Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Unidad 2. La secularización en el Río de la Plata: cultura eclesiástica y cultura laica Clase 5 Contenidos Religiosidad y política en el siglo XVI y XVII. Piedad barroca y absolutismo político. La “pureza de la fe” como reaseguro del vínculo de subordinación política. Análisis diacrónico del discurso estatal de la religión como vínculo de la subordinación. Introducción Era de uso común en el Antiguo Régimen, como ya se ha visto, decir que la dominación era dulce y suave. Estas palabras sugieren una lectura quizás anacrónica para el lector moderno. Se trataba de que la percepción de la dominación que tenían los súbditos fuera de una armonía entre los cuerpos, donde ellos encontraran su lugar, representado en el ceremonial. El problema de esta –permítasenos llamarla así- ideología barroca de la dominación “suave”, es decir sometida a un orden que se pretende divino, es cuando los gobernados comienzan a percibir que no hay tal orden, o que los fines del orden que se les impone no son los que parecen emanar de la Justicia. La Iglesia tenía mucho que ver en esta imagen del poder. Esto pasaba, por ejemplo, cuando el Rey, a quien desde la infancia en los catecismos uno había aprendido a venerar como la Imagen viva de Dios, es decir, en conciencia, se aliaba con los regicidas franceses que habían matado a otra imagen viva de Dios: su Rey. Entonces el orden que tan rápidamente se había configurado, podía ser desmontado y transformarse en “caos y corrupción” según decía Loreto. La conciencia quedaba atrapada en un difícil laberinto: si el Rey representaba al pueblo –o a los pueblos- como su cabeza, entonces no había cumplido su parte del papel de Rey, y por lo tanto la dominación dejaba de ser suave y ordenada, y por lo tanto cuestionable. Pero todo esto que mencionamos aquí, resultó un proceso un poco más lento y confuso en la realidad. Además no todos pensaban lo mismo y había intereses distintos como se verá. La revolución es el resultado de la lectura de este proceso, donde la religión juega el papel de nexo de unión entre el viejo y el proclamado nuevo Régimen, y así, el orador sagrado que antes de la revolución citaba a Richelieu, sacralizando la Monarquía, ahora se apresuraba a citar a Montesquieu, sacralizando la Revolución. Bibliografía obligatoria - Chiaramonte, José Carlos, La ilustración en el Río de la Plata, Buenos Aires, Sudamericana, 1982 (Tradición…) - Pagden, Anthony, Señores de todo el mundo, ideologías del imperio en España, Inglaterra y Francia, Barcelona, Península, 1997, cap. IV, pp. 137-192. - Peire, Jaime, El taller de los espejos…, op. cit., caps. IV y V. - Documento 5: Carta Pastoral Del Ilmo. Sr. Arzobispo de La Plata, Sobre la obediencia y sumisión que se debe a las potestades legítimas, 22 de febrero de 1810.
Compartir