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teorías causales, y muy pronto se dispondrá de tratamientos nuevos y eficaces. Cefalea de origen extracraneal (p. 592) La tensión emocional puede hacer que los músculos de la cabeza, sobre todo aquellos que se insertan en el cuero cabe- lludo y en el cuello, se tornen espásticos e irriten los puntos de inserción. La irritación de las estructuras nasales y para- nasales de la nariz, extraordinariamente sensibles, explica- rían la cefalea sinusal. La dificultad para el enfoque ocular da lugar a una contracción excesiva del músculo ciliar y de los músculos de la cara, en su esfuerzo por agudizar el foco sobre el objeto en cuestión. Se produce así un dolor ocular y facial que suele conocerse como cefalea por esfuerzo ocular. Sensibilidad térmica Receptores térmicos y su excitación (p. 592) . Los receptores para el dolor solo se estimulan con el frío o el calor extremos y, en estos casos, se percibe una sensación de dolor y no térmica. . Los receptores específicos para el calor todavía no se cono- cen, pero se ha propuesto su existencia en los experimentos psicofísicos; por el momento, se consideran meramente ter- minaciones nerviosas libres. Las señales de calor son trans- mitidas por fibras sensitivas de tipo C. . El receptor para el frío se ha reconocido como una pequeña terminación nerviosa, cuyos extremos sobresalen en la cara basal de las células basales de la epidermis. Las señales de estos receptores son transmitidas por fibras sensitivas de tipo Ad. El número de receptores para el frío es de 3 a 10 mayor que los del calor, y su densidad varía entre 15 y 25 por cm2 en los labios, y entre 3 y 5 por cm2 en los dedos de la mano. Receptores para el frío y el calor: temperaturas en el intervalo de 7 a 50 �C (p. 592) Las temperaturas inferiores a 7 �C y las superiores a 50 �C activan los receptores para el dolor; estos dos extremos se perciben de manera análoga como un dolor intenso, y no como frío o calor. La temperatura máxima de activación de los receptores para el frío se aproxima a los 24 �C, y la del calor, a unos 45 �C. Tanto los receptores para el frío como para el calor se estimulan con temperaturas situadas en el intervalo de 31 a 43 �C. Cuando un receptor para el frío se somete a un descenso término brusco, al principio recibe una estimulación poderosa 372 UNIDAD IX El sistema nervioso: A. Principios generales y fisiología de la sensibilidad 372.pdf
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