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FUNDAMENTOS DE FISIOLOGÍA Y ANATOMÍA (464)

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CAPÍTULO 19 El sistema reproductor 467
dación ocurre, ésta tendrá lugar en los dos tercios supe-
riores de la trompa de Falopio.
Los espermatozoides nadan a través de la vagina, 
el útero y la trompa de Falopio gracias al latigueo de sus 
fl agelos. Ellos se ven atraídos por el óvulo gracias a sus-
tancias químicas que éste secreta. Aunque cientos de 
espermatozoides rodean el óvulo y rompen sus acroso-
mas para liberar las enzimas que les permitan penetrar el 
óvulo, sólo un espermatozoide penetrará y combinará su 
material genético con el material genético del óvulo para 
producir un óvulo fecundado o cigoto.
A medida que el cigoto se desplaza por la trompa 
de Falopio, sufre una serie de divisiones mitóticas rápi-
das, dando lugar a una masa hueca de células llamada 
blástula o blastocisto. En el momento en que llega a la 
cavidad uterina, se compone de unas 100 células. En esta 
etapa, parte del blastocisto se desarrolla en la vesícula 
coriónica y secreta gonadotropina coriónica humana, 
una hormona que hace que el cuerpo lúteo del ovario 
siga produciendo sus hormonas para mantener el reves-
timiento del útero.
Alrededor del día siete posterior a la ovulación, el 
embrión en desarrollo se ha integrado en el revestimiento 
endometrial del útero. Mientras tanto, se forman las tres 
capas germinales primarias por división mitótica. El 
ectodermo formará la piel y el sistema nervioso; el endo-
dermo formará el revestimiento de los órganos internos y 
las glándulas; y a partir del mesodermo, se formarán los 
músculos, los huesos y el resto de los tejidos del cuerpo. 
La masa celular interna del blastocisto forma estas capas 
germinales primarias y su trofoblasto, la gran esfera llena 
de líquido, y ahora empieza a formar proyecciones lla-
madas vellosidades coriónicas, que interactúan con los 
tejidos del útero para formar la placenta (Figura 19-12).
Una vez que la placenta se forma, el embrión, que 
se parece a un plato de tres capas de células, se encuen-
tra rodeado por un saco lleno de líquido llamado amnios. 
El embrión se mantiene en su lugar por un tallo de 
tejido llamado cordón umbilical. La placenta suministra 
nutrientes y oxígeno y elimina los desechos y el dióxido 
de carbono de la sangre embrionaria. Todos los inter-
cambios con la madre se realizan a través de la placenta. 
En la novena semana del desarrollo, el embrión ahora se 
denomi na feto.
En la novena semana del desarrollo se puede percibir 
sin lugar a dudas la fi gura humana del embrión, la pla-
centa se ha convertido en un órgano endocrino que secreta 
estrógenos y progesterona para mantener el embarazo, 
mientras que el cuerpo lúteo ahora se encuentra inactivo. 
Más adelante en el desarrollo, el cordón umbilical se con-
vertirá en la estructura que permitirá el intercambio de 
nutrientes y desechos entre la madre y el feto.
A medida que avanza el embarazo, el útero aumenta 
de tamaño para dar cabida al feto en desarrollo. Con el 
tiempo, éste empuja hacia arriba en la cavidad abdo-
minal y ocupa la mayor parte de esta zona. Los órganos 
abdominales empujan contra el músculo del diafragma, 
causando la expansión de las costillas y la ampliación 
del tórax. Durante esta etapa, el centro de gravedad de 
la madre se desplaza, dando lugar a una curvatura acen-
tuada de las vértebras lumbares conocida como lordosis, 
que puede causar dolor de espalda. En este momento, es 
esencial para la madre tener una buena nutrición, con-
sumir alimentos de calidad, no sólo mayor cantidad. La 
madre también debe evitar las sustancias nocivas que 
podrían pasar a través de la placenta a la sangre del feto, 
tales como el alcohol, las drogas y la nicotina.
Durante el parto, el feto es expulsado del útero a tra-
vés de un proceso llamado labor de parto. La hormona 
oxitocina causa la contracción de los músculos lisos del 
útero. En este momento la placenta libera prostaglan-
dinas. La combinación de estas hormonas produce las 
La única manera de prevenir exitosamente la transmisión de enfermedades de transmisión 
sexual, como la sífi lis y la gonorrea, es a través de la abstinencia. El virus del VIH, que causa 
el SIDA, también se puede transmitir sexualmente. Sin embargo, los individuos sexualmente 
activos pueden ayudar a prevenir la aparición de enfermedades de transmisión sexual 
median te la práctica de lo que se llama “sexo seguro”. Prácticas de sexo seguro incluyen: 
utilizar un condón de látex al momento de tener relaciones sexuales (el VIH puede pasar a 
través de condones de otro tipo, como los condones de piel de animal), evitar el intercambio 
de fl uidos corporales como sangre, semen o secreciones vaginales, y evitar el contacto con 
llagas en los genitales u orales (que puede contener el virus del herpes genital). Una buena 
higiene personal y exámenes médicos anuales junto con la autoconciencia y el examen de las 
áreas genitales, le ayudará a prevenir la propagación de microorganismos que causan enfer-
medades. Cualquier anormalidad, como llagas o secreciones en el tracto reproductor, deben 
ser tomadas en cuenta y se debe acudir al médico. 
PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES
DE TRANSMISIÓN SEXUALALERTA SANITARIA
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