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Capítulo 5 Sistema cardiovascular 121 2.2. ASPECTOS ESTRUCTURALES DEL SISTEMA VASCULAR El sistema vascular está formado por un sistema cerrado de con- ductos que comienza y acaba en el corazón, lo que permite que toda la sangre que sale del corazón retorne a él. El movimiento de la sangre se genera por la capacidad del corazón para actuar como bomba, que establece un gradiente de presión entre los lados arterial y venoso del sistema circulatorio. La circulación está formada por dos circuitos conectados en serie: el circuito sistémico y el circuito pulmonar (Fig. 5.19). El diseño en serie permite que la oxigenación de la sangre se realice de manera eficaz, ya que toda la sangre tiene que pasar obligatoriamente por los pulmones. El f lujo de sangre es constante en cada una de las secciones del sistema, por ejemplo, el f lujo es igual en la aorta que en la suma de los f lujos de todos los capilares o de todas las venas. Asimismo, el f lujo de sangre es el mismo en la circulación sistémica que en la pulmonar. Los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) son los conductos encargados del transporte de la sangre. Su diámetro y estructura son variables dependiendo de la localización y la función que desarrollan. Los vasos no son tubos rígidos y pa- sivos, son estructuras elásticas y dinámicas que se contraen, se relajan y proliferan (angiogénesis) en función de las necesidades cambiantes del organismo. A excepción de los capilares, que sólo tienen la túnica íntima, todos los vasos tienen tres capas: íntima, media y adventicia. 2.2.1. Estructura de la pared vascular La estructura de la pared vascular está determinada por la función del vaso. Hay tres tipos principales de vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares. Las arterias son vasos que transportan la sangre que se aleja del corazón, su diámetro disminuye a medida que se ramifican, hasta llegar a formar arteriolas, arterias de pequeño calibre que controlan el flujo en los capilares. Los capilares son vasos microscópicos a través de cuyas pa- redes se produce el intercambio metabólico entre la sangre y los tejidos. Las venas resultan de la fusión de los capilares y su calibre aumenta a medida que se aproximan al corazón, al que llevan la sangre. Los capilares están constituidos exclusivamente por un en- dotelio que descansa sobre una membrana basal y una fina ad- venticia. La pared de las arterias y venas tienen tres capas concéntri- cas denominadas íntima, media y adventicia (por orden desde el interior hasta el exterior (Fig. 5.16); las diferencias entre la pared de las venas y de las arterias no son cualitativas, sino cuantitativas, siendo diferentes la proporción y la organización de los compo- nentes elementales. La capa íntima delimita la luz vascular. Está formada por un endotelio.En las venas de mediano calibre la íntima se pliega ha- cia la luz del vaso formando válvulas venosas que evitan el flujo retrógrado. Son más abundantes en extremidades inferiores, don- de el retorno venoso se efectúa contra la gravedad. La capa media está formada por tejido conectivo, a veces muy rico en fibras elásticas y fibras musculares lisas. La cantidad de estos componentes está determinadas por la función del vaso. El tejido elástico es el principal componente de los vasos de mayor calibre y el responsable de la capacidad de distensión y recupe- ración de su forma original. En las arterias de calibre mediano y pequeño, el músculo liso es el componente más importante; es sensible a la inervación vegetativa y a sustancias vasoactivas. En las venas, la capa media es mucho más delgada que en las arterias y tiene pocas fibras musculares. La capa adventicia consta de tejido conectivo con fibras colá- genas y elásticas. La capa adventicia es seguida gradualmente por el tejido conjuntivo de los órganos vecinos. En las venas está muy desarrollada y su grosor puede ser mayor que el de la media. 2.2.2. Características funcionales de los vasos sanguíneos Desde el punto de vista funcional, los vasos sanguíneos se pueden clasificar en: — Vasos de conducción, que corresponden a las grandes ar- terias.Tienen una gran capacidad elástica por lo que con- tribuyen al mantenimiento de las presiones y amortiguan el flujo pulsátil generado por la contracción cardíaca. — Vasos de distribución o arterias de calibre mediano, en cuya pared predomina el tejido muscular, que permite re- gular la distribución regional del flujo sanguíneo. — Vasos de resistencia, que corresponden a las arterias más pequeñas o arteriolas, en las que también predomina el componente muscular. Se encargan de la regulación local de la circulación, y de ellas dependen las llamadas resis- tencias periféricas. Figura 5.16. Estructura de la pared vascular. AdventiciaÍntima Media https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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