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anatomia y fisiologia del cuerpo-66

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Capítulo 3 Sistema nervioso 51
c) Vibración (corpúsculos de Paccini —en ambos tipos de 
piel— que responden con un solo potencial de acción 
a un solo cambio en la fuerza del estímulo y modifican 
la frecuencia proporcionalmente al cambio de la ace-
leración de los movimientos de la piel bajo el estímulo 
—vibración—). Son de adaptación rápida.
Las fibras son mielínicas finas (las mas finas de las 
gruesas), de alta velocidad de conducción (tacto fino dis-
criminativo, que sirve para reconocer el tamaño, la forma 
y la textura de los objetos y el movimiento sobre la piel) 
y amielínicas, de baja velocidad de conducción (tacto 
grosero, no discriminativo, que sólo detecta posición, 
pero no características ni movimiento del estímulo).
2. Termorreceptores. Son terminaciones libres y responden a 
cambios de temperatura. Son:
a) Receptores de frío, que responden a temperaturas por 
debajo de 36 °C. A menor temperatura, entre 36 °C y 
20 °C, mayor frecuencia de potenciales de acción; y
b) Receptores de calor, que registran temperaturas entre 30 
y 43 °C, cuya frecuencia de respuesta aumenta entre las 
temperaturas citadas.
Los receptores se adaptan entre 20 y 40 °C (p. ej., el 
agua a 22 °C da sensación de frío sólo al principio). Las 
temperaturas más altas o más bajas se perciben perma-
nentemente como frías o calientes, lo que sirve para 
proteger la piel. Por encima de 45°C, probablemente 
haya termorreceptores que respondan con dolor (ter-
monociceptores). Las fibras son amielínicas finas.
3. Nociceptores o receptores a estímulos nocivos que produ-
cen la sensación de dolor: impresión sensorial de displacer 
con conciencia de experiencia desagradable. Es como la 
reacción al mensaje de que algún daño va a ocurrir o ha 
ocurrido al organismo. Son terminaciones nerviosas libres 
que, afortunadamente, no se adaptan. Son responsables del 
dolor profundo, visceral, y del dolor superficial de la piel, 
así como del dolor referido: dolor visceral que se proyecta 
a zonas de referencia de la piel. Las fibras son amielínicas 
finas, de baja velocidad de conducción.
6.2.3. Sensibilidad propioceptiva
Los receptores propioceptivos son de dos tipos:
a) Especializados, localizados en el vestíbulo (equilibrio) y 
en el músculo (huso neuromuscular), que se estudiarán 
oportunamente y
b) terminaciones libres que son responsables de informar de 
la posición y movimiento de los miembros (cinestesia): 
son receptores periféricos cutáneos y articulares. Estos 
últimos siguen las vías de la sensibilidad somática que se 
estudian a continuación.
6.2.4. Vías de la sensibilidad somática
El «camino» que siguen los estímulos a través del sistema nervio-
so es lo que se conoce como vía. En general, las vías de la sensi-
bilidad somática se originan en los receptores sensoriales citados 
más atrás y sigue el trayecto de un nervio periférico hasta la raíz 
posterior de la médula espinal del segmento medular correspon-
diente, excepto la de la sensibilidad de la la cara que tiene sus vías 
particulares por los pares craneales.
El nervio periférico inerva una zona determinada de piel que 
se llama dermatoma: la sensibilidad de esa zona de piel desapa-
recerá («anestesia») si se secciona la raíz posterior medular co-
rrespondiente: ésta es la razón por la cual, estudiando la sensibi-
lidad de los dermatomas, se puede deducir el segmento medular 
lesionado. Los dermatomas correspondientes a raíces medulares 
próximas, al igual que los campos receptivos periféricos, suelen 
solaparse en mayor o menor grado.
En el ganglio raquídeo correspondiente se encuentra el soma 
de la neurona sensorial, cuyo axón entra en la médula espinal por 
al asta posterior. A partir de aquí, las conexiones y el destino final 
son diferentes para cada tipo de sensibilidad y forman dos siste-
mas bien diferenciados:
1. El sistema de la columna dorsal-lemnisco medial, porta-
dor de la sensibilidad de tacto fino y cinestesia, y
2. el sistema anterolateral, portador de la información de 
tacto grosero e inespecífico, dolor y temperatura.
Sistema de la columna dorsal-lemnisco medial
Este sistema lleva la sensibilidad táctil fina y discriminativa y la 
cinestesia de los miembros y del tronco. Está formada por tres 
neuronas (Fig. 3.24):
Primera neurona: la neurona sensorial del ganglio raquídeo, 
cuyo axón abandona el asta posterior medular al entrar y sube, 
en la columna dorsal de la médula espinal del mismo lado (ipsi-
lateral), hasta el bulbo raquídeo. Durante su trayecto medular, las 
fibras se organizan topográficamente, de modo que en la columna 
dorsal, las fibras más inferiores se encuentran más mediales o in-
ternas, y las superiones más externas.
Segunda neurona: en los núcleos de la columna dorsal del 
bulbo raquídeo (gracilis y cuneatus) está la segunda neuro-
na, con la que hacen sinapsis los axones de la columna dorsal. 
Los axones de la segunda neurona salen de los núcleos de la 
columna dorsal por un fascículo llamado fibras arqueadas que 
cruzan la línea media (se decusan) y, formando el haz llama-
do lemnisco medial terminan haciendo sinapsis en la tercera 
neurona.
El bulbo raquídeo
El bulbo raquídeo (en nomenclatura anatómica medulla oblongata)
(Figs. 3.3, 3.5, 3.8, 3.16 y 3.25) es la parte del SNC con la que 
se continúa, por arriba, la médula espinal. Comienza en el punto 
donde aparece la raíz más anterior del primer nervio cervical y 
termina donde comienza del puente o protuberancia del tronco 
encefálico.
Lateralmente y de arriba abajo, del bulbo raquídeo salen los 
nervios craneales VI, XII, IX, X Y XI (véase Fig. 3.26). Por la 
unión bulbo-pontina se ven salir las raíces de los nervios craneales 
VII y VIII.
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