Logo Studenta

_ebook

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Bartolomeo 
Facio
¶
LA CON 
QUISTA 
DE 
NÁPOLES
[1455]
«Y mientras Alfonso permanecía en la otra orilla esperando 
a que todos sus hombres cruzasen el río, uno de los jinetes del 
comandante Randolfo de Perugia perdió su caballo arrebatado 
por el ímpetu del río, y como el jinete que se había caído del ca-
ballo quedó en una situación de peligro extremo debido al peso 
de sus ropajes mojados ante la vista del rey, este, conmovido por 
la indigna muerte que aguardaba a un soldado, gritó a los suyos 
para que ayudasen al que se ahogaba. Pero como nadie acudió a 
socorrerlo por temor a su propia muerte, llamándolos crueles y 
cobardes espoleó a su propio caballo y se adentró de inmediato 
en el río. Cuando vieron esta acción los jinetes que estaban junto 
a él, algunos lo siguieron por vergüenza y sacaron al hombre des-
vanecido del río y, tras llevarlo rápidamente junto al fuego, volvió 
en sí y lo colgaron por los pies para que vomitase toda el agua que 
había tragado. Tan pronto como se recuperó y pudo hablar dijo, 
gritando, «Aragón», y a partir de ese momento el rey lo tuvo en 
gran aprecio». (VII, 8-9).
«(…) como si Dios quisiese manifestar su oposición a este trán-
sito, que también un adivino le había aconsejado que podía ser 
fatal, un repentino dolor invadió su pierna derecha, y su fuerza 
resultó tan dura que le impidió moverse de aquel lugar. Cinco días 
después se mantenía el dolor, pero pese a ello, decidió reanudar 
el camino, transportado en una litera, y cruzar el río. Pero como 
además del persistente dolor se añadió la fiebre, bajo la persua-
sión de sus médicos se vio obligado a cambiar de parecer y se 
encargó de organizar su traslado a Fontana, un castillo próximo 
a aquellos lugares. Allí, después de haber tomado un fármaco 
para curar su enfermedad, cayó desvanecido entre las manos de 
los suyos a causa de una súbita conmoción de los humores de su 
cuerpo, y creyeron que había abandonado esta vida. La noticia 
se divulgó de inmediato y afectó sobremanera los ánimos de sus 
gentes. Después, tras recuperar la consciencia por las cataplasmas 
de los médicos, mientras esperaba restablecerse día a día, se con-
tuvo durante algunos días de enviar la caballería por delante. (…) 
Y como era preciso cauterizar la herida del rey y parecía que no 
podía sanar de otro modo, según apreciaban los médicos, y como 
había algunos que le aconsejaban atarle las manos debido a la in-
soportable agudeza del dolor, él se opuso afirmando que él iba a 
soportar todos los tratamientos que prescribiesen los médicos. Y 
de esta manera soportó impertérrito y miró la cura de la herida 
mientras la cauterizaban». (X, 91-94).
Los diez libros de las hazañas del rey Alfonso. La conquista de Nápoles cons-
tituyen la crónica más completa de la campaña política y militar que el rey 
de Aragón, Alfonso V el Magnánimo, llevó a cabo en territorio italiano. Los 
primeros siete libros abarcan la descripción de la guerra desde su llegada a 
Italia en 1420, justificada por una petición de ayuda de la reina Juana II de 
Anjou-Durazzo, hasta la ansiada entrada triunfal en la ciudad de Nápoles 
en 1443. El autor culmina en los tres últimos libros el relato de los decisivos 
acontecimientos que permitieron a Alfonso V convertir el Reino de Nápoles 
en el estado más poderoso y estable de toda Italia.
Bartolomeo Facio entregó la versión definitiva de la obra en 1455, diseña-
da y redactada con tal calidad y precisión histórica que puede rivalizar con 
las obras de la antigüedad de mayor prestigio. Los diez libros de las hazañas 
del rey Alfonso, al modo de las décadas de la Historia romana de Tito Livio, 
satisficieron tanto al rey de Aragón, realzado en esta obra hasta alcanzar la 
figura histórica de un antiguo emperador romano, que encargó de inmedia-
to copias de la misma a los mejores copistas que trabajaban en la Biblioteca 
de Nápoles. No obstante, la desidia de los siglos posteriores ha dejado en el 
olvido este gran relato de la conquista de Nápoles, una obra comparable a la 
Crónica de Ramón Muntaner o a la del propio rey Jaime I el Conquistador. 
Inédita hasta la fecha en lengua castellana, La conquista de Nápoles de Facio 
se presenta hoy en una edición cuidadosamente preparada y anotada, acom-
pañada de los dibujos que Francis Meléndez ha diseñado especialmente para 
esta edición.
Bartolomeo Facio
¶
LOS DIEZ LIBROS DE LAS HAZAÑAS DEL REY ALFONSO
LA CONQUISTA 
DE NÁPOLES
[1455]
Edición, introducción y notas de
Ana-Isabel Magallón
¶
Institución Fernando el Católico
Diputación Provincial de Zaragoza
MMXVII
Bartolomeo Facio (¿?, 1400, La Spezia – Nápoles, 1457) 
fue un destacado humanista italiano, autor prolífico y experto 
historiador, a quien Alfonso el Magnánimo confió en 1447 la 
confección de una crónica de sus gestas en territorio italiano, 
tarea a la que habían aspirado otros autores tan destacados 
como Lorenzo Valla. La obra, redactada originalmente en la-
tín, se compuso para legitimar la presencia de un rey arago-
nés en la península italiana, y sigue de cerca en su factura los 
modelos narrativos genuinamente clásicos, a los que también 
evoca en el uso de una lengua esmeradamente clasicista, lim-
pia de neologismos, tal como propugnaban los humanistas de 
su época.
Ana-Isabel Magallón García, doctora en Filología Clásica por 
la Universidad de Zaragoza, con premio extraordinario, ejerce 
en esa universidad como profesora de Filología Latina desde 
1991. Es especialista en latín medieval e historiografía latina, 
así como en lexicología latina, y ha publicado traducciones de 
textos jurídicos, gramaticales, históricos y epistolográficos. 
También se ha ocupado en sus investigaciones de diversos as-
pectos de historia del pensamiento lingüístico escrito en latín.
Motivo de cubierta: 
Vista de Nápoles según la Tavola Strozzi, 
en dibujo de Francis Meléndez (detalle).
LOS DIEZ 
LIBROS DE 
LAS HAZAÑAS 
DEL REY 
ALFONSO
cubierta napoles.indd 1 23/2/18 6:36
Esta obra está sujeta a la licencia CC BY-NC-ND 4.0 Internacional de Creative 
Commons que determina lo siguiente:
• BY (Reconocimiento): Debe reconocer adecuadamente la autoría, 
proporcionar un enlace a la licencia e indicar si se han realizado cambios. 
Puede hacerlo de cualquier manera razonable, pero no de una manera que 
sugiera que tiene el apoyo del licenciador o lo recibe por el uso que hace.
• NC (No comercial): La explotación de la obra queda limitada a usos no 
comerciales.
• ND (Sin obras derivadas): La autorización para explotar la obra no incluye la 
transformación para crear una obra derivada.
Para ver una copia de esta licencia, visite https://creativecommons.org/licenses/by-
nc-nd/4.0/deed.es.
La versión original y completa de esta obra debe consultarse en: 
https://ifc.dpz.es/publicaciones/ebooks/id/3667
Bartolomeo 
Facio
¶
LA CON 
QUISTA 
DE 
NÁPOLES
[1455]
«Y mientras Alfonso permanecía en la otra orilla esperando 
a que todos sus hombres cruzasen el río, uno de los jinetes del 
comandante Randolfo de Perugia perdió su caballo arrebatado 
por el ímpetu del río, y como el jinete que se había caído del ca-
ballo quedó en una situación de peligro extremo debido al peso 
de sus ropajes mojados ante la vista del rey, este, conmovido por 
la indigna muerte que aguardaba a un soldado, gritó a los suyos 
para que ayudasen al que se ahogaba. Pero como nadie acudió a 
socorrerlo por temor a su propia muerte, llamándolos crueles y 
cobardes espoleó a su propio caballo y se adentró de inmediato 
en el río. Cuando vieron esta acción los jinetes que estaban junto 
a él, algunos lo siguieron por vergüenza y sacaron al hombre des-
vanecido del río y, tras llevarlo rápidamente junto al fuego, volvió 
en sí y lo colgaron por los pies para que vomitase toda el agua que 
había tragado. Tan pronto como se recuperó y pudo hablar dijo, 
gritando, «Aragón», y a partir de ese momento el rey lo tuvo en 
gran aprecio». (VII, 8-9).
«(…) como si Dios quisiese manifestar su oposición a este trán-
sito, quetambién un adivino le había aconsejado que podía ser 
fatal, un repentino dolor invadió su pierna derecha, y su fuerza 
resultó tan dura que le impidió moverse de aquel lugar. Cinco días 
después se mantenía el dolor, pero pese a ello, decidió reanudar 
el camino, transportado en una litera, y cruzar el río. Pero como 
además del persistente dolor se añadió la fiebre, bajo la persua-
sión de sus médicos se vio obligado a cambiar de parecer y se 
encargó de organizar su traslado a Fontana, un castillo próximo 
a aquellos lugares. Allí, después de haber tomado un fármaco 
para curar su enfermedad, cayó desvanecido entre las manos de 
los suyos a causa de una súbita conmoción de los humores de su 
cuerpo, y creyeron que había abandonado esta vida. La noticia 
se divulgó de inmediato y afectó sobremanera los ánimos de sus 
gentes. Después, tras recuperar la consciencia por las cataplasmas 
de los médicos, mientras esperaba restablecerse día a día, se con-
tuvo durante algunos días de enviar la caballería por delante. (…) 
Y como era preciso cauterizar la herida del rey y parecía que no 
podía sanar de otro modo, según apreciaban los médicos, y como 
había algunos que le aconsejaban atarle las manos debido a la in-
soportable agudeza del dolor, él se opuso afirmando que él iba a 
soportar todos los tratamientos que prescribiesen los médicos. Y 
de esta manera soportó impertérrito y miró la cura de la herida 
mientras la cauterizaban». (X, 91-94).
Los diez libros de las hazañas del rey Alfonso. La conquista de Nápoles cons-
tituyen la crónica más completa de la campaña política y militar que el rey 
de Aragón, Alfonso V el Magnánimo, llevó a cabo en territorio italiano. Los 
primeros siete libros abarcan la descripción de la guerra desde su llegada a 
Italia en 1420, justificada por una petición de ayuda de la reina Juana II de 
Anjou-Durazzo, hasta la ansiada entrada triunfal en la ciudad de Nápoles 
en 1443. El autor culmina en los tres últimos libros el relato de los decisivos 
acontecimientos que permitieron a Alfonso V convertir el Reino de Nápoles 
en el estado más poderoso y estable de toda Italia.
Bartolomeo Facio entregó la versión definitiva de la obra en 1455, diseña-
da y redactada con tal calidad y precisión histórica que puede rivalizar con 
las obras de la antigüedad de mayor prestigio. Los diez libros de las hazañas 
del rey Alfonso, al modo de las décadas de la Historia romana de Tito Livio, 
satisficieron tanto al rey de Aragón, realzado en esta obra hasta alcanzar la 
figura histórica de un antiguo emperador romano, que encargó de inmedia-
to copias de la misma a los mejores copistas que trabajaban en la Biblioteca 
de Nápoles. No obstante, la desidia de los siglos posteriores ha dejado en el 
olvido este gran relato de la conquista de Nápoles, una obra comparable a la 
Crónica de Ramón Muntaner o a la del propio rey Jaime I el Conquistador. 
Inédita hasta la fecha en lengua castellana, La conquista de Nápoles de Facio 
se presenta hoy en una edición cuidadosamente preparada y anotada, acom-
pañada de los dibujos que Francis Meléndez ha diseñado especialmente para 
esta edición.
Bartolomeo Facio
¶
LOS DIEZ LIBROS DE LAS HAZAÑAS DEL REY ALFONSO
LA CONQUISTA 
DE NÁPOLES
[1455]
Edición, introducción y notas de
Ana-Isabel Magallón
¶
Institución Fernando el Católico
Diputación Provincial de Zaragoza
MMXVII
Bartolomeo Facio (¿?, 1400, La Spezia – Nápoles, 1457) 
fue un destacado humanista italiano, autor prolífico y experto 
historiador, a quien Alfonso el Magnánimo confió en 1447 la 
confección de una crónica de sus gestas en territorio italiano, 
tarea a la que habían aspirado otros autores tan destacados 
como Lorenzo Valla. La obra, redactada originalmente en la-
tín, se compuso para legitimar la presencia de un rey arago-
nés en la península italiana, y sigue de cerca en su factura los 
modelos narrativos genuinamente clásicos, a los que también 
evoca en el uso de una lengua esmeradamente clasicista, lim-
pia de neologismos, tal como propugnaban los humanistas de 
su época.
Ana-Isabel Magallón García, doctora en Filología Clásica por 
la Universidad de Zaragoza, con premio extraordinario, ejerce 
en esa universidad como profesora de Filología Latina desde 
1991. Es especialista en latín medieval e historiografía latina, 
así como en lexicología latina, y ha publicado traducciones de 
textos jurídicos, gramaticales, históricos y epistolográficos. 
También se ha ocupado en sus investigaciones de diversos as-
pectos de historia del pensamiento lingüístico escrito en latín.
Motivo de cubierta: 
Vista de Nápoles según la Tavola Strozzi, 
en dibujo de Francis Meléndez (detalle).
LOS DIEZ 
LIBROS DE 
LAS HAZAÑAS 
DEL REY 
ALFONSO
cubierta napoles.indd 1 23/2/18 6:36
LOS DIEZ LIBROS DE LAS HAZAÑAS DEL REY ALFONSO
LA CONQUISTA 
DE NÁPOLES
[1455]
la conquista de napolesv2.indd 3 9/2/18 10:36
Bartolomeo Facio
¶
LOS DIEZ LIBROS DE LAS HAZAÑAS DEL REY ALFONSO
LA CONQUISTA 
DE NÁPOLES
[1455]
Edición, introducción y notas de
Ana-Isabel Magallón
Revisión de
Álvaro Capalvo
¶
Institución Fernando el Católico
Diputación Provincial de Zaragoza
MMXVII
la conquista de napolesv2.indd 5 9/2/18 10:36
Publicación número 3588 de la
Institución Fernando el Católico
Organismo Autónomo de la 
Excma. Diputación Provincial de Zaragoza
plaza de España, 2, 50071 Zaragoza (España)
Tfno. 976 288 878 / 79
ifc@dpz.es – http://ifc.dpz.es
Diseño: Álvaro Capalvo y Víctor Lahuerta
Maquetación: Isidoro Gracia y Javier Gracia
© del texto de la presente edición y notas: Ana-Isabel Magallón, 2017 
© Institución Fernando el Católico, 2017
ISBN: 978-84-9911-469-9
Depósito legal: Z 1846-2017
Imprime: Litocian, S. L.
Encuaderna: Raga, S. A.
En la composición se han utilizado 
los tipos Caslon para la cubierta, portada y portadilla, y Hebrew para el texto.
la conquista de napolesv2.indd 6 9/2/18 10:36
7
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN 
por Ana-Isabel Magallón ............................................................................... 9
Biografía del autor ................................................................................................... 9
Su formación intelectual ................................................................................ 9
Su vida en la corte de Nápoles ...................................................................... 15
Un historiador al servicio de Alfonso V ............................................................... 22
Antecedentes historiográficos ....................................................................... 25
Análisis de los Rerum gestarum Alfonsi regis libri X ........................................... 35
Los modelos clásicos de Facio: el modelo estilístico de César .................. 36
Los modelos clásicos de Facio: el modelo narrativo de Tito Livio ........... 41
Estructura y contenido de los Rerum gestarum Alfonsi regis libri X ................. 47
Recepción y difusión de la obra ............................................................................ 53
La recepción de la obra y la suerte de la biblioteca .................................... 53
Copias, ediciones y traducciones .................................................................. 59
La presente traducción ........................................................................................... 63
BIBLIOGRAFÍA FUNDAMENTAL ................................................................... 65
TRADUCCIÓN DE LOS DIEZ LIBROS DE LAS HAZAÑAS 
DEL REY ALFONSO ............................................................................................... 69
Proemio .................................................................................................................... 71
Libro I ....................................................................................................................... 73
Libro II ......................................................................................................................96
Libro III .................................................................................................................... 125
la conquista de napolesv2.indd 7 9/2/18 10:36
8
Índice general
Libro IV .................................................................................................................... 151
Libro V ...................................................................................................................... 196
Libro VI .................................................................................................................... 218
Libro VII .................................................................................................................. 249
Libro VIII ................................................................................................................. 284
Libro IX .................................................................................................................... 345
Libro X ...................................................................................................................... 386
ÍNDICE ONOMÁSTICO ...................................................................................... 441
ÍNDICE TOPONÍMICO ....................................................................................... 451
PLANO DE ITALIA EN ÉPOCA DE ALFONSO V DE ARAGÓN ............... 459
ITALIA, NÁPOLES Y ALFONSO V SEGÚN FRANCIS MELÉNDEZ 
(encarte entre las páginas 80-81 y 96-97)
la conquista de napolesv2.indd 8 9/2/18 10:36
9
INTRODUCCIÓN1
por
Ana-Isabel Magallón
Biografía del autor
Su formación intelectual
Bartolomeo Facio nació en La Spezia, Génova, en una fecha próxima a 14002, en 
el seno de una familia acomodada de notarios con cierto renombre —su padre fue 
canciller del Comune de La Spezia—, por lo que desde los primeros años de su 
juventud pudieron costearle una esmerada enseñanza junto al intelectual Guarino 
Guarini (1370-1460)3, radicado en Verona. Durante seis años, entre 1420 y 1426 
al menos, desarrolló junto a dicho maestro el gusto por la escritura en lengua 
latina y el análisis de los textos clásicos que se aprecia en sus obras escritas. A 
lo largo de esta etapa de formación junto a Guarino no solo llegó a perfeccionar 
sus conocimientos gramaticales, sino que además se interesó por la práctica do-
cente de los mismos. Precisamente, en aquellos mismos años Guarino publicó 
1 Para llevar a cabo la investigación que ampara este trabajo la autora ha contado con el apoyo 
económico del Grupo de Investigación consolidado «Textos Latinos: crítica, interpretación y difu-
sión» (H19), financiado por el Gobierno de Aragón y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
2 No existe todavía un estudio biográfico actualizado que recoja todos los datos que sobre este autor 
se han ido publicando en los últimos años, por lo que aún resulta todavía útil el trabajo veterano 
de U. Mazzini, «Appunti e notizie per servire alla bio-bibliografia di Bartolomeo Facio», Giornale 
storico e letterario della Liguria 4 (1903), pp. 400-454. Las dos biografías de Facio que hasta la fecha 
han sido publicadas, la de C. Marchiori, Bartolomeo Facio tra letteratura e vita, Milán, Marzorati, 
1971, que no añade novedad alguna, y la de Marco Biagioni, Bartolomeo Facio. Umanista spezzino 
(1400-1457). Filósofo, polemista, storico ufficiale di Alfonso d’Aragona, re di Napoli, La Spezia, Edi-
zioni cinque terre (coll. Vernazza), 2011, sin ningún aliento académico, no han logrado el objetivo 
de convertirse en el estudio biográfico definitivo y bibliográficamente completo que este autor 
merece. No obstante, es posible contar con algunas sinopsis biográficas muy útiles, como la de P. 
Viti, s. v. «Bartolomeo Facio», en Dizionario biografico degli Italiani 44, Roma, 1994, pp. 113-121, 
o las que contienen algunos estudios centrados en algunos aspectos más relevantes como el de 
Ferraù, Il tessitore di Antequera, especialmente el capítulo «Nascità della leggenda “magnanima”: 
Facio e dintorni», pp. 43-80, o los que aportan los trabajos recogidos en el volumen colectivo de G. 
Albanese (ed.), Studi su Bartolomeo Facio, Pisa, ETS, 2000.
3 Véase el estudio de R. Sabbadini, Bartolomeo Facio, scolaro a Verona, maestro a Venezia, Venecia, 
Grafico G. Di S. Fabbris, 1913, donde se traza la evolución de la relación entre Guarino y Facio, 
quien siempre tuvo en cuenta las enseñanzas de su maestro a lo largo de toda su producción es-
crita.
la conquista de napolesv2.indd 9 9/2/18 10:36
10
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
las Regulae grammaticales4, un pequeño prontuario normativo que tuvo mucho 
éxito resolviendo las dudas de tipo morfológico y sintáctico para aquellos que 
buscaban formarse como escritores en lengua latina, de acuerdo con modelo lin-
güístico del latín que los autores clásicos proporcionaban. Esta forma de abordar 
el aprendizaje de esta lengua dejó una marcada impronta en Facio, quien mantuvo 
hacia Guarino un gran respeto y una rendida admiración intelectual, que quedan 
patentes a lo largo del intercambio epistolar que mantuvieron durante toda la vida 
del maestro.
Comenzó su vida profesional como tutor de los hijos del dogo de Venecia, 
Francesco Foscari, un trabajo que ejerció al menos durante tres años, aproxima-
damente entre 1426 y 1429. En la década siguiente tenemos noticias de su nom-
bramiento como notario en Florencia y es posible que aprovechase su estancia en 
esta ciudad para aprender griego5, una lengua cuyo estudio siguió manteniendo a 
lo largo de su vida a tenor de algunas traducciones conservadas bajo su nombre. 
Entre 1436 y 1441 vuelve a Génova y, tras desempeñar los cargos de notario y can-
ciller para el almirante Francesco Spinola, entró a fines de 1441 a las órdenes de 
Raffaele Adorno, que acababa de ser nombrado dogo de Génova, después de ha-
berse visto obligado a abandonar el puesto Tommaso Fregoso. Fue Adorno quien 
le otorgó el nombramiento de embajador de la ciudad de Génova ante la corte de 
Nápoles, aproximadamente en el año 1443. La relación con Adorno se remontaba 
al menos al año 1431 en Milán, cuando Facio había empezado a educar a los hijos 
del dogo, y continuó como supervisor de su posterior formación. Como notario, o 
quizá funcionario al servicio de la ciudad de Génova, al menos hasta 1434, realizó 
diversos desplazamientos que le permitieron visitar a Guarino en Ferrara, y poste-
riormente, a finales de los años 1434 y 1435, en Luca.
En estos años de juventud comienza la escritura de sus dos primeras obras, 
muy distintas entre sí. La primera, que acabó siendo dedicada al joven Jaco-
po Spinola, a quien había instruido cuando sirvió a las órdenes de su padre, 
Francesco Spinola, es un tratado gramatical titulado De verborum proprietate, 
que seguía de cerca las directrices para el aprendizaje razonado de vocabulario 
latino que había practicado en las clases de Guarino, quien hacía más de dos 
4 Efectivamente en esta obra, escrita antes de 1420 —cuyo éxito propició que se alcanzasen 26 edi-
ciones durante el siglo XV—, el maestro veronés reunía lo esencial de la doctrina morfológica del 
Doctrinale de Villadei junto a un extracto de Prisciano para las cuestiones de sintaxis, además de 
otros preceptos provenientes de una síntesis de un Pseudo Donato del siglo XIII. Para los detalles 
de la misma, y de otros opúsculos gramaticales tanto en prosa como en verso de Guarino, pueden 
verse W. K. Percival, «Textual problems in the Latin grammar of Guarino Veronese», Res publi-
ca litterarum 1 (1978), pp. 241-254; M. Tavoni, «Guarino e l’ambiente ferrarese», en Id., Latino, 
grammatica, volgare, Padua, 1984, pp. 73-104; W. K. Percival, «A Working Edition of the Carmina 
differentialia by Guarino Veronese», Res Publica Litterarum 17 (1994), pp. 153–177 (reproducido 
en Studies in Renaissance Grammar, Ashgate, 2004).
5 Al menos esa era su intención, según manifiesta en la carta que le dirige a su amigo Carlo Marsu-
ppini (Bibl. Apost.Vaticana, Vat. lat. 2906, f. 52).
la conquista de napolesv2.indd 10 9/2/18 10:36
11
AnA I. MAgAllón Introducción
décadas que había publicado para difundir sus enseñanzas varios opúsculos gra-
maticales para trabajar aspectos léxicos y gramaticales con sus alumnos. La obra 
de Facio abarcaba dos aspectos complementarios del estudio lexicológico del 
vocabulario latino en sus dos partes: la primera era un tratado de diferenciación 
sinonímica, que recibía el título de De differentiis vocabularum, donde lo im-
portante era buscar los componentes semánticos presentes en una palabra para 
garantizar su correcto uso frente al de otra aparentemente sinónima, homónima 
o simplemente parónima. La segunda parte, con el título de Synonyma, era un 
glosario de términos latinos que podían considerarse sinónimos en contextos 
no excesivamente técnicos. Al tratarse de obras de tipo instrumental el elenco de 
términos siempre podía ser objeto de ampliación por parte del docente o lector 
culto que recurriese a ellas para ampliar su acervo léxico latino. En la época en 
que Facio escribió este interesante tratado de diferenciación sinonímica, ade-
más de demostrar una sobrada competencia en el uso de la lengua latina, estaba 
actuando como un auténtico humanista, tal como unos años antes había hecho 
Valla con sus Elegantiae linguae latinae, publicadas en 1441, una obra funda-
mental de la lingüística del Renacimiento donde su autor expone sus personales 
puntos de vista sobre la sintaxis, el léxico y los recursos retóricos de la lengua 
latina. En las Elegantiae Valla también había recurrido al género de differentiis6 
para la exposición de sus reflexiones léxicas, y para determinar acepciones y 
valores de diversas palabras de la lengua latina. El De verborum proprietate7, por 
sus dimensiones y su tipología de obra de consumo, sobrevivió aparejado en 
la transmisión con otras obras de Facio consideradas en un plano secundario 
frente a la restante producción, especialmente los escritos originados en la corte 
del rey Alfonso.
6 El rendimiento de este recurso gramatical permitió a Valla demostrar su dominio de la latinitas: 
véanse algunos aspectos de ello en A. I. Magallón, «La tradición de las differentiae en las Elegan-
tiae de Lorenzo Valla», Actas del VIII Congreso Español de Estudios Clásicos (Madrid, 23 al 28 de 
septiembre de 1991), Madrid, Sociedad Española de Estudios Clásicos-Ediciones Clásicas, 1994, 
vol. III, pp. 475-484, y en un contexto más amplio S. Gavinelli, «Le Elegantie di Lorenzo Valla: 
fonti grammaticali latine e stratificazione compositiva», Italia medioevale e umanistica 31 (1988), 
pp. 205-257. Es muy probable que Facio conociese la obra de Valla, o parte de ella, sin embargo, 
cada uno de ellos utilizó con fines distintos este recurso gramatical para analizar el léxico latino. 
Sea como fuere, debido al impacto de la obra de Valla, el copista de la corte Gabriel Altadell ter-
minó su copia de la primera parte de la obra, acabada en noviembre de 1450, con el explicit «Finis. 
Actus est antehac de differenciis vocabularum et eorum elegantiis», y por esta misma razón el ms. 
Vat. Lat. 2906 que contiene el De differentiis vocabularum comienza con el título de Elegantiae 
Bartholomei Facii.
7 Sobre esta obra todavía inédita pueden verse los trabajos de S. Dall’Oco, «Per un’edizione del “De 
verborum proprietate” di Bartolomeo Facio», en P. Viti (ed.), Tradizioni grammaticali e linguistiche 
nell’Umanesimo meridionale. Atti del convegno internazionale di studi (Lecce- Maglie, 26-28 ottobre 
2005), Lecce, Conte, 2006, pp. 117-129; P. Viti, «Bartolomeo Facio filologo», en M. Santoro (ed.), 
Valla e Napoli. Il dibattito filologico in età umanistica, Pisa-Roma, 2007, pp. 147-169; A. I. Maga-
llón, «La influencia de Guarino de Verona en la obra gramatical de Bartolomeo Facio», en M.ª 
T. Muñoz García de Iturrospe y L. Carrasco Reija (edd.), Miscellanea Latina (VII Congreso de la 
SELat, junio 2012), Madrid, Sociedad de Estudios Latinos, 2015, pp. 359-366.
la conquista de napolesv2.indd 11 9/2/18 10:36
12
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
La segunda obra que escribió Facio es una narración con trasfondo histórico, 
titulada De origine inter Gallos et Britannos belli Historia8, en la que intentaba des-
entrañar el inicio de la rivalidad entre ambos pueblos que desembocó en su fase 
final en la llamada guerra de los Cien Años. Facio comenzó su redacción en los 
años en los que simultaneaba la actividad diplomática, entre Génova y Florencia, 
con la enseñanza de las letras latinas a señalados pupilos. Sin embargo, no fue has-
ta haberse instalado en la corte aragonesa, aproximadamente entre los años 1445 
y 1448, cuando redactó la versión definitiva. La obra de Facio fue objeto de una 
temprana vulgarización por parte de Jacopo di Poggio Bracciolini bajo el título 
Della origine della guerra tra Franciosi e Inghilesi, aparecida en torno a 1470, aun-
que la relación entre ambos escritos tardó mucho tiempo en quedar clara9. La ver-
sión definitiva de la obrita que Facio quiso publicar fue dedicada al conde Carlo 
Ventimiglia, con quien mantuvo un intercambio epistolar que atestigua la amistad 
entre ambos. La narración que contiene se desarrolla en forma de novella huma-
nistica, en la que se aprecia una summa de estratos narrativos que Facio combinó 
de una forma personal. A partir del motivo folklórico de la «fanciulla perseguita-
ta»10, Facio crea un relato histórico y fantástico al mismo tiempo, protagonizado 
por la hija de un rey de Inglaterra. Desde el momento en que la joven se casa con 
el delfín del trono francés, afronta numerosas desventuras, que acabarán siendo la 
causa del enfrentamiento de los dos países y, por tanto, se convertirían en el origen 
de la llamada guerra de los Cien Años. En la descripción de las pruebas a las que 
se ve expuesta la protagonista se advierte la influencia del personaje de Griselda, 
a través de la interpretación del mismo que hizo Petrarca en 1373, cuando recibió 
una copia del Decameron de Boccaccio, y versionó en latín de una forma muy libre 
la historia de una joven esposa, a quien su marido exigió durísimos testimonios 
8 Editada magníficamente por Gabriella Albanese y Rossella Bessi, All’origine della guerra dei cento 
anni: una novella latina di Bartolomeo Facio e il volgarizzamento di Jacopo di Poggio Bracciolini, 
Roma, Edizioni di Storia e Letteratura (col. Studi e testi del Rinascimento europeo, 4), 2000. Esta 
obra fue publicada por primera vez en 1731 por iniciativa de Francesco Camusat cuando am-
plió y enriqueció el diccionario literario que había publicado el dominico español Alonso Chacón 
(Bibliotheca libros et scriptores ferme cunctos ab initio mundi ad annum 1583, ordine alphabetico, 
complectens, auctore et collectore F. Alfonso Ciaconio, Ordinis Praedicatorum doctore et theologo, 
nunc primum in lucem prodit studio et cum observationibus Francisci Dionysii Camusati, Parisiis, 
apud viduam Georgii Jouvenel, 1731), con la incorporación a la voz Bartholomaeus Facius de un 
apéndice, en las coll. 884-893, que contenía la transcripción de la obra.
9 Mientras tanto la versión de Facio aparecía publicada como anónima, y su reconocimento tuvo 
que esperar hasta 1874, cuando Achille Neri determinó la relación entre ambos escritos en A. Neri, 
«Intorno alla Novella di Jacopo di Poggio Bracciolini e all’original testo latino di Bartolomeo Fazio. 
Lettera al Sig. Cav. Giambattista Passano ufficiale nella Biblioteca Civica di Genova, bibliografo 
distintissimo», Il Propugnatore 7, I (1874), pp. 129-137. Para los detalles de la intrincada historia 
textual véase Albanese y Bessi, All’origine della guerra, pp. 72-75.
10 Sobre el rendimiento que este motivo tuvo en la literatura medieval, tanto latina como vernácula, 
contamos con el trabajo de V. Orazi, «“La fanciulla perseguitata”: motivo folclorico a struttura 
iterativa», en I. Paccagnella et alii (edd.), «Anaforá». Forme della ripetizione, Padua, Esedra, 2011,pp. 77-97. Además, Facio sumó a la trama elementos de otras fuentes escritas en italiano, como la 
novella X, 1 del Pecorone di Giovanni Fiorentino, para cuyos detalles remitimos a Albanese y Bessi, 
All’origine della guerra, pp. 39-48.
la conquista de napolesv2.indd 12 9/2/18 10:36
13
AnA I. MAgAllón Introducción
de su fidelidad. La esencia de la narración de Petrarca, difundida bajo el título De 
insigni obedientia et fide uxoria11 y convertida en un exemplum de amplio recorri-
do por la cultura europea, fue también incorporada por parte de Facio a la trama 
general de esta historia llena de peripecias.
Con un estilo narrativo de mayor énfasis historiográfico había compuesto 
también en su juventud un opúsculo titulado De bello veneto clodiano12, sobre 
la guerra de Chioggia que enfrentó entre 1376 y 1381 a Génova y Venecia. Po-
siblemente cuando comenzó su escritura tenía acceso a los archivos genoveses, 
por lo que en la primera redacción ya tenía bajo su control todo el material 
histórico del que podía disponer. En algún momento entre los años 1447-1448, 
ya instalado en Nápoles, finalizó lo que se puede considerar segunda redacción 
de la obra inicial. Sucede lo mismo que con De origine inter Gallos: ambas son 
obras de juventud, cuya primera versión resultó mejorada cuando hacia 1450 
Facio, como miembro de la corte de pleno derecho, procuraba unas copias de las 
mismas para la biblioteca real con los mejores medios posibles. A esta segunda 
edición del De bello veneto le añadió en algún momento entre los años 1447 y 
1448 un prólogo-dedicatoria en el que ofrecía la obra al joven Jacopo (o Gian 
Giacomo) Spinola («Ad Iohanem Iacobum Spinulam Proemium»), un discípulo a 
quien también había dedicado su tratado gramatical De verborum proprietate y 
con quien siguió manteniendo una fluida relación que ha quedado atestiguada 
en las cartas intercambiadas entre ambos. Esta carta-prólogo13 se ha venido a 
considerar como un manifiesto programático de la concepción historiográfica 
de Facio, en donde ya están presentes algunos motivos de lo que será la historia 
como género literario en manos de este humanista. Tal como Facio indica, la 
historia anterior a su época recibía el nombre de Annales —con el mismo sen- 
tido casi peyorativo con que también Cicerón lo usaba para designar la historia 
escrita en una época anterior a la suya (cf. De oratore II 53)—, que solía ser un 
11 Véanse los detalles en G. Albanese, «La novella di Griselda: “De insigni obedientia et fide uxoria”», 
en M. Guglielminetti (ed.), Petrarca e il petrarchismo. Un’ideologia della letteratura, Alessandria, 
Edizioni dell’Orso, 1994, pp. xix-xlix.
12 Su lectura es posible gracias a la reproducción facsímil de la edición de Lyon de 1563, acompañada 
de traducción, que ofrece S. Perini, Bartolomeo Facio. De bello Veneto Clodiano: liber della guerra 
tra veneziani e genovesi, (introduzione a cura di…), Leggio, Libreria Editrice, 1993. Todavía resulta 
útil consultar la edición de J. G. Graevius y P. Burmann, «Bartholomaei Facii, De bello veneto 
clodiano», en Thesaurus antiquitatum et historiarum Italiae, Lyon, 1722, V, 4, pp. 1-34.
13 Citamos un extracto de dicho prólogo que aparece transcrito y comentado en Albanese y Bessi, 
All’origine della guerra, pp. 28-31: «Incidit mihi nuper in manus, Joannes Jacobe ornatissime, dum re-
supinarem libellos meos, bellum illud Venetum vulgatissimum “Clodianum” appellatum, quod alias, 
prout in annalibus nostris scriptum repperi, in commentariolos quosdam contuleram, eo animo, ut 
illud aliquando expolirem. In eosdem quoque commentariolos conieceram superiora bella veneta, 
quae, ut arbitror, duo fuere, quibus civitas nostra multas insignes victorias de Venetis consecuta est, 
quamquam sint tam breviter ac tam mutilate litteris mandata ab annalium nostrorum scriptoribus, 
ut ne ipse quidem Livius, si reviviscat, aut Sallustius ea illustrare satis possit […]. Hoc enim bellum 
legens, genus dicendi nostrum in historia cognosces. Si quid autem erratum in rebus fuerit, non ego, 
sed annalium nostrorum scriptores culpandi erunt, quos secutus sum, aliquibus tamen paucis correc-
tis atque inmutatis, quae, quantum indagare potui, nec vera nec verisimilia sunt». 
la conquista de napolesv2.indd 13 9/2/18 10:36
14
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
tipo de escrito sucinto (breviter), quizás en la forma de una crónica, y tan carente 
de estilo que ni siquiera podrían dárselo (illustrare satis possit) dos autores tan 
reputados como Salustio y Livio. Con ese material histórico Facio se propone 
crear un tipo de relato histórico, denominado alternativamente commentario-
lus o bellum —términos ambos evocadores de la obra cesariana—, en el que no 
tendrá cabida aquello que exceda de los límites del relato histórico y ni lo que se 
adentre en el terreno de lo legendario (nec vera nec verisimilia sunt). Esta es una 
reflexión que cobra un especial significado porque Facio en estos momentos se-
guramente ya había comenzado la redacción de su obra histórica más ambiciosa, 
los Rerum gestarum Alfonsi, y seguramente se había encontrado con una tesitura 
parecida al seleccionar los materiales antiguos con los que narrar algunos episo-
dios iniciales de las gestas de Alfonso. 
Es este escrito el primero en el que Facio se expresa sobre el género de la 
historia, pero no será el único, dado que iremos viendo cómo refina su visión 
personal de la misma a partir de algunas otras afirmaciones vertidas en las car-
tas que escribió durante los años de creación de los Rerum gestarum Alfonsi, 
donde, como era lógico, la teoría dejará paso a la creación misma. Y, sin duda, 
en todos ellos estaba presente el eco de las enseñanzas de Guarino, quien antes 
en sus clases, y luego por escrito, había dado a conocer su teoría de la escritura 
de historia en una conocida carta, fechada a principios de 1446, dirigida a To-
bia del Borgo14. En ella proponía una secuencia lógica de ordenación (prólogo, 
causa, ordenamiento lógico de los hechos históricos) que Facio siempre intentó 
respetar al máximo, dentro de las exigencias que su función como cronista del 
rey le permitía. No se puede perder de vista que en aquellos años la escritura de 
historia iba a tener una función legitimizadora de las acciones militares que los 
políticos habían llevado a cabo sobre el escenario italiano, especialmente des-
pués de haber llegado al poder15. Teniendo en cuenta todos estos presupuestos, 
Facio confeccionó las obras que escribió durante el tiempo que permaneció en 
la corte de Alfonso.
14 Esta carta viene a ser un ejemplar del género de la carta-tratado, utilizada por los sabios del Qua-
ttrocento para la exposición de su magisterio, y de ahí el título que se le ha dado, De historiae 
conscribendae forma, recogida en R. Sabbadini, Guarino Veronese: Epistolario, vol. II, Venecia, R. 
Deputazione Veneta di Storia Patria, 1916, pp. 458-465. Por su parte, Tobia del Borgo fue un re-
putado poeta activo en la corte de Segismondo Malatesta, y un brillante orador, a quien Guarino 
le proporciona sus consejos cuando se disponía a escribir sobre esta poderosa familia de Rímini la 
obra denominada Continuatio Cronice Dominorum de Malatestis. Sobre la importancia de Guarino 
como tratadista véase G. Cotroneo, I trattati del ‘Ars historica’, Nápoles, Giannini, 1971, pp. 74-79. 
Y concretamente, sobre el uso que Guarino hace en ella de argumentos que Luciano había expuesto 
en su De historia conscribenda, véase M. Regoliosi, «Riflessioni umanistiche sullo “scrivere storia”», 
Rinascimento 31 (1991), pp. 3-37, esp. pp. 8-16, donde propone alguna enmendatio sobre el texto 
de Guarino. Para valorar la influencia del maestro veronés en los escritos históricos de Facio, son 
muy atinadas las observaciones de Ferraù, Il tessitore di Antequera, pp. 46, 71-75.
15 Cf. G. Ianziti, Humanistic Historiography under the Sforzas. Political Propaganda in Fifteenth-cen-
tury Milan, Oxford, OUP, 1988, pp. 14-19. A raíz de la publicación dela obra de Facio, Francesco 
Sforza, coyunturalmente al frente del ducado de Milán, encargó una narración en la que no solo
la conquista de napolesv2.indd 14 9/2/18 10:36
15
AnA I. MAgAllón Introducción
Su vida en la corte de Nápoles
Su entrada en la corte de Nápoles se fraguó en 1443, cuando Bartolomeo Facio 
viajó en el mes de septiembre a esta ciudad en calidad de embajador de la Re-
publica de Génova, y tuvo ocasión de conocer en persona al rey Alfonso16. Y tan 
solo unos meses más tarde volverá, animado por Antonio Beccadelli, para insta-
larse definitivamente en Nápoles. Allí coincidió con algunos de los humanistas 
que rodearon al monarca, entre los que destacan, además de Beccadelli, Lorenzo 
Valla, Gianozzo Manetti y Giovanni Pontano: todos ellos desempeñaron diversas 
funciones en la corte —no especialmente definidas—, por las cuales el rey Alfonso 
les compensaba generosamente, tal como era propio de un soberano conocido 
por su magnanimitas17. A finales de 1445 Facio recibió la propuesta de tutorizar la 
formación del joven Fernando (conocido en la corte como Ferrante), con una re-
tribución proporcionada a dicho encargo, por lo que se trasladó a Nápoles, donde 
se integró rápidamente en esa nómina de «viros doctrina vero et ingenio insignes», 
tal como los denominó Beccadelli en su obra De dictis (II, 61), quien seguidamen-
te destaca en el historiador sus cualidades: 
Y en materia de letras estimó sobremanera a Bartolomeo Facio, un hombre de orato-
ria agradable y venerable, a quien le encomendó encarecidamente que escribiera su 
historia, atraído sobre todo por el encanto de un libro suyo que había escrito antes, 
Sobre la felicidad de la vida, y dedicado al rey18. 
 ensalzaba la nobleza de su origen y describía sus logros militares, sino que también pretendía justi-
ficarlos ante un público presente y futuro. Además de la obra de Facio, inspiró el encargo de Sforza 
el libro de Gianantonio Campano, Bracii Perusini vita et gesta, que había sido publicado en 1450, 
para celebrar la memoria de los hechos de Braccio da Montone, como salvador de Perugia (véase 
S. Valerio, «La vita di Braccio da Montone di G. A. Campano», en M. de Nichilo, G. Distaso, A. 
Iurilli (edd.), I confini dell’Umanesimo letterario. Studi in onore di Francesco Tateo, Roma, Roma nel 
Rinascimento, 2003, vol. III, pp. 1349-1360). El resultado fue una obra de su secretario Lodrisio 
Crivelli, que bajo el título De vita rebusque gestis Francisci Sfortiae vio la luz entre los años 1461 y 
1463. Sobre la imagen que estos condotieros quisieron trasladar de sí mismos véase E. O’Brien, The 
«Commentaries» of Pope Pius II (1458-1464) and the Crisis of the fiftteenth-century Papacy, Toronto, 
University of Toronto Press, 2015, pp. 209-215.
16 El encuentro se produce a finales del otoño de 1443 y Facio, consciente de la importancia del mis-
mo, lo recoge en su narración (Rerum VIII 113): «En aquel tiempo yo había sido enviado a Torre di 
Palma por los genoveses, con quienes el rey estaba en guerra, para tratar sobre una tregua. Llegué 
a este castillo, situado no lejos de Fermo, justo el día de antes de que el rey se trasladase allí».
17 Alfonso era consciente de que la cercanía y colaboración en su proyecto cultural de aquellos inte-
lectuales era costosa, por lo que no dudaba en gastar al año, según el cálculo de A. Ryder, Alfonso 
el Magnánimo, pp. 321-326, más de 20.000 ducados en sus retribuciones. Para este milieu cultural 
véase además J. C. Rovira, Humanistas y poetas en la corte napolitana de Alfonso el Magnánimo, 
Alicante, Prensas Universitarias, 1990.
18 Aportamos la traducción que ofrece S. López Moreda, Antonio Beccadelli, El Panormita. Dichos y 
Hechos de Alfonso, rey de Aragón. Discurso de Alfonso con motivo de la expedición contra los turcos. 
El triunfo alfonsino, Madrid, Akal, 2014, p. 118. El texto latino dice así (De dictis II 67): «Inter 
doctrina vero et ingenio insignes amplexus est, praecipue Bartholomaeum Facium suavis et priscae 
eloquentiae virum, a quo quidem et res a se gestas perscribi cupide appetivit, maxime eius libri sua-
vitate allectus, quem de vitae felicitate regi ipsi antea dicaverat». Resulta curioso que el historiador 
Marco Juniano Justino también le aplicase, muchos siglos antes, con el mismo carácter laudatorio 
la conquista de napolesv2.indd 15 9/2/18 10:36
16
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
Además de las labores de instrucción del joven Fernando, continuó con su 
actividad como escritor. Efectivamente, entre los años 1444 y 1445, acompañan-
do una traducción al italiano que Fernando le había pedido del discurso de Isó-
crates ad Nicoclem —y que resultó ser la primera que se hizo de esta obra19—, 
Facio redactó en clave totalmente panegérica dos orationes, una dirigida al rey 
Alfonso (Oratio in laudem Alfonsi Aragonum regis), y otra a su hijo Fernando (In 
laudem excellentissimi principis domini Alfonsi Aragonum regis oratio)20, además 
de dos cartas dedicatorias al joven. Son todos ellos una muestra más de la litera-
tura panegírica y celebrativa que la figura del Magnánimo había suscitado entre 
los intelectuales que le rodeaban en la corte de Nápoles, y a la que Facio se sumó 
gustosamente, como también otros autores de la misma época hicieron. La oratio 
es una loa que desarrolla los parámetros de las virtutes estoicas (iustitia, severitas, 
fortitudo, graviatas, benignitas21) que desde los autores de época clásica (Cicerón 
y Séneca, especialmente) se consideraban propias de un buen gobernante. Y por 
este motivo Facio recurre a varias máximas del mismo tenor que algunos escritos 
de Cicerón ya contenían, alguno de los cuales podían resultar familiares al lec-
tor culto, como eran los discursos Pro Marcello y Pro Ligario, fundamentalmente. 
Facio tuvo ocasión de profundizar en la celebración literaria de todos estos valo-
res22 que adornaban al rey Alfonso unos años después, cuando tuvo entre manos 
la redacción de los Rerum gestarum Alfonsi, es decir, cuando compuso una obra 
histórica, que no ocultó nunca un poso panegírico, dedicada a narrar las gestas de 
Alfonso. 
Otro de los primeros proyectos que desarrolló en Nápoles —aunque según los 
datos que se manejan habitualmente, sería en el mes de octubre de 1446 cuando 
a Pompeyo Trogo el calificativo de vir priscae eloquentiae en el prefacio de su Epítome a la Historia 
Philippica de Trogo (de acuerdo con el texto editado por F. Ruehl y O. Seel, M. Iuniani Iustini epi-
toma historiarum Philippicarum Pompei Trogi, Stuttgart, Teubner, 1985).
19 Según ha puesto de relieve L. Gualdo Rosa, La fede nella «paideia»: aspetti della fortuna europea 
di Isocrate nei secoli xv e xvi, Roma, 1984, pp. 35-38, donde además, en pp. 190-191, reproduce la 
carta dedicatoria, en la que Facio se ve obligado prácticamente a justificar su traducción a la lengua 
vernácula, por entender que esta era inferior a la lengua latina.
20 Esta traducción todavía está inédita en la actualidad y se conserva en el manuscrito con la signa-
tura BUV ms. 443 (olim 727) de la Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia, en donde 
ocupa los fols. 2r-17r, seguida de las dos orationes, una al joven Fernando, fols. 17v-20r, y otra a 
Alfonso, fols. 20v-23r, y cerrada por unas líneas de dedicatoria también a Fernando en 23rv.
21 Estos «valores» que los reyes debían mostrar eran imprescindibles para ejercer el gobierno, según 
explica Facio (tomamos la cita del texto que incorpora el trabajo de Pietragalla, «Alfonso il Mag-
nanimo», p. 69): «quae quidem a sapientibus viris proprie regum virtutes existimabantur, quod, sine 
his, reges praestantes esse non possint». En el mismo trabajo de Pietragalla (pp. 69 y ss.) se puede 
cotejar la cercanía de varias afirmaciones de Facio con pasajes concretos de Pro Marcello, Pro Liga-
rio y Pro rege Deiotaro.
22 No se olvidará tampoco de ellos en el retrato de Alfonso como personaje histórico que introduce 
en Rerum VII 110: «… in quo (=Alphonso) nescias profecto magis ne eiusfortitudinem an constan-
tiam, clementiam caeterasque virtutis laudes an felicitatem admirere».
la conquista de napolesv2.indd 16 9/2/18 10:36
17
AnA I. MAgAllón Introducción
recibió un salario anual de 300 ducados23— fue la confección de un tratado, que 
expresaba seguramente la satisfacción propia ante su futuro en la corte, titulado 
Dialogus de felicitate vite humane24, un claro ejemplo de diálogo renacentista de 
impronta lucianesca, donde se exponen diversos conceptos morales propios del 
estoicismo cristiano25. Los interlocutores son señalados intelectuales de su entorno: 
su maestro Guarino Veronese, su amigo e introductor en la corte, Antonio Pa-
normita, y el estudioso Giovanni Lamola, amigo también del anterior y discípulo 
de Guarino. Facio se sirve de estas tres voces para componer esta obra en latín 
destinada a refutar la tesis expuesta por Valla en el De vero falsoque bono (1431), 
en donde proponía un concepto nuevo de ética, a la que se puede calificar como 
neoepicúrea, por considerar el placer como el bien más alto al que puede aspirar 
el ser humano. Esta obra había vuelto a la actualidad porque en 1444 un tribunal 
había incoado un expediente de herejía contra Valla. Es posible hacerse una idea de 
cómo se desarrolló la actuación del tribunal porque Facio recoge en su diálogo los 
nueve argumentos que Valla expuso en su discurso de autodefensa (Defensio quaes-
tionum in philosophia), mediante el personaje que recibe el nombre de Antonio Pa-
normita. De esta forma Facio encontró una manera de contrarrestar la imagen que 
Valla dibuja de Panormita en De voluptate como portavoz de las teorías epicúreas.
La influencia del Dialogus de felicitate vite humane en la literatura española 
fue muy importante porque la obra de Facio era la fuente directa sobre la que Juan 
de Lucena escribió su diálogo De vita beata26, dado que había residido durante 
la composición de este tratado en Roma y tuvo acceso directo a la obra de Facio.
En esta línea de pensamiento y reflexión espiritual Facio escribió también en 
el año 1448 su tratado titulado De excellentia et praestantia hominis, atraído en 
aquellas fechas por diversas corrientes humanísticas de tipo religioso, pero espe-
cialmente por la obra del monje benedictino Antonio da Barga Libellus de digni-
23 Las fechas y la cantidad asignada por el trabajo de historiador de corte son las que indica C. Minie-
ri Riccio, «Alcuni fatti di Alfonso I. di Aragona. Dal 15 aprile 1437 al 31 maggio 1458», Archivio 
Storico per le Provincie Napoletane 6 (1881), pp. 1-36, 231-58, 411-61, esp. p. 251. Sin embargo, 
es posible que este salario no fuese el primero que recibía, ya que Facio ya llevaba dos años antes 
vinculado a la corte como instructor de Fernando, ni que la fecha determine el comienzo exacto de 
la escritura de la obra histórica sobre Alfonso.
24 Véase el análisis de Federico Petrucci, «Il De humanae vitae felicitate di Bartolomeo Facio», Ri-
nascimento Meridionale 1 (2010), pp. 40-53. En esta obra Facio rebatía las tesis que Lorenzo Valla 
había expuesto en su diálogo, que recibió el título original De voluptate (1431) y que, tras dos 
correcciones del propio autor, quedó con el título De vero falsoque bono. Véase al respecto G. 
Zippel, «La autodifesa di Lorenzo Valla per il proceso dell’Inquisizione napoletana (1444)», Italia 
medievale e umanistica 13 (1970), pp. 59-94.
25 Sobre las fuentes que manejó para la obra véase el trabajo de Vera Tufano, «Il De humanae vitae fe-
licitate di Bartolomeo Facio tra modelli classici e fonti patristiche», Mélanges de l’École française de 
Rome - Moyen Âge [online], 128-1 | 2016, online desde 27/01/2016, consultado el 29 de diciembre 
2017. URL: http://journals.openedition.org/mefrm/2928.
26 Véase la edición de Juan de Lucena. Diálogo sobre la vida feliz; Epístola exhortatoria a las letras, con 
edición, estudio y notas de Jerónimo Miguel, Madrid, Real Academia Española / Centro para la 
edición de los clásicos españoles, 2014, y el estudio de A. Vián, «El Libro de vita beata de Juan de 
Lucena como diálogo literario», Bulletin Hispanique 93, 1 (1991), pp. 61-105. 
la conquista de napolesv2.indd 17 9/2/18 10:36
18
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
tate hominis et excellentia humane vite. Con esta obra Facio intentaba cumplir la 
promesa, que formuló Inocencio III en el prólogo de su obra De miseria, de escribir 
un tratado sobre la dignidad del hombre, que no pudo redactar por las exigencias 
propias de su pontificado27, según explica el propio Facio en su obra. La obra, por 
esta razón, exhibe un carácter marcadamente religioso, donde la concepción del 
hombre todavía emana de una reflexión teológica, de la que se irá poco a poco des-
prendiendo el pensamiento humanista. Facio dedicó esta obra al papa Nicolás V 
y encargó al cardenal genovés Fieschi, entre otros, que confirmase la recepción de 
la misma. Incluso escribió directamente al papa para solicitar dicho acuse 
de recibo, al tiempo que se ofrecía para escribir otros tratados similares si este 
había sido de su agrado. En efecto, durante el año 1447 su estancia en Nápoles 
no había sido tan agradable debido a un enfrentamiento con Lorenzo Valla y la 
precariedad económica con la que vivía debido a las fluctuaciones del tesoro real, 
hipotecado por los gastos que ocasionaba la guerra28.
Sin embargo, Facio, que en octubre de 1446 había sido oficialmente nom-
brado cronista del rey, se ilusionó pronto con la responsabilidad de redactar una 
obra histórica con las hazañas con las que Alfonso había conquistado el Reino de 
Nápoles, y a esta ambiciosa labor se dedicó de forma intensiva. En 1451, ya tenía 
listos los primeros siete libros de los Rerum gestarum Alfonsi, es decir, «las hazañas 
del rey Alfonso», y en abril de 1455 había llegado a la versión final de la obra en 
diez libros. Abordaremos los pormenores de la redacción de la obra central de esta 
introducción un poco más adelante. 
En 1456, un año después de haber acabado los Rerum gestarum Alfonsi, Facio 
publicó su última obra —a tenor de las palabras que incorpora en el proemio de la 
misma29—, con un título de raigambre clásica, De viris illustribus30, que traería a la 
27 Véase P. O. Kristeller, El pensamiento renacentista y sus fuentes (1.ª ed. 1979, Nueva York, trad. 
F. Patán), México, FCE, 1982, pp. 231-233. Tras Facio, también Giannozzo Manetti escribió otro 
tratado sobre el mismo tema retomando las ideas de Inocencio III —aunque trascendiendo la 
doctrina teológica del pecado y la salvación—, y además se lo dedicó al rey Alfonso de Aragón. 
Su prefacio puede leerse en la traducción italiana de E. Garin, «Della dignità e dell’eccellenza de-
ll’uomo: prefazione di Giannozzo Manetti al libro sulla dignità e l’eccellenza dell’uomo dedicato ad 
Alfonso d’Aragona», Prosatori latini del Quatrocento, Turín, G. Einaudi, 1977, pp. 424-517. Sobre la 
relación del tratado de Facio con el que fue escrito por Antonio da Barga, y el peso de otras fuentes 
desde Petrarca, véanse también C. Trinkaus, In Our Image and Likeness: Humanity and Divinity 
in Italian Humanist Thought, 2 voll., Chicago, The Chicago University Press, 1970, vol. I, pp. 200-
229; F. Toscano, «Il De excellentia ac praestantia hominis di Bartolomeo Facio: fra fonti patristiche, 
modelli classici, schemi retorici», Mélanges de l’École française de Rome - Moyen Âge [online], 128-1 
| 2016, online desde 10/02/2016, consultado el 10/07/2016. URL: http://mefrm.revues.org/2950.
28 Varias cartas atestiguan este periodo de zozobra profesional de Facio, tal como analiza J. H. Bent-
ley, Politics and Culture in Renaissance Naples, Princeton, Princeton University Press, 1987, p. 103.
29 Las palabras de Facio (De viris illustribus, 1: «Cum ab historiae componendae diuturnis laboribus 
aliquando requiescerem, absolutis libris decem Alphonsi Regem») parecen indicar una suerte de si-
multaneidad en la composición de estas dos obras: seguramente fue recopilando la documentación 
necesaria durantelos años en los que se ocupó de la redacción de los Rerum gestarum libri X.
30 No tenemos noticia de una edición posterior a la de L. Mehus, Bartholomaei Facii de viris illustri-
bus liber, Florencia, 1745 —de la que incorporan en apéndice una reproducción anastática en G. 
Resta (ed.), La Storiografia umanistica, Atti del Convegno, AMUL, 22-25 octubre, 1987, Mesina, 
la conquista de napolesv2.indd 18 9/2/18 10:36
19
AnA I. MAgAllón Introducción
memoria de muchos el repertorio de Cornelio Nepote, al menos, y a una minoría 
muy letrada los de Suetonio, Aurelio Víctor o Jerónimo, sin mencionar otros auto-
res medievales que continuaron esta tradición biográfica. Se trataba de ofrecer un 
repertorio de más de 90 semblanzas biográficas de personajes contemporáneos, 
organizadas de acuerdo con la actividad o profesión que desempeñaban: poetas, 
oradores, abogados, médicos, ciudadanos privados31, capitanes32, príncipes. Para 
su composición se inspiró directamente en la obra homónima que Enea Silvio 
Piccolomini33 (1405-1464), el futuro papa Pío II, había redactado entre los años 
1440 y 1450, en la que sumaba hasta 40 biografías de reyes y reinas, príncipes, 
condotieros, papas, cardenales, obispos, monjes, juristas e intelectuales. 
Facio amplió la nómina de aquellos que habían sido biografíados en el elen-
co de Piccolomini y lo hizo de una forma personal, al incorporar un importante 
capítulo titulado de pictoribus34, en donde se da cabida a los pintores y escultores 
de su época.
Sicania, 1992, vol. II, pp. 7-134—, y por ella citamos los fragmentos. De creer a M. Baxandall, 
Giotto y los oradores. La visión de la pintura en los humanistas italianos y el descubrimiento de la 
composición pictórica, 1350-1450 (trad. de la ed. inglesa de 1971), Madrid, Visor, 1996, p. 145, n. 
109, esta edición reproduce una copia inexacta, ya que los dos manuscritos existentes del siglo XV 
(el Vaticanus Latinus 13650 y el 854 de la Biblioteca Nazionale di Roma, Vittorio Emmanuele) con-
tienen la obra en su integridad. Sobre el valor del primero de los manuscritos, y como anticipo de 
una futura edición de la obra que todavía no ha visto la luz, véase el artículo de Mariarosa Cortesi, 
«Il codice Vaticano Lat. 13650 e il De Viris Illustribus di Bartolomeo Facio», Italia medioevale e 
umanistica 31 (1988), pp. 409-418, y el comentario crítico a este trabajo de G. Albanese, Roma nel 
Rinascimento (1992), pp. 204-206.
31 Dentro de este capítulo titulado de quibusdam civilibus privatis aparece, por ejemplo, la biografía 
de Còsimo de Medici, uno de los hombres más ricos de la época, que, según Facio (p. 57, ed. 
Mehus), destacó además por mandar construir una biblioteca con innumerables códices griegos y 
latinos que había mandado copiar para este fin, entre los que destacaban historiadores como fue 
Tácito. Cf. A. Greco, «Forme di letteratura e di vita nel De viris illustribus di B. Facio», en A. Greco 
(ed.), La memoria delle lettere, Roma, Bonacci, 1985, pp. 26-43.
32 G. Albanese, «Lo spazio della gloria. Il condottiero nel “De viris illustribus” di Facio e nella tra- 
ttatistica dell’Umanesimo», en G. Albanese (ed.), Studi su Bartolomeo, pp. 215-255, el capítulo 
aparece ampliado —respecto a la contribución del mismo título que aparece en M. Del Treppo 
(ed.), Condottieri e uomini d’arme nell’Italia del Rinascimento, Nápoles, Gisem: Liguori, 2001, 
pp. 93-123— con una edición del capítulo De copiarum ducibus extraído del De viris illustribus, que 
era una especie de recopilación humanística de personajes ilustre.
33 Véase la edición de Enea Silvio Piccolomini, De viris illustribus, de A. Van Heck, 1991, Ciudad del 
Vaticano, y el trabajo que reivindica otra denominación para esta colectánea de P. Viti, «Osserva-
zioni sul De viris aetate sua claris di Enea Silvio Piccolomini», en L. Rotondi Sechi Tarugi (ed.), 
Pio II e la cultura del suo tempo. Atti del I Convegno Internazionale, Milán, 1991, pp. 199-214. La 
obra pudo estar dedicada a Alfonso, según afirma Facio, pero no conservamos ni un prólogo y ni 
un explicit que corrobore esta afirmación.
34 A propósito de los capítulos sobre los pintores y escultores del De viris illustribus véase la edición 
crítica que aportan G. Albanese y P. Pontari, «“De pictoribus atque sculptoribus qui hac aetate 
nostra claruerunt”. Alle origini della biografia artistica rinascimentale: gli storici dell’umanesimo», 
Letteratura e arte. Rivista annuale 1 (2003), Pisa-Roma, 2004, pp. 59-119, y en concreto el análisis 
de estos capítulos por parte de Albanese bajo el epígrafe «Le sezioni De pictoribus e De sculptoribus 
nel De viris illustribus di Bartolomeo Facio», pp. 59-79.
la conquista de napolesv2.indd 19 9/2/18 10:36
20
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
Entre estas nuevas biografías, cabe destacar las dedicadas al arquitecto Leon 
Battista Alberti, aunque dentro de la categoría de «oradores» —debido muy po-
siblemente a que Facio había conocido el tratado De pictura que este había re-
dactado en 1436—, y, entre los pintores, introdujo las de los artistas Gentile da 
Fabriano, Jan van Eyck, Pisanello y Rogier van der Weyden. La historiografía del 
arte35 ha concedido gran valor a estas biografías de artistas, porque Facio no solo 
es portavoz del gusto del rey Alfonso, gran amante de los tapices flamencos, que 
adquirió una vez asentado con su corte aragonesa en Nápoles, sino que además 
el autor se muestra como un intelectual con un criterio propio36 formado a partir 
de sus viajes por la Italia del Norte y del centro —dadas las descripciones de obras 
solo contemplables en ciudades como, por ejemplo, Venecia, Génova, Ferrara o 
Florencia—, antes de entrar en Nápoles. 
Sin duda, es el prólogo que antepone a este capítulo de pictoribus una de las 
partes más interesantes de la obra, en donde Facio debate sobre la relación entre 
pintura y poesía, siguiendo, entre otras fuentes37, tanto el lema pictura poema ta-
citum que Plutarco atribuye a Simónides en los Moralia 346F38, como los dictados 
del Ars Poetica 99-103 de Horacio, en donde se dice que los poemas no solo deben 
ser hermosos, sino que además deben conmover nuestro corazón. Facio ofrece un 
análisis maduro e innovador para su tiempo, introduciendo nociones de las que se 
servirá la crítica académica de los dos siglos siguientes. El éxito39 del de pictoribus 
propició que al poco tiempo fuera traducido al toscano por parte de Cristoforo 
35 Como es el caso de Michael Baxandall, «Bartholomaeus Facius on Painting: A Fifteenth-century 
Manuscript of De viris illustribus», Journal of the Warburg and Courtauld Institutes 27 (1964), 
pp. 90–107.
36 Véanse las interesantes observaciones al respecto de Rafael Cornudella, «Alfonso el Magnánimo y 
Jan van Eyck. Pintura y tapices flamencos en la corte del rey de Aragón», Locvs amœnvs 10 (2009-
2010), pp. 39-62.
37 Como, por ejemplo, las afirmaciones de Filóstrato el Joven, quien en el «Proemio» a las Imagines 
pone en relación la pintura y la poesía: «Quien desdeña la pintura, delinque contra la verdad, 
delinque también contra toda esa sabiduría que debemos a los poetas —ya que poetas y pintores 
contribuyen por igual a nuestro conocimiento de las gestas y del aspecto de los héroes— y desde-
ña la proporción, gracias a cuyo ejercicio el arte participa de la razón», según la traducción de F. 
Mestre, Filóstrato. Heroico, gimnástico, descripciones de cuadros, Madrid, Gredos, 1996, Libro I 1, 
p. 223.
38 El pasaje de Plutarco que fue utilizado por Facio como fuente, además, ofrece una consiguiente 
aplicación a la narración de hechos históricos, que fue uno de los cometidos más importantes que 
desempeñó en la corte napolitana. Cito la trad. de M. López Salvá, Plutarco. Obras morales y de 
costumbres (Moralia) V, Madrid, Gredos, 1989, p. 296: «Simónides, sin embargo, llama a la pintura 
poesía silenciosa y a la poesía pintura parlante. Pues las hazañas que los pintores muestran como 
si estuvieran sucediendo, las palabras las narran y describencomo sucedidas».
39 Sobre el sentido de esta colección de biografías y la aparición de algunas como la de Còsimo de 
Medici o la del propio Alfonso véase P. Baker, Italian Renaissance Humanism in the Mirror, Cam-
bridge, Cambridge University Press, 2015, pp. 66-80; P. Baker, «Collective Biography as Historio-
graphy: The De viris illustribus of Bartolomeo Facio», en P. Baker (ed.), Biography, Historiography, 
and modes of philosophizing: The Tradition of collective Biography in Early Modern Europe, Leiden, 
Brill Academic Publishers, 2016, pp. 121-133.
la conquista de napolesv2.indd 20 9/2/18 10:36
21
AnA I. MAgAllón Introducción
Landino, lo que facilitó la difusión en los ambientes humanísticos de una serie de 
anécdotas referidas a los pintores de la Antigüedad. 
No obstante, de todas las biografías de esta significativa obra la que más nos 
interesa destacar es la que Facio dedicó al rey Alfonso40, en la que proporciona 
un semblante personal que deliberadamente no aparece en los Rerum gestarum 
Alfonsi. Dado el carácter biográfico del De viris illustribus, y teniendo en cuenta 
que Facio acababa de terminar la redacción de sus Rerum gestarum Alfonsi, quiso 
ofrecer un retrato moral de un monarca cuyo rasgo más destacado era la «liberali-
dad» (magnanimitas), gracias a la cual el historiador había entrado en la corte na-
politana. Además, en el cap. VII 110 de sus Rerum gestarum Alfonsi, una vez con-
quistada Nápoles, Facio ya había ofrecido un escueto retrato del rey, no solo como 
personaje histórico relevante, sino además como protagonista de la conquista, en 
el que Facio, al modo de los antiguos historiadores (Salustio y Livio, sobre todo), 
describía sus rasgos principales. Se podría pensar que la biografía es comparativa-
mente breve teniendo en cuenta la cantidad de información personal a la que tuvo 
acceso en aquellos años que había pasado al lado del rey. Se nos antoja que Facio 
tenía presente la reciente publicación del De dictis et factis de Antonio Beccadelli 
y no quiso coincidir en los argumentos allí contenidos más que lo estrictamente 
indispensable, pero también hay que tener en cuenta que esta biografía mantiene 
una extensión semejante a la mayoría de las que aparecen en el resto de la obra. 
Con todo, Facio no se olvida de mencionar en la biografía sus virtutes (clementia, 
magnitudo animi, iustitia y liberalitas, entre otros rasgos), su gusto por la cultura, 
el mecenazgo, y su afición a los libros. Y, en algunos aspectos, los argumentos del 
retrato histórico se amplían en el biográfico, como, por ejemplo, la afición del rey 
Alfonso por los estudios humanísticos (litterarum amor)41, mencionada de una 
forma genérica en los Rerum gestarum Alfonsi, queda ahora descrita en una forma 
detallada de aquellas disciplinas por las que sentía una especial inclinación, es de-
cir, la filosofía, la historia, la teología, el gusto por las antigüedades y la creación de 
la biblioteca del palacio42. Todos estos eran los rasgos que señalaban y distinguían 
a un monarca humanista.
40 La biografía se inicia con los mismos hechos que comienzan los Rerum gestarum Alfonsi, es decir, 
con la intervención del rey en el conflicto entre la reina Juana II y Luis de Anjou (p. 76, ed. Mehus): 
«Alphonsus rex Aragonum multis magnificisque rebus gestis gloriosus Ioannam Neapolitanorum Re-
ginam a Lodovico Rege oppressam in pristinum statum restituit. Urbem Neapolim, Regina postea a se 
dissidente, classe e Catalonia profecta vi cepit».
41 Cf. Rerum VII 110: «A estos valores añadía su amor por las letras, pues fue el único rey de su época 
que cultivó las letras (Ad haec litterarum amor, ipse enim unicus rex litterarum cultor suae tempes-
tatis fuit, … accedebat)».
42 Op. cit., p. 78: «Philosophiae, Theologiae, atque omnis antiquitatis studiosus, ceterisque liberalibus 
disciplinis excultus, memoriaque admirabili a natura donatus eruditos quosque nostri saeculi viros 
ornat, ac fovet. Urbem Neapolim denuo constravit, vicos direxit, molem ampliavit. Librorum volumi-
na prope infinita in Bibliothecam suam mirifice ornatam coniecit».
la conquista de napolesv2.indd 21 9/2/18 10:36
22
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
Cerramos esta revisión a la actividad de escritor de Facio, con la mención a 
su importante Epistolario43. Una obra que todavía sigue hoy inédita, y que muy 
probablemente también lo estuvo en vida de su autor, si bien se sabe que en sus 
últimos años de vida recopiló las cartas que pudieron ser transcritas a un códi-
ce —sin una estructuración que hiciese pensar en una edición—, seguramente 
por copistas del scriptorium napolitano real, que posteriormente quedó destruido. 
La colección epistolográfica44, tal como hoy la conservamos, consta de 113 cartas 
escritas por el autor y 20 que recibió, datadas todas ellas entre 1429 y 1457, que 
proporcionan una documentación muy rica en noticias históricas e informaciones 
de tipo literario sobre su protagonista y los numerosos correspondientes con los 
que se relacionó. 
Un historiador al servicio de Alfonso V45
Como ya queda dicho, a raíz de su nombramiento como cronista, Facio comenzó 
la redacción de la obra de Rerum gestarum Alfonsi regis libri X, con la que quería 
abarcar el periodo de la vida del rey aragonés que comprendía los años transcurri-
dos desde 1420, cuando la reina Juana solicita su ayuda, hasta 1455, que es la fecha 
43 La primera edición es la de L. Mehus, Bartholomaei Facii De viris illustribus liber nunc primum 
ex ms. cod. in lucem erutus. Recensuit, praefationem vitamque auctoris addidit Laurentius Mehus 
Etruscae Academiae Cortonensis Socius, qui nonnullas Facii aliorumque ad ipsum epistolas adjecit, 
Florencia, 1745, pp. 79-108, donde Mehus optó por incluir una selección de 16 epístolas (8 de 
Facio y 8 de sus correspondientes). También contamos con otra selección a cargo de J. B. Mit-
tarelli, Bibliotheca codicum manuorum Monasterii S. Michaelis Venetiarum […], Venecia, 1789, 
coll. 372-383, en donde el editor transcribió 24 cartas (16 de Facio y 8 de sus correspondientes), 
que intercambió con Guarino y con la familia Spinola, extraídas del códice del Lat. XI 80 de la 
Biblioteca Marciana. Posteriormente fue Francesco Gabotto, «Un nuovo contributo alla storia de-
ll’umanesimo ligure», Atti della Società ligure di Storia patria 24 (1891), pp. 5-283, quien publicó 
otro grupo de 8 cartas intercambiadas entre Facio y Panormita que habían sido recogidas en el 
códice Vat. Lat. 3372. Además, en la Biblioteca de la Universidad de Valladolid es posible consultar 
la digitalización on line del manuscrito del siglo XVI con 66 cartas (bajo el identificador http://
uvadoc.uva.es/handle/10324/385), conservado físicamente en el fondo antiguo, que recibe el título 
de Bartholomei faccii Genuensis ad amicos eius ac familiares epistole incipiunt y el de Bartholomei 
faccii ad quendam amicum suum de origine belli inter Gallos et Britanos.
44 Véase una presentación del problema en Paul O. Kristeller, «The Humanist Bartolomeo Facio and 
his Unknown Correspondence», en H. C. Carter (ed.), From the Renaissance to the Counter-Re-
formation: Essays in Honor of Garrett Mattingly, Nueva York, Random House, 1965, pp. 56-74. En 
otros trabajos diversos estudiosos han sacado a la luz otros ejemplares de dichas cartas, sin que por 
ahora contemos con una edición completa de las mismas. Para un estado de la cuestión más com-
pleto, así como para una mayor profundización en la composición del epistolario véase Gabriella 
Albanese y Monia Bulleri, «L’epistolario», en G. Albanese (ed.), Studi su Bartolomeo, pp. 133-214, 
quienes además consignan toda la información sobre una posible edición.
45 La bibliografía sobre el mecenazgo que este rey ejerció sobre el mundo de las letras es ingente y, 
por tanto, me limitaré a señalar algunos títulos por su importancia o novedad, en los que aparecen 
otras referencias bibliográficas. Sobre la imagen que el propio rey quería proyectar de sí mismo a 
través de las obras desu entorno es muy útil la consulta de G. B. Capilla Aledón, «El poder repre-
sentado: Alfonso V el Magnánimo (1416-1458)», Res publica 18 (2007), pp. 375-394.
la conquista de napolesv2.indd 22 9/2/18 10:36
23
AnA I. MAgAllón Introducción
en la que se produce la muerte del papa Nicolás V. La narración no abarca los 
primeros veinticuatro años de vida del monarca, y tampoco ninguna referencia a 
su vida de niño o joven. Alfonso46 había nacido en 1396 en Medina del Campo. 
Fue el hijo primogénito de Fernando de Antequera y de Leonor de Alburquerque. 
En 1415 contrajo matrimonio en Valencia con su prima María de Castilla, hija 
de Enrique III el Doliente y hermana del rey Juan II de Castilla. Cuando murió 
su padre, Fernando de Antequera, el día 2 de abril de 1416, le sucedió en el trono 
como rey de toda la Corona de Aragón, con la denominación de Alfonso V de 
Aragón, III de Valencia, I de Mallorca. Durante su largo reinado, hasta su muerte 
en 1458 a los 62 años de edad, obtuvo además el título real de Alfonso I de Ná-
poles y Sicilia.
Facio se ciñe en su obra exclusivamente a este periodo de treinta y cinco 
años coincidente con la época que el rey Alfonso pasó en tierras italianas. Y, tal 
como el propio historiador indica, se propone abordar estos hechos desde un 
punto de vista distinto al de otros historiadores, que se habían ocupado previa-
mente del rey, según se lee en el propio testimonio que deja Facio en una célebre 
carta dirigida a Francesco Barbaro (1390-1454)47, el más reputado humanista 
veneciano del momento, el día 26 de septiembre de 1451. En esta carta intenta 
explicar que su objetivo de aquel momento era la descripción de los hechos 
históricos (res gestas) y no la vida (vita) del rey, por lo que estaría situando su 
obra en un ámbito distinto al biográfico, dado que fue en la colección De viris 
illustribus donde incluyó la biografía de Alfonso, y dejó para otro plano la re-
dacción de un panegírico (o laudatio), que reconocemos en la Oratio in laudem 
Alfonsi Aragonum regis48. 
46 La biografía más completa se debe a A. Ryder, Alfonso el Magnánimo. Rey de Aragón, Nápoles 
y Sicilia (1396-1458), Valencia, Ed. Alfons el Magnànim, 1992 [título original: Alfonso the Mag-
nanimous. King of Aragon, Naples and Sicily, 1396-1458, Oxford, Oxford University Press, 1990]. 
Todavía son útiles las biografías de F. Hernández León de Sánchez, Doña María de Castilla, esposa 
de Alfonso V el Magnánimo, Valencia, Universidad de Valencia, 1959, y de E. Pontieri, Alfonso il 
Magnanimo, re di Napoli, (1435-1458), Nápoles, Edizioni scientifiche italiane, 1975.
47 La carta se conserva en el epistolario de Barbaro, quien organizó personalmente las 389 cartas 
que lo componen, al que accedemos en la edición de C. Griggio, Francesco Barbaro: Epistolario, 2: 
La raccolta canonica, Florencia, Olschki 1999, pp. 746-747: «scito me non vitam, sed res a se [scil. 
Alfonso] gestas scribere proposuisse. Ubi tamen incidunt aliqua de eius laudibus, eos loco exornare 
et amplificare studeo: vita vero et laudatio, quae duo genera a rerum gestarum narratione separata 
scis, vel alterius hominis fuerint, vel alterius temporis» («has de saber que me he propuesto escribir 
no la biografía de Alfonso, sino las gestas que ha llevado a cabo […]: la biografía y el panegírico, 
ya sabes, son dos géneros distintos de la narración de las gestas […]»). Sobre la carta véanse M. 
Regoliosi, «Riflessioni umanistiche», pp. 16-27; G. Albanese y M. Bulleri, «L’epistolario», en G. 
Albanese, Studi su Bartolomeo Facio, pp. 133-214, esp. pp. 192-193; F. Delle Donne, «La letteratura 
encomiastica alla corte di Alfonso il Magnanimo», Bullettino dell’Istituto storico italiano per il Me-
dio Evo 114 (2012), pp. 121-139.
48 El alcance que estas tres dimensiones (vita, laudatio, rerum gestarum scriptio) señaladas por parte 
de Facio en la carta tuvieron en la literatura posterior, especialmente en Vespasiano da Bisticci en 
sus Vite, ha sido puesto de relieve por M. Miglio, «Biografie e raccolte biografiche nel Quattrocento
la conquista de napolesv2.indd 23 9/2/18 10:36
24
Bartolomeo Facio LA CONQUISTA DE NÁPOLES
De todos los géneros que se inscriben en la historiografía, Facio optó por 
el de las res gestae, un tipo de narración centrada en los logros de un personaje, 
el rey Alfonso, en este caso, que no le condicionaba en exceso, le permitía empe-
zar la narración in medias res de la vida del protagonista, y al mismo tiempo le 
proporcionaba la suficiente plasticidad para insertar diversos elementos de tipo 
biográfico. La personalidad del monarca protagonista emerge como tal en algunos 
momentos de la narración —como, por ejemplo, en el duelo por la muerte de su 
hermano Pedro (Rerum VI 35)—, a lo que se suma la definición de sus diversas 
cualidades como monarca, entre otras características, que en un género como el 
de los commentari no hubieran tenido cabida. Y estas, entre otras razones analiza-
das más adelante, fueron las que llevaron a Facio a optar para su obra por el título 
de res gestae y no de commentarii. Por eso mismo, hay que considerar que la pre-
sencia del título commentarii en la obra, cuando apareció editada por primera vez 
en Lyon en 1560, es una modificación atribuible al editor49 —y que no respondía 
a la voluntad del autor—, en la estela de la impronta que César había dejado en 
otras obras coetáneas.
Evidentemente, Facio sabía que su obra debía obedecer a unos presupuestos 
cronísticos sujetos a la aprobación real, con un objetivo propagandístico indis-
cutible. Había entrado como cronista oficial50, tras una dura lid con Valla y su 
reto era doble, satisfacer las exigencias del rey en este terreno y culminar la labor 
que otros historiadores anteriores habían intentado narrar, abordando también la 
campaña de Nápoles, cada uno guiado por un interés distinto. Las obras de estos 
historiadores se convertirán en la fuente principal, y en ocasiones la única, de los 
años que transcurren desde la llegada del rey Alfonso a tierras italianas para aten-
der la solicitud de ayuda de la reina Juana hasta el año 1443, que es cuando Facio 
pisa por primera vez el suelo de Nápoles por cuestiones diplomáticas, y conoce de 
primera mano la corte. A partir de ese momento, su propio análisis de la situación 
política junto con el acceso a la documentación de los archivos reales y la siempre 
inestimable ayuda de su amigo Antonio Beccadelli, le suministrarán información 
suficiente para continuar la narración de las gestas donde los otros historiadores 
no pudieron.
 italiano», Atti dell’Accademia delle scienze dell’Istituto di Bologna. Classe di scienze morali 63 (1974-
1975), pp. 166-199, especialmente en pp. 170-174 con la reproducción de la carta en su integridad.
49 Todo parece indicar que fue Gian Michele Bruto en la editio princeps de Lyon de 1560 quien de-
nominó la obra bajo el título De rebus gestis ab Alphonso primo Neapolitano rege commentariorum 
libri decem.
50 Aunque la figura de «cronista oficial» está todavía en fase de consolidación, respecto a la impor-
tancia que adquirió en las cortes de la Edad Moderna, tanto Facio como algunos historiadores de 
esta época de transición presentan muchas de sus características. Véase al respecto y con carác-
ter general, B. Guenée, Histoire et culture historique dans l’occident médiéval, París, Aubier, 1980, 
pp. 337-345; R. L. Kagan, Los cronistas y la Corona, Madrid, Centro de Estudios Europa Hispánica 
y Marcial Pons, 2010, pp. 32-33.
la conquista de napolesv2.indd 24 9/2/18 10:36
25
AnA I. MAgAllón Introducción
Antecedentes historiográficos
En efecto, antes que Facio fueron varios autores los que escribieron sobre el rey, y, 
posiblemente, el primero de ellos fue Tommaso Chaula, nacido en Chiaramonte, 
a finales del siglo XIV, quien por su fecha de fallecimiento, en torno al año 1433, 
solo pudo ocuparse de los primeros años del rey en suelo italiano. Su actividad 
intelectual comenzó con el puesto de magister scholarum en Palermo

Continuar navegando