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BION-DESARROLLO DEL PENSAMIENTO

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54 W. R. BiON 
Las experiencias que he descripto me obligan a con­
cluir que al comienzo de la posición depresiva infantil, 
los elementos del pensamiento verbal aumentan en in­
tensidad y en profundidad. En consecuencia los do­
lores de la realidad psíquica son exacerbados por ello y 
el paciente al regres:::.r a la posición esquizoparanoide, 
se volverá destructivamente contra su capacidad em-
l brionaria para el pensamiento verbal como uno de los 
elementos que lo han llevado a su dolor. 
4 
DESARROLLO DEL PENSAMIENTO 
ESQUIZÓFRENICO 
42. En este capítulo que debe ser considerado como
una introducción preliminar plantéo tres cosas: a) Dis­
cuto hasta qué punto la personalidad psicótica difiere 
de la no psicótica. b) Examino la naturaleza de esa 
divergencia. e) Desarrollo las consecuencias de la mis­
ma. La experiencia en el Congreso de Ginebra de­
mostl'ó que una tentativa de dar ilustraciones clínicas, 
en un capítulo tan condensado como éste, confunde 
más que esclarece. La presente versión, por consi­
guiente, está restringida .a una descripción teórica. 
Las conclusiones a las cuales yo llego están basadas 
en contactos analíticos con enfermos esquizofrénicos y 
corroboradas en la práctica. El hecho de que yo haya 
logrado cierto grado de esclarecimiento, se debe prin­
cipalmente a tres obras de estudio. Como ellas ocupan 
un lugar muy importante en este capítulo, voy a re­
cordarlas. 
Primera: la descripción de Freud, a la cual me re­
ferí en el artículo para el Congreso de Londres de 
1953, sobre el aparato psíquico activado por las pre-
1 Leído en el Congreso PsicoanaUtico de Ginebra, 24-Zd 
de julio de 1955. 
11 
56 W. R BION 
siones del principio. ele la realidad y, en particular, 
por esa parte del mismo que trata del reconocimiento 
consciente de impresiones sensoriales. 
Segunda: las sugerencias de Freud en El male¡tar
en la cultura sobre la importancia del conflicto entrr 
los instintos de Vida y de Muerte. 
A
'.111
que Freud pareció retroceder sobre este punto; 
el mismo fue tratado por Melanie Klein,. Melanie Klein 
cree que este conflicto persiste durante toda la vida. 
y esta creencia es de gran importancia, me parece; 
para la comprensión de la esquizofrenia. 
Tercera: la descripción de Melanie Klein sobre fan­
tasías de ataques sádicos al pecho, hechas por el niño 
durante la fase esquizoparanoide, y su descubrimiento 
de la identificación proyectiva. La identificación pro­
yectiva es una disociación de :.ina parte de la perso­
nalidad del paciente y una proyección de la misma en 
el objeto en el cual se instala, a veces como persegui­
dor, dejando empobrecida a la psiquis de la cual se 
ha separado. 
L(?S disturbios esquizofrénicos provienen de una in­teracción entre a) el ambiente y b) la personalidad. 
En est� capitulo dejo a un lado el ambiente y di:rijo 
la atención sobre cuatro rasS2_s fundamentales de la
personalidad ·esquizo{r��-Elprimero, es''un prcdo­
mtfil.9.J!e iEYpulsor cfe[tru_s.ti_y9§._ t� �er��- que-hasta 
lo_s impulsos de amor, son invadidos por ellos y conver-
tidosTri11dismo. _ • - ........ 
El segundo, es un odio a la realidad�. el cual come 
Freucl "indico, se exfieñcfe a tod�s los aspectos de la 
psiquis que ayudan a reconocerla. Yo agrego el odio 
d� !falidag_ interna y todo lo que contribuya a sh 
reconocimÍEllQ....J;J_�rc�rQ,� der�v_a de estos dos y 
es üñ'miedo continuo a una aniquilación inminente. 
Elcuarto, es una formación precipitada y_.Erematura 
'
VOLVIENDO A PENSAR 57 
ie relaciones de objeto, entre las cuales la transferencia 
r;:,� la pi-'ín�ipfil�á t�iciacrestá eñ contraste rnar­
cado con la tenacidad con la cual se mañfieñe. La 
p1:'ématii're7, la-fr�lid7üf j fa. tenacídaa son _pai�:.­
miCasy sederfvin del miedo a la 'aniquilación por 
los instintos de muerte. -Elesquizo!rénlco está preoct,1• 
pado con est� iñ"terminabteconflicto, eñtre'la destruc­
tívfcl"actpor _u_n_lli<lo_y_,�t.§adismo por otro� 
TRANSFERENCIA 
Las relaciones con el analista son prematuras.., pre­
cipitadas y mux depen�entes. Clianao el paciente las
interÍsifica _p_ or la presi6n-ele si'.is"lnstinfos efe vida y
muerte,cíos -fi.ierz"ascciñcurrentés de-fen6menos se ma­
nifiestan: Primera, la i<lentificaciÉn_r>roy�ctiva,, CQ!! 
el analista como 06Jeto2-� tr-ª.nSfQI'� en hip�J!Ctiv�; resiiitando . estados-doloros9e _y �nf3-1�s tales como 
RoseñfcicfTos -�. S,.$unga,. ks_ actividage�n'l;,!lta1es_y otras me<lm.nl&, l�s _s:uales .. e.l.Jmpul.s.Q 5!0-
m1nante ,( sea instintos de vida o instintos de m�erte) 
lucha para expresarse; están sometidas �n stgurda_a 
u�filí1aci6n fü>r ·er-iíiipuli¡o_domin<J,do momentá-.
neamer,te.
' E�ontrándo� el__E.acien� �pulsado por el deseo de �scaparae1��tados cop.f2�1�ales, y ªtormentado 
P�:.,.,l.�s m1,1til�c1<?_!:es, se es!!iei�L�!l . restaurar las re��trmg1das relac10� 1a_tr.ansfei:encra se vuelve otra vez. 
intofme, coñ'lO'"es característica de ella. No importa 
siel paciente pasa derecho a mi consultorio, como si
apenas estuviese consciente de mi presencia, o si de­
muestra una afabilidad expansiva y sin humor; la res­
tricción de las relaciones es evidente. La restricc16n y 
la�p;nsf6n-;e su�den alt�nativameñte durante tod-9 
eraná1isis. - -
·--
58 W. R. 810N 
LA DIVERGENCIA 
43. En resumen: dejando a un lado el efeeto del
ambiente externo, la personalidad esquizofrénica de­
pende. de la existencia en el paciente de cuatro carac­
terísticas: a) Un conflicto nunca resuelto entre los 
instintos de vida y muerte; b) un predominio de im­
pulsos destructivos; c) odio a la realidad interna y 
externa; d) una relación de objeto frágil pero tenaz. 
Estas características extrañas hacen que el paciente 
esquizofrénico progrese de la posición esquizopara­
noide a la depresiva, de una manera muy distinta de 
la personalidad no psicótica. Esta diferencia surge del 
hecho de que este conjunto de características conduce 
al uso masivo de la identificación proyectiva. Por con­
siguiente, es a la identificación proyectiva que quiero· 
referirme ahora, pero mi examen de ella, será limitado
a su despliegue por el esquizofrénico contra todo aquel 
aparato de percepción que, según Freud, es activado 
fJor las exigencias del principio de la realidad. 
DIVERGENCIA DE LA PERSONALIDAD 
PS1COTICA DE LA NO PSICOTICA 
44. Ya,. �encioné la concepción de Melanie Klein
de la posició�s.9...uizop_aranoide, y el p�J!!!portante,_ 
desempcñado en ella por las fantasías mfantiles y ata� 
ques sádicos al pecho materno. Ataques íclenticosse­
dirigen contra el apaqito de Re.rcepción, desde el Rrin: 
cipTo de la vida. Esta parte de la..Eersonalidad � re­
cortada, ilividida: en_J�gment� pequeños, ¡_entonces 
usando la Íderl.J;ifi�adón..pwyectiva �- expulsada de la 
pérsonalid�. Habiéndose librado del aparato de per-
VOLVIENDO A PENSAR 59 
�pción consciente de la realidad interna y externa, 
· pacient!:.]ogr¡:¡ _::!!l�t_a�o en_g_ue no se siente ni vivo
.1i muerto.
· Este ap;_rato de �rcepción consciente está intima­
:nente relac1onaao-coll e1 pensamiento verbal .J con· 
:odo lo gue _pr�vee, en la etapa primitiva aque me 
refiero, la base de su comienzo. 
La identificacióg proyectiva de la percepción cons­
cie.!_l!t:.,_ y 1os co�ie_EZOS .del pensamiento verbal, aso­
ciados con efia, constituyen el factor central en la 
distinción entre la personalidad psicótic� la no psicó­
tica. A mi parecer,""estoocurre alpri¡;_-cipio de la viaa 
de1 paciente. Estos ataques contra el yo y centra la 
base del pensamiento vei:bal naciente, y la identifica­
ción proyectiva de los fragmentos, aseguran que desde 
este punto en adelante habrá una divergencia cada 
·:ez más amplia entre las partes psicóticas y no psicó­
ticas de la personalidad hasta que, al íin, se siente que
no hay manera de atravesar el abismo.
DESTINO DE LOS FRAGMENTOS 
EXPULSADOS 
45. En la medida en gue la de��-1.2átos�
d paciente experimenta un :fr�aso en su capacidad 
áe�r��o[ .::rDcla� sus im�siones �nsoria!es�_Eª
.: 
recen haber sufrido una mutilación de una naturaleza 
que haríapensar que han sidutacadas� como· el pechq 
es atacado en las fantasías· sádicas _fiel bebé. !l _p�­
citmte se ve encarcefacfo, en el estado_mentál a que 
ha llegaao e iñcapazde escaparse c!e él, porque s�ente 
la fáí�-del j;p�rato de i3"ercepc;,i?n de la ��ealidad,. �l 
cruuhace posible la huícta y la libertad misma,¡ hacia 
la ciiarél qüisleraescapar. Este sen.Jid,Q_ck. im.carcela-
� 
60 W. R. BION 
miento es intensificado por la presencia amenazante 
d� �fragmentos �ulsados áentró de cuyos movi­
mientos planetarios, él se encuentra confinado. La 
naturaleza de este encarcelamiento se aclarará median­
te la discusión del destino de estos fragmentos expul­
sados a la cual me voy a referir ahora. 
Dentro �e Jª- t't.!!tasía del paciente Jas partículas ' ex.im�s del yo tienen una existencia indcpendiéñie'
e,{ricontrolada fuera de 1a personalidad. Pero, sea que 
contengan objetos externos o que sean contenidas por 
ellos, desempeñan allí sus funciones, como si la ordalía 
a que han sido sometidas sirviera sólo para incremen­
tar su número y provocar hostilidad contra la psiquis 
que las ha rechaz�do. Por consiguiente, el paciente se 
ve rodeado de obJetos grotescos, cuya naturaleza pa­
saré a describir. 
LAS PAR TICULAS 
. 
. 46. Cada .e,artícula es sentida como si fuera un ol;,­,1eto reaÍexten�o que es encapsulado en un fragmeríió,. 
de7a pcrsonalid�d, que lo ha envuelto. El carácter 
ci; esta particula completa, dependerá. en parte, deC 
º2F.!Q., r...@I. por ejemplo, un gramófonó ¼. __parcial­
mente, del carácter ge la partí_c;.ula d� la P-ersonaiidad 
qüélo¡; el}vuelve. Si el fragmento de la personalidad 
es reJaC1oñaclo con la vista, el gramófono al pasa:r el 
disco se ve como mirando al paciente; si es relacio­
n�do con el oído, entonces el gramófono al pasar el 
d1s::? se ve como escuchando al paciente. El objeto 
en_oJado, por verse envuelto, se distiende por decirlo as1, cubre y controla el fragmento de la personalidad 
que lo envuelve; en ese sentido la �tíeula es vivida 
com_si convertida en una ::esa. 
-
VOLVIENDO A Pll.NSAR 61 
Dado que estas partículas son usadas por el paciente 
como si fuesen prototipos de ideas -que llegarán a 
,·.onvertirse en palabras más tarde- esta invasión del 
iragmenlo de la personalidad por el objeto contenirlo 
pero controlador, hace sentir al paciente que las pala­
bras son realmente las cosas reales que designan, y 
por eso conducen a las confusiones descriptas p01 
Seg,il, que provienen del hecho que el paciente no sim­
boliza sino iguala. 
CONSECUENCIAS PARA EL PACIENTE 
47. El paciente se mueve ahora no en un mundo
de sueños, sino en un mundo de objetos que ordina­
riamente son los accesorios de los S1.1eños. Estos objetos 
primitivos pero complejos, tienen características· que 
en personas no psicóticas pertenecen a la materia. a 
objetos anales, a los sentidos, a ideas, al superyó y a 
las demás cualidades de la personalidad. Uno ele los 
resultados, es q1.1e el padente trata � u�r objetos 
re�o si f�ñidea��. �en_g¡en1r,Lperplajo 
cuando ellos obedecen a las leyes de la �encía natural 
y ñc57í. ras tlel funcionamiento mental. 
,· Laident1ficaci6n proy�tiva se enc1.1entra relacionada 
fºn la incapacidad de la personalidad psicótica de 
,ntroyectar. Si desea asimilar una interpretación, o si 
91uiere traer de vuelta aquellos objetos que acabo de 
describir, lo logra por la identificación proyectiva dada 
'vuelta, y por el mismo camino. Esta situación fue su­
cintamente expresada por el paciente que dije qut 
usaba el intestino como un cerebro. Cuando le dije 
que él había tragado algo ( es decir, que lo .había f'JJ· 
tendido} me contestó: "El intestino no traga". La 
doctora Sega! ha descripto en su artículo, que tuve la 
62 W. R. BtON 
suerte de leer antes del congreso, algunas ele las vki­
situdes de pacientes en la posición depresiva. Yo qui­
siera agregar ahora
1 
que gracias a ese empleo de la 
ide�tif
0
icació� EYectiva, el pacleñfe no puede iñEégi'fü··­
sus ol5Jéfos solo pueae aglomerar y compr,imirlos. Sea·�­
que sienta que algo ha sido puesto dentro de él, o que 
él mismo lo ha introyectado, ex_Egiment�a entrada 
del objeto c.9� �� �sa_lto, �n� retaliaci�n depaite<lei mismo por s� _p.roE1a wtrus1ón violenta Cfentro de él. 
REPRESION 
48. Es claro entonces, que mientras la personalidad
!10 psicótlca, o una parte de tal personalidad, emplea
la represión, la psicótica ha empleado la identificación 
proyectiva. Por consiguiente, no hay represión, y lo 
CJU! �ebería ser su "incoos.ciente" es ree�Qlazado po1· 
el,.munrunie accesorios_de los sueños�n el cual, según 
m1 descripción, se mueve. · 
PENSAMIENTO VERBAL 
. 
49. El comienzo del pensamiento verbal que he des­
cripto como perteneciendo a la posición depresiva, se 
encuentra gravemente perturbado, porque es el que 
sintetiza y articula las impresiones, y es esencia para· 
la peJCE}J){;iq_n de la realidad interna y externa: por 
esa razón és sometido a continuos ataques como los 
que he descripto. 
Además, una excesiva identificación Eroyeotiva en 
\ 
la posición esquizoparanoide, ímpidióTa suave Íntro­
yección y asimilación de impresiones sensoriales, y por 
consiguiente, el establecimiento de la base firme de 
\buenos objetos del cual depende la iniciación.del pen-
samiento verbal. 
VOLVIENDO A PENSAR 63 
El hacer una tentativa de pensar involucra un con­
trol y por comiguiente un retorno a la personalidad 
de las partículas expulsadas y de sus de1·ivaclos. La 
identific:aóón proyectiva es entonces invertida, y la 
aglomeración concomitante, y la compresión conducen 
¡¡ uua verbalización muy compacta. Este tipo de cons­
m.1cción es más apropiado para la música que para 
la articulación de palabras tal como se emple�n en la 
'omunicación no psicótica. 
Además, ya que estas partículas, como lo hemos 
tlescripto, son cosificadas, el paciente puede sentirse 
dividido, por su reentrada. Y también,. dado que es­
tas partículas incluyen fragmentos de percepción cons-
1·iente de impresiones sensoriales, se experimentan los 
�entidos como dolorosamente comprimidos y agudi­
zados, hasta un punto intolerable. Se puede ver que 
el paciente está do1J1inado por alucinacione� táctiles, 
auditivas y visuales intensamente dolorosas. La depre­
sión y la ansiedad, dado que dependen del mismo 
mecanismo, son intensificadas similarmente hasta que 
el paciente se ve obligado a tratar con .estas em9ciones 
de la manera descdpta por Sega!. 
CONCLUSION 
50. Mi experiencia de estas teorías en la práctica
me ha convencido de que el tratamiento de la persona­
lidad psicótica no tendrá éxito hasta que los ataques 
destructivos del paciente a su yo y la sustitución por 
la represión y la introyección de la identificación pro­
yectiva, hayan sido elaboradas. Es más, yo considero 
que hasta en el neurótico, hay una personalidad psi­
cótica que tiene que ser tratada de igual manera antes 
de lograr éxito.

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