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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/308784398 La escala de evaluación de enfermedad de Alzheimer en la Argentina: instrucciones para su administración Article in Revista Neurologica Argentina · January 1999 CITATION 1 READS 254 1 author: Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Clinical heterogeneity of Alzheimer's disease. Different clinical profiles can predict the progression rate View project Marcadores cognitivos tempranos de la Enfermedad de Alzheimer View project Ana De Pascale University of Buenos Aires 27 PUBLICATIONS 90 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Ana De Pascale on 02 October 2016. 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Recibido: 10/03/99. Aceptado: 04/05/99. RESUMEN La evaluación neuropsicológica resulta indispensable para la detección temprana, el diagnóstico diferencial y la valoración de la severidad y del patrón evolutivo del síndrome demencial. El desarrollo de la Escala de Evaluación para la Enfermedad de Alzheimer (Alzheimer’s Disease Assessment Scale) (ADAS) ha permitido un más efectivo seguimiento de la progresión del deterioro cognitivo producido por esta enfermedad y una mayor precisión en la cuantificación de la eficacia terapéutica de los fármacos que hoy se utilizan para enlentecer el curso evolutivo. Se presenta la traducción del instructivo del ADAS a la lengua castellana con el fin de implementar la unificación en la administración de este instrumento. (REV NEUROL ARG 24:139-145, 1999) SUMMARY Neuropsychological assessment is a primary tool for the early detection and differential diagnosis of the dementia syndrome, as well as for determining its severity and rate of progression. The development of the Alzheimer’s Disease Assessment Scale (ADAS) has made possible a more accurate follow up of the progression of the cognitive impairment in Alzheimer’s disease, and a more precise way of measuring the efficacy of drugs meant to slow down the natural course of the disease. We present the Spanish version of the administration and scoring procedures of the ADAS, translated from the original paper by Rosen et al in order to unify those criteria in different settings. (REV NEUROL ARG 24:139-145, 1999) excluyente, de una exhaustiva evaluación de la función cognitiva1-5. La evaluación neuropsicológica puede subdi- vidirse en dos niveles de complejidad6: Un primer nivel consistente en la administración de escalas breves, estan- darizadas y sencillas como el “Mini-Mental State Exami- nation”7 y las Escalas de Información-Memoria-Concen- tración y de Demencia de Blessed8 que permitan arribar al diagnóstico de demencia; y un segundo nivel de mayor complejidad en el que neuropsicólogos entrenados admi- nistran baterías más complejas con el fin de acotar el esta- dio evolutivo y severidad del deterioro, al tiempo que se establecen los dominios de la función cognitiva que se Introducción El diagnóstico de la demencia se basa fundamentalmente en la evaluación clínica y ésta requiere, como condición http://www.imbiomed.com.mx 140 Rev. Neurol. Arg. Vol. 24 Núm. 3, Año 1999 hallan afectados para facilitar el diagnóstico diferencial y para orientar el plan terapéutico. Hasta hace unos años, las escalas disponibles para la eva- luación de las demencias presentaban serias limitaciones debido a su escasa sensibilidad y especificidad (subjeti- vas, poco abarcativas, importante efecto “piso” y “techo”, etc.)9, o debido a su complejidad y prolongado tiempo de administración, lo que las hacía inadecuadas para pacien- tes severamente deteriorados4. Stuss10, comparando instru- mentos utilizados en el diagnóstico positivo y diferencial del síndrome demencial, concluyó que, para este fin, el puntaje obtenido de escalas de evaluación sencillas y bre- ves suele ser más confiable, sensible y específico que el de las más prolongadas, las que en general no aportaban ma- yor precisión diagnóstica. En 1984 con la aparición del ADAS (Alzheimer’s Disease Assessment Scale) o Escala de Evaluación para la Enfer- medad de Alzheimer (EEEA)4 fue posible contar con un instrumento confiable, breve, diseñado especialmente para la enfermedad de Alzheimer y capaz de medir puntual- mente los síntomas mayores de la misma como así tam- bién su progresión aún en los estadios más avanzados. El ADAS es un test que evalúa rendimiento y que consta de 21 ítems segregados en dos subescalas: cognitiva (ADAS-Cog) y conductual (ADAS-Noncog), de 11 y 10 ítems respectivamente. En la práctica se ha hecho muy popular la administración del ADAS-Cog, en tanto que el ADAS-Noncog ha sido relegado debido a la existencia de escalas conductuales más abarcativas como la Escala de Medición de Patología Conductual en la Enfermedad de Alzheimer o BEHAVE-AD11y el Inventario Neuropsiquiá- trico o NPI12. En el ADAS-Cog el rango de puntaje varía entre 0 (sin deterioro) y 70 (demencia severa), aunque en la práctica los individuos sanos suelen desempeñarse en el rango que va de 5 a 10 puntos. La evaluación de las funciones cogni- tivas dedica 3 ítems a memoria (27 puntos), 1 a orienta- ción (8 puntos), 5 a lenguaje (25 puntos) y 2 a praxias (10 puntos). Estas funciones cognitivas son las más represen- tativas del compromiso cortical en la enfermedad de Al- zheimer y las más sensibles a la progresión del deterioro durante la evolución de la misma13,14. El ADAS no fue diseñado como instrumento único de diag- nóstico4,15 sino para el estudio de los síntomas característi- cos de la enfermedad de Alzheimer y como indicador sen- sible de evolutividad16: la evidencia obtenida de estudios longitudinales sugiere que pacientes no tratados presentan un nivel de cambio en un año de aproximadamente 9 pun- tos en la subescala cognitiva. Debido a esto el ADAS-Cog ha sido ampliamente utilizado para valorar la eficacia de nuevos fármacos en la evolución de la demencia de tipo Alzheimer17,16. Sin embargo, se debe ser cauto en la inter- pretación de los resultados ya que el nivel de cambio pare- ce ser altamente dependiente del grado de deterioro en el momento de la primera evaluación. Así, los pacientes le- vemente deteriorados tienden a mostrar menor nivel de cambio en un año que aquéllos que estaban más seriamen- te comprometidos. Por otra parte, a medida que la enfer- medad progresa, los pacientes que presentan un nivel de deterioro muy severo tienden a enlentecer nuevamente el ritmo del nivel de cambio. El ADAS-Cog permite discriminar entre pacientes con enfermedad de Alzheimer y controles. Utilizando como valor de corte dos desvíos standard por debajo de la me- dia según el grupo etario, la escala clasifica bien al 98% de los sujetos normales; al 100% de los pacientes con enfermedad de Alzheimer muy leve; al 91% de los pa- cientes con enfermedad de Alzheimer leve y al 100% de los grupos con deterioro moderado y severo. El ADAS es considerablemente más sensible que el MMSE para las demencias leves1; los ítems de evocación libre, praxias ideatorias, dificultad para el hallazgo de pala- bras y recuerdo de órdenes permiten discriminar bien entre pacientes con enfermedad de Alzheimer leve y sujetos con Deterioro de Memoria Asociado a la Edad18; los ítems de habilidad visuoconstructiva, denominación y orientación son sensibles en las etapas posteriores del deterioro. El puntaje de la subescala cognitiva resulta ser así el mejor indicador de la progresión de la enfer- medad, reflejando los diferentes perfiles cognitivos en los distintos estadios19. Se presenta a continuación la traducción a nuestro idioma del instructivo original de Rosen4 con el fin de unificar los criterios de administración de la escala en nuestro medio. La estandarización del test como así también la discusión sobre su adaptación al castellano han sido publicados re- cientemente20,21. Bibliografía 1. Allegri RF. Estudios complementarios para el diagnóstico de las demencias. En: Mangone CA, Allegri RF, et al, edi- tores. Enfermedad de Alzheimer Enfoque Actual. Ediciones Libros de la Cuádriga 1995: 217 - 246. 2. Corey-Bloom J, Thal LJ, Galasko D, et al. Diagnosis and evaluation of dementia. Neurology 1995; 45: 211-218. 3. Mc Khann G; Drachman D; Folstein M; et al. Clinical Diag- nosis of Alzheimer’s Disease: Report of the NINCDS- ADR- DA work group under the auspices of the Department of Health and Human Services Task Force on Alzheimer’s dis- ease. Neurology 1984; 34: 939-944. 141 La escala de evaluación de enfermedad de Alzheimer en la Argentina 4. Rosen W, Mohs R; Davis K. A new rating scale for Alzhe- imer’s Disease. Am J Psychiatry 1984; 141 (11): 1356-1363. 5. Meiran N; Stuss D; Guzmán A; et al. Diagnosis of demen- tia. Methods for interpretation of scores of 5 neuropsycho- logical tests. Arch Neurol 1996; 53: 1043-1054. 6. Marsden CD. Assessment of dementia. Handbook of Clini- cal Neurology 1985; Vol. 2 (46): Neurobehavioural Disor- ders. J.A.M. Frederiks, editor. Elsevier Science Publishers B.V., 1985. 7. Folstein MF; Folstein SE; Mc Hugh PR. Mini Mental State a practical method for grading the cognitive state of patients for the clinician. J Psychiat Res 1975; 12: 189-198. 8. Blessed G; Tomlinson BE; Roth M. The association between quantitative measures of dementia and of senile changes in the cerebral gray matter of elderly subjects. Br J Psychiatry 1968; 114: 197-811. 9. Salzman C, et al. Rating scales for geriatric psychopharma- cology - a review. Psychopharmachol Bull 1972; 8: 3-50. 10. Stuss DT; Meiran N; Guzmán A. Do long tests yield a more accurate diagnosis of dementia than short tests? A compari- son of 5 neuropsychological tests. Arch Neurol 1996; 53: 1033-1039. 11. Reisberg B; Borenstein J; Salob SP; et al. Behavioral symp- toms in Alzheimer’s disease: phenomenology and treatment. J Clin Psychiatry 1987; 48 (5 Suppl): 9-13. 12. Cummings JL; Mega M; Gray K; et al. The Neuropsychiat- ric Inventory: comprehensive assessment of psychopatholo- gy in dementia. Neurology 1994; 44: 2308-2314. 13. Mangone CA. Metodología diagnóstica de la Demencia tipo Alzheimer. ALCMEON, Revista Argentina de Clínica Neu- ropsiquiátrica 1991; 1 (4): 445-465. 14. Mangone CA. El Tratamiento Farmacológico del Deterioro Cognitivo en Enfermedad de Alzheimer. Rev Arg Psiqui- atría (VERTEX) 1992; 3 (9): 167-175. 15. Stern RG, Mohs RC, Davidson M, et al. A longitudinal study of Alzheimer´s disease: measure, rate, and predic- tor of cognitive deterioration. Am J Psychiatry 1994;151: 390-396. 16. Doraiswamy PM, Bieber F, Kaiser L, Krishnan KR, Reun- ing J, Gulanski B. The Alzheimer's Disease Assessment Scale. Neurology 1997; 48: 1511-1517. 17. Dastoor D; Mohr E. Neuropsychological Assessment. In: Gauthier S, editor. Clinical Diagnosis and Management of Alzheimer’s Disease. Martin Dunitz LTD 1996; 71-81. 18. Crook T; Bartus RT; Ferris SH et al. Age associated memory impairment: proposed diagnostic criteria and measures of clinical change -report of a NIMH work group. Rev Neu- ropsychol 1986; 2: 261 - 276. 19. Mangone CA; De Pascale AM; Baumann PD et al. Análisis Multivariado de la Escala de Evaluación para la Enfermedad de Alzheimer -E.E.A.A.- (ADAS versión Argentina). Su sen- sibilidad al deterioro incipiente. III Congreso Latinoameri- cano de Neuropsicología 1993. Montevideo, Uruguay. 20. Mangone CA; De Pascale AM; Gigena VM et al. Escala de Evaluación para la Enfermedad de Alzheimer. Adaptación a la lengua castellana. Confiabilidad interexaminadores y en retesteo seriado. Revista Neurológica Argentina 1995; 20 (2): 31-40. 21. Baumann D; De Pascale A. Escala de Evaluación para En- fermedad de Alzheimer. En: Demencia. Enfoque Multidis- ciplinario. CA Mangone, RF Allegri, RL Arizaga, JA Ollari, editores. Ediciones Sagitario 1997; 397-404. ANEXO ADAS Instrucciones para la administración y asignación del puntaje Se administra primero la prueba de recuerdo de palabras (ver punto Nº 10). Los siguientes 10 minutos se emplean en una conversación abierta para evaluar diversos aspec- tos del lenguaje (expresión-comprensión). A continuación se procede con el resto de las pruebas para funciones cog- nitivas. La escala conductual se evalúa por los datos suministrados por el paciente o un informante confiable o por la observa- ción directa del evaluador en el curso de la entrevista. Si el paciente presenta compromiso de la memoria moderado, mo- deradamente severo o severo, el puntaje en esta escala se basará en los datos aportados por el informante. La escala de puntuación de 0-5 refleja el grado de seve- ridad de la disfunción. Un puntaje de 0 significa que no hay alteración en una prueba o la ausencia de una con- ducta particular. Un puntaje de 5 se reserva para el gra- do más severo de compromiso en el rendimiento en una prueba o a una frecuencia muy alta de aparición de una conducta. Los puntajes1, 2, 3 y 4 corresponden a muy leve, leve, moderado y moderadamente severo respecti- vamente. Escala cognitiva Lenguaje. Las habilidades lingüísticas se evalúan a través de la entrevista y en “tests” específicos. Preguntas que puedan responderse por “sí” o por “no” evalúan compren- sión en un nivel muy básico. Otras preguntas deberán re- querir información específica y habilidades comunicati- vas bien desarrolladas. 142 Rev. Neurol. Arg. Vol. 24 Núm. 3, Año 1999 1. Habilidad para el lenguaje hablado. Este ítem es una evaluación global de la calidad de la expresión del lenguaje (habla), i.e., claridad, dificultad para hacerse entender. La cantidad no se considera en este ítem. 1 = muy leve; una instancia de dificultad para hacerse entender. 2 = leve 3 = moderado; dificultad en el 25-50% del tiempo. 4 = moderadamente severo; dificultad el 50% del tiempo. 5 = severo; una o dos palabras aisladas; lenguaje va- cío; mutismo. 2. Comprensión del lenguaje hablado. Se evalúa la habi- lidad del paciente para comprender la palabra hablada. No se deben incluir comandos verbales. 1 = muy leve; una instancia de incapacidad para com- prender. 2 = leve 3 = moderado 4 = moderadamente severo; requiere varias repeticio- nes y re-elaboraciones. 5 = severo; el paciente raramente responde apropiada- mente (no se debe a pobreza del habla). 3. Recuerdo de instrucciones. Se evalúa la habilidad del paciente para recordar los requerimientos de la prueba de reconocimiento. En cada prueba de reconocimiento (y antes de la presentación de las dos primeras pala- bras) se le pregunta al paciente: “¿Había visto Ud. esta palabra antes o es una palabra nueva?”. Para la tercera palabra se le dice: “¿Y ésta?”. Si el paciente responde adecuadamente, i.e., “sí” o “no”, se considera que el recuerdo de instrucciones está conservado. Si el pa- ciente no responde significa que ha olvidado las ins- trucciones y las mismas son repetidas. El procedimiento empleado para la tercera palabra se repite para el resto, de la 4 a la 24. Se anotará cada instancia de falla en el recuerdo. 1 = muy leve; olvida las instrucciones una vez. 2 = leve; se le debe recordar la consigna dos veces. 3 = moderado; requiere tres o cuatro recordatorios. 4 = moderadamente severo; se le deben impartir las instrucciones cinco o seis veces. 5 = severo; requiere que se le repita la consigna siete o más veces. 4. Dificultad en el hallazgo de palabra en el habla es- pontánea. Se observa que el paciente presenta dificul- tades para hallar la palabra deseada durante la conver- sación. El problema puede ser solucionado por circun- loquios, i.e., dando frases explicativas o sinónimos aproximadamente satisfactorios. No incluir denomina- ción de dedos u objetos en este ítem. 1 = muy leve; una o dos instancias, sin significación clínica. 2 = leve; circunloquios o sustituciones por sinónimos clínicamente evidentes. 3 = moderado; pérdida de vocablos ocasionalmente no compensada. 4 = moderadamente severo; frecuente pérdida de vo- cablos sin compensación evidente. 5 = severo; pérdida cuasi completa de palabras con contenido significante; el habla suena vacía; ex- presión de uno o dos vocablos aislados. 5. Respuesta a comandos verbales. La capacidad de com- prender el habla se evalúa también por medio de la ha- bilidad del paciente para cumplir con comandos que involucran de uno a cinco pasos. Diga: • “Cierre el puño”. • “Señale el techo, luego el piso”. Alinear frente al paciente un lápiz, un reloj y una tarje- ta, en ese orden. Continúe: • “Ponga el lápiz sobre la tarjeta, luego devuélvalo a su lugar”. • “Ponga el reloj del otro lado del lápiz y dé vuelta la tarjeta”. • “ Golpee dos veces cada hombro con dos dedos man- teniendo los ojos cerrados”. Cada elemento subrayado representa un paso en el pro- cedimiento. El comando puede repetirse sólo una vez y en forma completa. Cada comando es considerado como un todo al asignar el puntaje. El puntaje final corresponde al más alto nivel de rendimiento alcanza- do en la respuesta a los comandos. 0 = cinco pasos correctos. 1 = cuatro pasos correctos. 2 = tres pasos correctos. 3 = dos pasos correctos. 4 = un paso correcto. 5 = no puede cumplir con un solo paso correcta- mente. 143 La escala de evaluación de enfermedad de Alzheimer en la Argentina 6. Denominación de objetos y dedos. El paciente debe nombrar los dedos de su mano dominante y 12 obje- tos reales presentados al azar cuyos valores de fre- cuencia sean: alta, media y baja. Los objetos y sus frecuencias son: Alta Frecuencia Flor Peine Lápiz Cama Frecuencia Media Sonajero Enchufe Cactus Embudo Baja Frecuencia Dominó Pirámide Estetoscopio Transportador 0 = todas correctas; un dedo y/o un objeto incorrectos. 1 = dos-tres dedos y/o dos objetos incorrectos. 2 = dos o más dedos y tres-cinco objetos incorrectos. 3 = tres o más dedos y seis-siete objetos incorrectos. 4 = tres o más dedos y ocho-nueve objetos incorrectos. 5 = tres o más dedos y diez o más objetos incorrectos. 7. Praxias constructivas. Se evalúa la habilidad del pa- ciente para copiar cuatro figuras geométricas, cada una de las cuales es presentada en la mitad superior de una hoja de papel tamaño oficio color blanco. Al paciente se le da cada vez la siguiente instrucción: “¿Puede ver Ud. esta figura? Dibuje una similar en cualquier lugar de la hoja”. Se permiten dos intentos. El orden de presentación de las figuras y los criterios de corrección son los siguientes: a. Círculo, de aproximadamente 5 cm. de diámetro. - Se acepta cualquier figura curva cerrada. b. Rectángulos superpuestos El rectángulo vertical medirá 5x8 cm y el horizontal 3x9 cm (aproximadamente). - Las figuras deberán tener cuatro lados y estar su- perpuestas en forma similar al modelo. El tamaño no será tomado en cuenta. c. Rombo Cada lado deberá medir aproximadamente 5 cm. El ángulo agudo = 50º y el obtuso = 130º. - La figura deberá tener los cuatro lados de aproxi- madamente la misma longitud y orientados oblicua- mente. El eje vertical deberá ser mayor que el hori- zontal y el diamante deberá conservar la simetría bi- lateral y altitudinal (súpero-inferior). d. Cubo Cada lado medirá 5 cm. Las líneas interiores serán visibles (cubo desnudo). - La figura deberá ser tridimensional y con la cara anterior orientada correctamente. Las líneas interiores deberán alcanzar los ángulos co- rrespondientes. Si las caras o los lados opuestos di- vergen en más de 20º se considerará incorrecta. 0 = cuatro figuras correctas. 1 = una figura incorrecta. 2 = dos figuras incorrectas. 3 = tres figuras incorrectas. 4= “closing-in” (dibuja sobre o alrededor del mode- lo o usa parte del modelo); cuatro formas inco- rrectas. 5 = no dibuja ninguna figura; hace garabatos; dibuja parte de las figuras; usa palabras. 8. Praxia ideatoria. Al paciente se le suministran una hoja blanca tamaño carta y un sobre alargado. Se lo instruye para que pretenda enviarse una carta a sí mis- mo. Se le dice: “Haga de cuenta que este papel es una carta dirigida a Ud. mismo. Colóquela en el so- bre y ciérrelo. Luego diríjaselo a Ud. mismo y pón- gale la estampilla”. Si el paciente olvida parte de la consigna se lo reinstruye (se repite la consigna com- pleta). Las fallas en esta prueba deberán reflejar una disfunción en la ejecución de una práctica sobreapren- dida y no un trastorno ens el recuerdo de instruccio- nes. Los cinco componentes de este ítem son: 1) do- blar la carta; 2) ensobrarla; 3) sellar el sobre; 4) diri- gir la carta y 5) estampillarla. 144 Rev. Neurol. Arg. Vol. 24 Núm. 3, Año 1999 1 = dificultad y/o falla en uno de los pasos. 2 = dificultad y/o falla en dos de los pasos. 3 = dificultad y/o falla en tres de los pasos. 4 = dificultad y/o falla en cuatro de los pasos. 5 = dificultad y/o falla en los cinco pasos. 9. Orientación. Los componentes de esta prueba son: fe- cha (día del mes), mes, año, día de la semana, estación del año, hora del día, lugar y persona. Se asigna un punto por cada respuesta incorrecta (máximo =8 pun- tos). Respuestas aceptables incluyen +/- 1 para la fe- cha; +/- 1 hora para la hora; nombre parcial para el lugar; nombre de la estación entrante si se está a 1 se- mana de su comienzo y de la estación previa si se está a menos de 2 semanas de su finalización. 10. Prueba de recuerdo de palabras. El paciente lee una lis- ta de 10 palabras con alto contenido de imagen (concre- tas) que le son presentadas de a una por vez y por 2 se- gundos cada una. Luego debe recordar las palabras dicién- dolas en voz alta. Se administran tres ensayos de lectura y recuerdo. El puntaje será igual al promedio de palabras no recordadas en las tres pruebas (máximo = 10 puntos). 11. Prueba de reconocimiento de palabras. El paciente lee en voz alta 12 palabras con alto contenido de ima- gen presentadas durante 2 segundos cada una. Estas palabras son luego mezcladas al azar con otras 12 pa- labras no leídas hasta el momento. El paciente deberá indicar cuáles de las 24 palabras le habían sido pre- sentadas anteriormente. Luego se administran dos pruebas más de lectura de las palabras originales y reconocimiento con palabras nuevas. El puntaje se obtendrá del promedio de respuestas incorrectas para las tres pruebas (máximo = 12 puntos). Escala no cognitiva El período considerado para la evaluación incluye la últi- ma semana completa previa a la entrevista para los siguien- tes ítems: 1.Se presenta o refiere sentimiento de tristeza, deses- peranza, menoscabo, desgano. 2.Llanto fácil. 3. Ideas delirantes. 4.Alucinaciones. 5.“Pacing”. 6. Inquietud motora. 7.Aumento/disminución del apetito. 12. Llanto fácil. Se interroga al paciente o al informante sobre la frecuencia de presentación de la tendencia al llanto. 1 = muy leve; una vez en la última semana o durante la sesión. 2 = leve; dos-tres veces en la última semana. 3 = moderado 4 = moderadamente severo; llanto evidente con ge- midos casi todos los días. 5 = severo; frecuentes y prolongados episodios de llan- to con gemidos todos los días. 13. Depresión. El paciente o informante es interrogado sobre la manifestación de tristeza, descorazonamien- to o menoscabo. Si se obtiene una respuesta afirmati- va se deberá indagar su severidad y profundidad, so- bre el estado de ánimo, pérdida de interés o placer en las actividades y grado de reactividad ante eventos de la vida diaria. El evaluador deberá consignar si el pa- ciente presenta facies depresiva y si responde a la es- timulación y a bromas. 1 = muy leve; se siente ligeramente disfórico, clíni- camente significativo. 2 = leve; apariencia y queja de estado de ánimo leve- mente disfórico, reactividad adecuada, alguna pérdida de interés. 3 = moderado; se siente moderadamente disfórico con frecuencia. 4 = moderadamente severo; se siente disfórico prác- ticamente todo el tiempo con considerable pérdi- da de reactividad e interés. 5 = severo; penetrante y severo grado de ánimo disfó- rico; pérdida total de reactividad; profunda pérdi- da de interés y placer. 14. Concentración/distractibilidad. Se evalúa la frecuen- cia con que el paciente es distraído por estímulos irre- levantes y/o debe ser reorientado hacia la tarea en cur- so debido a la pérdida del tren de pensamiento o la frecuencia con la cual se lo sorprende inmerso en sus propios pensamientos. 1 = muy leve; una instancia de falta de concentración. 2 = leve; dos-tres instancias de falta de concentración o distractibilidad. 3 = moderado. 4 = moderadamente severo; pobre concentración a lo largo de buena parte de la entrevista y/o frecuen- tes instancias de distractibilidad. 145 La escala de evaluación de enfermedad de Alzheimer en la Argentina 5 = severo; extrema dificultad en la concentración y numerosas instancias de distractibilidad. 15. Falta de cooperación durante la evaluación. Se eva- lúa el grado con que el paciente objeta algunos aspec- tos de la entrevista. 1 = muy leve; una instancia de falta de cooperación. 2 = leve. 3 = moderado. 4 = moderadamente severo; requiere de frecuentes halagos para completar la entrevista. 5 = severo; rehusa continuar con la entrevista. 16. Ideas delirantes. En este ítem se consigna la magni- tud y convicción con que el paciente cree en ideas que casi seguramente son falsas. Para evaluar severidad se deberá tener en cuenta la convicción en las ideas deli- rantes, la preocupación o ansiedad que las mismas in- ducen y el efecto que tienen en las acciones del pa- ciente. 1 = muy leve; una creencia delirante transitoria. 2 = leve; idea delirante estable pero el sujeto cuestio- na la realidad de la misma. 3 = moderado; el paciente cree firmemente en su idea delirante pero la misma no afecta su conducta. 4 = moderadamente severo; la idea delirante afecta la conducta del paciente. 5 = severo; acciones significativamente basadas en las ideas delirantes. 17. Alucinaciones. Interrogar sobre la presencia de aluci- naciones visuales, auditivas y táctiles. Se considera- rán la frecuencia y grado de efecto disrruptivo de los fenómenos alucinatorios. 1 = muy leve; oye una voz que pronuncia una pala- bra; un episodio de alucinaciones visuales. 2 = leve. 3 = moderado; alucina en numerosas oportunidades durante el día, lo que interfiere con el funciona- miento normal. 4 = moderadamente severo. 5 = severo; alucina casi permanentemente, lo cual es altamente disrruptivo sobre el funcionamiento diario. 18. "Pacing". Se deberá distinguir entre la actividad físi- ca normal y el excesivo ir y volver en un espacio reducido. 1 = muy leve; ocurre muy raramente. 2 = leve. 3 = moderado; se observa frecuentemente todos los días. 4 = moderadamente severo. 5 = severo; no puede permanecer sentado y debe an- dar excesivamente. 19. Incremento de la actividad motora. Este ítem debe- rá evaluarse en función del nivel de actividad nor- mal para el individuo o a una línea de base preesta- blecida. 1 = muy leve; mínimo incremento. 2 = leve. 3 = moderado; significativo incremento en la canti- dad de movimiento. 4 = moderadamente severo. 5 = severo; el paciente debe moverse constantemen- te; raramente permanece sentado o quieto. 20. Temblores. Se pide al paciente que extienda las manos frente a su cuerpo y separe los dedos, sosteniendo esta posición por 10 segundos. 1 = muy leve; temblor apenas evidente. 2 = leve; temblor evidente. 3 = moderado. 4 = moderadamente severo. 5 = severo; movimientos muy rápidos con desplaza- miento mensurable. 21. Aumento/disminución del apetito. Este ítem se in- cluye dado que cambios en el apetito pueden aso- ciarse con depresión y porque la observación clíni- ca de algunos pacientes con Enfermedad de Alzhei- mer reveló que pueden darse aumento o disminu- ción del apetito en ellos. Se evalúa en forma relati- va al apetito usual del individuo o a un nivel basal preestablecido. 1 = muy leve; cambio mínimo, probable significación clínica. 2 = leve; cambio notable, el paciente aún se alimenta sin requerir estímulo. 3 = moderado; cambio marcado, requiere estímulo para comer o solicita más comida. 4 = moderadamente severo. 5 = severo; no se alimenta y debe ser forzado a ello; se queja de hambre constantemente a pesar de con- sumir alimentos en cantidad suficiente. View publication statsView publication stats https://www.researchgate.net/publication/308784398
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