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CAPÍTULO 19 El sistema reproductor 467 dación ocurre, ésta tendrá lugar en los dos tercios supe- riores de la trompa de Falopio. Los espermatozoides nadan a través de la vagina, el útero y la trompa de Falopio gracias al latigueo de sus fl agelos. Ellos se ven atraídos por el óvulo gracias a sus- tancias químicas que éste secreta. Aunque cientos de espermatozoides rodean el óvulo y rompen sus acroso- mas para liberar las enzimas que les permitan penetrar el óvulo, sólo un espermatozoide penetrará y combinará su material genético con el material genético del óvulo para producir un óvulo fecundado o cigoto. A medida que el cigoto se desplaza por la trompa de Falopio, sufre una serie de divisiones mitóticas rápi- das, dando lugar a una masa hueca de células llamada blástula o blastocisto. En el momento en que llega a la cavidad uterina, se compone de unas 100 células. En esta etapa, parte del blastocisto se desarrolla en la vesícula coriónica y secreta gonadotropina coriónica humana, una hormona que hace que el cuerpo lúteo del ovario siga produciendo sus hormonas para mantener el reves- timiento del útero. Alrededor del día siete posterior a la ovulación, el embrión en desarrollo se ha integrado en el revestimiento endometrial del útero. Mientras tanto, se forman las tres capas germinales primarias por división mitótica. El ectodermo formará la piel y el sistema nervioso; el endo- dermo formará el revestimiento de los órganos internos y las glándulas; y a partir del mesodermo, se formarán los músculos, los huesos y el resto de los tejidos del cuerpo. La masa celular interna del blastocisto forma estas capas germinales primarias y su trofoblasto, la gran esfera llena de líquido, y ahora empieza a formar proyecciones lla- madas vellosidades coriónicas, que interactúan con los tejidos del útero para formar la placenta (Figura 19-12). Una vez que la placenta se forma, el embrión, que se parece a un plato de tres capas de células, se encuen- tra rodeado por un saco lleno de líquido llamado amnios. El embrión se mantiene en su lugar por un tallo de tejido llamado cordón umbilical. La placenta suministra nutrientes y oxígeno y elimina los desechos y el dióxido de carbono de la sangre embrionaria. Todos los inter- cambios con la madre se realizan a través de la placenta. En la novena semana del desarrollo, el embrión ahora se denomi na feto. En la novena semana del desarrollo se puede percibir sin lugar a dudas la fi gura humana del embrión, la pla- centa se ha convertido en un órgano endocrino que secreta estrógenos y progesterona para mantener el embarazo, mientras que el cuerpo lúteo ahora se encuentra inactivo. Más adelante en el desarrollo, el cordón umbilical se con- vertirá en la estructura que permitirá el intercambio de nutrientes y desechos entre la madre y el feto. A medida que avanza el embarazo, el útero aumenta de tamaño para dar cabida al feto en desarrollo. Con el tiempo, éste empuja hacia arriba en la cavidad abdo- minal y ocupa la mayor parte de esta zona. Los órganos abdominales empujan contra el músculo del diafragma, causando la expansión de las costillas y la ampliación del tórax. Durante esta etapa, el centro de gravedad de la madre se desplaza, dando lugar a una curvatura acen- tuada de las vértebras lumbares conocida como lordosis, que puede causar dolor de espalda. En este momento, es esencial para la madre tener una buena nutrición, con- sumir alimentos de calidad, no sólo mayor cantidad. La madre también debe evitar las sustancias nocivas que podrían pasar a través de la placenta a la sangre del feto, tales como el alcohol, las drogas y la nicotina. Durante el parto, el feto es expulsado del útero a tra- vés de un proceso llamado labor de parto. La hormona oxitocina causa la contracción de los músculos lisos del útero. En este momento la placenta libera prostaglan- dinas. La combinación de estas hormonas produce las La única manera de prevenir exitosamente la transmisión de enfermedades de transmisión sexual, como la sífi lis y la gonorrea, es a través de la abstinencia. El virus del VIH, que causa el SIDA, también se puede transmitir sexualmente. Sin embargo, los individuos sexualmente activos pueden ayudar a prevenir la aparición de enfermedades de transmisión sexual median te la práctica de lo que se llama “sexo seguro”. Prácticas de sexo seguro incluyen: utilizar un condón de látex al momento de tener relaciones sexuales (el VIH puede pasar a través de condones de otro tipo, como los condones de piel de animal), evitar el intercambio de fl uidos corporales como sangre, semen o secreciones vaginales, y evitar el contacto con llagas en los genitales u orales (que puede contener el virus del herpes genital). Una buena higiene personal y exámenes médicos anuales junto con la autoconciencia y el examen de las áreas genitales, le ayudará a prevenir la propagación de microorganismos que causan enfer- medades. Cualquier anormalidad, como llagas o secreciones en el tracto reproductor, deben ser tomadas en cuenta y se debe acudir al médico. PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUALALERTA SANITARIA 19_ch19_RIZZO.indd 46719_ch19_RIZZO.indd 467 25/5/11 10:07:0825/5/11 10:07:08 http://booksmedicos.org Botón2:
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