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Capítulo 3 Sistema nervioso 73 10.1.5. Fisiología de la retina y de las vías visuales Los fotorreceptores Los conos y los bastones son las células receptoras de la luz (Fig. 3.38B). La retina humana es sensible a la luz comprendida entre las longitudes de onda de 400 nm (violeta) y 650-700 nm (rojo). Longitudes inferiores (ultravioleta) o superiores (infrarro- jo), no son visibles para el hombre. En la fóvea de la retina sólo hay conos y su densidad disminuye con la distancia a la misma, mientras que aumenta la de los bastones. Los conos están especia- lizados para la visión discriminativa de los colores con luz brillan- te y los bastones son sensibles a la luz escasa pero sólo discriminan tonos en blanco y negro («de noche todos los gatos son pardos»). En el segmento externo, los fotorreceptores contienen los pigmentos visuales: son sustancias que median la transducción de un estímulo luminoso a una señal química que provoca una variación eléctrica en el receptor (potencial de receptor). El pigmento de los bastones es la rodopsina (que absorbe luz de cualquier longitud de onda del espectro visible), formada por una proteína (opsina) y un aldehído derivado de la vitamina A (11-cis-retinal): la luz produce, en 1 ms, un cambio en el carbono 11 del retinal dando lugar a metarrodopsina II la cual, en última instancia, cierra canales de potasio y de calcio en la membrana de los bastones produciendo una hiperpolarización, que es el poten- cial de receptor de los bastones. La metarrodopsina II se degrada dando lugar a opsina y su aldehído, a partir de los cuales la rodop- sina se regenera de nuevo. Los conos, por su parte, tienen tres pigmentos diferentes (11- cis retinal con diferentes opsinas), cada uno de los cuales absorbe la luz de una determinada longitud de onda. Como un cono sólo tiene un pigmento, se distinguen tres tipos de conos: 1: los que absorben fuertemente la luz azul-violeta; 2: los que absorben la luz verde, y 3: los que absorben fuertemente la luz amarilla y algo de la roja. La presencia de estos pigmentos en diferentes conos dio lugar a la teoría tricromática para la visión del color: cada tipo de cono es estimulado por «su» color y la percepción de un color determi- nado es el resultado de la mezcla aditiva de los colores comple- mentarios que, a su vez, está en función del número de conos de cada color que se estimulen. Dentro del rango del espectro visible, se pueden distinguir colores que difieren solamente en 1-2 nm de longitud de onda. La comunicación entre las diferentes células de la retina se origina con la hiperpolarización de los fotorreceptores, ya refe- rida, que constituye el potencial de receptor de los conos y los bastones, y potenciales lentos que se originan en las bipolares y horizontales. Sólo las células amacrinas y ganglionares son capa- ces de generar potenciales de acción. Campos receptivos y activación de la retina Los campos receptivos de los fotorreceptores son pequeños y puntuales, mientras que los de las restantes células de la retina son más grandes y pueden ser puntuales o anulares y responder, no sólo al encendido de la luz (células on), sino también a su apa- gado (células off) o a ambas cosas (células on-off). Su distribución y génesis es compleja y depende de las conexiones e interacciones de los distintos tipos celulares de la retina. Vías visuales Los axones de las células ganglionares forman el nervio óptico (Fig. 3.40). Los dos nervios salen de las órbitas y se dirigen ha- cia atrás y adentro por la base del cerebro hasta confluir en el quiasma óptico. Aquí, las fibras de las células ganglionares de la porción nasal de cada retina, con respecto a la fóvea, se decusan, mientras que las de la región temporal continúan por el mismo lado para terminar, siguiendo el tracto óptico, en los núcleos ge- niculados laterales, en los tubérculos cuadrigéminos superiores y en otros núcleos de la base del encéfalo. Las neuronas del núcleo geniculado lateral se disponen en seis capas horizontales. Las aferencias del ojo contralateral llegan a las capas 1, 4 y 6 mientras que las del ojo ipsilateral llegan a las Cuerpos geniculados laterales Quiasma óptico Nervioóptico Zona temporal Zona nasal Zona temporal Cara inferior del cerebro Radiación óptica Sensación de imagen única Proyección contralateral de los campos visuales Corteza cerebral occipital (área calcarina) Campo visual de cada ojo (ligeramente diferente para cada uno) Figura 3.40. Campos visuales y estructuras de las vías visuales por el nervio óptico, en los núcleos geniculados laterales y en la corteza cerebral visual. Fundamentos de la vista esteroscópica (véase texto para más detalle). https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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