Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
• SISTEMA CARDIOVASCULAR A B Figura 2-15. Registro de dos electrocardiogramas (ECG) : uno a una fre- cuencia cardíaca de reposo normal (651at./min) (A) y el otro a una frecuen- cia cardíaca correspondiente a un ejercicio ligero ( 130 lat./min) (B). pulso eléctrico. Esto puede evidenciarse comparando un ECG en reposo y un ECG en ejercicio (Fig. 2-15) . Lo más evidente es que la distancia entre dos ondas cualesquiera del ECG es menor en ejercicio que en reposo. Así, si en un tiempo igual hay un mayor número de ondas, ello necesariamente significa que la FC ha aumentado, es decir, el tejido especializado en la génesis y en la transmisión del impulso eléctrico ha realizado mucho más rápidamente su función. ¿Cómo se traduce la adaptación al entrenamiento en la actividad eléctrica del corazón? Es un fenómeno sobrada- mente demostrado que el corazón entrenado late más despa- cio, es decir, es bradicárdico. La razón eléctrica de la bradicar- dia puede ser, en principio, de un doble origen. El nódulo SA ha podido modificar su actividad y se autodespolariza menos veces en un minuto. Otra posibilidad es que predomine la actividad del sistema nervioso vegetativo parasimpático (Fig. 2-4) . Ambas posibilidades no son excluyentes, pero lo más habitual es atribuir la bradicardia a un aumento parasimpá- tico. Como las fibras nerviosas discurren por el nervio vago, también se dice que la bradicardia es de origen vagal. Ciclo cardíaco (v. Determinación del gasto cardíaco, antes). Pa- rece obvio que, si aumenta la actividad eléctrica, el ciclo cardíaco se repita mayor número de veces en el tiempo. Esto implica un hecho trascendental. Si para una FC de reposo de 70 lat./min, los tiempos diastólico y sistólico son 0,3 y 0,5 segundos, respec- tivamente, durante el ejercicio, el corazón dispondrá de menos tiempo para realizar los dos períodos del ciclo. Para una FC de 180 lar./ min, el corazón debería realizar tres ciclos enteros en 1 segundo, cuando en reposo prácticamente sólo realizaba uno (0,3 + 0,5). ¿Se reducen en la misma proporción los tiempos del ciclo? Un análisis intuitivo señala que la reducción no será igual, pues parece coherep.te pensar que será más fácil la reducción de la fase que tarda más tiempo en producirse: la diástole. En un análisis inicial simple, el proceso de adaptación no debe afectar a las fases del ciclo cardíaco. A priori, se entiende que éstas seguirían siendo las mismas. En reposo, al producirse bradicardia, el corazón dispondrá de más tiempo para desarro- llar las dos grandes fases del ciclo. Suponiendo una bradicardia acusada de 30 lat./min, ello significa que cada 2 segundos el corazón realiza un ciclo cardíaco completo. Por lo tanto, las fases del ciclo cardíaco se alargan, de manera que dispondrá de 1,25 segundos para la diástole y de 0,75 segundos para la sís- tole, suponiendo que mantenga la misma proporción para las dos fases, es decir, un 62,5% del tiempo para la diástole y .un 37,5 para la sístole, respecto a una FC de 70 lat./min. Propiedades mecánicas del corazón (v. Propiedades mecá- nicas del corazón, antes). Durante el ejercicio, necesariamen- te los v~ntrículos tienen que desarrollar más fuerza sobre la sangre. Es decir, se producirá un incremento de las propieda- des sistólicas. Por otra parte, el aumento de la FC determina un menor tiempo tanto para el llenado como para el vaciado de los ventrículos. Por esta razón, la acción de las aurículas es determinante en el llenado ventricular durante el ejercicio. De forma general y simplificada, se puede decir que el co- razón de atleta se adapta incrementando el tamaño y la fuerza desarrollada. Parece natural pensar que esta adaptación mor- fológica se traduzca funcionalmente en una mejor capacidad para expulsar la sangre en cada latido. La mejor capacidad de expulsión se tiene que traducir, naturalmente, en un mayor grosor del miocardio y en un aumento del volumen de las cavidades en general y de los ventrículos en particular. • Respuesta del corazón al ejercicio ¿Cómo se produce el incremento del gasto cardíaco? El gasto cardíaco se puede expresar de forma elemental según la siguiente ecuación: Q =VE x FC = (VDF- VSF) x FC donde VE es el volumen de eyección (en mL); FC, la frecuen- cia cardíaca (en lat./min.); VDF, el volumen al final de la diás- tole (en mL), y VSF, el volumen al final de la sístole (en mL). Por consiguiente, el gasto cardíaco durante el ejercicio po- dría aumentar por: • Un incremento del VE, es decir, por un aumento del VDF o un descenso del VSF. • Un incremento de la FC. :: Incremento del volumen de eyección La figura 2-16 muestra el incremento del VE durante un ejercicio dinámico en dos posiciones diferentes. Al ser el VE la diferencia entre el VDF y el VSF, el incremento se puede pro- ducir por aumento del primero o por descenso del segundo. No obstante, es necesario decir que: a) ambas posibilidades no son excluyentes y b) un análisis tan simple ha sido objeto de numerosas controversias. De forma resumida, los problemas metodológicos que dificultan el análisis del incremento del VE durante el ejer- cicio son los siguientes: • Procedimientos de medida del gasto cardíaco: dado que por razones obvias los procedimientos directos se han realizado
Compartir