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ATLAS DE ANATOMIA PATOLOGICA (302)

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290 ATLAS DE ANATOMÍA PATOLÓGICA
FIGURA 12-43 Adenocarcinoma, vista
microscópica
Obsérvese cómo las glándulas del carcinoma son
pequeñas, irregulares y apiladas, sin estroma
entre ellas. Los adenocarcinomas de próstata
reciben un grado histológico. El sistema de
gradación de Gleason es el más utilizado y se
basa en una puntuación de 1 a 5 (que aumenta a
medida que el carcinoma se hace menos
diferenciado) para el componente más
prominente, a la que se añade una puntuación
también de 1 a 5 para el siguiente patrón más
común. Por ejemplo, a este adenocarcinoma se le
podría asignar un grado de Gleason de 3/3. El
grado ayuda a orientar el pronóstico y a calibrar la
agresividad del tratamiento. En general, una
puntuación combinada de menos de 6 sugiere
que la neoplasia seguirá un curso indolente. Los
cánceres avanzados tienden a tener grados
iguales o superiores a 8.
FIGURA 12-44 Adenocarcinoma, vista
microscópica
Los nucléolos prominentes (�) son un rasgo
histológico característico del adenocarcinoma de
próstata. Los cánceres de próstata pueden
detectarse mediante cribado con la determinación
de PSA en sangre. El PSA es una glucoproteína
que se encuentra casi exclusivamente en el
epitelio de las glándulas prostáticas. La
concentración de PSA tiende a elevarse
gradualmente con la edad. Un PSA levemente
elevado (4 a 10 ng/ml) en un paciente con una
próstata muy agrandada puede deberse a
hiperplasia nodular o a prostatitis, más que a
carcinoma. Un PSA que se eleva progresivamente
es sospechoso de carcinoma, incluso si aún está
dentro de los límites de la normalidad. Por otra
parte, un pequeño foco de cáncer confinado a la
próstata puede que no se acompañe de una
elevación del PSA. La biopsia transrectal con
aguja es útil para confirmar el diagnóstico.
FIGURA 12-45 Adenocarcinoma, vista
microscópica
Este adenocarcinoma está tan pobremente
diferenciado (grado 5 de Gleason) que en él no se
reconocen estructuras glandulares,
identificándose tan sólo células individuales
dispuestas en hilera. Los adenocarcinomas de
próstata avanzados habitualmente causan
obstrucción urinaria y metastatizan a los ganglios
linfáticos regionales (pélvicos) y a los huesos,
dando lugar a metástasis osteoblásticas
(formadoras de hueso) en la mayoría de los casos.
La localización más característica de las
metástasis óseas es la columna vertebral, con
dolor de espalda crónico acompañante. En una
minoría de los casos hay metástasis a los
pulmones y al hígado.