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aproximadamente en un 10%, ya que se incrementa más el VT que el VD. Cuando se alcanza la mitad de la FVC, se reduce más la relación, a pesar de un incremento del VD fisiológico. Este hecho parece sorprendente, ya que duran- te el ejercicio físico se incrementa la ventilación y la per- fusión de los vértices, por lo que debería descender el VD fisiológico. Esto se debe a que la VA no solo depende de la diferencia entre el VT y el VD, sino también de la frecuen- cia respiratoria (FR). La FR también aumenta de forma lineal desde el ini- cio del ejercicio. Sin embargo, la pendiente de la recta es menor que la correspondiente a la del VT. Cuando se alcanza aproximadamente la mitad de la FVC, los incre- mentos ulteriores de la ventilación tienen lugar a expensas de la FR, pues el VT se mantiene. Mecánica respiratoria. El incremento de la ventilación durante el ejercicio exige una mayor actividad del sistema tórax-pulmón, y por tanto un mayor trabajo respiratorio. Este incremento del trabajo respiratorio requiere un mayor flujo sanguíneo a los músculos de la respiración, pudiendo constituir un factor limitante de la realización del ejerci- cio. Se originaría una “competición” por el flujo sanguí- neo entre la musculatura respiratoria y la del movimiento. El flujo sanguíneo a los músculos respiratorios es un 15% del gasto cardíaco. Sin embargo, dado que los múscu- los respiratorios también se emplean en el movimiento, se desconoce exactamente el VO2 ocasionado únicamente por la acción sobre la respiración. El gasto energético, valora- do por el VO2 de la musculatura respiratoria, varía en fun- ción de la ventilación y de la condición física: 1) entre 60 y 110 L·min–1 el VO2 se mantiene relati- vamente constante, de 1.5 a 2 mL O2/L·min –1 2) VE > 110 L·min –1; el VO2 se incrementa de forma desproporcionada con incrementos ligeros de unos 30 L·min-1, alcanzando 3.0 mL O2/L·min –1. En esta circunstancias el VO2 de los músculos respiratorios puede suponer más del 10% del VO2 máximo (se estima que podría alcanzar hasta el 16%). El gasto energético de los músculos respiratorios es incluso más elevado si consideramos que el VO2 de las extremidades inferiores es el 85% del VO2 máximo. Al igual que la musculatura del movimiento, los músculos de la respiración pueden fatigarse, contribu- yendo al abandono del ejercicio. La sensación de fatiga respiratoria y su relación con la fatiga del organismo en su conjunto es un aspecto importante en la cuantificación de la mecánica respiratoria durante el ejercicio. La posibilidad de que los músculos respiratorios pue- dan competir por el flujo sanguíneo con los músculos del movimiento determina que los primeros puedan disminuir sus propiedades nerviosas y mecánicas (frecuencia de esti- mulación, fuerza desarrollada, relación fuerza/velocidad) debido a la fatiga. La consecuencia es la alteración del patrón respiratorio que se experimenta como “urgencia respiratoria”. La fatiga respiratoria ha sido estudiada en animales de experimentación y seres humanos, con resul- tados muy diferentes. En preparaciones aisladas de diafragma se ha deter- minado, al igual que en otros músculos esqueléticos, F I S I O L O G Í A D E L E J E R C I C I O 1083 20% 40% 60% 80% 100% Intensidad del ejercicio (%) Frecuencia respiratoria Ventilación Volumen corriente V en til ac io n (L /m in ) Figura 84.3. Respuesta de la ventilación y los dos parámetros que la determinan, volumen corriente y frecuencia respiratoria, en rela- ción a la intensidad del ejercicio.
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