Logo Studenta

FISIOLOGÍA MÉDICA-386

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Cefalea (p. 591)
La cefalea ocurre cuando el dolor de las estructuras más
profundas es referido a la superficie craneal. El origen del
estímulo doloroso puede ser intra- o extracraneal; en este
capítulo nos centraremos en el foco intracraneal. El encéfalo
no es sensible, por sí mismo, al dolor, pero la duramadre y
las vainas de los nervios craneales contienen receptores para
el dolor que transmiten las señales que circulan por los pares
craneales X y XII hasta entrar en los niveles medulares C-2 y
C-3. Si se dañan las estructuras somatosensitivas, el
paciente experimenta una sensación de hormigueo o acor-
chamiento. Las excepciones, como se ha expuesto anterior-
mente, son los tics dolorosos y el síndrome de dolor
talámico.
Cefalea de origen intracraneal. La compresión de los
senos venosos y el estiramiento de la duramadre o de los vasos
sanguíneos y nervios craneales que atraviesan la duramadre
produce la cefalea. Cuando se afectan las estructuras situadas
por encima de la tienda del cerebelo, el dolor se refiere a la
porción central de la cabeza, mientras que la lesión de las
estructuras infratentoriales causa cefaleas occipitales.
La inflamación meníngea ocasiona, de modo carac-
terístico, un dolor en toda la cabeza. De la misma manera, si
se extrae una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo
(incluso 20 ml) y el paciente no está tumbado, la gravedad
hace que el cerebro se «hunda», lo que da lugar a un estira-
miento de las meninges, los vasos sanguíneos y los pares
craneales, lo que origina una cefalea difusa. Se cree que la
cefalea que sigue a una borrachera está causada por la
irritación tóxica directa del alcohol sobre las meninges. El
estreñimiento también puede producir cefalea por los efectos
tóxicos directos de sustancias metabólicas circulantes o por
cambios circulatorios asociados a las pérdidas intestinales de
líquido.
Aunque no se conozca todavía bien su mecanismo, la
cefalea migrañosa parece ser el resultado de fenómenos vas-
culares. Las emociones desagradables y prolongadas o la
ansiedad determinan un espasmo de las arterias cerebrales
con la isquemia local consiguiente del cerebro. Este hecho
explicaría los síntomas visuales u olfatorios prodrómicos. A
consecuencia del espasmo y de la isquemia prolongados, la
capa muscular del vaso sanguíneo pierde su capacidad para
mantener el tono normal. La pulsación de la sangre circu-
lante estira (dilata) y relaja de forma alternativa la pared
vascular, lo cual estimula los receptores para el dolor situa-
dos en dicha pared o en las meninges que rodean los puntos
de entrada de los vasos en el cerebro o en el cráneo. El
resultado es una cefalea intensa. Se están investigando otras
371Sensibilidades somáticas: II. Dolor, cefalea
y sensibilidad térmica
©
EL
SE
V
IE
R
.F
ot
oc
op
ia
r
si
n
au
to
ri
za
ci
ón
es
un
de
lit
o.
	371.pdf

Continuar navegando