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1036 PARTE CINCO Reproducción y desarrollo Las características sexuales secundarias son las que dis- tinguen de manera adicional a los géneros y tienen un papel en la atracción sexual. Por lo general, sólo aparecen a medida que un animal se acerca a la madurez sexual (durante la adolescen- cia en los humanos). Desde la llamada de una rana mugidora hasta la cola de un pavorreal, se les conoce bien en el reino animal. En seres humanos, los atributos físicos que contribu- yen a la atracción tienen tantos componentes culturales que es más difícil identifi car cuáles características sexuales secunda- rias tienen una importancia biológica. Por lo general se acepta que en ambos sexos son el pelo púbico y axilar y sus glándulas odoríferas relacionadas, además del tono de la voz. Otros ras- gos que suelen considerarse como características sexuales secundarias masculinas son vello facial, vello visible y abun- dante en el torso y las extremidades y físico muscular. En mujeres, incluyen la distribución de la grasa corporal, el agran- damiento de las mamas (de manera independiente de la lactan- cia) y el aspecto lampiño de la piel. Determinación cromosómica del sexo ¿Qué determina si un cigoto se desarrolla en un hombre o una mujer? La distinción empieza con la combinación de cromoso- mas heredados al cigoto. La mayor parte de las células tienen 23 pares de cromosomas; 22 pares de cromosomas autosómi- cos y 1 par de cromosomas sexuales (véase la fi gura 4.17, p. 134). Un cromosoma sexual puede ser un cromosoma X grande o uno Y pequeño. Cada óvulo contiene un cromosoma X, pero la mitad de los espermatozoides porta uno X y la otra mitad uno Y. Si un óvulo es fertilizado con un espermatozoide CONOCIMIENTO MÁS A FONDO 27.1 Aplicación clínica Síndrome de insensibilidad androgénica En ocasiones, una niña muestra todos los cambios usuales de la puber- tad, excepto que no menstrúa. La exploración física muestra la presen- cia de testículos en el abdomen y un cariotipo indica que cuenta con los cromosomas XY de un hombre. Los testículos producen concentra- ciones masculinas normales de testosterona, pero las células de desti- no carecen de receptores para la testosterona. A esto se le denomina síndrome de insensibilidad androgénica o feminización testicular. Los genitales externos desarrollan la anatomía femenina como si no hubiera testosterona presente. En la pubertad, se desarrollan los senos y otras características sexuales femeninas (figura 27.1) porque los testículos secretan pequeñas cantidades de estrógeno y no hay influencia abrumadora de testosterona. Sin embargo, no existe úte- ro ni menstruación. Si no se extirpan los testículos abdominales, la persona tiene un elevado riesgo de cáncer testicular. FIGURA 27.1 Síndrome de insensibilidad androgénica. Estas hermanas son hombres, desde el punto de vista genético (XY). Cuentan con testículos y secretan testosterona, pero las células de destino carecen de receptores para ésta, de modo que la testosterona no puede ejercer sus efectos masculinizantes. Los genitales externos y las características sexuales secundarias son femeninos, pero no hay ovarios, útero ni vagina. ●¿De qué manera se parece el síndrome de insensibilidad androgénica a la diabetes tipo 2? CUADRO 27.1 Genitales externos e internos Genitales externos Genitales internos Hombre Pene Testículos Escroto Epidídimos Conductos deferentes Vesículas seminales Próstata Glándulas bulbouretrales Mujer Monte de Venus Ovarios Labios mayores Trompas de Falopio Labios menores Útero Clítoris Vagina Orificio vaginal Bulbo vestibular Glándulas vestibulares Glándulas parauretrales
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