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1 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA MARTIN DE LELLIS SCHELICA MOZOBANCYK 2 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA 3 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK Colección Psicología • Eudeba EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA MARTIN DE LELLIS SCHELICA MOZOBANCYK 4 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA Eudeba Universidad de Buenos Aires 1º edición: marzo de 2013 © 2013 Eudeba / Colección Psicología • Eudeba Editorial Universitaria de Buenos Aires Sociedad de Economía Mixta Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires Tel: 4383-8025 / Fax: 4383-2202 www.eudeba.com.ar Diseño de interior y cubierta: Alessandrini & Salzman Impreso en la Argentina Hecho el depósito que establece la ley 11.723 No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo del editor. 5 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK Índice Del paradigma reduccionista/ mecanicista al paradigma de la complejidad 11 El paradigma de la complejidad 17 El paradigma de la complejidad y la salud pública 31 Bibliografía 89 6 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA 7 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK Introducción En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts’ui Pên, opta –simultáneamen- te– por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiem- pos, que también proliferan y se bifurcan. Borges, J. L.: “El jardín de senderos que se bifurcan”. En el presente trabajo nos proponemos explorar las impli- cancias que tiene para la salud pública, el observar los procesos y emergentes propios de este campo desde los principios del para- digma de la complejidad. Desde una perspectiva epistemológica el pensamiento com- plejo ya se ha constituido en un verdadero paradigma para la mayoría de las disciplinas y áreas del conocimiento. En el cam- po sanitario, sin embargo, todavía la formación profesional, las concepciones y prácticas no logran desprenderse de las severas limitaciones que impone un paradigma reduccionista/mecani- cista, condicionando, gravemente, la eficacia –y aun el sentido ético– de las acciones en salud. Por ello, en estas páginas, proponemos un recorrido inevita- blemente breve e incompleto, pero comprehensivo y articulado, que nos permita acceder a una primera visión, aunque más no sea somera, del enorme potencial que implica el anudamiento entre el paradigma de la complejidad y el pensar y hacer en salud pública. 8 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA Al aplicarse a las problemáticas sanitarias emergentes, las ciencias de la salud en general y, la psicología en particular, se ven enfrentadas a cuestiones que se plantean en muy distintas áreas o niveles de análisis: el impacto de la globalización econó- mica, la degradación de los ecosistemas a causa de presiones eco- nómicas y demográficas, las nuevas enfermedades transmisibles emergentes y re-emergentes, los problemas de anomia y desinte- gración, que plantean una cada vez más creciente inequidad en el acceso a bienes y servicios entre los diversos grupos que con- forman a las actuales sociedades, los efectos del debilitamiento de las redes de apoyo sobre la salud de individuos, grupos y co- munidades, los comportamientos de riesgo a que es empujada la población en un contexto de presiones sociales que multiplican los valores del capitalismo global y estimulan intensamente el consumo a través de los medios de comunicación masiva. Es ya un hecho reconocido que el paradigma reduccionis- ta, establecido a partir del pensamiento cartesiano, ha exhibido claramente sus limitaciones para dar cuenta de la complejidad de dicho escenario, que actualmente atraviesa todo el campo de las problemáticas de la salud pública. Las concepciones lineales originan respuestas fragmentarias, que desatienden la trama de relaciones que configura la realidad e impiden la construcción de un conocimiento más integrado de la misma. Se hace ya impres- cindible introducir una mirada que reúna los fragmentos disper- sos por la hiper-especialización y proponga un enfoque que abor- de los objetos y sus contextos articuladamente. Hoy, las certidumbres arraigadas se despedazan por su pro- pia ineficacia para asir la realidad y resolver las cada vez más complejas demandas que presenta el escenario de la salud públi- ca. Como respuesta a la necesidad de un enfoque que dé cuenta de las actuales problemáticas sanitarias emergentes, se configu- ra un riquísimo conjunto de conceptualizaciones que se enmar- can en lo que hoy se denomina el paradigma de la complejidad. Configurado por hallazgos científicos surgidos en distintas áreas del saber y una epistemología renovadora, este paradigma se ha 9 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK constituido en una propuesta transformadora que ha revolucio- nado todo el campo filosófico y científico. La comunicación de la articulación que proponemos no es sencilla, debido a que, por la propia complejidad y múltiple inter- imbricación de todos los conceptos abordados, el campo se nos presenta como una verdadera red conceptual compleja (como no podía ser de otro modo). Optamos por organizar el trabajo del siguiente modo: en la primera parte, se comparará el paradigma reduccionista/mecani- cista con el paradigma de la complejidad, presentando al segundo como una respuesta superadora de las limitaciones que, a lo largo del siglo XX, fue evidenciando el primero, para dar cuenta de fe- nómenos que se fueron presentando sucesiva y consistentemen- te, en distintos campos del saber científico. En segundo término, describimos los rasgos centrales que caracterizan el paradigma de sistemas complejos. En la tercera parte del trabajo vinculamos el paradigma de la complejidad con procesos y emergentes actua- les del campo de la salud pública. Así, vamos tomando, sucesiva- mente, cada una de las características que consideramos centrales del paradigma de los sistemas complejos (la visión de proceso, la noción de niveles de análisis de los emergentes, la causalidad cir- cular compleja, la problemática de la auto-organización y la ma- nifestación de la diversidad) y, luego de examinarla un poco más detenidamente, aplicamos el constructo para analizar distintos procesos y fenómenos del campo de la salud colectiva. El presente trabajo, cuyo objetivo tiene un fin didáctico e introductorio, no tiene ninguna pretensión de exhaustividad, simplemente persigue el propósito de dejar en evidencia las im- plicancias (en cuanto a potenciación de capacidad explicativa, multiplicación de posibilidades de intervención y eficacia en el accionar) que tendría dejar a un lado las constricciones del pen- samiento reduccionista/mecanicista, para abordar las problemá- ticas de salud colectiva desde una mirada expansiva y expandida, como lo es el paradigma de la complejidad. 10 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA 11 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK Del Paradigma Reduccionista/ Mecanicista al Paradigma de la Complejidad El Paradigma Cartesiano La ya clásica noción de paradigma de Kuhn (1971), entiende a éstos como una serie de supuestos aceptados y compartidos por la comunidad científica, en un determinado momento histórico, que definen un modo particular de aprehender la “realidad” y en- tonces, orientan el desarrollo de la ciencia en ese período. El modo de conocimiento científico es una producción del pensamiento humano y, como tal, está sujeta a sus limitaciones y a determinantessocio-históricos. Resulta claro que, si bien los paradigmas son encarnados por algún científico en particular que los representa (por ejemplo, Descartes), resultan, en verdad, emergentes de todo un contexto y proceso de desarrollo histórico, cultural y social. El pensamiento científico, con las características con que hoy lo conocemos, nace en el siglo XVII, en los primeros siglos de la modernidad. El contexto socio-económico de su nacimiento es el surgimiento del capitalismo, con sus valores e ideales concomi- tantes. Esta particular formación económico-social y el desarro- llo del pensamiento científico, podría decirse que co-evoluciona- ron, en el sentido de que se impulsaron mutuamente. El nuevo contexto de producción y comercialización que ge- neró el descubrimiento de América primero, y la revolución in- dustrial después, planteó demandas específicas a la ciencia y su aplicación, la tecnología. A su vez, los avances de éstas últimas impulsaron y orientaron el proceso de desarrollo económico- social capitalista. El avance científico-tecnológico, expresión em- 12 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA blemática del ideario moderno, fue entramándose en una lógica de intereses (económicos, políticos) que han sido solidarios a lo largo de la historia. Si el nacimiento del pensamiento científico es un producto de la modernidad, la ruptura con este pensamiento, el nuevo para- digma de la complejidad, emerge en el contexto de la posmoder- nidad y del proceso de globalización económica y cultural. En los primeros siglos de la Edad Moderna nacieron las dos primeras propuestas epistemológicas que encarnaron dos aspec- tos opuestos (pero complementarios) de la racionalidad científi- ca: el empirismo, representado por Bacon y Locke y el racionalis- mo fundado por el filósofo francés René Descartes (1596-1650). Mientras que el empirismo sostenía que la experiencia sensible de la realidad es la única fuente válida de conocimiento, el ra- cionalismo entendía que el conocimiento válido sólo es posible a partir de las evidencias que nos aporta la razón. A través de su método, la duda radical, que consistía en du- dar sistemáticamente de todo, Descartes llegó a la conclusión que de lo único que no podía dudar era de su propio pensar. Su afirmación “Pienso, luego existo” lo identifica con el ser pensante y excluye de su ser, irremediablemente, la corporeidad. El méto- do cartesiano separó radicalmente el ámbito de la mente del de la materia, introduciendo una escisión dualista de las sustancias en extensas y pensantes, y estableciendo una disyunción neta entre el sujeto pensante y la cosa pensada, dando origen, así, a las pos- turas objetivistas en ciencia. La naturaleza, que quedará identificada con el objeto, será observada, medida, controlada y explotada por el sujeto pen- sante, de acuerdo a ideales de progreso perpetuo propios de la modernidad. Para Descartes toda experiencia del mundo y todo objeto animado o inanimado, puede descomponerse en los elementos simples que lo componen. El método científico que proponía, en consecuencia, consistía en descomponer los problemas en pro- blemas más simples y resolver cada uno en forma independiente, 13 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK asumiendo que la solución del todo es equivalente a la solución de la suma de las soluciones de sus partes, método conocido como reduccionismo. Este proceder sentará las bases para el nacimiento de los campos disciplinares, cada uno de los cuales estudia, en forma independiente, un sector parcializado de la realidad, al que toma por objeto de estudio. Los aportes de la mecánica de Newton (1643-1727), teoría considerada punto culminante de la revolución científica del siglo XVII (y aún de toda la historia de la ciencia), terminaron de configurar el paradigma reduccionista-mecanicista. Sus pos- tulados introdujeron la visión del mundo como un mecanismo de relojería perfecto, gobernado por leyes matemáticas exactas, universales e inmutables. La estabilidad de los fenómenos per- miten su previsibilidad y predicción, explicándose los mismos mediante una relación simple causa-efecto, esquema conocido como determinismo. El Nuevo Paradigma Emergente Hacia el siglo XX, la ciencia comienza a preocuparse por el estudio de fenómenos que no podían ser descritos por el modelo mecanicista, socavando los cimientos del paradigma en vigencia, al evidenciar que muchos fenómenos no pueden explicarse por modelos lineales, precisos y simples. A nivel del macrocosmos, Einstein inaugura la física moderna con su trabajo de 1916 “Teoría de la relatividad general”, momen- to a partir del cual revoluciona el mundo científico, al demostrar que la masa no es una propiedad intrínseca de la materia, sino que ésta varía en función de otras variables, que la energía puede transformarse en masa –y viceversa–, y que el espacio y el tiem- po no son entidades absolutas sino relativas. También es revolucionaria su perspectiva sobre los fenóme- nos electromagnéticos, que jugó un papel clave en el desarrollo 14 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA de la teoría cuántica que acabó con la idea clásica de los objetos “sólidos”. De hecho, a pesar de que el conocimiento científico iba iden- tificando porciones cada vez más pequeñas del mundo mate- rial, parecía que nunca llegaba a aislar las estructuras últimas, los “ladrillos” básicos que componen todas las cosas. Primero se descubrió la célula, luego los biólogos se encontraron con la existencia de los organillos celulares, las moléculas, los átomos y luego con sus partículas elementales: los protones y neutrones. Hoy los científicos han descubierto los “quarks” elementos más pequeños que los electrones, de alta complejidad microfísica.1 De modo que, el concepto actual de partícula no conlleva, de ningún modo, la idea de sustancia elemental simple, sino que conduce a una frontera de lo inconcebible (esto, sin mencionar, el tema de las anti-partículas, la anti-materia y la últimamente muy comen- tada teoría de las cuerdas). La mecánica cuántica,2 formulada por W. Heisenberg, man- tiene que no hay partículas sólidas que formen los elementos del universo. Las partículas subatómicas no parecen tener estas ca- racterísticas; no son cosas, son entidades que a veces se compor- tan como ondas y a veces como partículas, dependiendo de cómo se las observe, y no existen en sitios específicos, sino que mues- tran tendencias a existir. Esto significa que los objetos materiales que nos son familiares en la vida cotidiana son, a nivel subatómi- co, modelos de probabilidad en forma de ondas (Hawking, 1988; Capra, 1998). Según la teoría cuántica las características de los fenómenos atómicos depende de la perspectiva que adopte el observador respecto a los mismos: un electrón no tiene propiedades obje- 1. Los quarks fueron descubiertos por el físico Murray Gell-Mann, quien ha descrito, por lo menos, seis variedades de ellos. Su trabajo sobre dichas partículas le mereció el premio Nobel en 1969. 2. Parte de la física que estudia las leyes de la evolución de los sistemas microscópicos, fundada en la teoría de los “cuantos”. 15 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK tivas y el hecho de que se comporte como una onda o como una partícula es una función de la interacción entre el electrón y el observador. La teoría cuántica fue la primera ciencia que se vio forzada a dejar de lado la descripción determinista del mundo. A partir de la formulación del “principio de incertidumbre”, Heisenberg demostró, en 1926, que hay un margen de incertidumbre irreduc- tible en la predicción de la posición y velocidad de las partículas. Este límite es una propiedad fundamental e ineludible del mundo físico. Mostró, por otra parte, que cualquier intervención del ob- servador, esto es, cualquier procedimiento de medición, perturba las partículas a ser medidas, haciendoinexacta la medición. La biología, por su parte, enfocó su atención en una serie de fenómenos, cuya comprensión no podía alcanzarse por medio del análisis, porque funcionan como totalidades complejas que, además, no es posible aislar de su entorno. Hasta el día de hoy los biólogos no han logrado dar respuesta a preguntas que nece- sariamente involucran la noción de funciones integradoras de los organismos. Preguntas del tipo ¿cómo se mantiene la estructura de un organismo a pesar de que sus partes se regeneran perma- nentemente?, ¿cómo se pasa en la embriogénesis de una célula huevo indiferenciada a la producción de un organismo completo, con su nivel de diferenciación extremo?, o ¿cómo se producen las actividades integradoras del sistema nervioso central?, sólo pueden obtener respuesta apelando a procesos de interacción y coordinación complejos que involucran a todo el sistema y su ambiente de desarrollo (Capra, op. cit.). Hoy se sabe, por ejemplo, que el genoma no es, como se creyó en un comienzo, una disposición lineal de genes independientes que dan por resultado un rasgo particular, sino una red altamen- te compleja de múltiples efectos recíprocos, cuyas actividades necesitan ser estudiadas desde una perspectiva sistémica, debido a que un solo gen puede afectar a un gran número de rasgos y, por otra parte, muchos genes diferentes a menudo se combinan para producir un solo rasgo. 16 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA Estos son sólo un puñado de ejemplos de cómo se fue gestan- do una revolución considerable en el proceso de desarrollo de la ciencia occidental. Hoy por hoy, cada vez con mayor claridad un número creciente de científicos percibe que el paradigma carte- siano está cayendo y un nuevo paradigma –que se ha denomina- do “paradigma de la complejidad”– está tomando forma. 17 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK El Paradigma de la Complejidad Antecedentes Por oposición a un paradigma reduccionista-mecanicista, que asume el mundo como inmutable, totalmente predecible y linealmente explicable, surge otro paradigma que se nutre de ideas tales como complejidad, auto-organización, emergencia de la novedad e incertidumbre. Tres aportes teóricos vinculados entre sí merecen ser destaca- dos como antecedentes del paradigma de la complejidad: la teoría sistémica, la teoría de la información y la teoría cibernética. La Teoría General de los Sistemas fue elaborada por el bió- logo austríaco von Bertalanffy (1901-1972) durante la década del ’30, aunque publicada bastante tiempo después. Desde entonces, la visión sistémica se ha ido imponiendo como un nuevo paradig- ma científico. Esta teoría cambió el eje de interpretación de los fenómenos de “las partes” al “todo”, lo que resultó especialmente relevan- te para los sistemas vivos (biológicos, ecológicos) y sociales. De acuerdo a esta visión, los sistemas son totalidades integradas cuyas propiedades no pueden ser reducidas a las de sus partes individuales, dado que las propiedades del sistema emergen de su forma de organización y no de las características de sus com- ponentes en sí. El énfasis de estudio de la teoría sistémica está en las rela- ciones que se establecen entre las partes del sistema y no en las propiedades de los elementos que lo componen. Por ejemplo, el 18 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA estudio de una especie no tiene sentido fuera del ecosistema en donde la misma habita y de las funciones que cumple dentro del mismo. Un órgano de un cuerpo viviente no puede ser compren- dido al margen del papel que desempeña dentro de dicho orga- nismo, en relación a los demás órganos y sistemas. Los sistemas vivos se caracterizan por ser abiertos, es decir, por intercambiar información, materia y energía con su medio. El funcionamiento de un sistema abierto depende del modo en que se relaciona con su ambiente. Estos sistemas tienen capaci- dad de auto-regularse, función que cumplen gracias al principio de retro-alimentación (a la que nos referiremos en seguida), la que proporciona al sistema información acerca de sus proce- sos internos y de su ambiente, lo que le permite adaptarse a los cambios ocurridos en él, según sea necesario; esto es, le permite lograr una cierta estabilidad, un equilibrio dinámico llamado ho- meostasis. Por su parte, C. Shannon (1916-2001), ingeniero en tele- comunicaciones de la Bell Telephone y discípulo de Wiener (a quien nos referiremos seguidamente), estaba preocupado por optimizar el rendimiento de las telecomunicaciones y aumentar la velocidad de transmisión de los mensajes. Con estos objetivos en mente elaboró, hacia los años ’50, una Teoría de la Comunica- ción basada en desarrollos matemáticos, que se enfoca en los as- pectos de transmisión de la misma, definiendo sus componentes de emisor, mensaje, código, canal y receptor. La Teoría Cibernética, por su parte, introdujo los conceptos de comunicación en el contexto de los problemas del control de los sistemas. N. Wiener (1894-1964) y J. Von Neumann (1903-1957) fue- ron dos matemáticos cuyos aportes, desde distintas perspectivas, dieron forma a la Teoría Cibernética. Sus investigaciones sobre sistemas de control automático en las armas recibieron un for- midable impulso en el contexto de la carrera bélica en la que participaba Estados Unidos para la época de la segunda guerra mundial. 19 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK Wiener diseñó un sistema de control automático para un arma de defensa aérea que tenía la capacidad de re-direccionarse automáticamente según los movimientos de su blanco, a partir de captar y procesar información sobre la posición del mismo. Para lograr este diseño, empleó un mecanismo que denominó feed-back o retro-alimentación, que hace referencia al retorno de la información a su punto de origen, a través del desarrollo de un proceso o actividad. Es una modalidad de circulación de la infor- mación en la cual el mensaje regresa a su propio emisor, modi- ficándolo; es decir, una parte del sistema envía un mensaje que provoca una modificación en otra parte del mismo, la cual, a su vez, reacciona enviando una respuesta que modifica a la primera y así sucesivamente. Diferenció una retro-alimentación negati- va, que permite a los sistemas mantener su equilibrio dinámico, de la reatro-alimentación positiva que tiene el efecto de alejar, progresivamente, a los sistemas de su estado de equilibrio. Los mecanismos de retro-alimentación introducen la noción de cau- salidad circular en ciencias (superando el modelo lineal). La retro-alimentación, como se dijo, es el mecanismo esen- cial de la homeostasis, o auto-regulación, que permite a los siste- mas vivos mantenerse en un estado de equilibrio dinámico (cuasi estacionario). Wiener también se preocupó, entonces, por la problemática del control en los seres vivos, lo que lo llevó al estudio de la auto- regulación, vinculada a los sistemas de control interno o auto- control. Un sistema, para auto-regularse, requiere la circulación de información. Introdujo el término cibernética en 1948 a partir de una palabra griega que significa timonel, y la definió como el estudio del control y de la comunicación en el animal y la máqui- na, es decir, como el estudio de la auto-regulación, ya sea en los sistemas naturales o en los sistemas artificiales. Von Neumann, por su parte, autor de la célebre teoría mate- mática de los juegos, elabora aspectos matemáticos de una ciber- nética que dará un fuerte impulso al desarrollo de la informática. 20 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA La era de los sistemas, con los revolucionarios puntos de vista que se acaba de exponer, inaugura un nuevo paradigma en la historia de la ciencia. Desde estos nuevos marcos teóricos y epistemológicos, el reduccionismo, el mecanicismo y la causali- dad simple se ven desafiados –y superados–por un pensamiento sistémico y expansivo. Caracterización El término complejo proviene del latín complexus, que signi- fica enlazar. Según el Diccionario de la Real Academia Española, el vocablo alude a aquello que se compone de elementos diversos. También algo complicado, enmarañado o difícil; lo que está com- puesto por un gran número de piezas. De allí que la complejidad pueda entenderse como una trama de constituyentes heterogéneos recíprocamente relacionados. E. Morin, filósofo francés contemporáneo, formulador de una epis- temología de la complejidad, la define como un tejido de eventos, acciones, interacciones, retro-acciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico. Hoy por hoy, la teoría de los sistemas complejos es un verda- dero paradigma, un inmenso parasol que cobija todos los cam- pos disciplinarios. Sus proposiciones teóricas han sido utiliza- das para estudiar fenómenos y problemas tan disímiles como la organización neuro-cognitiva, los fenómenos meteorológicos, la construcción de hormigueros, los trastornos mentales, la regula- ción del código genético, la circulación del tránsito, las fluctua- ciones de la bolsa de comercio, la dinámica de poblaciones, la problemática ambiental, el riesgo de contraer HIV, la adminis- tración de empresas, la gestión de servicios de salud, los sistemas sociales, los sistemas urbanos, diversas reacciones químicas, y un muy largo etcétera. No obstante, el paradigma de la complejidad es hoy, todavía, un conjunto fragmentado de teorías, principios científicos y epis- 21 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK temológicos que conforman un campo heterogéneo, en proceso de construcción y desarrollo. Munné (1994), psicólogo social español contemporáneo y epistemólogo de la complejidad que ha llevado sus postulados al campo de los fenómenos psicosociales afirma que, en la actuali- dad, los modos de aproximación al fenómeno de la complejidad pueden clasificarse en tres vertientes que implican tres perspec- tivas diferentes: a) La visión especulativa, propia de la nueva filosofía de la ciencia, que trata la complejidad como un concepto a priori, al que se llega básicamente a través de la reflexión sobre los datos de la realidad. La aportación de Morin responde, en gran medida, a ella. Esta línea aborda, principalmente, los aspectos epistemológicos de la complejidad. b) La aproximación empírica, resultante de las más reciente investigaciones científicas, principalmente aquellas que se han realizado a partir de la teoría y los fenómenos caóticos. Dentro de esta línea, la complejidad es un concepto al que se arriba a partir del estudio de los fenómenos empíricos y de la teorización sobre los mismos. c) Una tercera aproximación participa de ambos aspectos. El destacado químico belga Ilya Prigogine (1917-2003) es uno de sus máximos exponentes. Sus aportes, a los que nos refe- riremos más adelante, fueron una de las mayores contribu- ciones al nacimiento del paradigma de la complejidad. El fí- sico, meteorólogo y epistemólogo contemporáneo argentino Rolando García, quien trabajó largamente con Jean Piaget, y a quien también nos referiremos más adelante, puede, asi- mismo, enrolarse en esta vertiente. Tomando la propuesta de clasificación elaborada por Munné, expondremos a continuación algunas de las contribuciones más 22 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA significativas que han ido dando forma al vasto campo del pen- samiento complejo, ordenándolas de acuerdo a dicha propuesta. a) La aproximación epistemológica Morin (1984) opone el paradigma de la complejidad al para- digma de la simplificación, reduccionista-mecanicista, expuesto anteriormente, los que compara a partir de una serie de rasgos diferenciales, a saber: En el paradigma de la simplificación se buscan los principios universales, no habiendo más ciencia que de lo general y rele- gándose los fenómenos de lo local y lo singular como categorías contingentes o residuales, dado que este paradigma no es capaz de concebir la conjunción de lo uno y lo múltiple. Las leyes se conciben como atemporales, desconociéndose el carácter irre- versible del fluir del tiempo, la noción de proceso y el devenir histórico. El método de conocimiento se caracteriza por la reduc- ción del conjunto al conocimiento de sus partes simples y por el aislamiento de los objetos de su entorno. Los fenómenos se pien- san desde una causalidad lineal y determinista, en un universo que aparece como ordenado y previsible, que puede ser explica- do mediante los principios de la lógica tradicional que privilegia, también, la cuantificación. Los fenómenos que gozan de autono- mía organizativa no tienen cabida en este esquema simplificante de pensamiento. En cuanto al lugar del sujeto cognoscente en el conocimiento científico, hay una disyunción absoluta entre el objeto y el obser- vador que lo concibe. El principio de disyunción y reducción ha aislado radicalmente entre sí a los grandes campos del conoci- miento científico: la física, la biología, las ciencias del hombre. La reducción de lo complejo a lo simple fragmenta el tejido comple- jo de la realidad, dando lugar a campos de conocimiento especia- lizados. Cada una de las disciplinas científicas, por su parte, se ha abocado al estudio de las partes últimas de su campo de estudio (sustancias simples en química, células en biología, pulsiones o 23 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK sensaciones en psicología, etc.), constituyéndose un pensamien- to que “desgarra la realidad, destruye los conjuntos y las totalida- des y aísla los objetos de sus contextos” (Morin, op. cit.). El nuevo paradigma emergente supera estas limitaciones de pensamiento Morin (op. cit.): • Postula la validez, aunque la insuficiencia, del principio de universalidad, siendo necesario integrar su principio com- plementario e inseparable: lo local y lo singular. • Asume como inevitable el abordaje de la problemática de la organización y, en los seres biológicos y las entidades ántro- posociales, de la auto-organización. • Reconoce la irreversibilidad del tiempo en la física (termo- dinámica), en la biología (ontogénesis, filogénesis, evolu- ción) y en toda problemática social, siendo imprescindible hacer intervenir la historia y la noción de proceso en toda descripción y explicación. • Vincula siempre el conocimiento de los elementos o partes a los conjuntos o sistemas a los que éstos pertenecen, existien- do un principio de distinción –pero no de disyunción– entre el objeto y su entorno. • Asume que es posible asociar dos términos que sean, a la vez, complementarios y antagonistas (por ej. orden/desor- den, unidad/diversidad) por el principio que denomina “dia- lógico”. • Entiende la causalidad como compleja; esto implica conce- bir una causalidad circular múltiple (inter-retroacciones, in- terferencias, sinergias, etc.) que vincula distintos elementos y niveles del sistema. 24 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA • Reconoce los límites de la demostración lógica en el cam- po de los sistemas complejos. Este nuevo paradigma tiene conciencia del carácter multidimensional de toda la realidad, aunque epistemológicamente hablando, es difícil concebir la complejidad de lo real. Dice Morin (1984): “lo real es mons- truoso”, y esto denota que el universo es mucho más rico que lo que las estructuras de nuestro cerebro y capacidad cogni- tiva puedan concebir. • La complejidad extrema y la interdependencia de todos los aspectos de la realidad llevó a la ciencia a preguntarse: si todos los fenómenos están interconectados, para explicar cualquiera de ellos necesitaremos conocer todos los demás (lo que obviamente, resulta imposible), entonces ¿cómo po- demos esperar comprender algo jamás? • Se hace evidente que, dada la trama inextricable de la rea- lidad (que, por otra parte, se nos presenta como una conti-nuidad fenoménica) aislar cualquier patrón, dibujando una frontera aleatoria a su alrededor y denominarlo “objeto” resulta totalmente arbitrario. No importa cuántas conexio- nes tomemos en consideración para describir un fenómeno, siempre estaremos obligados a excluir otras, de modo que siempre estamos operando con un recorte de la realidad. La noción de incertidumbre está ligada, intrínsecamente, a la teoría del sistema abierto, debido a que el meta sistema de un sistema abierto no puede más que ser, él mismo, abierto y tiene, a su vez, necesidad de un meta-sistema también abier- to. Por ello, Morin llama a la epistemología de los sistemas complejos epistemología abierta, la que está inexorablemen- te vinculada con la noción de incertidumbre. Si dentro del viejo paradigma existía la creencia en la com- pletud o certidumbre del conocimiento científico, en el nuevo paradigma sólo puede pensarse en un conocimiento científico 25 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK aproximado, debido a que asume que el saber total es un impo- sible. De allí que, contrariamente a lo que pudiera suponerse en principio, quienes adhieren al paradigma de la complejidad no pretenden tener visiones completas de los fenómenos: dado que la realidad es inabarcable, cualquier modelo teórico es, inevita- blemente, una simplificación. El nuevo paradigma sí pretende, en cambio, proponer visiones más integradas de los fenómenos. • Afirma la necesidad de conservar la especificidad de las disciplinas, si bien no se concibe a estas como entidades ce- rradas que pueden dar cuenta, unívocamente, del abanico de fenómenos que constituyen su campo de estudio. Se postula, en cambio, el imperativo de construir marcos teóricos y visio- nes que tiendan a lo trans-disciplinario. En un texto posterior Morin (1994) señala dos principios más, que resultan útiles para pensar la complejidad. Plantea la recursividad organizacional como un proceso en el cual los productos y los efectos son, al mismo tiempo, causas y productores de aquello que los produce. Utiliza el ejemplo del ser humano, que puede entenderse, a la vez, como producto y productor del orden social. La idea recursiva es, entonces, una idea que rompe con la idea lineal de causa/efecto, de productor/ producto, porque todo lo que es producido revierte sobre aquello que lo ha producido en un ciclo en sí mismo auto-constitutivo, auto-organizador y auto-productor. Por último, postula el principio hologramático, según el cual, es posible enriquecer el conocimiento de las partes por el todo y el todo por el conocimiento de las partes, en un mismo movimiento productor de conocimientos; cita, en este punto, la famosa frase de Pascal: “No puedo concebir al todo sin concebir a las partes, y no puedo concebir a las partes sin concebir al todo” (citado en Morin, op. cit.). 26 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA Una consideración especial merece el lugar del científico o sujeto cognoscente dentro del paradigma de la complejidad. En el paradigma cartesiano, las observaciones y descripciones del científico son consideradas objetivas; es decir, independientes del observador que las realiza, pues, como quedó establecido, en este paradigma la realidad es desarticulada en un sujeto pensan- te y una cosa pensada (res cogitans/res extensa). Dentro del paradigma de la complejidad, en cambio, se hace inevitable introducir el investigador humano –situado cultural, sociológica, política e históricamente– como agente productor en todo conocimiento. El observador debe ser incluido explícita- mente en la descripción de los fenómenos, puesto que la descrip- ción de un fenómeno es una comunicación que solo podemos ha- cer como seres situados en el mundo (esto es, desde una posición particular dentro de él), nunca desde el exterior. De este modo, la definición del objeto de estudio está inextricablemente vinculada a la posición teórica, valorativa e ideológica del científico que la produce. El mundo y el sujeto son inseparables porque el mundo no puede manifestarse como tal si no para un sujeto que lo piensa (lo configura, lo define) y, entonces, la complejidad que el sujeto descubre en el objeto no es sino la propia complejidad epistémica con que concibe el mundo. Dentro de la teoría sistémica, la problemática del sujeto ob- servador fue introducida bajo el concepto de cibernética de se- gundo orden,3 que define la relación entre el observador y lo ob- servado como circularmente sistémica. En este sentido, el propio acto de la observación opera modificando la realidad observada, en la misma línea ya comentada, que había abierto Heisenberg. Esta visión protagónica que otorga el paradigma de la com- plejidad al sujeto conceptualizador tiene, también, implicancias 3. Formulado por el cibernetista, físico y matemático austríaco Heinz von Foerster (1911-2002), quien trabajó en la Universidad de Illinois y fue uno de los fundadores del constructivismo radical. 27 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK éticas. Si en la ciencia clásica, en función de ser el conocimiento objetivo, no le cabía al científico ninguna responsabilidad por la producción del mismo, en el nuevo paradigma, en cambio, el in- vestigador es identificado como constructor del fenómeno cien- tífico, y, por tanto, es éticamente responsable su construcción. Y esta afirmación se hace extensiva a toda acción social. Tal como lo afirma Prigogine: “dado que es nuestra propia acción la que construye el futuro, a las puertas del nuevo paradigma, tenemos una oportunidad: ejercitar una acción constructiva del mundo, de un modo responsable y valioso”. b) La aproximación empírica Esta aproximación estudia una muy diversa gama de fenó- menos, correspondientes a muy distintos campos disciplinarios, cuyo denominador común es que su abordaje se basa en la des- cripción matemática, la construcción de modelos matemáticos y una importante utilización de herramientas informáticas. Desde esta perspectiva, una definición ampliamente acep- tada, sostiene que son complejos aquellos sistemas que poseen el siguiente grupo de características (Boccara, 2004, citado por Altshuler, 2005): a) Están formados por un número grande de agentes interac- tuantes (estos agentes pueden ser actores de cualquier orden: átomos, peces, personas, organizaciones, naciones, etc.); b) exhiben emergencia (o sea, un comportamiento colectivo, auto-organizado, difícil de predecir sobre la base del conoci- miento del comportamiento de cada agente); c) el comportamiento emergente no resulta de la existencia de un “controlador central” (esto es, no hay ninguna instancia de nivel superior o del mismo nivel que asuma el rol organiza- 28 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA dor, sino que el comportamiento emergente es producto de la auto-organización espontánea de los agentes participantes). La aparición de propiedades emergentes difíciles de prede- cir, es quizás la característica más importante de los sistemas complejos. De esta vertiente provienen conceptos que ya son “clásicos” en la ciencia de la complejidad, tales como “sistemas disipativos”, “no linealidad”, “caos”, “atractores extraños”, “autómata celu- lar”, “auto-organización”, “emergencia”, etc., que fueron creados mayoritariamente en el seno de la matemática y de la física. El reclamo que se hace desde esta perspectiva es que la trans- ferencia de estos conceptos –que, en su disciplina de origen tie- nen un significado preciso– a otros contextos, implica una dis- torsión e, incluso, una utilización completamente errónea de los mismos. Un ejemplo paradigmático de esta situación puede ser el concepto de “caos” que, en la teoría de la complejidad tiene una definición y un alcance muy preciso y que, cuando es extra- polado a otros campos, suele utilizárselo como sinónimo de des- orden o aun de azar que es, justamente, un significado opuesto al que tieneen la teoría de los sistemas complejos. En el clima polémico creado en torno a este debate, es inte- resante señalar la perspectiva de Munné (1994) quien observa que hay dos graves peligros, por parte de las ciencias sociales, en la asunción de la ciencia de la complejidad. El primero es per- cibirla como un paso hacia la matematización del conocimiento científico. Esto fundamentalmente, por la aparición creciente de nuevos modelos matemáticos que permiten la formalización de los fenómenos. El segundo es verla como un factor de des-ideo- logización. Dado el enfoque totalmente empírico y operativo con que la complejidad es tratada en la ciencia actual podría pensarse que se está ante un fenómeno provisto de neutralidad axiológica. Recuerda que, en tanto esta ciencia es un producto del conoci- 29 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK miento humano, está sujeta a los mismos determinantes valora- tivos que cualquier otra formulación teórica. c) La aproximación mixta Rolando García (2006) entiende que un sistema complejo es “un trozo de la realidad que incluye aspectos físicos, biológicos, sociales, económicos y políticos”. Este “trozo” de realidad no puede concebirse como un dato perceptivo, sino como una construcción teórica, un modelo que se realiza a partir de un conjunto de datos empíricos que no son el resultado de registros perceptivos (datos sensoriales) sino del registro de observables (datos con cierto grado de elaboración, interpretados desde determinada perspectiva teórica). El proceso investigativo consiste, entonces, en la propuesta de sucesivas modelizaciones hasta llegar a un modelo aceptable, entendiendo por tal aquel que permite formular explicaciones causales de los fenómenos que son objeto de estudio. García (op. cit.) destaca dos características sobresalientes de los sistemas complejos: 1) estar integrados por elementos hete- rogéneos en permanente interacción y 2) ser abiertos, es decir, estar sometidos, como totalidad, a interacciones con el medio circundante, las cuales pueden consistir en intercambios de ma- teria y energía, en flujos de recursos o de información o en la acción de ciertas políticas. 30 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA 31 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK El Paradigma de la Complejidad y la Salud Pública Saforcada (1999) diferencia dos paradigmas de concepciones y prácticas en salud. Al primero de ellos lo denomina paradigma individual-restrictivo (o clínico) y es tributario del pensamiento biomédico. Al segundo lo denomina paradigma social-expan- sivo (o sanitarista), y es tributario de la medicina social; tiene afinidad con el pensamiento ecológico y hace suyos los principios postulados por el paradigma de la complejidad. El mencionado autor propone una serie de dimensiones o ca- tegorías a partir de las cuales se pueden analizar las concepciones y prácticas en salud y, en consecuencia, determinar qué paradig- ma subyace a las mismas. De un modo muy sintético, digamos que el paradigma individual restrictivo se caracteriza por tener una visión simplificada de los problemas de salud, tendiente a la búsqueda de las causas simples que determinan los mismos, a partir de un reduccionismo biológico. Toma al ser humano des- contextualizado de sus marcos socio-ecológicos y opera desde posiciones valorativas hegemónicas y principistas. El paradigma social expansivo se caracteriza por tener una visión ampliada o compleja de los problemas de salud, tendiente a la búsqueda de las tramas causales que los determinan, e integrando, en la solu- ción de los mismos, los aportes de distintos campos disciplina- rios. Asume como posición valorativa el respeto por la diversidad cultural y el derecho a la auto-determinación de las comunida- des, operando, a partir de allí con criterios pragmáticos. En el campo de la salud, el paradigma reduccionista/meca- nicista se encarnó en el llamado modelo biomédico o individual 32 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA restrictivo (Saforcada, op. cit.), que responde al paradigma car- tesiano, y que es el imperante todavía en nuestros días. Desde el modelo biomédico, el cuerpo humano es considerado como una máquina, que puede estudiarse en función de sus partes aisladas entre sí, y repararse, cuando se daña, reemplazando sus “piezas” averiadas, dado que la enfermedad se entiende como el funciona- miento defectuoso de los mecanismos biológicos. De allí proviene la idea de una enfermedad causada por un solo factor. A una concepción simplificante del problema, corres- ponde, entonces, una solución simple del mismo. Esto es, asume el modelo de causalidad cartesiano, lineal y simple: una causa, un efecto. El mismo esquema de pensamiento reduccionista llevó a la tendencia a las especializaciones médicas, esto es, a descompo- ner el cuerpo humano en partes cada vez más pequeñas, o en sis- temas (circulatorio, reproductor, digestivo, nervioso, etc.), cada uno de los cuales es estudiado, en forma independiente, por un especialista en la materia. Al concentrarse en fragmentos cada vez más pequeños del cuerpo humano, la medicina perdió de vis- ta al paciente, en su integridad holística (biológica, psicológica, psicosocial y social), dando por resultado, una ineficacia cada vez mayor para producir el efecto de curación, mayores costos de tra- tamiento y mayor sufrimiento de los pacientes y sus familias. Con esta misma perspectiva, se ha separado la psiquis del cuerpo biológico, siendo el estudio de la primera asumido por la psicología y el del segundo por la medicina, desarrollándose és- tos como compartimentos estancos (Saforcada y de Lellis, 2006). De igual manera, se ha separado al sujeto bio-psíquico del medio social al que pertenece y en el cual interactúa (campo, este últi- mo, estudiado por la sociología). El paradigma de la complejidad se constituye en un marco conceptual, operativo y axiológico que nos permite pensar accio- nes superadoras de aquellas derivadas del corsé rígido y limitan- te que impuso hace ya más de tres siglos el paradigma cartesiano 33 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK pero que sigue surtiendo sus firmes efectos en el campo de la sa- lud colectiva hasta hoy día. Abordamos, a continuación, cinco conceptos centrales que hacen al paradigma de la complejidad, vinculándolos a proble- máticas del campo de la salud pública. Si bien, a los fines de facilitar su análisis, estos conceptos se desarrollan en forma independiente, todos ellos constituyen aspectos o facetas de la realidad compleja y deben considerarse simultáneamente al momento de caracterizarla. La noción de proceso Ya a fines de los años ’30, von Bertalanffy señalaba que el pensamiento sistémico es siempre un pensamiento procesual, dado que, en la en la visión sistémica, cada estructura es enten- dida como la manifestación de procesos pasados que condujeron a su emergencia. Del mismo modo, en el paradigma de la complejidad, la no- ción de proceso señala una concatenación de eventos que se dan a lo largo del tiempo y que introducen la categoría de historicidad en el análisis. La historicidad implica destacar el papel del pasa- do en el desarrollo de procesos de carácter irreversible; como lo definió Prigogine, implica considerar la intervención de “la flecha del tiempo”. La historia pasada condiciona, a la vez que posibi- lita, la evolución futura de un sistema; se conforma así un nexo entre historia y estructura que es característico de todos los sis- temas biológicos y sociales. En los sistemas complejos, la estruc- tura del organismo es el historial de sus cambios estructurales anteriores y, por lo tanto, de interacciones pasadas con el medio. Dicho de otro modo, en la teoría de sistemas complejos, el concepto de historicidad alude a la sucesión de bifurcaciones que conducen a la emergencia de una determinada estructura. Los puntos de bifurcación son aquellosen que aparece, repentina- mente, un desvío desde el cual el sistema se encamina en una nueva dirección. A partir de estos puntos de bifurcación tienen 34 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA lugar nuevos fenómenos de estructuración y emergen nuevas or- ganizaciones. Esta modalidad de evolución de los sistemas complejos está vinculada estrechamente a las nociones de auto-organización, orden y caos, a las que nos referiremos más adelante. Digamos por ahora que la dirección que puede tomar un sis- tema en un punto de bifurcación y, por ende, la nueva estructura que emerja en este proceso no pueden ser predichas determinís- ticamente, dado que en los momentos de re-estructuración reina la espontaneidad y autonomía del sistema y, con ella, la incerti- dumbre y la indeterminación. Dicho de otro modo, los sistemas complejos presentan una evolución no-lineal, con discontinuida- des estructurales, que procede por sucesivas reorganizaciones. Decía Prigogine (2004): “…en esencia, el universo se nos aparece como uno realizado y muchos posibles”. Debido a este carácter procesual, no predecible determinísticamente, de los acontecimientos históricos, concebía el futuro como en perpetua construcción. En relación al papel del ambiente, debe destacarse que todo sistema abierto (y todos los sistemas naturales y sociales lo son) evolucionan en continua interacción con el medio externo. La comprensión de un sistema no puede lograrse estudiando sólo el sistema mismo, sino que debe buscarse en su relación con el ambiente, dado que esa relación es constitutiva del sistema. No debería pensarse que el sistema simplemente está inserto en un ambiente, sino que ese ambiente ha contribuido a configurar las características del sistema. Esta idea ya había sido planteada por Darwin, quien sostenía que las características anatómicas y funcionales que presentaban los organismos eran co-variantes con los ambientes en que ha- bitaban y que, si una determinada característica surgía y perdu- raba en una especie, era porque aquella resultaba adaptativa o funcional en el ambiente particular donde ésta habitaba. El estudio del funcionamiento de un sistema complejo re- quiere, entonces, un análisis de la historia de los procesos que 35 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK condujeron al tipo de organización (estructura) que presenta en un momento dado, el que incluye la historia de los intercam- bios con su ambiente. Este estudio implica una combinación de análisis sincrónicos y diacrónicos: los primeros para determinar las propiedades estructurales del sistema en un período dado de tiempo, y los segundos para indentificar los procesos que con- dujeron a esa forma particular de organización (García, op. cit.) Al realizar estos análisis es imprescindible definir las esca- las temporales apropiadas para cada nivel de análisis que se está considerando (se hará referencia a ellos en el próximo aparta- do), debido a que los procesos que ocurren en distintos niveles de análisis deben ser estudiados en distintas escalas temporales. El mencionado autor diferencia procesos de primer nivel, que define como esencialmente locales (aunque tengan un alto grado de generalidad en cuanto a su repetición en zonas extensas o en lugares diversos); procesos de segundo nivel (regionales o nacionales), y procesos de tercer nivel (nacionales e internacio- nales). Estos tres niveles tienen dinámicas diferentes y actores diferentes. Están, sin embargo, claramente inter-relacionados, ya que el análisis de los procesos del tercer nivel provee una ex- plicación de los procesos del segundo nivel y el análisis de este último provee una explicación de los procesos del primer nivel. La noción de proceso en el campo de la salud pública Proceso salud/enfermedad La noción de proceso puede y debe recuperarse, una y otra vez, en varios distintos planos, en el campo de la salud pública. En un plano fenoménico, por ejemplo, puede observarse que las personas manifiestan distintos grados de salud y de enferme- dad (en polos que oscilan entre el ideal utópico de absoluta salud hasta una situación de máxima enfermedad). Este proceso, a ni- vel de cada individuo, está determinado por su propia estructura psicofísica (que incluye aspectos genéticos, aspectos psicológi- 36 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA cos estructurales, recursos de afrontamiento, habilidades para la vida, etc.) en interacción con un medio (físico y social) que le presenta distintos desafíos adaptativos y oportunidades de desa- rrollo que son resueltos de distinto modo en el curso de un proce- so evolutivo. Se conoce esta dinámica con el nombre de proceso salud/enfermedad. A un nivel de análisis individual, la concepción del proceso salud/enfermedad toma cuerpo en el concepto de historia natu- ral de la enfermedad, de Leavell y Clark, el que se refiere al curso natural esperable que sigue una determinada enfermedad si no hay ninguna intervención para desviarlo, curso que incluye un momento pre-patogénico y otro patogénico. La noción de proceso en relación a los determinantes de la salud puede estudiarse, asimismo, sobre otros niveles de análisis, en cada uno de los cuales, los procesos de evolución se analizarán en referencia a los elementos y fenómenos específicos de dicho nivel: familiar, institucional, comunitario o local, regional, na- cional, supra-nacional. Cada uno de estos sistemas, sigue sus propios procesos de desarrollo histórico y, en función del tipo de organización alcan- zado a través de los mismos, afrontará las demandas y oportu- nidades de su contexto (social, económico, político) generando respuestas que implicarán mayor o menor grado de salud para los conjuntos sociales implicados. Digamos, entonces, que los llamados problemas de salud emergentes, en el ámbito de la salud pública, son emergentes, precisamente, de un proceso histórico que anuda diferentes pro- cesos sociales, económicos, políticos, culturales que dan por re- sultado distintos niveles de salud en cada grupo social, en cada momento histórico definido. Los emergentes actuales del proceso salud/enfermedad es- tán fuertemente determinados por procesos históricos de nivel macro que vivió Occidente en los últimos siglos (a los que más recientemente se sumaron países de oriente). Estos procesos han impactado decididamente en los niveles de salud de las poblacio- 37 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK nes, y sin consideración de los mismos se hace imposible com- prender la situación sanitaria actual. Pueden ser ubicados como de tercer nivel, según la clasificación de García, anteriormente expuesta, y afectan tanto a los procesos de segundo nivel, como a los de primer nivel. Nos referimos a los procesos de industria- lización y urbanización que estuvieron en el origen de la llamada transición epidemiológica, punto de bifurcación en la historia sanitaria mundial. Transición epidemiológica A lo largo del último siglo y medio, tuvo lugar un proceso conocido como transición epidemiológica, que se refiere a un cambio en el perfil de los problemas de salud prevalentes en la población, desde un patrón caracterizado por la predominan- cia de las enfermedades infecciosas (transmisibles), hacia otro caracterizado por la prevalencia de las enfermedades crónicas y degenerativas (no transmisibles), transición que está vinculada a una serie de procesos históricos que implicaron el pasaje en la sociedades de un tipo tradicional a un perfil industrial. La transición epidemiológica es concomitante a una transi- ción demográfica, a una transición de riesgos ambientales y a una modificación de los estilos de vida de la población. El desarrollo industrial, ya desde su nacimiento en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, y apoyado en una invención tecnoló- gica permanente, siguió un proceso que se fue acelerando cada vez más, retro-alimentándose positivamentecon sus propios productos: la máquina a vapor, la producción de electricidad, la revolución verde y, en la última etapa, la revolución informática y de las telecomunicaciones. Desde sus inicios, la revolución in- dustrial configuró los rasgos que alterarían irreversiblemente el futuro del planeta, pues retro-alimentó otros procesos como la urbanización, la polarización económica, y una serie de cambios socio-demográficos. 38 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA Las nacientes ciudades industriales modernas crecieron a un ritmo desorbitado, mucho más de lo que sus autoridades podían controlar: inmigrantes llegaron en masa de los campos, atraídos por las nuevas fuentes de trabajo, y gente de todas regiones atraí- das por el nuevo estilo de vida que allí se proponía. Las ciudades se convirtieron así, en ámbitos caóticos, ruidosos, superpoblados, contaminados y sucios, sin planificación y sin servicios urbanos (de agua potable, cloacas o recolección de residuos), con fábricas en donde las condiciones de trabajo eran infrahumanas, con na- cientes barrios obreros donde amplios sectores de la población vivían hacinados en pésimas condiciones higiénicas. Emergie- ron, inevitablemente allí, violentas epidemias de todo tipo de en- fermedades infecciosas, que fueron la causa de la muerte de una enorme cantidad de personas en la época. Buenos Aires, hacia mediados del siglo XIX, no fue la excepción a esta regla. Con posteriores avances en el saneamiento urbano, el pro- gresivo tendido de la red de agua potable y, posteriormente de desagües cloacales, con sistemas de recolección de residuos y las primeras leyes de higiene urbana, a lo que se sumaron mejoras en la situación nutricional de las poblaciones, ciertos avances de la medicina y mejora en las condiciones de vivienda y trabajo, con lo cual las condiciones de vida en las ciudades modernas co- mienzan a mejorar al tiempo que las epidemias y la mortalidad empiezan a descender. La industrialización comienza a acercar, también, los benefi- cios del confort propios de la vida moderna a grandes sectores de la población. Claro que, avanzando el proceso de industrializa- ción y urbanización llega también el auge de la economía de mer- cado, con su lógica centrada exclusivamente en el crecimiento económico y el aumento de la tasa de ganancias, con su distribu- ción inequitativa de la riqueza y en donde la calidad de vida y la salud de la población no son valores prioritarios para el modelo. Con el ascenso del sistema capitalista, entonces, sólo una parte de la población urbana mundial vio mejorar sus condiciones de vida mientras que, en otras ciudades, o en los sectores peri-urba- 39 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK nos de la mayoría de las ciudades ricas, las condiciones de vida, siguieron siendo, hasta la actualidad, similares a las imperantes en el siglo XIX. La última etapa de este proceso histórico, que es el momento actual, está caracterizado por la globalización de la economía de mercado, con sus efectos a escala mundial. Hoy la globalización toma muchas formas (Gallopin, 1997): impactos en la biósfera, impactos culturales de las tecnologías de comunicación, expan- sión mundial del comercio, incremento de nuevas tensiones geo- políticas. La velocidad y magnitud del cambio socio-ecológico es enorme. Gobernado por esta poderosa constelación de fuerzas, el sistema mundial está ante la incertidumbre de un punto de bifur- cación, con un rango de futuros posibles que se pueden desplegar en el siglo XXI (y los desenlaces aparecen como impredecibles). Analizaremos más focalizadamente, a continuación, tres procesos de cambio imbricados con el proceso de transición epi- demiológica los que, a su vez, están entramados en los procesos de industrialización y urbanización, ellos son: a) cambios en los patrones demográficos; b) transición de riesgos ambientales y c) cambios en los estilos de vida. a) Cambios en los patrones demográficos Las sociedades tradicionales se caracterizan por una alta tasa de natalidad (familias numerosas), a la vez que por una alta tasa de mortalidad infantil. Esta última está vinculada a las malas condiciones de vida en las que, generalmente, subsisten estas poblaciones (carencias nutricionales, viviendas deficitarias, au- sencia de saneamiento ambiental, escasa higiene de los alimen- tos) que funcionan como caldo de cultivo para la proliferación de las enfermedades transmisibles, donde las principales causas de muerte están asociadas con la desnutrición, las enfermedades parasitarias e infecciosas. Estas sociedades tienen un mayor por- centaje de población joven y un reducido porcentaje de población 40 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA anciana, lo que se explica por su baja expectativa de vida (relati- va, en buena medida, a la alta mortalidad infantil). En las sociedades industrializadas desarrolladas las mejoras en las condiciones de vida (mejora en el aporte alimentario, en la calidad de las viviendas y en el saneamiento ambiental) llevaron a una disminución de la mortalidad infantil, con el consiguiente aumento de la expectativa de vida; por ende, estas sociedades tienen un porcentaje de población anciana mucho mayor que las anteriores y un menor porcentaje de población joven. Los nue- vos valores modernos de progreso económico, ascenso social y desarrollo personal, la entrada de la mujer en el mercado de tra- bajo, y el acceso a métodos anticonceptivos eficaces, condujeron, asimismo, a una disminución de la natalidad (menor número de hijos por familia). b) Transición de riesgos ambientales Según la OPS (2000), en las sociedades tradicionales predo- minan una serie de riesgos ambientales, vinculados a la pobreza y la falta de desarrollo, como los siguientes: falta de acceso al agua potable, saneamiento básico insuficiente en el hogar y en la comunidad (por ej., ausencia de letrinas y desagües cloacales), contaminación de los alimentos por microorganismos patógenos (por ej., elaboración de alimentos sin normas higiénicas, mala conservación de los mismos por falta de heladeras, etc.), conta- minación del aire interior de las viviendas por uso de combusti- bles de biomasa (carbón, leña, estiércol) para cocina y calefac- ción, sistemas deficientes de eliminación de residuos sólidos (por ej., ausencia de servicio de recolección de basura domiciliaria, acumulación de residuos en basurales), presencia de vectores de enfermedades (especialmente insectos y roedores), entre otros. Este tipo de riesgos ambientales están asociados a las enfer- medades infecciosas derivadas de la falta de higiene ambiental muy vinculadas, también, a la mala nutrición, el hacinamiento y la pobreza, en general. Las patologías típicas son las diarreas 41 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK (sobre todo infantiles), infecciones respiratorias agudas (sobre todo infantiles), tuberculosis, parasitosis y otras enfermedades transmisibles las que, en conjunto, causan la mayor parte de las muertes. Las sociedades industrializadas, por oposición, presentan una serie de riesgos ambientales vinculados con el proceso de industrialización y desarrollo tecnológico, llamados peligros de la modernidad, entre los que se cuentan: la contaminación de los cursos de agua por la evacuación de excretas humanas, los desechos industriales y el uso de agroquímicos modernos; conta- minación del aire urbano por las emisiones de los vehículos, las centrales energéticas y las industrias; acumulación de residuos sólidos y peligrosos (basura domiciliaria, residuos hospitalarios patógenos, dese chos industriales y radiactivos); riesgos químicos y por radiación debidos a la introducción de nuevas tecnologías industriales y agrícolas (químicos industriales, energía nuclear, equipos de rayos X, teléfonos celulares, contaminación alimen- taria con pesticidas, alimentos transgénicos, etc.). Debemos agregara este listado propuesto por OPS (op. cit.), otros riesgos urbanos como por ejemplo, la violencia urbana y los riesgos de accidentes de tránsito. Tal como sostiene la OMS (2002) hoy “el número de ries- gos potenciales para la salud es casi infinito…, y está claro que estos son riesgos no naturales, es decir, han sido creados por el hombre”. Sólo a modo de ejemplo, podemos mencionar que en los últimos cien años se han sintetizado aproximadamente diez millones de compuestos químicos nuevos, que pueden ser poten- cialmente tóxicos en algún grado. Los peligros ambientales modernos están asociados con las enfermedades crónicas y degenerativas (no transmisibles) y las lesiones por causas externas, las que están muy relacionadas, también, con los estilos de vida modernos. En las sociedades de- sarrolladas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la obe- sidad y los accidentes de tránsito son las de mayor prevalencia y son las responsables de la mayor parte de las muertes. 42 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA c) Cambios en los estilos de vida En las sociedades tradicionales las actividades de la vida co- tidiana están orientadas a cubrir la satisfacción de necesidades básicas como alimentación, agua, vivienda y vestido. Las condi- ciones de trabajo suelen ser precarias (ya sea en el campo o en fábricas con ambientes insalubres) y las actividades recreativas están vinculadas con la vida familiar y comunal. En las sociedades industriales modernas, la vida se ha vuelto sedentaria, la dieta más industrializada (menos natural) y, fre- cuentemente, excesiva en grasas saturadas, calorías, sal y azú- car; aumentó el consumo de sustancias tóxicas (como el alcohol, tabaco y drogas ilegales); se ha dado un cambio en las prácti- cas sexuales; han aumentado considerablemente las fuentes de stress en la vida cotidiana, a la vez que se han roto los lazos de vida comunal y ha disminuido el capital social; ha aumentado el tiempo de ocio y las actividades recreativas pasivas; se ha im- puesto el estilo de vida consumista (por una discusión acerca de la definición del término estilos de vida, ver el capítulo 3). Todos estos cambios son concomitantes a nuevos valores sociales. Los estilos de vida modernos, que traen consigo nuevos riesgos para la salud física, psíquica y social están produciendo un incremen- to en las enfermedades crónicas y degenerativas (como enferme- dades cardiovasculares, cáncer y obesidad). Cabe señalar, en relación a estos procesos, que hoy ya no existen los riesgos ambientales y estilos de vida tradicionales ne- tamente diferenciados de los modernos, sino que existen perfiles mixtos. Debido a que la globalización ha llevado los procesos de producción, productos industriales, medios de comunicación, tecnologías de información y estilos de vida originarios de los países avanzados, hasta los lugares más remotos del planeta, incluidos los más pobres, los países pobres tienen hoy lo peor de dos mundos, puesto que coexisten los problemas ambienta- les y sanitarios vinculados a la pobreza, junto con aquellos otros surgidos de la industrialización. Según la OMS (2002): “hoy en 43 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK día, más personas que en ninguna otra época están expuestas a productos y hábitos de vida importados o imitados de otros paí- ses que, a largo plazo, entrañan graves riesgos para su salud”. En realidad, los denominados riesgos occidentales ya no exis- ten como tales. Sólo hay riesgos mundiales y riesgos a los que se enfrentan los países en desarrollo. Algunos han llamado a este perfil epidemiológico perfil de transición, y otros, menos eufe- místicamente, acumulación de riesgos (Díaz, 2007). Esta extensa cita ilustra con suficiente claridad los problemas anteriormente aludidos: “Cada vez más, el tabaco, el alcohol y algunos alimentos elaborados son comercializados a escala mun- dial por empresas multinacionales, cuyos principales objetivos de expansión son los países de ingresos bajos y medianos. Los cambios en la elaboración y producción de alimentos y en las políticas agrícolas y comerciales han influido en la alimentación diaria de cientos de millones de personas. Al mismo tiempo, los cambios en los hábitos de vida y de trabajo han llevado a una disminución de la actividad física y el trabajo físico. La televisión y la computadora son dos razones evidentes de que la población pase muchas más horas al día sentada y relativamente inactiva que la generación anterior. El consumo de tabaco, alcohol y ali- mentos elaborados o ‘rápidos’ encaja con facilidad en este tipo de vida… Esos cambios en los hábitos de consumo y de vida, junto con el envejecimiento de la población mundial, van asociados a un aumento de la importancia de enfermedades como el cáncer, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad mental y la diabetes y otras afecciones vinculadas a la obesidad. Ya corrientes en los países industrializados, ahora tienen inquie- tantes repercusiones para muchos países de ingresos bajos y me- dianos que, al mismo tiempo, siguen enfrentados a los problemas tradicionales de la pobreza, como la desnutrición y las enferme- dades infecciosas” (OMS, 2002). La “Carta de Bangkok para la Promoción de la Salud en un Mundo Globalizado” (OMS, 2005), ha reconocido a las nuevas formas de consumo y comunicación y al márketing globalizado, 44 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA como influencias críticas sobre la salud en el contexto actual de globalización. Para Sunkel (1981) la globalización implica una homogeniza- ción a escala mundial de los patrones de producción, comercia- lización, consumo y utilización de los medios de comunicación originarios, principalmente de los Estados Unidos. Es importan- te comprender que la globalización no es solamente económica, sino que implica profundos cambios culturales: es la exportación de un modo de percibir y comportarse en el mundo. El aspecto central de esta globalización cultural es lo que se denomina imposición del estilo de vida consumista, que fomenta el consumo indiscriminado de bienes materiales y el reemplazo constante de los que ya se tienen por los últimos modelos lle- gados al mercado. La cultura del consumismo es introducida en todas las sociedades del mundo a partir, básicamente, de la pu- blicidad por medios de comunicación masivos, la que se apoya en cuidadosas estrategias de marketing. La publicidad se ha conver- tido así en uno de los grandes instrumentos del control social del mundo capitalista. El estilo consumista tiene, por su parte, profundos impactos en la salud de las personas, en la estructuración de los valores sociales y en la preservación o pérdida del capital social. Ya en el año 1961, Packard (1961) advertía que “la vida de las personas queda enlazada de tal manera a los actos de consumo, que los lleva a definir sus sentimientos de valor en la vida en función de dichos actos” y no en función de valores social y psicológi- camente más positivos. Los modelos de consumo propuestos por el mercado pueden ejercer una tremenda presión sobre el consumidor para que adquiera cada vez más bienes y servicios, con vistas a mantener la salud de la economía. La promoción del estilo consumista contribuye así a generar una sociedad social y psicológicamente enferma y empobrecida, y este es un proble- ma de capital importancia que debemos afrontar actualmente los psicólogos sanitaristas. 45 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK Proceso de planificación en salud El concepto de planificación estratégica en salud es solidario de la noción de proceso; tanto del proceso previo que desembocó en la situación objeto de la planificación, como del proceso en que está inmersa la planificación misma. En lo que hace a la aplicación del paradigma de la compleji- dad a la formulación de planes y programas sanitarios, una pri- mera directriz que se puedeextraer es la necesidad de entender a la planificación como situada; esto es, comprender el contexto complejo del cual emerge la realidad sobre la que se desea inter- venir, tal como lo postuló Matus (1984). Comprender la situa- ción implica comprender no sólo la estructura actual de la mis- ma, sino el proceso histórico que le dio origen, puesto que ambos aspectos dan cuenta de las posibilidades y límites de comporta- miento del sistema, lo que permitirá, entonces, implementar lo que Matus denominó “soluciones viables” a los problemas. Asi- mismo, el postulado de integrar al observador en la descripción de los fenómenos, implica atender a las múltiples perspectivas sobre la realidad (diferencias de definiciones del problema, de valores, de necesidades, de expectativas y de modos de solución del mismo) de los actores que participan en una situación de po- der compartido. Una idea clave del paradigma de la complejidad que alumbra al pensamiento estratégico es la de planificación como proceso no-lineal. En este sentido, el proceso de planificación está sujeto a la ocurrencia de fenómenos no previstos –y tal vez no maneja- bles–, y a distintos márgenes de incertidumbre. La acción, entonces, si bien es una acción racional, es tam- bién una apuesta (Morin, 1994), porque la noción de apuesta conlleva la conciencia del riesgo y de la incertidumbre. Es decir, en planificación estratégica se trabaja con márgenes de certeza o de error, y se pueden tomar riesgos calculados. La estrategia, luego, no es otra cosa que tener en mente la meta, mientras se 46 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA rediseña permanentemente la táctica en función del devenir del proceso. En este marco, la estrategia permite imaginar un cierto nú- mero de escenarios futuros posibles, a la vez que descartar otros como no posibles. Dado que el futuro es abierto y no predecible, la técnica de construcción y análisis de escenarios puede ser de utilidad, pues ofrece un marco para examinar las fuerzas que mo- delan la situación, las incertidumbres que nos rodean y las impli- cancias para el mañana de las acciones que se ejecuten hoy. Nos ayuda a comprometernos y ser actores partícipes en la construc- ción del futuro, porque tal como decía Prigogine, no podemos predecir el futuro, pero podemos prepararlo. Morin plantea, en relación a la acción desde el paradigma de la complejidad, la noción de ecología de la acción, para referir- se al hecho que, en el momento en que un individuo emprende una acción, cualquiera fuere, ésta comienza a escapar a sus in- tenciones. Esa acción entra en un universo de interacciones y es, finalmente, el ambiente el que toma posesión, en un sentido que puede volverse contrario a la intención inicial. Esto nos obliga a seguir la acción y a tratar de corregirla, si ello fuera posible. Para Morin, la palabra “estrategia” se opone a la palabra “programa”, ya que el programa es algo que se cumple, mientras que la estra- tegia se va rediseñando sobre el rumbo de los acontecimientos e involucra también, en su éxito, las dotes personales del estratega. Niveles de análisis Los sistemas vivos (biológicos, sociales) se organizan en dis- tintos niveles jerárquicos de complejidad. Tal organización es producto de procesos auto-organizadores que le dieron origen, como fue descrito en el punto anterior. Estos niveles podrían recortarse, por ejemplo, en el caso del mundo biológico, del si- guiente modo: célula, tejido, órgano, organismo. Los organis- mos, a su vez, forman parte de sistemas más amplios: poblacio- nes, comunidades que a su vez, se organizan en ecosistemas. El 47 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK conjunto de ecosistemas constituye la biósfera (esfera viva sobre la faz de la Tierra en la que interactúan todos los ecosistemas del planeta). Ver Gráfico Nro. 1. El análisis podría continuar, en un plano físico, desde nues- tro planeta, como parte del sistema solar, el que, a su vez, integra una galaxia que, asimismo, es parte de un sistema de galaxias, etc. Por otra parte, si descendemos a nivel del microcosmos, par- tiendo de la misma célula antes mencionada, encontraremos que está formada por diversos organitos celulares, compuestos por moléculas, las que, a su vez, están formadas por átomo, para lle- gar hasta el nivel subatómico que es, a su vez, un universo de alta complejidad. 48 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA En el plano de los sistemas humanos, podríamos definir los siguientes niveles de análisis, por ejemplo: individuo, familia, instituciones y grupos de pertenencia, comunidad de base terri- torial, agregados sociales, sociedad global. Ver Gráfico Nro. 2. En el nivel más alto de complejidad que nos interesa, ubica- mos a los sistemas humanos, ubicación esta, que no implica una posición valorativa ni tampoco teleológica, sino descriptiva, en el sentido de que los sistemas humanos agregan un grado más de complejidad a otros sistemas vivos. Estos sistemas han sido llamados sistemas complejos auto-concientes o reflexivos, para destacar su capacidad de observarse a sí mismos, y su propia evo- lución y comportamiento, lo que les permite abrir repertorios de respuestas de un nivel no conocido entre otros seres vivos. Los sistemas humanos tienen como propiedad específica el intercam- bio a través de la comunicación simbólica, lo que les permite de- sarrollar una enorme gama de prácticas innovadoras, capaces de generar cambios de magnitud sin precedentes en todos los otros sistemas, en procura de sus propias metas. 49 MARTIN DE LELLIS – SCHELICA MOZOBANCYK En el plano de los sistemas humanos la noción de persona humana no cobra sentido más que dentro de una ecología hu- mana (Newbrough, Kelly, Rappaport, Bronfenbrenner) a la que pertenece y en la que se desenvuelve: sistema familiar, institu- cional, comunitario, socio-cultural y, por tanto, sólo puede ser abordada dentro de estos contextos que dan marco y sentido a su comportamiento. Bronfenbrenner (1987) fue un psicólogo pionero en el es- tudio del desarrollo humano desde una perspectiva contextual- sistémica, al afirmar que el grado de desarrollo que puede alcan- zar una persona –particularmente se enfocó en los niños– está condicionado por las características de los ecosistemas humanos en que evoluciona. Estos ecosistemas tienen, como todos, una estructuración jerárquica (que este autor metaforizaba como un set de muñecas rusas) las que encajan unas dentro de otras. Por otra parte, otorgó especial importancia a las interacciones que se dan entre sistemas. El autor definió cuatro niveles de sistemas: micro-sistema (el nivel de las relaciones próximas, en el entorno inmediato), meso-sistema (el sistema formado por las interac- ciones de los micro-sistemas), exo-sistema (sistemas en los que la persona no participa directamente, pero que afectan los entor- nos en que ella sí participa) y, por último, el macro-sistema (los sistemas institucionales, sociales y culturales o sub-culturales que enmarcan los otros sistemas mencionados). Digamos, entonces, que todos los niveles de análisis antes descritos pueden considerarse sistemas, los que están conforma- dos por elementos que interactúan entre sí (sub-sistemas), los cuales pueden, a su vez, ser definidos y analizados como sistemas en un nivel inferior de estudio. Dicho de otro modo, cualquier sistema puede ser entendido tanto como contexto (ambiente), sistema, o como sub-sistema, dependiendo de cuál sea el nivel de análisis que se tome como referencia. Dado que todo sistema complejo (biológico, social) es abierto hacia su ambiente (esto es, realiza intercambios con el mismo), este ambiente, a su vez, puede funcionar como un sistema dentro 50 EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD Y SUS EMERGENTES DESDE UNA PERSPECTIVA COMPLEJA de otro todavía más amplio, abierto también a su ambiente, y así sucesivamente, debido a que, como señalamos,
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