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124 Anatomía y Fisiología Humana 4 y puede interrumpirse el funcionamiento del sistema cardiovascular. Tales daños pueden deberse a las que- maduras. Una quemadura es un daño del tejido y lleva a la muerte celular causada por un calor intenso, elec- tricidad, radiación UV (quemaduras solares) o determi- nadas sustancias químicas (como los ácidos). Existen pocas amenazas para la piel más graves que las quemaduras. Cuando la piel se quema y sus células se destruyen, pueden producirse dos problemas poten- cialmente mortales. En primer lugar, el cuerpo pierde su valioso suministro de líquidos que contienen proteínas y electrolitos, pues éstos se filtran por las superficies quemadas. La deshidratación y el desequilibrio de elec- trolitos continúa y puede producir un fallo renal y un choque circulatorio (circulación sanguínea inadecuada provocada por un escaso volumen de sangre). Para sal- var al paciente, los líquidos perdidos deben restituirse de inmediato. El volumen de líquido perdido puede es- timarse indirectamente determinando la cantidad de su- perficie corporal que se ha quemado (extensión de las quemaduras) mediante la regla de los nueves. Este método divide el cuerpo en 11 zonas, cada una de las cuales representa el nueve por ciento de la superficie corporal total, además de una zona adicional que rodea los genitales (el perineo) y representa el uno por ciento de la superficie corporal (Figura 4.11a). Más adelante, la infección se convierte en la amenaza más importante y es la causa principal de muerte en las víctimas quemadas. La piel quemada permanece estéril durante unas 24 horas. Pero después de ese momento, patógenos como las bacterias y los hongos invaden fácil- mente las zonas en las que la piel se ha destruido y se multiplican con rapidez en el entorno rico en nutrientes de los tejidos muertos. Para empeorar las cosas, el sis- tema inmunitario del paciente reduce su función uno o dos días después de una quemadura grave. Las quemaduras se clasifican según su intensidad (profundidad) como quemaduras de primer, segundo o tercer grado (Figura 4.11b). En las quemaduras de pri- mer grado, sólo se daña la epidermis. La zona se enro- jece y se hincha. Aparte del malestar temporal, las que- maduras de primer grado no suelen ser graves y generalmente tardan dos o tres días en curarse sin nin- guna atención especial. Las quemaduras solares suelen ser de primer grado. Las quemaduras de segundo grado representan lesiones en la epidermis y en la zona superior de la dermis. La piel se enrojece y duele, y aparecen ampo- llas. Puesto que sigue habiendo suficientes células epi- teliales, el epitelio puede regenerarse. Normalmente, no suelen dejar cicatrices permanentes si se intenta evitar la infección. Las quemaduras de primer y se- gundo grado se denominan quemaduras de grosor parcial. Las quemaduras de tercer grado destruyen todo el grosor de la piel, de modo que estas quemaduras también se denominan quemaduras de grosor com- pleto. La zona quemada aparece blanqueada (gris- blanco) o ennegrecida y, puesto que se destruyen las terminaciones nerviosas de la zona, no son dolorosas. En las quemaduras de tercer grado no hay regeneración posible, y deben realizarse injertos cutáneos para cubrir los tejidos subyacentes expuestos. En general, las quemaduras se consideran críticas si se da alguno de estos casos: 1. Más del 25% del cuerpo presenta quemaduras de segundo grado. 2. Más del 10% del cuerpo presenta quemaduras de tercer grado. 3. Hay quemaduras de tercer grado en la cara, las ma- nos o los pies. (a) Llagas del resfriado (b) Impétigo (c) Psoriasis F I G U R A 4 . 1 0 Lesiones cutáneas.
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