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Capítulo 6 Líquidos corporales y sistema renal 167 concentra. El color de la orina puede modificarse en diferentes patologías, siendo las alteraciones más frecuentes la orina roja, consecuencia de una hematuria, y la orina parda, debido a la pre- sencia de bilirrubina. La densidad indica el grado de concentración de la orina y por tanto el estado de hidratación de la persona. En condiciones normales la densidad de la orina oscila ente 1003-1025. El pH normal de la orina oscila entre 4.6 y 7.5, por encima o por debajo de estos valores es un indicio de alteraciones, como en el caso de una alcalinización del pH debido a una infección por bacterias. La presencia de componentes anormales, como la glucosa, hematíes, proteínas y bacterias, se determina mediante el análisis de la orina y su sedimento obtenido por centrifugación; denomi- nándose glucosuria, la presencia de glucosa en orina, hematuria, la presencia de hematíes en la orina, proteinuria, la presencia de proteínas en la orina, y bacteriuria, la presencia de un elevado número de bacterias (10000 bacterias/mL) en la orina. RECUERDA La orina formada en los riñones es transportada al exterior a través de las vías urinarias formadas por la pelvis renal, los uréteres, la vejiga y la uretra. El avance de la orina por los uréteres se realiza mediante movimientos peristálticos que se generan por la distensión de la pelvis renal, a medida que se acumula la orina. La orina se acumula en la vejiga hasta alcanzar un volumen entre 300-400 mL, esta situación se asocia con la distensión de la pared vesical y el inicio del reflejo de micción. Éste se integra en la médula espinal pero puede ser modulado por el sistema nervioso central a través del control del esfínter uretral externo. Las características generales de la orina son: volumen, color, densidad, osmo- laridad y pH. 2.4. FISIOPATOLOGÍA RENAL Las patologías renales más frecuentes en la práctica clínica son: las glomerulopatías, el fracaso renal agudo (FRA) y la insuficien- cia renal crónica. Las glomerulopatías son las enfermedades renales en las que la lesión renal y el fallo funcional radican en el glomérulo, como la glomerulonefritis y el síndrome nefrótico. Las características comunes a las glomerulopatías son: 1. Hematuria: frecuente, pero no constante. Ésta puede ser microscópica o macroscópica. 2. Proteinuría: superior a 2g/24 horas. 3. Edema. 4. Hipertensión arterial consecuencia de una retención hi- drosalina o de una hipersecreción de renina. 5. Insuficiencia renal que se manifiesta por una disminución del filtrado glomerular y oliguria. Glomerulonefritis. Se produce por alteraciones inflamato- rias en los capilares del glomérulo. Pueden dividirse en función del tiempo de evolución en agudas (meses) y crónicas (años) y en función del grado de afectación en gomerulonefritis focales y glomerulonefritis difusas. Se denominan glomerulonefritis foca- les a aquellas en las que la lesión glomerular afecta tan sólo a un grupo de glomérulos. Suelen producirse durante la evolución de infecciones de tipo bacteriano, por lo que se denominan intra- infecciosas. Por el contrario, en las glomerulonefritis difusas el fallo glomerular es extenso y se producen tras sensibilizaciones alérgicas, y son por lo tanto, postinfecciosas. El daño glomerular puede ser permanente y la alteración evolucionar a una insufi- ciencia renal crónica. El síndrome nefrótico. Se caracteriza por una proteinuria masiva (mayor de 3.5 g/día), hipoalbuminemia, edema así como dislipemia. En algunos casos esto ocurre en presencia de un filtra- do glomerular normal, pero en la mayor parte de las situaciones se asocia con un cierto grado de insuficiencia renal. La proteinuria es consecuencia de un aumento de la permeabilidad de la membrana glomerular. La hipoalbuminemia se produce cuando el hígado es incapaz de compensar la pérdida masiva de proteínas en la orina. Dentro de las enfermedades que lo producen se puede incluir la glomerulonefritis crónica, la amiloidosis, que se produce por el depósito de un material de naturaleza proteica anormal en las paredes de los vasos, o la diabetes mellitus, que dañan seriamente la membrana basal del glomérulo. El fracaso renal agudo. Se caracteriza por un deterioro rápi- do de la función renal que puede ser total o casi total. El descenso del filtrado glomerular conlleva en la mayoría de los casos a oli- guria. La consecuencia mas importante es la retención de agua y sodio y la consiguiente aparición de edemas y acidosis. A menudo se asocia con anemia, ya que los riñones no producen suficiente cantidad de eitropoyetina. El cuadro persiste hasta que el fracaso renal remite. Las causas pueden ser múltiples e incluye: hipovo- lemia, lesión de los túbulos renales, cálculos renales, y la adminis- tración de antiinflamatorios no esteroideos, entre otras. La insuficiencia renal crónica. Se produce por una pérdida progresiva de la filtración glomerular. El período de evolución puede ser meses o años. Entre las causas que lo provocan se en- cuentran la glomerulonefritis, la pielonefritis, la pérdida traumá- tica del tejido renal, ausencia congénita de tejido renal y la enfer- medad renal poliquística, que destruye las nefronas colindantes por compresión. Existen diferentes grados de insuficiencia renal en función del número de nefronas funcionales existentes, alcan- zándose la fase terminal cuando el número de nefronas es menor del 90%. La insuficiencia renal crónica se caracteriza por oliguria y un aumento de la concentración sanguínea de productos de desecho del metabolismo celular. RECUERDA Diferentes situaciones patológicas pueden dañar los glomé- rulos renales de forma directa o indirecta. Por lo general, la lesión afecta a la barrera de filtración con el consiguiente aumento de la permeabilidad. Las patologías renales más frecuentes en la práctica clínica son: la glomerulonefritis, el síndrome nefrótico, el fracaso renal agudo y la insuficiencia renal crónica. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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