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UNIVERSIDAD ESTATAL PENÍNSULA DE SANTA ELENA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA SALUD CARRERA DE GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO PARALELO: GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO 3/1 ASIGNATURA: CONTEXTOS E INTERCULTURALIDAD TEMA: INTERCULTURALIDAD AUTORES: Anchundia Salazar Ángel Ramón Beltrán Bernabé Andrés Eduardo Fernández Vera Johan Geovanny Molina Clemente Dereck Fabricio Ramírez Eugenio Jonathan Iván DOCENTE: Psic. José Luna Encarnación, Mgt. LA LIBERTAD Noviembre, 2020 INTERCULTURALIDAD CONCEPTO La interculturalidad conduce a la coexistencia de las culturas en un plano de igualdad (Soriano, 2004). El término interculturalidad es polisémico, por lo que tiene múltiples interpretaciones, que dependen del contexto de quien lo usa. La interculturalidad es una herramienta de emancipación, de lucha por una igualdad real, o equidad real, en el sentido no solo cultural muy superficial sino también material. Esto resulta patente en la identidad de los pueblos indígenas, que nunca se identifican solamente por su origen sino también por su ocupación, campesina y obrera. Entonces, esas identidades son duales por lo menos en el sentido en el que unen la clase y la etnia (Marakan, 2012). La actual interculturalidad tiene que ver esa realidad con dos ojos; no solo etnia, no solo cultura, en el sentido de folclore, sino también como clase; y la interculturalidad crítica, además de intentar cambiar esos modelos que hasta hace poco se consideraban inmutables, únicos, también presenta de otra manera las culturas, no como entidades cerradas históricas que solo pueden aportarnos tradiciones históricas culturales, raíces, sino como sociedades, pueblos, culturas vivas que pueden aportar mucho, mucho más de lo folclórico a nuestras sociedades. Según Araceli Mondragón (2010), el concepto de interculturalidad: ...surge un poco después del concepto de multiculturalidad y como una forma de complementarlo; el uso de ambos como categoría analítica de las realidades sociales y políticas se hace común y recurrente a finales del siglo XX. Así, si la propuesta multicultural se refiere a la coexistencia de distintas culturas dentro de un mismo territorio e incluso compartiendo un mismo marco jurídico, la interculturalidad apela a la relación simétrica y dialógica entre culturas diversas en un intento de conocimiento y aceptación, trascendiendo la simple tolerancia. Para el Consejo de Europa (2008), el diálogo intercultural consiste en un intercambio de opiniones abierto y respetuoso, basado en el entendimiento mutuo, entre personas y grupos que tienen orígenes y un patrimonio étnico, cultural, religioso y lingüístico diferente. Contribuye a la integración política, social, cultural y económica, así como a la cohesión de sociedades culturalmente diversas. Fomenta la igualdad, la dignidad humana y el sentimiento de compartir objetivos comunes. Tiene por objeto facilitar la comprensión de las diversas prácticas y visiones del mundo; reforzar la cooperación y la participación; permitir a las personas desarrollarse y transformarse, además de promover la tolerancia y el respecto por los demás. La interculturalidad va acompañada de otros criterios que son la base para la ejecución y observancia de la política pública, como son aquellos relacionados con la movilidad humana, la hospitalidad, la equidad social, la soberanía alimentaria, la economía solidaria, el buen vivir, el desarrollo sustentable y la propia interacción y convivencia intercultural. CONSTRUCCIÓN DE LA INTERCULTURALIDAD La interculturalidad no surge de modo espontáneo, sino que es parte de un proceso histórico dentro de la etapa de la modernidad, que comúnmente se asocia a partir del siglo XVI con el Renacimiento europeo y hasta la etapa actual con el capitalismo tardío. Por ello, es imprescindible referirse a tres conceptos anteriores al de la interculturalidad: la tolerancia, el pluralismo y el multiculturalismo. Tolerancia Es uno de los conceptos creados desde distintos ángulos que está ligado al concepto de dignidad de la persona humana. La tolerancia significa la no interferencia en los comportamientos ajenos por respeto a la dignidad de los demás, en palabras de Ramón Soriano (2004), que sirve de base a las libertades. Pluralismo El pluralismo comienza a popularizarse en los años sesenta del siglo XX porque resultaba evidente que las sociedades son plurales pero diferenciadas; sin embargo, ser plural no necesariamente equivale a pluralismo. Sartori (2008) menciona que “el intento primario del pluralismo es asegurar la paz intercultural, no fomentar una hostilidad entre culturas”, por lo que el multiculturalismo separa, es agresivo e intolerante y en realidad niega al pluralismo, porque se requiere un reconocimiento recíproco y no solo de un poderoso sobre un débil. El pluralismo “trata cualquier identidad de la misma manera y por ello en términos de respeto y de reconocimiento recíproco”. Cabe destacar que, en el ámbito político, el principio de mayoría como principio regulador debe ser entendido desde el pluralismo como un principio limitado donde se respeten los derechos de las minorías, en tanto que las mayorías “deben ejercer su poder con moderación en los límites planteados por el respeto del principio pluralista”. Como el principio pluralista es incluyente, las esferas de la religión, la política y la economía deben estar adecuadamente separadas y ninguna debe sobreponerse a la otra, toda vez que el pluralismo anhela una política de paz. El pluralismo también se refiere a una sociedad no disociada, fragmentada y conflictuada, sino que se establece a partir de las denominadas asociaciones múltiples de carácter voluntario y abierto, por decisión propia y no construidas artificialmente. Multiculturalismo El multiculturalismo, según Bokser (2010), comprende diversas dimensiones entre teóricas y prácticas. En primera instancia, es descriptiva que alude a la presencia de diversos grupos étnicos y culturales en el seno de la misma sociedad; en segunda, es filosófica referente a su dinámica normativa y prescriptiva frente a la realidad; y en tercera, al ubicarse en las políticas públicas que se formulan frente a la existencia multicultural. SUJETOS DE LA INTERCULTURALIDAD Pueblos indígenas originarios El Buen Vivir emerge en el contexto de la resistencia del movimiento indígena ante la globalización neoliberal impulsada a finales del siglo XX, cuando se declara el triunfo del capitalismo como el pensamiento único, se anuncia el final del comunismo y se proclama el fin de la historia. Ante la crítica al modelo neoliberal, se agudiza la necesidad de elaborar propuestas alternativas que le permitan al movimiento indígena superar las experiencias fallidas del siglo pasado (reformas agrarias, revoluciones inconclusas, etcétera) y posicionar su propio proyecto político; así emerge el sumak kawsay como “concepto que subyacía en la memoria y en el espíritu de los pueblos indígenas” (Simbaña, 2011:2). En este contexto la conceptualización del Buen Vivir emerge desde la crítica del mundo indígena a la modernidad y al desarrollo, por cuanto se trata de una propuesta que cuestiona y confronta los valores occidentales que sustentan el pensamiento euro centrista y homogeneizador que se ha intentado imponer a los pueblos indígenas, sustituyendo sus principios y modelos de vida. En este sentido se plantea que la resistencia indígena y su histórica lucha por el reconocimiento de lo diverso, logra la ruptura epistemológica con Occidente; a partir de la impugnación del eurocentrismo, la universalidad, la homogeneidad del sistema de vida y la violencia colonial hegemónica que sostiene al pensamiento dominante (Macas, 2011). En la primera década del siglo XXI, el Buen Vivir se posiciona como un paradigma alternativo, enel contexto de la crisis económica mundial (2007), del calentamiento climático y del inicio de una crisis global sistémica sin precedentes en la historia de la humanidad; que evidencian el fracaso de la modernidad, del desarrollo y del capitalismo depredador del planeta. Afrodescendientes La idea de Estado plurinacional e intercultural en Ecuador nace como una contrapropuesta al desgastado modelo de Estado-nación republicano que se funda en Ecuador hacia 1830 y que se caracterizó por una dominación cultural de un grupo social blanco-mestizo autoproclamado heredero de las costumbres españolas en América8 y la supremacía racial de ese mismo grupo al tratar de imponer la blancura como camino al mestizaje. Además, este modelo de Estado se estructura bajo las herencias coloniales españolas y el régimen de la hacienda, pero sobre todo bajo las características de una ideología supuestamente liberal que profesaba la igualdad, la libertad y la ciudadanía sin distinción, ocultando los prejuicios raciales y la discriminación a aquellos excluidos como los indígenas, y los africanos y sus descendientes. La puesta en marcha del modelo de Estado-nación mono cultural fue muy particular en los nacientes países de América Latina a finales del siglo XIX. De acuerdo con Bradford Burns (1990) después de las guerras de independencia las élites criollas triunfantes, inspiradas en la modernidad y modernización europea, trataron de impulsar un modelo de Estado estructurado bajo una idea de nación común e identidad ciudadana única, ocultando tanto la diversidad cultural como las desigualdades sociales. La implantación de este modelo generó enfrentamientos violentos de clases y grupos culturales, lo que conllevó un conflicto cultural, característico de toda la región durante el siglo XIX. Según Burns, tal conflicto supuso un choque de sociedades y mundos culturales propios de indígenas, africanos y europeos, el cual comenzó ya desde el «Descubrimiento de América». Migrantes internacionales y sus comunidades En las últimas décadas en el Ecuador puede ser calificada como la década de la emigración, este fenómeno involucra cada vez a un mayor número de familias e individuos. La emigración y el abandono voluntario del país, del terruño y de la “patria”, se convierte en el principal sueño y utopía de miles de ecuatorianos, quienes buscan en Estados Unidos y últimamente en España la tierra de la promisión. El “sueño americano” que cada vez se hace más inalcanzable por las trabas y dificultades, la gente común, la gente del pueblo, el trabajador migratorio ha pensado en cambiar de destino, ahora busca su futuro en Europa, donde España e Italia, y en menor medida otros países, particularmente Inglaterra, es una de las metas de esta diáspora de ecuatorianos. Según datos de la Dirección Nacional de Migración del Ecuador durante los tres últimos años salieron del país un 1’220 362 ecuatorianos y los países a donde se dirigieron fueron a Estados Unidos, España, Italia, Alemania e Inglaterra, de estos han regresado a Ecuador 917 826 de forma voluntaria, esto quiere decir que unos 302 000 ecuatorianos se han quedado fuera del país en estos últimos años, de estos 3 427 han sido repatriados por no tener documentos reglamentarios, unos pocos miles han regresado procedentes de España para regularizar su situación y volver a ese país con un contrato de trabajo y residencia. Estos números son de aquellos que salieron por vías legales, el total de personas que salieron irregularmente es indudablemente mayor y no es posible establecer o determinar su número exacto. refugiados, aislados, transmigrantes y apátridas La tendencia del desplazamiento forzado en todo el mundo se ha incrementado de manera considerable. De acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “al término de 2012, había 45.2 millones de personas desplazadas forzosamente en el mundo, de las cuales, 35.8 millones eran refugiados, apátridas, asiladas o solicitantes de asilo. Esta cifra contrasta con los 19.2 millones registrados en 2005, lo que significa un incremento de 86 por ciento en sólo siete años” (ACNUR, 2012). La mayor parte de los refugiados provienen de países con altos niveles de violencia, particularmente de Medio Oriente y África. En ese sentido, 2’585 605 de refugiados son de Afganistán, cifra que representa 26 por ciento del total de los refugiados en el mundo y que, sumados a los provenientes de Somalia (11 por ciento), Irak (8 por ciento) y Siria (7 por ciento), representan más de 50 por ciento del total de las personas refugiadas en tan sólo cuatro países. En cuanto a los apátridas, en 2012 existían 3‘335 777 personas carentes de nacionalidad bajo mandato de ACNUR, de las cuales, 808 075 se registraron en Birmania, que equivalen a 24 por ciento del total. Otros países con una alta concentración de apátridas son Costa de Marfil (700 000), Tailandia (506 197), Letonia (280 759) y Siria (221 000). En estos cinco países se concentraban 75 por ciento de los apátridas en todo el mundo. LA SITUACIÓN INTERNACIONAL Los propugnadores del fundamentalismo han sostenido que el mundo marcha hacia el reconocimiento de estados plurinacionales. Que España, Bélgica o Gran Bretaña, países donde las diversidades han generado la existencia de naciones o nacionalidades dentro del mimos estado, son un buen ejemplo. Pero este es falso. Al salir de la dictadura, España busco formulas democráticas que dieron cuenta de sus diversidades regionales enraizadas en siglos de historia. Pero se negó en forma expresa y categórica a reconocer que estaba formada por diversas naciones o nacionalidades, menos aún optó por autodenominarse “plurinacional”. La solución fue la consagración constitucional de la existencia de varias “comunidades autónomas” dentro de un solo estado nacional español. Esta alternativa es la que está vigente en España y solo ha tenido cuestionamientos minoritarios. Bélgica es un pequeño país que nació en 1830, justamente el mismo año en que se fundó el Ecuador. Ha tenido tensiones culturales y lingüísticas internas, pero tampoco se ha declarado “plurinacional”. En ningún lugar de su legislación hay nada de eso. La solución a la diferencia cultural fue el reconocimiento de “comunidades lingüísticas” flamenca y walona, dentro del mismo reino de Bélgica. El caso de Gran Bretaña es aún más claro. Se reconocen las especificidades culturales, políticas y hasta jurídicas de Escocia, Gales e irlanda del Norte, pero en ninguna parte el “Reino Unido” se declara plurinacional Seria Incorrecto, sin embargo, afirmar que no ha habido en el mundo países que se declararon plurinacionales. En realidad, existieron, pero ya no existen. Precisamente la “plurinacionalidad” fue el detonante de su desaparición. En el siglo XX tres estados eran Plurinacionales. Cheslovaquia, la Unión Soviética y Yugoslavia. El primero termino dividido entre la republica checa y Eslovaquia, felizmente sin violencia. El segundo tuvo su dramático y conflictivo final, y con él las formas estalinistas, que fueron el origen de la plurinacionalidad en el ecuador. Yugoslavia, que se solía poner como ejemplo de socialismo y coexistencia de seis naciones y más de diez nacionalidades en un solo estado, salto en pedazos en medio de una guerra en que el racismo y el etnocentrismo provocaron enfrentamientos crueles y sanguinarios, que parecían imposibles en el siglo XX. Habrá quien diga que Bolivia se declaró “Estado plurinacional” y que ese es un buen ejemplo para el resto de Latinoamérica y el mundo. Éste no es el espacio para tratar un tema que merece complejas explicaciones, pero se puede afirmar que hay reformas y grandes logros en el proceso boliviano, que son innegables para todos los sectores progresistas y de izquierda. Sin embargo, esa “plurinacionalidad” es uno de los puntos másconflictivos, que ha merecido objeciones de muchos sectores de indudable compromiso popular dentro y fuera de Bolivia. Ojalá los fundamentalistas ecuatorianos imiten varios de los aspectos unánimemente reconocidos del proceso boliviano, en vez de fijarse en uno de sus rasgos más discutidos. Una visión, por cierto, bastante superficial, suele confundir la diversidad cultural con la existencia de diversas naciones o nacionalidades en un país. Hay visiones superficiales que sostienen que cada cultura corresponde a una nación. Es decir que en el mundo debería haber tantas naciones y estados como culturas existen. Esto es simplemente absurdo. Prácticamente todos los Estados del mundo son pluriculturales, es decir tienen culturas diversas, pero eso no los hace plurinacionales. INTERCULTURALIDAD EN ECUADOR Raíces Históricas. Hace aproximadamente doce mil años en las tierras, en donde actualmente está situado nuestra República del Ecuador habitaron pueblos indígenas, según se sabe, procedentes de Asia y Oceanía. Estos pueblos fueron conquistados por invasores europeos en el siglo XVI, se les impuso leyes, costumbres y religión; en muchos se sometían a la explotación y la muerte. Las leyes españolas segregaron a la población y mantuvieron una “república de Blancos” y otra “de indios”. Los indígenas sin embargo aprendieron, aprendieron a resistir y sobreviven como pueblos en nuestra sociedad actual. En el país hay pueblos indígenas que conservan su cultura, lengua y organización. Son considerados un parte fundamental en nuestro país. Desde la Colonia los españoles trajeron a la Real Audiencia de Quito contingentes de esclavos negros, destinados al trabajo en la Costa y en los valles cálidos de la Sierra. Estas poblaciones de origen africano sufrieron las peores degradaciones, pero sobrevivieron y lograron mantener de sus rasgos culturales. En tiempos republicanos, los esclavos fueron manumitidos, pero los pueblos afro ecuatorianos no se liberaron de la explotación y la discriminación racista. Ahora son una importante parte de la población del país, pero no se encuentran entre los más pobres.| Organizaciones Indígenas. La base organizativa de los indígenas es la COMUNA, que en el caso de los pueblos amazónicos puede adoptar también el nombre de centro. Estas bases han existido alrededor de 1938. A partir de allí, surgieron uniones comunas parroquiales o cantonales. A nivel nacional, la pionera fue la Federación Ecuatoriana de indios, FEI, fundada en los años 30. Desde los años 60, la Federación Nacional de Organización Campesinas, FENOC, tuvo un gran desarrollo, fundamentalmente en la lucha por la reforma agraria. Desde los años 60 y 70 el movimiento indígena ha estado presente con gran fuerza en la política nacional. Por años participó electoralmente en conjunto con el socialismo y otras fuerzas de izquierda. Los primeros dignatarios indígenas de elección popular llegaron a sus puestos en las listas del Partido Socialista y el FADI. En 1996, las tendencias étnicas promovieron la formación del Movimiento Pachacutick, que ha logrado presencia política y que con el tiempo se consolidó como el “brazo político de la CONAIE”. Lucha Indígena Entre los años 20 y los 50 del siglo XX, la lucha del socialismo y la izquierda logro insertar la cuestión indígena en el debate nacional y se registraron algunos avances. Desde los años se levantó una intensa lucha por los derechos campesinos e indígenas en el Ecuador. A las antiguas organizaciones se sumaron otras nuevas. Los avances de organización se dieron en la segunda mitad del siglo XX. La presión del campesinado y las necesidades de modernización de las empresas agrícolas, impulsaron la reforma agraria, que eliminó las relaciones pre capitalistas y la presencia estatal en la Amazonía, En las últimas décadas del siglo XX las organizaciones pasaron del reclamo por la tierra a un proyecto político más amplio, de pertenencia étnica. Los indígenas se constituyeron en actores de la sociedad ecuatoriana. Durante los 80 y 90 se movilizaron por el reconocimiento de sus demandas y para enfrentar al modelo de ajuste. En ocasiones lograron revertir ciertas medidas e incidir en la política, pero su mayor logro, además de su propia organización, fue el reconocimiento de su personalidad política y sus derechos. En las décadas finales del siglo XX las organizaciones indígenas priorizaron las demandas por el desarrollo de una educación que usara sus propios lenguajes, como un mecanismo de preservar las identidades y de garantizar sus derechos. Así surgió la propuesta de la “Educación Intercultural Bilingüe” para los indígenas ecuatorianos. Este fue un paso decisivo, no sólo porque de este modo se avanzó en el proceso indígena, sino porque de esta manera se afirmó la necesidad de integrar la diversidad del país en un esfuerzo de unidad. Es notable mérito de los pueblos indígenas y su lucha, haber dado este paso crucial en la identidad del Ecuador, que no sólo representa la afirmación de derechos de un sector importante de la población, sino un avance en el entendimiento del país todo. LA INTERCULTURALIDAD, UN OBJETIVO Y UN CAMINO Lo intercultural hace referencia a la pluralidad de culturas que conviven y comparten. El DRAE define el término como concerniente “a la relación entre culturas”. La Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO define interculturalidad como “la presencia e interacción equitativa de diversas culturas y la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo”. Esta es la definición que utiliza el Reglamento para la difusión de contenidos interculturales. A pesar de que este concepto no hace alusión únicamente a grupos étnicos, el reglamento se centra en ellos (SUPLEMENTO DE LOS ESTUDIANTES DE PERIODISMO MULTIMEDIOS DEL COLEGIO DE COMUNICACIÓN Y ARTES CONTEMPORÁNEAS , ABRIL 2016). La interculturalidad se construye mediante un esfuerzo expreso y permanente. Va mucho más allá de la coexistencia o el diálogo de culturas; es una relación sostenida entre ellas. Es una búsqueda expresa de superación de prejuicios, racismo […] Una sociedad intercultural es aquélla en donde se da un proceso dinámico, sostenido y permanente de relación, comunicación y aprendizaje mutuo. Allí se da un esfuerzo colectivo y consciente por desarrollar las potencialidades de personas y grupos que tienen diferencias culturales, sobre una base de respeto y creatividad […] No es sólo reconocer al “otro”, sino también entender que la relación enriquece a todo el conglomerado social, creando un espacio no únicamente de contacto sino de generación de una nueva realidad común (Mora). Manifiesta en la salvaguarda, respeto y ejercicio de los derechos humanos, económicos, sociales, culturales, políticos y civiles de toda persona, pueblo, comunidad o colectivo social, independientemente de su origen, que permite conservar y fortalecer sus rasgos y características socioculturales y sus diferencias, tanto en el espacio público como en lo privado, haciendo posible la interacción, mezcla e hibridación en un contexto de conocimiento y aceptación que trasciende la tolerancia. Consiste también en un intercambio abierto y respetuoso de ideas, saberes, conocimientos y opiniones basado en el entendimiento mutuo y tiene por objeto facilitar la comprensión de las diversas prácticas y visiones del mundo; reforzar la cooperación y la participación; permitir a las personas desarrollarse y transformarse (Ruíz, noviembre de 2014). Bibliografía Alavez, A. (2014). Interculturalidad: Concepto, alcances y derecho. México: Cámara de Diputados, Mesa Directiva. Bokser, J. (2010). “Multiculturalismo”, en Interculturalidad. Historias, experiencias y utopías, Araceli Mondragón y Francisco Monroy(coords.). México: Universidad Intercultural del Estado de México. Consejo de Europa. (2008). Libro blanco sobre el diálogo intercultural, vivir juntos con igual dignidad. Madrid: Ministerio de cultural de España. Marakan, G. (2012). En Diálogo de los pueblos. Interculturalidad, concepto y práctica. México: Sederec. Mondragón, A. (2010). Interculturalidad, historias, experiencias y utopías. México: Universidad Intercultural del Estado de México. Mora, E. A. (s.f.). Interculturalidad en el Ecuador. Ruíz, A. A. ( noviembre de 2014). Interculturalidad: concepto, alcances y derecho. México: Centro de Producción Editorial del GPPRD. Sartori, G. (2008). La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros. México: Taurus. Soriano, R. (2014). Interculturalismo. Entre liberalismo y comunitarismo. Andalucía: Almuzara. SUPLEMENTO DE LOS ESTUDIANTES DE PERIODISMO MULTIMEDIOS DEL COLEGIO DE COMUNICACIÓN Y ARTES CONTEMPORÁNEAS . (ABRIL 2016). INTERCULTURALIDAD De dicho al hecho, del reglamento al impreso. ENFOQUE, 1-4.
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