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CAPÍTULO 17 Huesos, articulaciones y partes blandas 423 FIGURA 17-63 Artritis reumatoide, vista macroscópica Hay desviación cubital prominente (�) de las manos y deformidades en flexión-hiperextensión («cuello de cisne») (�) de los dedos. En esta enfermedad autoinmunitaria hay inflamación y proliferación sinovial (paño sinovial), con destrucción articular. De forma característica, el patrón es simétrico, con afectación inicial de las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, seguidas de las muñecas, tobillos, codos y rodillas. Muchos pacientes son positivos para HLA-DR4 o -DR1, lo que sugiere una susceptibilidad genética. La exposición a un agente infeccioso puede iniciar una respuesta inflamatoria que se prolonga como una reacción autoinmunitaria contra diversos tejidos, principalmente la sinovial, pero también contra los vasos y las partes blandas. La activación de los linfocitos CD4 estimula la producción de citocinas, principalmente factor de necrosis tumoral e interleucina-1. FIGURA 17-64 Artritis reumatoide, radiografía En esta mano se aprecia estrechamiento de los espacios articulares (�), con erosiones marginales (�) y osteoporosis, que afectan principalmente a las articulaciones interfalángicas proximales y las articulaciones metacarpofalángicas. La pérdida ósea es sobre todo yuxtaarticular. Los linfocitos CD4 activados ayudan a las células B a producir anticuerpos, principalmente inmunoglobulina M (IgM) dirigida contra la porción Fc de la IgG, conocida como factor reumatoideo. La enfermedad puede comenzar de forma insidiosa, con malestar general, fiebre y dolores generalizados, que preceden la aparición de hinchazón, calor y dolor a la palpación de las articulaciones. La artritis reumatoide tiende a seguir un curso con remisiones y exacerbaciones. A menudo hay rigidez matutina significativa. FIGURA 17-65 Artritis reumatoide, vista microscópica En esta sinovial se aprecia inflamación crónica grave, con agregados de linfocitos y células plasmáticas correspondientes a las áreas azules visibles en las proliferaciones nodulares de la sinovial. Este proceso forma un paño (pannus) proliferativo que tiene capacidad destructiva por la liberación de colagenasas y erosiona el cartílago articular adyacente. A la larga se produce la destrucción de la articulación, con deformidad y anquilosis. Los linfocitos y los fibroblastos producen RANKL, que activa a los osteoclastos y promueve la destrucción del hueso. El aspirado del líquido articular pone de manifiesto turbidez aumentada, viscosidad disminuida, proteínas elevadas y leucocitosis con predominio de neutrófilos.
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