prostaciclina y endotelina. Factores nerviosos y humorales. La vasodilatación arteriovenosa local al inicio del ejercicio ocasionaría una caída drástica de la presión arterial si no existieran otros mecanismos compensatorios. Se producen diversas modifi- caciones a otros niveles moduladas por el sistema simpati- coadrenal con el fin de mantener una presión de perfusión suficiente sobre la musculatura activa y los órganos vitales. La estimulación de fibras adrenérgicas distribuidas en las fibras musculares lisas de los vasos de todo el organismo puede disminuir el flujo a un 75% del basal. La estimula- ción de las fibras colinérgicas vasodilatadoras aumenta el flujo en los músculos en actividad hasta un 300%. Es importante su contribución al inicio del ejercicio, pero al progresar el esfuerzo predominan los factores locales. El aumento de la concentración de noradrenalina (NA) en sangre durante el ejercicio traduce la hiperactividad sim- pática sobre el músculo esquelético, aumentando a partir de cargas de intensidad moderada (70% del VO2). La hiperactividad simpática y humoral a través de los � y -receptores conduce a vasoconstricción de las zonas no activas: área esplácnica, área renal y musculatura no activa. Se produce una redistribución del flujo aumentado por el ejercicio, desde estas zonas no activas hacia la musculatura que participa en el ejercicio. En los músculos activos la vasoconstricción mediada por el sistema neuro- humoral es superada por el efecto vasodilatador de los fac- tores locales. A nivel de la circulación cutánea se produce una vaso- dilatación con el fin de eliminar el calor producido durante el trabajo muscular. Cuando el gasto cardíaco es submáxi- mo, en trabajos moderados y ligeros en los que la tempe- ratura corporal aumenta, los centros termorreguladores efectúan una vasodilatación simpática del sistema venoso cutáneo al tiempo que aumentan los impulsos vasocons- trictores a nivel visceral desde los riñones, el intestino y el hígado hacia la piel, con mayor eliminación de calor, sin modificar el flujo sanguíneo hacia los músculos en activi- dad. En trabajos con gasto cardíaco cercano al máximo hay una reducción del flujo cutáneo. RESPUESTA O AJUSTE RESPIRATORIO Ventilación: mecánica respiratoria La mayor demanda de energía durante el ejercicio determina un incremento de la ventilación (VE). La res- puesta respiratoria en un amplio rango de intensidad es proporcional: a mayores necesidades de aporte de oxígeno y eliminación de carbónico, mayor incremento de la ven- tilación. Sin embargo, a partir de cierta intensidad se pro- duce una pérdida de la relación lineal. El mecanismo fisiológico que explica esta pérdida de la linealidad es complejo al ser multifactorial. No obstante, de forma muy simple, es corriente atribuirlo a un “intento” del pulmón de compensar la situación de acidosis metabólica con una alcalosis respiratoria, si bien los mecanismos de regula- ción de la respiración son muy complejos. Cualquiera de los dos parámetros ventilatorios, VE o VA, aumentan durante el ejercicio de forma proporcional a la intensidad del mismo. Sin embargo, a cierta intensidad se produce una estabilización del volumen corriente (VT) y un incremento desproporcionado de la frecuencia respi- ratoria (FR) (Fig. 84.3). En razón a ello, durante un esfuer- zo de intensidad creciente, la relación VD/VT desciende 1082 I N T E G R A C I Ó N Y A D A P TA C I Ó N D E L O R G A N I S M O
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