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Jose Ingenieros Principios de Psicología PDF

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Cap. IX. - Concepto y definición de la p.icología.-
-
1. Deflnlción de la psicología como ciencia natural. - n.
Peicoftsíca y paralelismo. - IIl. Intuicionisrno y prag-
matismo. - IV. Posición de la psícologta en la filolo-
fía. - Conclusiones.
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I. - DEFINICIÓN DE LA PSICOLOCÍA COMO CU:::iClA
!'iATl:RAL
La concepción definitiva que nos formamos de la
psicología corresponde -conviene afirmarlo explí-
citamente - a una manera general de concebir 10:5
problemas filosóficos.
Entendemos que la filosofía del porvenir se orien-
tará hacia una conoepcion del mundo fundada en las
ciencias naturales (1). Las ciencias que estudian al
hombre, individual O colectivamente, es decir, las
"lo
(1) EAte volumen es Qna illl,oJucción al es/u dio J. la psicologio y no un
trotado d. [üosoit«. Al enunciar nuestra posición frente a cíertcs problemas
(iJoa6fico., que exceden lo. dominios d. In p.icolollia, sólo queremos eviden-
ciar que las couclusíones particulares corresponden a. un sistema general de
filoaofia, que no podernos exponer aquí. Sus antecedentes podr-ían remontarse
a BACO!'(, Loco y SP2NUII, en ln¡laterra; a. Hn\~It:" COMTE y T.lL"U. en
Francia; a BRt.I"NO y Att.D10Ó, en Italia, para acercarse n la actual corríente
empírico naturalista de Alemania, representada, de muy diversas maneras, por
AvzMAawI, MA.CB, Dil'JllUNC, Huc1tu. y OST\V.l.Lo.
Baata reflaxiona·r sobre su heterogeneidad, (dentro de cierln unidad d.
orientación) para comprender que no es posible coincidir coo lodo. elloe ; la
refundici6n de sus doctrinllS no producir'ia un sistema, sino un caos. Parece-
nos que e... nuepo realismo naturalista, después de esbozarse en AAolCó y
:\1.t..cJJ1 desde punto, de vista muy diverscs, comienza 3 definirse en la CO~
crieote de IUóso.los naturalistas, cuya expraaion más deünida enconrremoa
el! Osrw .....D. :"ieulita •• r compl.ta<l.o.
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422 JosÉ INGENIEnos PRINCIPIOS DE PSICOLOGíA 423
..
estudio científico de los hechos de conciencia» (1).
Ardigó dice que «un acto psíquico es un acto cons-
ciente; ningún acto que no sea consciente, puede
decirse que sea un acto psíquico» (2). Wundt enseña
que, prescindiendo de las hipótesis fisiológicas y
paralelistas, «la materia de la psicología, como cien-
cia empírica ... , hay que inferirla de los hechos ... ,
y estos hechos son los de las conciencia huma-
na» (3). Hoffding, por fin, concibe algunas veces el
«alma» como la síntesis de todas las funciones men-
tales y otras como una entidad real y substantiva,
limitando la materia de la psicología al estudio de
los espectos conscientes del alma: la «mens> como
parte del «anima» (4). Los cinco autores se han
encargado de contradecir sus propias definiciones,
estudiando funciones psíquicas inconscientes. Se ex-
plica: han trasuntado, en las propias, las antiguas
definiciones que consideraban a la psicología como
la ciencia del «alma» en 'oposición al «cuerpo»;
dualismo radical que se refleja en le separación que
aún se pretende mantener entre funciones psíqui-
cas «conscientes» y funciones biológicas «incons-
cientes». \
Nada más inexacto, Las funciones psíquicas (en
general) abarcan un área mucho más vasta ,que las
conscien tes (en particular); una gran parte de aqué-
Has suele desempeñarse fuera de los «estados de
conciencia» ) y éstos sólo comprenden una parte
mínima de la aetividad mental.
ciencias «morales» y «sociales», tienden a consti-
tuirse con el mismo carácter que las demás. La
distinción que aún mantienen muchos' filósofos en-
tre ciencias de la naturaleza {Natururissenschait} !'
ciencias del espíritu (Kulturwissenschait), solamen-
te podría mantenerse admitiendo que el «espíritu»
humano es una entidad ajena a la «naturaleza».
Cuanto hemos expuesto en los capítulos anterio-
res, converge a demostrar que las funciones psí-
quicas son naturales y no sobrenaturales: son fun-
ciones biológicas. El hombre las observa en sí mis-
mo y en otros individuos de su especie, en grado
variable con su evolución sociogenética y ontoge-
nética ; también las observa en individuos de otras
especies vivientes, en grado proporcional a su [e-
ranquía Iilogenética. La formación de estas funcio-
nes es un resultado natural: sirven para adaptar
reacciones de los seres vivos a las excitaciones
de los diversos ambientes en que evolucionan. El
estudio dc esas funciones constituye el objeto de una
rama particular de las ciencias biológicas, que po-
demos definir en términos precisos: la psicología
es una ciencia natural que estudia las funciones psi-
quicas de los organismos civientes.
....
• * ~
Los tratadistas afirman que a la psicología in-
cumbe estudiar las manilesracíones de la «concien-
cia» o de la « actividad psíquica consciente». Men-
cionaremos cinco opiniones igualmente autorizadas \
y de heterogénea filiación filosófica, James conci-
be lo psicología como un cuerpo provisorio de ver- •
dudes relativas «a los estados de conciencia y a
los conocimientos que ellos tienen el privilegio de
darnos» (1), La más reciente definición dada por
Ribot, dice que «la psicología tiene por objeto el
•• •
•.,
~
Además de no restringir las funcione. peiquicas a
la «conciencia», nuestra definición no las limita,
(1). ,J.ULES: TI,e ,rillciPI.s O{ Ps!'C/wlv.!'. - Psrclwlugp; Bríe/er CourS8
(PaulID).
(1) RUlOT: En' D. la methode dans les seienees (Prémiére .érie; Psycbe-
IOiJÍ.e).
(2) A.lu>lCÓ: 11 pensier» o 14 cosa (Opera filo.ofiche, vol, VIII); volumen
V, pag. 56; atc.
(S) \VUl<D"f: Enl.itlUlg in die PhilNophia. Parta I, cap. ll, S 61 tO.
(4) HOnDL'fc: E.quino d'WI. p.reltblori. londl. sur l' ..,pori.,.c. (P ... im).
•
r ,--..:__ -
e 1) -- -- - _--.", .. -._, -:- ....-. -_ _.......,.. -- -- ".".-~- -_-'_.
424 JOSÉ INGENIEROS
Q la especie humana. A la inversa de 10 que el racio-
nalismo cartesiano creía respecto del calma», hoy
no podemos considerar esas funciones como un pa-
trimonio exclusivo del hombre; ellas se co~tuyen
desde las manifestaciones elementales de la vida y
se elaboran progresivamente a través de la evolu-
ción de las especies. Por eso, la psicología no debe
limitarse a estudiarlas en el hombre; aunque las de
nuestra especie animal nos interesan más que las de
otras, solo podemos considerarlas como una ex-
presión compleja de las observadas en Ias demás
especies biológicas. Tal complejidad es un resulta-
do de las transformaciones merfogénicas y fisiogé-
nieas de los ser-es vivos en su evolución adaptativa
a las condiciones del medio.
Encaradas las funciones psíquicas como simples
fenómenos naturales, como un aspecto particular de
la realidad viviente sometida a nuestra experiencia,
la ciencia que a ellos se refiere puede constituirse
en condiciones semejantes a las demás ciencias,
emancipándose de todas las doctrinas, dogmas e hi-
pótesis incompatibles con el concepto de su forma-
ción continua ynatural. Es una cpsicología sin alma»,
como 'dijeron Lange y Lewes, o una chistoria gené-
tica de las almas biológicas», como escribió Hae-
ckel; esas dos expresiones, aparentemente contra-
dictorias, quieren decir lo mismo. Pero son im-
precisas. Evitaeemos muchos equívocos diciendo,
simplemente, que la psicología biológica es una \
«historia natural de las funciones psíquicas» (1).
A pesar de los fecundos esfuerzos realizados para .
aproximar la actividad biológica y la actividad psi-
cológica, y no obstante la eficacia con que se han
aplicado a los fenómenos psicológicos las nociones
de variación, selección y adaptación, existen filó-
sofos que siguen estudiando el calma» o el «espíri-
(t) Record... qo.. ••• .re el .ubtitulo qu.. U.vu. l. !,rimon Ñie.ión d.
lit, libro. -..4.. P.
.... Ir
- ~jj e; .3 )a.:,:!!~=c;.JQUiiZ""'" - - ._" ::rc-. -....~ .. --~-, ...r._-~..-=~!~.~~.~'~::..~.:~;.,~~~~~~~~~--..::--~~"'"_AJiI oc¡;: 4ii11c¡'
PRINCIPIOS DE PSICOLOGÍA 425
i
tu humano» como un mundo aparte, cuyas maní-
festeciones esca_panal resto de los hechos naturales.
Esos pasatiempos especulativos no tienen relación
alguna con el estudio de las funciones psíquicas. La
psicología ignora la existencia del «alma», tal como
la entendían los racionalistas y espiritualistas: la
fuerza inmaterial e inextensa euyas misteriosas osci-
laciones se traducían por hechos de conciencia. Na-
da permite suponer que el calma racional» es una
entidad constituída fuera de las condiciones biológi-
cas en que los fenómenos psíquícos se manifiestan:
ni podemos ya admitir que ella es patrimonio exclu-
sivo del «hombre blanco, adulto y civilizado», se-
gún el teólogo católico que pretendía asimilar los
bárbaros, la mujer y los niños oca los otros anima-
les» que reputaba desprovistos de alma. La hipóte-
sis animista, además de ser ilegítima, es inútil para
la investigación científica. Ajena a todos los datos
de la experiencia, esta hipótesis no busca pruebas
de que exista esa entidad espiritual; se resuelve en
una falsa petición de principios y excede los límites
de los conocimientos naturales. Además es ilusoria,
pues se limita a eludír la solución del problema mis-
mo que la psicología pretende solucionar. La hipó-
tesis del alma espiritual y razonante es un simple
desarrollo dialéctico del antropomorfismo primitivo,
es decir, del animismo primordial constituído por
creencias ajenas a toda experiencia, aunque reforza-
do por elementos afectivos que perduran y lo trans-
forman continuamente (1).
En ese terreno la psicología moderna diverge
substancialmente de la antigua; mientras la pr'ime-
ra busca las condiciones reales del funcionamiento
psíquico en la evolución de los seres vivos, la se-
gunda relegaba el problema al terreno de la creen-
cia religiosa.I
(1) Tal act:ita.d 0.0 implica ducooocer que la hipót .. ¡. ••picihu:.li.t. d. un
.lma inmateriel, in.xt.naa, iudeterminada e inmortalt le¡uirá aitildo duaqt.
IDuel104l.i,lo. Illla d. lu ".Rela. ID" oiihadidu.
""""1fi;" • "" !;,. - ':' ti·" -- ,..,• ~
426 JOSÉ INGENIEn05
El procedimiento de atribuir al alma espiritual y
razonante todas nuestras funciones psíquicas cons-
cientes, determinó la aparición del «racionalismo»
o sistema de explicar todo lo incomprensible me-
diante la fuerza misteriosa de la razón.
• • •
JoCualquier hipótesis a priori es nociva para obser-
var e interpretar los fenómenos con que esas funcio-
nes se nos manifiestan; las conclusiones más gene-
rales de la experiencia permiten definir a priori al-
gunas de sus leyes e inferir ciertas hipótesis legí-
timas. La psicología del porvenir no tropezará en
el espiritualismo clásico, enmarañado por las tres
distintas «facultades» preconstituídas en el alma;
ni en las teorías escolásticas, .restauradas de hecho
por el racionalismo cartesiano; ni en las psicologías
aae líticas que concebían la mente humana como un
agregado de elementos psíquicos dotados de exis-
tencia autónoma; ni en el asociacionismo empirico
que hacía de las funciones psíquicas un conglome-
rado estático; ni siquiera en las reservas dualistas
implicadas en la actitud provisoria del paralelismo
psicofísico.
Librarse de esos residuos del pasado filosófico se-
rá el mayor bien para el porvenir de la psicología.
El pensamiento filosófico t6rnase cada vez menos
discursivo; ya no es una elaboración abstracta de
la inteligencia, sino un producto natural de la expe-
riencia que va conociendo incesantemente la reali-
dad. La historia de la filosofía estudia los errores
enunciados por los filósofos para explicar los gran-
des problemas que la realidad les planteara en su
tiempo. El genio de los creadores griegos nos admira
por su potencia imaginativa, pero eso no nos obliga
a adherir a sus hipótesis. Protágoras, Sócrates,
Platón y Epicuro son simples casos para el estudio
de la más alta función psíquica: la imaginación
\ .
;:,:_;~"Si!!'-!::.;_'!'t!:_~ =2
~
,
-. - .--'1!~ _.~ --.,..
PRINCIPIOS DE PSICOLOGÍA 427
creadora. Ellos fueron relámpagos en épocas de for-
zosa penumbra; pero lo fueron relativamente, por-
que la ciencia es una función social que el homhre
de genio sintetiza o previene, pero no crea de la
nada. Y así también, Bacon, Leibnitz, Spinoza, Des-
cartes, Locke, Helvetius, Hume, Condillac, Mill,
Kant, Hégel, Schopenhauer, Nietzsche, cumbres del
pensamiento filosófico, 80n puntos de orientación en
la historia de las hipótesis; algunas de sus cons-
trucciones siguen el método estético o dialéctico, y
sus poemas filosóficos son tan admirables como la
lliada, la Divina Come-dia o el Quiiot«. Pero sus doc-
trinas, de inmenso interés en la historia de la filo-
soíaf, poco sirven a la psicología; parten de alguna
hipótesis anterior a la experiencia: el alma, la sen-
sación, el átomo, la voluntad, la intuición, la razón,
el bien, la idea, el instinto, la representación, las
imágenes, las categorías, las facultades, etc., erigi-
das en entidades transcendentales, finalistas, diná-
micas, etc.
La psicología puede constituirse sin recurrir a
esas hipótesis ilegítimas; en vez de interpretar las
funciones psíquicas como expresiones tangibles de
una entidad intangible, o como una suma o combi-
nación de elementos que preexisten por separado,
las concibe como una [orrnacion continua, partien-
do de manifestaciones elementales para llegar a las
más complicadas formas de sensibilidad y de moví-
miento. Estas afirmaciones elementales de la psi-
cología biológica «funcional» han sido implícita-
mente aceptadas, y expuestas en términos elocuen-
tes (1), por algunos psicólogos que no aceptan sus
naturales consecuencias filosóficas.
•• •
(1) El d"venir d.l ¡mPIII.o vüal , ce a~nG'o,,; lo corriente d. la concien-
cia, ce JA.\l.l8; etc,
, ~~~ ..__:_:__ __~'__"..J" ._~..---
428 JosÉ INGENIEROS
Esos breves postulados, cuyo análisis excedería
los limites de esta introducción a la psicología, per-
miten definir el criterio. que puede servir de guía en
el estudio. de las funciones psíquicas. Sería estéril
cruzar tan obscuros dominios sin llevar una clara
noción de los caminos mejor trazados a través de
su tupida maleza. Verdad es que osaríamos dema-
siado si pretendiéramos determinar en lineas preci-
ssas su vía maestra definitiva.
Sin la engañosa ilusión de que la tarea sea fácil,
es necesario acometerla por los caminos menos in-
seguros. Es preferible reconocer que muchas cues-
tiones no pueden aclararse todavía, sin necesidad de
aceptar explicaciones dialécticas que no implican
una interpretación de hechos reales. Las hipótesis
que aclaran poco y bien, son preferibles a las que
confunden mucho y mal.
La tarea de los psicólogos es ardua. Pero sus difi-
culta des han disminuido en los últimos lustros, gra-
cias al prodigioso desenvolvimiento de métodos que
perfeccionan la observación humana y con el auxi-
lio poderoso de las ciencias afines.
El «pensamiento» ya no es el misterioso atributo
de entidades ajenas a nuestra experiencia. Todo nos
lleva a concebir la «función de pensar» como un as-
pecto. particular de las complejas funciones nece-
sarias para vivir. El concepto de un mundo creado
para que el hombre lo piense, es tan absurdo como.
el de un pensamiento creado 'para dar existencia real
al mundo. Pensamos con todo el organismo, pero 1
el cerebro. es el sistema orgánico destinado a. reunir \
las impresiones de la realidad que actúa sobre nues- .
tra sensibilidad, a conservarlas, reproducirlas, aso-
ciarlas, abstraerlas, sintetizarlas, entre el continuo
flujo y reflujo de todos los procesos biológicos. Es
así como las funciones psíquicas reflejan y resumen
el medio ambiente en que el organismo vivo se des-
arrolla; así registran su historia. Son desempeña-
das por órganos, en ellos podemos investigar lae
•
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.....~=~-IT á.l
•
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PJUNCrPIO' DX 'PIICOLOtlÍA 42t
condicione! anatómico-fisiológicas que permiten ,!IU
elaboración y las íntimas variaciones físico-químicas
que las acompañan.
La interpretación de los fenómenospsicológico!
como una modalidad de los biológicos, es la conclu-
sión más general de la psicología contemporánea.
Tiende a predominar en todos los tratadistas, sin
distinción de escuela; los partidarios ilustrados del
neoidealismo la aceptan y la repiten en sus capítulo.
de psicología, sin dejar de hacer las reservas necesa-
rias eara la defensa de sus hipótesis metafísicas.
n. - PSICOLOGIA y PARALELISMO
Una de las corrientes del empirismo incurrió en el
error que más le interesaba evitar, complicándose
en una actitud de conciliación provisoria, conocida
con el nombre de «paralelismo psicofísico» , .
Frente u Descartes, que creyó poder demostrar
que existe entre el alma y el cuerpo una oposición
semejante a la que existe entre el pensamiento y
la extensión, Leibnitz trató de establecer un acuer-
do entre los dos mundos opuestos j de allí nació
su concepción de la armonía preestablecida. Admi-
tió Leibnitz que el alma y el cuerpo fueran dos do-
minios distintos; si pudiéramos - según él- en-
trar «como en un molino» en un cerebro durante el
trabajo de pensar, observándolo en plena tarea,
no percibiríamos más que átomos en movimiento
y ningún rastro de las ideas que se forman en el
cerebro ..No existe, pues, en su sentir, ningún puente
que una ambos dominios, rechazando por incompren-
sible la fantástica suposición cartesiana que los ha-
cía unirse por un punto del cerebro, la glándula pi-
neal, órgano común del alma y del cuerpo; admitió
en cambio, que, por un acto del Creador, ambos do-
minios se encontraban desde su origen ligados de
tal manera, que determinados «movimientos del
~._- -.1-_- ~ -r=-.~::t' .........-_--rtrz __ __~ _
.JosÉ INGENIEROS
....
430 PRINCIPIOS DE pstcoLoaiA 4.31
cuerpo» correspondían exactamente - en el tiempo
y el espacio - a ciertos «fenómenos del alma».
Para simplificar su concepción imaginó dos relojes
regulados 'desde su origen, de modo que siempre
indicasen la misma hora, sin que el uno, sin embar-
go, pudiese influir sobre el otro de ninguna manera.
Esta bonita comparación es el punto de partida del
paralelismo, aunque ha sido convenientemente mo-
dilicada 'para conciliarla con algunas conclusiones
evidentes de la psicología biológica. Fechner emitió
el parecer de que, en el fondo, los dos relojes no son
más que uno; el dominio del alma y el de la ma-
teria sólo difieren entre sí, como el lado cóncavo y
el lado convexo de un círculo, representando la mis-
ma cosa, vista desde dos aspectos diferentes. Pero
esa nueva comparación, menos bonita, que a primera
vista parece explicar el problema, choca con la im-
posibilidad de mostrar cómo el hombre puede en-
contrarse a la vez en esos dos puntos de vista.
Otras tentativas de ese género han fracasado, resol-
viéndose en nuevas expresiones verbales de la «ar-
monía preestablecida» de Leíbnitz, aunque al fin se
haya inventado la equívoca designación de paralelis-
mo psicojisico,
serían manifestaciones simultáneas de la energía,
cuya esencia escapa actualmente a nuestra obser-
vación». Estas frases, repetidas por muchos psicó-
logos, muestran la utilidad práctica que pudo tener
el paralelismo como hipótesis de trabajo durante los
comienzos de la psicofísica y de la psicofisiología:
él ha permitido el acercamiento provisorio de mu-
chos espiritualistas, racionalistas y neomísticos de
toda especie, que no habrían aceptado ciertos méto-
dos si ellos hubiesen implicado una deserción de sus
prejuicios religiosos o filosóficos.
El equívoco paralelista rué fomentado en todos Ios
países por experimentadores que se circunscribieron
a determinar las condiciones fisiológicas de ciertos
actos psíquicos elementales: rué una manera prác-
tica de establecer un acuerdo en la técnica experi-
mental, eludiendo tomar una posición filosófica de-
terminada.
y es singular este hecho: en cierto momento se
habló de psicología experimental y de psicología fi-
siológica, como si se tratara. de dos nuevos con-
ceptos de la psicología, mientras sólo se afirmaba
In ventaja de aplicar ciertos métodos parciales al
estudio de algunos fenómenos psíquicos. Su exa-
men corresponde a la metodología; el paralelismo
carece de valor general, no es una hipótesis filo-
sófica.
I
• • •
•••
Para éste los fenómenos del espíritu serían para-
lelos a los fenómenos de la materia, y ambos expre-
sarían en lenguaje diferente un mismo hecho: espí- \
ritu y materia serían «dos traducciones reciprocas
del mismo texto». Esta peregrina explicación verbal
de un problema que los paralelistas no quieren plan-
tear y procuran eludir, encontró adeptos entre los
psicólogos ocupados del trabajo minucioso y pacien-
te de los laboratorios. Su-s creencias filosóficas, si
las tenían, quedaron a cubierto. «Para los idealistas,
el texto primitivo es el espíritu; para los materia-
listas, seria la materia; para los espiritualistas-dua-
listas, ambos serían primitivos; para los monistas,
t
Los «paralelistas», por favorecer la adopción de
un método en que cifraron esperanzas excesivas,
han resultado nocivos a la formación de doctrinas
generales, verdaderamente filosóficas. Con frecuen-
cia su teoría se resuelve en un capcioso dualismo,
aunque sus demostraciones convergen a lo contrario. 1
Baste citar a Wundt, quien 'da a la hipótesis esta
expresión: «El principio del paralelismo psicofísíco,
en la significación empírico-fisiológica que induda-
blemente le corresponde, conduce también por fuer-
..
~,
J
f
t
.¡;
- .. -. serr~ ~-r:p-..a..:_~,..._:::;::::g:mr:c:: _ ~$ t •• íííiJCI:;P w .~ _.----
432 JalÉ JlIfGl!lNrERO'
za u reconocer una causalidad independiente. Esta
presenta, en todos los casos, sin duda, relaciones "",
con la causalidad fisiológica y nunca puede estar en
contradicción con ella; pero tiene que diferir tanto
de ella, cuanto el punto de vista de la experiencia
inmediata subjetiva, propio de la psicología, difiere
del de la experiencia mediata, objetiva por abstrac-
ción, propio de las ciencias naturales» (1). Esta
definición no difiere de la .que podía dar un psicó-
logo espiritualista; el uso de aparatos complica-
dos y el empleo de términos técnicos no bastan
para disimular el carácter dualista de la doctrina
(2).
Como actitud provisoria, el 'paralelismo fué útil
en cierto momento; hoy podemos abandonarlo de-
finitivamente, por ser un compromiso ya innecesario
entre concepciones filosóiicas irremisiblemente con-
tradictorias. Lo mismo que é"l racionalismo y el
asociacionismo, pertenece a la historia de las doctri-
nas psicológicas. Ello no implica desconocer que so
lenguaje todavía puede servir para expresar algu-
nas correlaciones bíopsíquícas ; la psicología genétí-
(1) Wu:mT: G,wui,is5 th, P5pcho/ollie. par V, § 22, p_~. X.
(2) Oonviene .eWar que la inlluencia de WUllln sobre 1_ psicología •••
Ila ejercido por lu orientaclone.a metodol6sicas de sua primero. trtb.,¡os;
JIorl • .nm,en l1ber di. _n..chen und Ticr .... I.. Ph".tioLogúch. Papch%gi ••
Gundriu d.r P"I'.h%,ie y los primeros años de sus Phllo.ophúch. Stw/¡.n;
en IU más reciente eJq>resi6n, Notgrwi.tS.n4Ch~ und P~l'cholog¡e (Zweite
Zaullage, Leipzig, 1911) plantea 1.. psicologla como una ciencia natural y
discute .ua relacione. con las hlp6te.is me"alÜStas y energetistae. Lo. meyo·
••• méritos de su obra liloa6lica, representada. por la Loeik, la EthiJr, .1
S" ..t.m dei Philo.tophi. y la En/.ilun, in die PhiloJJophie, ul como su. ma,- 1
oificos cinco volúmen .. de Volker·pspch%gie, no han iofluldo pan nada so-
bre 1M eJq>erimentador.. de la.bol'acorio que representan el wundtÚmo. \
Ea el Sp.olem 'Y la En/.üung. WUl<D1' define la lilosofia clentifica y la me·
tllff.i.,. ea forma bastante aproltimada • la. de nuestra introducci6n. Ea ambo.
libros, en cambio, mantiene la divisi6n en cien.hu d. la noJuralca y ci.nclaa
d.l uplrit". con lo que su filoaolia cientifica le aputa radicalmente d••
naturalismo realista.
Verdad es qW! la posición de Wundl en la filosofía es muy dificil d.
clasUicar, _an p.... 5'" mejores cUsclpalos. Uno de elins, Eloy Luis .~.dri,
en IU estudio sobre la Fllosoflael.ntl/ica de ~Vu"dl. lo bace en loa tél'DÚJlO'
s1gu:ioutoo: cWrmdt lleg .. a .u.o id .... ontológicas por un .. dobl. Inducción lo·
,rad.. en la uftn'a d. 1.... cOsmOIÓ'lCfd P p.. icol6gicd. Las idlo p .. tco/6:fic<u
t. .Ir"en d. bO!J. para su oolunlcri3mo p La correlaci6n o paraleU •.tmo entre
lo. procoo. t,.rquieo .. p fiaieo. en el homb,... pora llegar a un mon.Í.fmO rPD'
'!.tIa Inmanent., o a un ¡d."lumo r.oJútu. (Introdw:cl4n • la traducci6n
.-paliol. d. l. Enl.,tu",. PAt. LXXII).
..
~
,.
.,. .. _.
...,..._.
r PlUNCll'lOS DE PSICOLOGÍA ':'3l~
ca no hu fijado todavía con exactitud su n1!eV3no-
menclatura, y muchos fenómenos son diñciles de
explicar en términos clcllenguaje bíolégíco, aun in-
completo. .
III. - INTUTCI'JNISMO y PRGl',!A'iTr.ro
Los que esperaban do la psicofísic:l más de lo
que ella podía dar, han visto con simpatía el resur-
gimiento de la introspección bajo formas nuevas.
Puesto que la ciencia (confundida para el caso con
los cnltores de los métodos eientüi..::os) no se apre-
suró a descubrir en pocos años todos los misterios
que la intuición había sondado en vano durante muo
chos siglos, pareció cómodo y expeditivo renunciar
a los métodos de la ciencia.
El neoespiritu:ili:nuo no pudo preecíndí- Ó :'!l&,u.-
nos hechos evidentes, cuya- ignorancia habr-ía pere-
cido ridícula a las personas ilustradas. En primer
lugar, el concepto de evolución; en seJUndo, las
bases biológicas de toda actividad psíquica; en
tercero, la correlación entre las funciones psíqui-
cas y los órganos nerviosos que las condicionan;
en cuarto, la concepción de la personalidad conscíen-
te como una formación continua y evolutiva; etc.
Esos datos fundamentnles de la psicología biológica
han sido incorporados al neoespiritualismo; consti-
tuyen. la parte positiva de sus doctrinas psicológicas,
mientras la negativa está representada por las hipó-
tesis con que explican los problemas filosóficos
plante.::dos fuera de la experiencia actual o posi-
ble (1).
,
.)
(1) Aantc6: Una prete&a Pre~iud¡:i,,11I c07ltro il posili~ismo (Opere filoso-
5.ehe. vol. X). Sabido es que ArdiJ6 llama pO$iUvismo a ",u natur:zlismo.
..1 Q,ostri opposi~o¡-i \o!lero con quell'Ideelismo wlodcroo, elle inteodOQO di
t1lpprc.sol1tL"U'C, sOS:i!ui~30 al:a in-:apa('j!' del 'p(Bi~hi,mo; e invece, se diCODO
beael nOQ dicOQO 5C Q ..:n civ ch'J qU3Sto ave-:a gi:í detto: e pet'giunta. do\'a
t:asCUMJlO ció che i1. ;O~ i.id;¡co 3.evQ giá in.segOtlto, lanDo iudietreag.io.re la
acieoza da C!uclio o~d.J iI r-o:Lj# bmo l'a·.~e\o·a fatto prO,~cdire .. (pagina 242).
iiU critica. a La c.uoso;ia ci ...D.,i~ ...a c"Onsi.ite.a. ca atribuirte lo COQtrurio de í.
~..?1*" .
~
-
434 .1cst IN::'ENIE:'OS ~ -- I
Entre -:S::lS corrientes Iílosó.icas, ~lorccidas duran-
te 103 Úl:;.i.C03 años, ~~n.:w merecen mencionarse
especialmente. La circunstancia de haberles prestado
eu adhesión dos Iílósofes tan leídcs o escuchados
corno Jal:les y Bergson, hace que 5-:! consideren
como nuevas 4acariaaa psieolégícas algunas de sus
ideas mellafisica.a, pa.diculaI'1~u!Qte aplieablea a la
moral y a la lósic«, ptla3 ee refiezea ~lItilcial-
mente a la «~I')a del ~ll'O pritc~lO y es
la «mOGol" de le ~".
Ese.. auto!'" ~ al ""~ ~lO Y a
la «inttriciÓlllO pM". eotaooer la realidad poi' vías
distintas de 19.3~ pee el «mteieetualUmo •.
ya Plotieo ~¡;_ae!iaba a 61Q8 cli.w<::ipuloe ~ m.ediasltle
la intuición se pondrían ... contaclo último e iRzil-
.dicto con. Ia e~ nM~ de Ies eoses Y de 108
seres; ruer® mtuicionistas, a ew. mod<>, SchelJ.igg
y Schopenheeer. El inkLicioIJir.n,o coetemperéneo di-
fiere de todos ell06 etJ. que acepta y glosa 106 dat~
de la biología ignorados por aquéll()6, sin renUDci.ar
al métcdo intuitivo. 31.1 posición antiintelectualista
C!l nnda difiere <le la adopt!lda por la psicologia
bio16gica (2), que es cmpú'ico-natu.r::lista, exact:¡-
mente como la p3icologb d~ James (esci'Í~ antes
de que su autor envejeciera),
• • •
El resurg:i.¡:n.i.entodel m¿todo intuitivo ha contri-
buido a reiorzm- 1:1 reaccién mistica contra l:ils cien-
cias, prep'3r~da con admirable constancia durant~
medio siglo; con el Ú1~o-.ismo se ha intentado
qtte cUlDllesh'a, lo qlle es f:itil ..ca.t. creid" por lactara {perlante. ole ¡.
criticado: ci auo rima.rcl:ú ... $0.0 íaln.,¡nc¡:_te asaeri!i, o fOllO 50:0 crroQeit4
elel loro si5tOllla: qau~o .ol:lUllo o .00:10 ia quelle parti pre¡e ia pre.u(o
ella filo.oa. sei;a,ilic:a, '-lUQ .r:.tito b qa.ella pa:U ..eJ.le quaJi fllo.ofaroao
per coa.to pn>pio, credencio, p~ q,uu.!e .. ia.¡euc.:a.;aen!e, di doverlo ¡o.titui:r ••
c:mta.."lle le esequic. (págiJu 328).
(2) Es írecu .... te ver co::nplic:tdlul con ti pr .....",aismo inte.::cior_cs ,;,or""0:8,
tell;ios:¡., sociale:s y Q..tlU po!i'i-:-:u, q;!'J; n> S-Q::a. i.:b.ercntea a 61.1 0.0 obstante
atril:uiue1e aA:ddeatalmea.~c por WlO U G~O o.. oro
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•
-
~ ~ .;¡..
------....___;_.. .....-... --:---. ~. - -_. - - - -----:~
I
Í'RlNCIPlOS DE PSicOLOGÍA 435
io rehahilitar la antigua espeeulaeión acerca del
alma y de la conciencia, independientemente de las
disciplinas biológicas.
Nada más 'ilusorio. Si se los juzga desde el punto
de vista de la psicología (prescindiendo de sus opi-
niones Iilosóñcss sobre cuestiones ajenas a la ex-
periencia, y propias, por consiguiente, de la meta-
física), James y Bergson coinciden en concebir la
«vida. y la «conciencía» como un p-roceso conti-
nuo, en constante transformación, como una reali-
dad que se va formando incesantemente. Esta coa-
cepciónt dinámica de la vida mental- que llama Ja-
mes «corriente de la conciencia» y que hace Bergsoa
derivar de «la Impulsión vital» - no es contradic-
toria con ningún dato de la psicología biológica a
que se desearía oponerla; al contrario, se encuen-
tra perfectamente, y James lo reconoce, dentro del
concepto spencerisno que concibe la vida como un
. continuo trabajo de adaptación a las condiciones
del medio, siendo su característica la varia!:>ilidad·
constante. En otros términos, su concepción de la
vid~ p de la psiquis es un simple corolario de la
aplicación del evolucionismo a la biologic. p la psi-
cología. James y Bergson han expresado en fórmulas
novedosas lID concepto admitido por todos los evo-
lucionistas, complicándolo el primero con doctrinas
morales que le son ajenas, y combinándolo el se-
gundo con las afirmaciones más comunes del vita-
lismo.
Parecen escritas pOi' Bergson las siguientes pa-
labras que sintetizan uno de los aspectos de su
tesis: «cedemos a la necesidad de mirar las im-
presiones y las ideas como formas o modos de al-
guna cosa que existe continuamente, Como, por
ningún esfuerzo, nosotros no podemos dividir en
dos la serie de las impresiones y de las ideas, esta-
mos a cubierto de considerarlas como existencias
separadas. Mientras que cada idea o impresión
particular puede estar ausente, lo que reune las im·
..
1 •I 436 JOSÉ INGENIEROS
presiones y las ideas no está. mmea ausente, y Stl
presencia incesante impone o forma la. noción de
existencia continua o de realidad». Son palabras de
Spancer, claramente esczitas medio siglo antes de
que Bergson las desarrollara en su metafórico es~
tilo actual (1). Los filósofos de la acción podrían
usar este lema: «Conocer implica alguna cosa sobre
la que se actúa y alguna cosa que actúa», tomán-
dolo al mismo Spe~cer (2). y acerca de -Ia rela-
tividad de toda sensación o idea, según las condi-
ciones especiales que la han precedido, y respecto
de su influencia sobre las que la siguen, enseñó ha
tiempo que: «La conexión entre la causa objetiva
y su efecto subjetivo está condicicuada de manera
muy compleja y muy variable... Encontramos que
cada serie de condiciones modifica la conexión entre
la causa objetiva y el efecto subjetivo, de manera
a determinar el carácter cualitativo del efecto. En
otros términos, el mismo efecto produce sensa-
cienes muy diferentes según las circunstancias en
que actúa» (3[; advertimos, en su descargo, que
James se decía speneeriano mientras fué fisiólogo
y psicólogo, no interesándonos aquí suspuntos de
vista en el campo de la moral, que sólo han servido
para enmarañar su valiosa obra psicológica.
• • •
Necesaria nos ha parecido la precedente expli-
cación para dejar constancia de que la psicología
biológica, considerada como una ciencia natural,
no puede ser afectada por las heterogéneas especu- \
lociones filosóiicas agrupadas con el nombre de
pragmatismo. Sus aplicaciones lógicas, morales y •
(1) H. s.c:>c"": Principes ti. p"peholo~e (2'" edic:i6a), traducida por RaM
y Eá~ ... ; pá,<¡. 14.6 (vol. I).
(:!) Idem, piS. 141.
(~.) H. S.s><cza: Principes of PspcholcCie (!!" edicióD), trackxida poi: R.uooT
'1 "Es1'L.'U8; piS. 191 (voL 1). ._
..
PRINCIPIOS DE PSICOLOGÍA 431
~
SOCÜ1~esson, sin duda, interesantes; pero no se rela-
cionan directamente con la psicología: son hipó-
tesis metafísicas y exceden a la experiencia. Su
moraleja más importante sería que la ciencia debe
seguir las necesidades de la actí vidad práctica :
«La acción engondra la ciencia». Pero esto mismo
afirma la filosofía científica al postular que «el co-
nocimiento es una formación natural en el curso
de la experiencia». Lo que es lIlÚS exacto, sin tener
forma de moraleja. ,
Para nuestro objeto basta dejar establecido que
las doctrinas filosóficas de James y de Bergson
- a pesar de ellos o de sus partidaríos - no contri-
buyen en manera alguna al resurgimiento del rucio-
nalismo especulativo o del animismo en psicología;
su única conclusión necesaria sería afirmar la posi-
bilidad o la ventaja de constituir esta ciencia na-
tural fundándose en los datos de la experiencia
inmediata, llámese a tal método «empirismo radi-
cal» o «cxperiencia .pura», Este método - que ee
resuelve en la introspección (en psicología) o ·en la
intuición \en filosofía), según los casos - es uno
de los que la psicología biológica aconseja emplear
cuando sus resultados pueden ser útiles, Partiendo
¿a premisas distintas, mirando desde un punto da
vista dirercnte, en lo fundamental se mantienen
dentro de la orientación señalada: consideran a los
hechos naicolózícos como manifestaciones de la ma-
teria v{ta en ~o.:lti;:!ua evolución. Convergen, que-
riéndolo o no, hacia la psicología biológica evolu-
cionista, CUJ-03 elatos esenciales no pueden menos
que aceptar. í)
Fuera de la psicología, en el campo de la meta-
física pura, es donde el pragmatismo se aproxima
al intuicionismo: cuando entra a ser una teoría del
conocimiento y un proncipio de moral práctica,
e~ced.iendo los limites de la experiencia. Allí el
«bergsonismo» se presenta como una renovación
del eS!liritualismo, lo mismo que en otro tiempo
.,
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4:!!J JesÉ L~GE:-''l!:~OS !
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los ec:;;:ticos frmceses; esa es su V€rdadero sima.
ción en la fil030Ha coatemporánea (1).
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IV. - :'csrcrbi DE LA PSiCOLCGÍA. l:;.'( !..A FI!..el.30;;-ÍA
~l en nomsres propios pudieren encarnarse dos
t~~clencias y dos métodos, la fórmula actual de Ia
paicclogía sería: «Ni Wunelt ni Bergson». Los exi-
guos progresos de 13 peicoíísica, C!ly08 comienzos
alimentaron demasiaCa.p ilusiones en los que no ad-
vir tiaren la forzosa liritnaciMl. de su horízoate, hcn
provocado el resurgimie-nt-o de la ea~cu}.a.cióa espi-
ritualista, más o IlleBOS eacubierta ea el aeeidea-
Iiczao. Al «wunGtism6» quiere oponerse el «bergsc-
nismo» , sin advertir que ambas posiciones soa falsas.
Frente a la estrechez filosófica de ciertos expe-
rimeutalistas y a la vaga especulación da ciertos
íatuicionistcs, afirmamos que l« peicclog:« biclo-
gica debe estudiar, la tonna.ción natural de las
jt' ...~ .;~¡; .
(1) Todu lu .cuelas dwrsu al ...turaU-a c:itlltilieo¡uau "a lla-
111.,..50¡'¡.,,¡iMu, apc-oveehJlD.do.o do la .i".....mcaciÓ1l m"nl d. n .. téraiAo ell
bene!i.do d. .lB ooacepciOllM Cleca!iricae.
Hay que disti.np>ir.
1·. En el .evüéo lil.3ÓÜC:O. idealiomo ~ea iü.l.,isnio o ¡•• '!mO; .is-
tema que pOlla 1M ideu &lit .. y =obre la .. aliad. Naco COIl Pla!ÓII y alcaazo
IU tipo perle:to ... He.;el.
2·. EIl .""tido p3iooló;i<:o .i~ea IlnImlnto ufI¡,Urtalát., eo""istleudo
e... ~Unelu." ell o¡o"""r el "Imo 0.1 eunpo 7 el uPlrU. a la matma. Se ln'e-
cú .. en la e"colú~ic. d& TolllÚ do A:¡uiDo 1 C!rÚtalizo en Oucar ......
S'. En .""Udo estóllco 7 mon.l siS"ifica t.n •• ""iIJ.. 1" p"'llICcL6n .... 1..
via..a. pOIU""do l.Do id"al .. .,..Q:¡., liIl de tocio .5hHtfto para superar l. ruli.dQd
prescllte, pC:13awio .l1tid?a~"".e .u d ..venir 'Y orieJIt4.D.dou eocúonae • H_
Uay W1 .<tul"""o en lll>.:car ideal:":a •• los IJ.o{orl.rfu y • los upi.ril ..olLs-
la3, COIU.O Lo e.tableee d ..". de los mis",os fll6s01os. Húrúl ventajas en
':c\·olver .us verd:dero. ~~.". la. d"~trÍIl&3. J..I.uaall<io ideallsw - en
5cr.. l.io nlo,al - a los uo~ q". eA fU vida ~ .. forman. idrue. y
aia_:::'\D. a ellos su C..l:.UuctL • ) ., ..
U iüc:1l1JlIlO a1.0"~ es, ¡;onec,bel1te, ... ideoloPsllOO flloaóru:o;·!o mitmo
,!ue e. p"0{uad.o per lln>Jief en lllJls;erra. El de Euk6D ea ..... imple esplri-
tu:lU-mo. El d. e1au.aoa prncmati.atu yanqui. e. Uil e.piritu.o.l.ismo sai :AtJris,
lo mis.c1o qa.o el de lo. D.6Did.,.U._ fraDceses, desd. loa edéeU""s huta
Rel1ouYÍor, Foa.iU6e y BerJ'oD.. El d. lO4I ea<!olbUcoI y l1eotoaú.tu es Wl
;o~o mú <>&roetetizacio. Aparte el" elloo, B. reclamllJl dd titulo el. idea-
U.tu mw:bo. oeoke.a.titulo. y aecl1e;elianol! 8erpaJI le dic. ill~tIli!ll" obfet¡-
110, 'Vuode idealisIa ,c~lur.... ete. EIl breve 10:' impooiDle entend." una his-
toria de 1& filosofía .i 00 ID formulan con uactiblQ lo. problema filosó-
fi.eo. y no '10 adopta una clnaificacióa nni{orme, fundada en lu diversa. sol""
~o~es posibl..., pan ea<la p.l'Oblema bien planteado.
..,~:-~ ...."';. ........--,_- --~. ...-
•
\ .
....,
..
,
l·r
• •
.--
..
-
P!::NCIPlOS n::: P:;:C0LCCa 439
[unciones pslquieas J asentándose en la más vasta
experiencia para construir las hip6te::is filosó¡icas
menos inseguras.
•••
,
Eal esas condiciones no usurpará el nombre de
ciencia natural y podrá ocupar un puesto entre las
otras ciencias, donde su «jerarquía» depende exclu-
sivamente de la amplitud de su experiencia. El. co-
nocimiento. de la realidad no es la obra exclusiva
de ningún método particular, y se sobrepone a
todas las hipótesis transitorias que colaboran a su
deaenvolvimiento : dura más que cada una de ellas .
Sea cual fuere la posición filosófica adoptada por
loe experimentalistas y los intuicionistas, la psi-
colegía se va constituyendo como. una rama nacida
en el tronco común de las ciencias biológicas: lss
funciones psíquicas son un aspecto de las funciones
vitales. Al biólogo corresponde analizar las condi-
cienes físico-químícae que determinan en .la ma-
teria la adquisición de las propiedades y funciones
que constituyen la vida i al psicólogo le incumbe
examinar cómo se adquieren en el curso de la evo-
lución las funciones psíquicas que adaptan conti-
nuamente los seres vivos a las condicio.nes del
medio en que viven:'"Es tall legítimo explicar la
«vida» en continuidad de la «materia» como eXT)li-
car el «pensamiento» en continuidad de la «vid;»:
la energética psiquiM es un aspecto de la energética
biológiM, co.mo ésta lo es de la energética f¿sico-
química .. ~
La" conclusiones generales de la psicología, es
decir, las más filosóficas, tienen que asentarse ea
les conclusiones más generales de la biolo.gía. Como
ciencia natural carece de finalidad trascendental i
no se propone buscar la3 causas primeras de las
funciQD.es que estudia, ni su última esencia o subs-
tancia: en ningún momento ne~esita acudir a hipó-
i~sis transcen<l~ntai..cSt para consi~ar los datoi
44:> '. . -JOfiZ INGE."\'1:Z~OS
,
adquiridos -en los dominios de su cxncriencia I)M'-
• ¡;
tícular, usa el método propio ó Ias ciencias na-
tuzalea _-
a.,.: .'., * ... ""¿":';:
16, fO,: """ -,,_
... No O~!l~ant~ 141 :::-.~c~~:.~~i:le:: ~ .l.J :.¡:_a :ltitiblildo
los hombres en te..!..)-i.~~mpo, bajo 1.2 i~~i!:!!lcia in-
evitable del O!l!:r::mJC::!:l~.:-i3~O, la !)::;i:::olon,h1:0 per-
mitirá muy ":lstes 3.eti-e!'a;_izc:io~·:3Iüe~:lnsicas en
la filoeoñadel porvenir. Las r.lZ:::'o!:~s peíquicas
c élo existen en una parte Iirnitada del universo;
mientras se ignore 1::1 presencia de seres similares
en otros cuerpos cósmicos, solamente podemos ob-
ccrvarlas en ciertos organismos vivos que habitan
la tenue corteza de nuestro plane.a. La experiencia
T"r:~"l/,~c., y ""5 1''''''''5 ::1 .... 1-.:;:.' -; o posibles s-e
.......... "......... __ ._._.¿) Ut"ii. _ <: " ~~.J"'"'.".. t.......v,
¡'e.:.:e!'3n,pU23, 3 una p:::::,:-~J.r..Sl~: ::::!ante de los fe-
r.é!:lcnos del u..-Úvei'.90 y a una minima porción de
los que observamos en 105 seres .::'.'os. A pesar del
culto hu:rumo por la «r:l:::)n», eJ Q~y estrecha el
;:~ca de la r~:,.1id::d u:lh'ersal cb:::::,c~dapor la psi-
cologia; su ho!:'i::cnte el breve y ::;:l e;q::~!'i~ncia
li.:ni~dís~::. ¿ Có~o pccL."i::'!l s<.:s datos y sus leyes
servir de base p:1ra una e~üC!lción meWisica del
univerw, siendo los fe:túme:los psicológicos la últi-
mo y más complicada etapa en 1n serie de las mani-
festaciones de la energía? ¿ N"o C3 evidente que la
psicolo:;ía C3 un C:lpítulo, el mús interesante para
los ho~brc3, si $~ quiere, r:'o U:l simple capítulo, I
de las ci~:lcias biológicas? '"J \
En CS~~3 condicio:le5 no es ,'er~simn que la par- .•
te p2rmita ¡pr!eraliza.dones más \":lst:ls que el todo;_
la psicología ofrece una base menor que la biología
para la e ::l!:>o:r~ci6n de hipótesis :cleta!í~icus ur.i-
vcrsa~e::.. Toda ciencia gen-zral ocup-a t:na jer::u-quía
filos6ilca más alt-a que las ciencias particulares
subordina6s a ella; los postulados de la biología
t:enen una j:!::'o..!",::u.!:lfiloséfi:!a superior Q los eh h
botáni~, la antropología o la sociología. En este
•
m.
~
,
• e.- .
•
..
.... _ ""9P'" +::WS!iiiiiiii!tM*"=+= -';'¡.. .- ...
PRh'<CIPIOS D!': PSICOLOGÍA 441
sentGo el rango filosófico de la psicología es infe-
rior al de la biología, por ser menos vasta la
experiencia de la parte que la del todo.
En cambio, la psicología es una ciencia general
respecto de otras disciplinas que eran sus iguales
dentro de la filosofía clásica, y que pasarán a ser
ciencias particulares en la filosofía del porvenir. La
ética, la lógica y la estético son tres vastos C9.-
pirulos de In psicología genética, La una estudia la
formación natural de las costumbres sociales y
establece las normas de conducta individual, adap-
tadas al mudable concepto del Bien; la segunda
estudia la formación natural del conocimiento y es-
tablece las normas que en el curso de la experiencia
van aproximándonos a la Verdad; la tercera estu-
dia la formación natural del scntimicnco cstérico
y establece el criterio para desentrañar en la reali-
dad actual su p-eriección posibb _: la Belleza.
• ••
La limitación precisa del horizonte filosófico de
la psicología no implica, en manera algun:l, renun-
ciar a sus problemas filosóZicos partícular~s, sino
plantearlos con exactitud. Su experbncia no pued:!
c.iLlentar una explicación total del uni"c;:so; puede,
en cambio, servir de base a una i.!:lterFe~:!2ión ge-
neral de la f~::!ió!l de pensar C:l te¿os los serc~
que piensan_ Renunciar a eUa no implico. tnu seve-
ridad d<!método cientüíco, sino un tempe!'anr-nLo
personal del psicólogo. Del exper:L."llcDtadoranalis-
ta puede repetirse lo que escribió Taine dzl erudi-
to: «Un érudit est un ma<;on, un philosophe est un
architecte; et quand llarchitecte, sans nécessité ab-
solue, au lieu d'inventer des méthodes de construc-
tion, s'o.muse a tailler, non pas une pierre, mais cin-
quante, ....c'est que, sous l'habit d'un architecte, il a
les gouts d'un IDa~on». La psicología, co~:) todas
las ciencias naturales! exige el concurso de la imagi-
,. --. ----. -=.-=--- - ~ =:;:"7 ... 9. -~- _ i"'<íif --~ ..-~""-_-..
• » r "1f~' - _ ~ - -
"2 .sos! LNGE!'UEROS ~~
nación. para formular sus hipótesis, sin los cuales la
observación empírica no puede C0:2V'~tir8e en cientí-
fica, que vale decir organizad!!. y sistemática. Sólo
ella permite llegar al conocimienbo de principios o
leyes gimerales, e mvantnr hipótesis legítimas que
prolonguen ea lo deseoaceida los resultados de la
experienczia.
Por eso la psicología hiol~ica podrá hacer fruc-
tuosa la tarea de ranchos trabajadores estériles.
Dará a los analistas un criter:o general y un méto-
do; dará a los omtctizado:-es una base de expe-
riencia cada vez más amplia. Los psicólogos, si-
guie:tdo las inclbuclones d~ su temperamento, tra-
t:lrá:il su ramo del saber como observadores o
co:no filósoÍcs, sin que su orientación y su métoeb
v3rien. Como obsel'vadorea aumentarán y corregi-
rtn los datos d~ la e:~periencia, describiendo las
lI!.anifestaciones de las f-unciones psíquicas. Como
filósoíos construirán sus hipótesis fundándose en
esos datos, estabiecerán las leyes más ge~l'ales de
su formación natural, las relado::larán con las leyes
c:::: los demás dominios de la experiencia humano,
concu.:::-iendo a encuadrarlos en. u.:l3 concepción uní-
t:::.ia de la renlidad uni·;e::-3ol. . .,' ..
CONe!. U5IQ::-~S
«La p.:ricología es l!na ciencia natural que est~~clio \
l::s funciones psíquicas de los seres vivientes». f.s.e
c:~udio no está restringido a las funciones cooscien- .
tes, que son una parte de las psíquicas, ni a h'is
~.~man~8! que son una p:L."t~d~ su larga íormO'1ciónü_o3enetica. ~ .
El paralelismo psico-iísico DO es una hipótesis
fi:o:;,óü~a sino una actitGd pro\'i::;oria que ha permi-
t.i~:oconciliar doctrinas contradictorias para la aclop-
ció!} de un método parti:!:l~ar. E.s yo innecesario y
¡.o;:ivo~ en cuanto liI:picl.oia io:-¡¡¡a;;~~n<le d;>ctrina:;
-..
-- :.s_;'_'~~ ..-~,..;_ ...--.....-~..,..w;..:::_~~ ~-
~r--~:'t=:.>I~ DE PS::::'OO: ..\ ~
.generales. l.A '::"''':.:.mttClenCÍe d~! e~~pcnmootoli3mG'ne
implica una i.: saficícccía eb 1-:-:; :::néb¿o-J cb:lt<~S.-
'ce-s, de los cu~ea eélo representa un aopecso, y :a~
el más írnpcrtanto d~::l.4It,~ del métOO.., b~nética. .
El ne$-ich~&lismo ha rest:1"nra-do el antiguo eS~Íl'i-
~~::liDmo adoptando Ice ¿::~-::::).r:.r::d.a3:e~t.1lc3 de 1:1
péicolceJ.a biológica, sin cceptnr ~us lripóteeis. Afir-
aa la e'l'teetellcro del mét..oo.-o iJm:.itWo (10.-.0 mm 19-
cui~ 3tttenor 3 la e~rienda y ~or a la Ier-
lr.lC~ natural de 1"<::-5hlpi)tesis. En Sl1. apiieaoibn a
la psícclcgía se ~suel"¡e de hecho 011 una reh3.hili-
tseioo de la b~o::J~ci5-n v de los aJil.t!guos mé-
bu()s especuleth-Gs. . - ,
' •. FJ.!eate a la cstre~ fi1<i)6óüca d-e ~tos e::o."i)e-
'~&.was y a la vago cspeculaci6a de ciertos
~fini.cioe.Wttt.s, le. páeoi-ogia adopbrñ el mém-o g'~-
nétioo poM eatudJ..ar la formación nfthI.ral de las
. ñut~"les. ~-e6S, a~~?6"~ ~ ],a máa ~ae~3.
e~~ ••:p.a.~ ,.~_~~_~QS msc-
·~as. ~:' .
,/":Por $'IlJ~'-filOMfi&i; "·p_~··~pa
un raIgo ~ al de la biolosia; peDO, a su. vez,
.ccmtpl'sde otl'G& disciplina-s :fílooólíea.s. Su exp~-
riMlcia no puede cimentar tm:l e.x'P'~ión totnl del
wUVel"80, pel'O sirve de halle a una illterpretación
goneral .re .la :fw¡,cjim de ~ en tpd.os les Se.""C.5
q1.!e pienaa-n.,r)· . -:.~.__, . .... _:_-_,__:.;. ..;,! I
El C{Uloeptb. biolo'~c.· y el ~'soQO gc!li~ oire-
cen a los ana.listas una orient.4ilcián.~l'al, que ha-
rá más Iructuosoo lOas esfuerzos, y a los sinteti2a-
dores una base de experiencia cada vez más am-
plia y segura; marchando COil p5l8f) distinto p·:>r
l.Ul mismo camino, unos y otros convergerán a
explicar las funciones psíquic:1s dentra d~ un sis~-
ma de hipóte3is epe d~a¡'<l~~~:'):1.::.5 l:lS m::.:J.ife.st-'l-
c:~n:s c1~ la l'r:1t·tl:'::!~::=~. .~
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Conclusiones Eint~ticas
enmelA y FILOSOl'ÍA
•
lntroduccion, - El conocimiento de la realidad,
siempre relativo y necesariamente limitado, es un
resultado natural de la experiencia; la imaginación
permite exceder ese resultado, formulando hipótesis
que parten de ella y en ella buscan su ratificación.
Una ciencia, en cada m-omento de su formación,
expresa las leyes de su experiencia actual y las hi-
pótesis de su experiencia posible. La experiencia,
fundamento de las deudas, lo ha sido también de
la filosofía. Nohay ciencia sin hipótesis; no hay
filosofía sin experiencia. La formación de ambas es
progresiva; pueden no concordar en ciertas épo-
cas por la disparidad de métodos usados para tra-
tar los problemas respectivos; pero, en general, el
desenvolvimiento de las doctrinas científicas y de
los sistemas filosóficos sigue el ritmo de la expe-
riencia y se efectúa en función del medio social.
La filosofía científica puede concebirse como un
sistema de hipótesis legitimas, concordantes con los
resultados generales de la experiencia, que se pro-
pone explicar los problemas que permanecen fuera
de la experiencia. Es un sistema en formación conti-
nua. Tiene métodos, pero no tiene dogmas. Se co-
rrige a medida que varia el ritmo de la exper-iencia.
Elaborada por hombres que evolucionan en un am-
biente que evoluciona, representa un eouilibrio ín
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~Me C$U'e la ~xipm..en':!ia que crece "J las hl.póte~is
.que se receifíoaa, _; I
En este siglo XX, los resultadoe más generales
de la experiencia convergen a demostrar que la uni-
dad de lo real se transforma incesantemente por
caU.S38 naturales. Debe concordar con esos resulta-
doe toda hipótesis legítima que intente resolver los
problemas metafísicos relativos al origen ele la
materia, de 1-6vida y del pensamiento.
Toda cieacía se caracteriza por la impersonalidad
de sus métodos, <i~e 5011 resultados naturales de
la expezieacia. El intaicionísmo considera que los
problemas metefísicos son inaccesibles mediante los
métodos que ponen la experiencia como fundamento
del conocimiento; el criticismo considera CJ'le la
~~ realidad es heseromorfa y escapa a toda expli-
cación unitaria o sistemática ; la filosofía cienLiiica
tiende, en csmbio, Q ser un sistema de hipó~si.s
fundad.u en 1& e:xpel'ien~i:1 y persigue uaa ·e«pli-
caci6n leg:ítiaa de lo ~;;.ocid~ partiendo de
lo conocido. ~:
Todo ~tema de fi!osoEa cie::rtm~u será una Me-
ta1i5i~a f1ol.)la~.9r.t en h__.lJ:::r.p~~~i.a ...-
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f ; L'A-'~~~Jc..~· '~:¡'ftJlLiL~-~;LA :'''UTERIA. VIVA
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I.- L:.1formación natural de la materia viva pue-
¿e explicOl'se m.ediante una hipót-esis unitaria,. evolu- I
ti~iay genética. ' - '\ \
Partiendo de las hipótesis más g~e.rales d~ la
energética :--od.enw acerca d~ la COJlstitución de la
ta:tteria, sus diversas formas o estados de equili-
brio pueden concebirse como una .serie no interrum-
pida de coOO.e.D.sacioaes energéticas, derivadas las
unas de las otras p<lI' la transformaciÓD de su
estructura atómico-molecular (morfosenia) y carac-
terizn¿~s pOl' la :::¿q:.1isiciónde propied~des (lisio-
~enia). qu.e permiten diferenciarlas. Los estados de
..:~ t: ..:..
..
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,.. ~~---...-- - ........+:!:'<- .... -...- _... ......,..- -~--.;
PRINCIPIes D::: ;::~~::oLCGiA 4~1
la materia actu~n~ ~ocido:t 11001 formas de lino
serie cuyos térmiilo5 en parte ignorsraas, y que P0-
drim descubrir" coa eJ. tiempo. ¡
Los diversoe estados de la materia COll.,stituyen
«especies» o cfo.rn::.a. de equilibrio» fisico-quíOli-
cas, cuya estruc.twra y peopiededes varían &,Q pe-
ríodos de tiempo que no peedea medirse 'COJl rela-
cíóe a J.a vida d.eJ hombre; por .osk> &'1M tranaJ.or-
clones eecepaa a la fisioo-quimica, y l.a ci-eocia ~-
de ocupacse de 105 estadoe ~ 80 ~t;.a.Q • nQOa-
tre experíeacia actual. COI:QO .. MI. ~ Y a.a
propiedades fuesen invariablea.
El estudio genético de los seres vil'ia¡~ revela
que todas Iae «variedades» de protoplasmas coas-
títuyea una ceapecie» fisico-química única, en cuya
estructura domma el estado coloidal y entre cuyas
funciones ea esencial la asimilación; el uno y l.
otra aparecen ya en ciertos estados de materia e.o
viviente, convergiendo en {)sta a través de la evolu·
ción de las eapeciea de la materia.
Los organismos constituídos por materia viva
adquieren formas de equilibrio correspondientes a
su composiciÓll química, variando paralelamente a
las variaciones del medio e.n que viven, hasto cons-
tituir las floras y faunas extinguida~ y actuales .
La formación experimental de la materia viva es
inverosímil por ignorarse la «filogenial> de las es-
pecies de la materia. F..u cambio, su formación
natural puede considerarse un resultado permanen-
te de la «variabilidad» de las «especies» de materia
inmediatas a ella por su estructura y sus funciones,
aunque escape El nueswa experiencia actual por ou
extensión en el tiempo.
LA FORMACiÓN NATva.u. Ji)E LAS FVN~IQNES PSiQUICAS
II. - Las ñmciones biológicas SOll el resultado
de incesantes permutas energéticas en sistemas es-
tacionarios. Los de~equilibrios eI:.ergéticos del me-

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