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DESEQUILIBRIO HOMEOSTÁTICO Los ganglios linfáticos ayudan a deshacerse de los agentes infecciosos del organismo, así como de las célu- las cancerígenas pero, a veces, se ven inundados por los mismos agentes que intentan destruir. Por ejemplo, cuando un elevado número de bacterias o virus se encuentra atra- pado en los ganglios, éstos se inflaman y se tornan sensibles al tacto. Los ganglios linfáticos también pueden convertirse en zonas cancerígenas secundarias, en particular en cánce- res que utilizan los vasos linfáticos para extenderse por el or- ganismo. El hecho de que los ganglios linfáticos infiltrados por cáncer están inflamados, pero no son dolorosos, ayuda a distinguir los ganglios linfáticos cancerígenos de aquéllos in- fectados por microorganismos. ▲ Otros órganos linfoides Los ganglios linfáticos son sólo uno de los muchos tipos de órganos linfoides del organismo. Otros son el bazo, la glándula timo, las amígdalas y las placas de Pe- yer del intestino (Figura12.5), así como trocitos de tejido linfoide esparcidos por los tejidos epitelial y conectivo. La característica común de todos estos órganos reside en el predominio de tejido conectivo reticular y de lin- focitos. Aunque todos los órganos linfoides cumplen di- versas funciones a la hora de proteger el organismo, sólo los ganglios linfáticos filtran la linfa. El bazo es un órgano blando, de alto contenido sanguíneo, que filtra la sangre. Se encuentra en la parte izquierda de la cavidad abdominal, justo debajo del diafragma, y se enrosca alrededor de la parte ante- rior del estómago. En vez de filtrar la linfa, el bazo fil- tra y limpia la sangre de bacterias, virus y otros dese- chos. Como el resto de los órganos linfoides, el bazo facilita una zona para la proliferación de linfocitos y la vigilancia del sistema inmunitario, pero su función más importante es destruir los glóbulos rojos “gasta- dos” y devolver algunos de los productos de su des- composición al hígado. Por ejemplo, el hierro se reu- tiliza para fabricar la hemoglobina, y el resto de la molécula de hemoglobina se secreta en la bilis. Otras funciones del bazo incluyen el almacenaje de plaque- tas y la reserva sanguínea (al igual que el hígado). En caso de hemorragia, tanto el bazo como el hígado se contraen y vacían la sangre que contienen en la circu- lación para ayudar a devolver el volumen sanguíneo a Capítulo 12: El sistema linfático y las defensas del organismo 407 12 Amígdalas (en la zona faríngea) Timo (en el tórax; más activo durante la juventud) Bazo (curvado hacia el lado izquierdo del estómago) Placas de Peyer (en el intestino) F I G U R A 1 2 . 5 Órganos linfoides. Amígdalas, timo, bazo y placas de Peyer. F I G U R A 1 2 . 4 Estructura de un ganglio linfático. Sección longitudinal de un ganglio linfático y vasos linfáticos asociados. Observa que varios vasos linfáticos aferentes entran en el ganglio, mientras que un número inferior de eferentes salen por el hilio. Vasos linfáticos aferentes Vasos linfáticos aferentes Centro germinal en folículo Vasos linfáticos eferentes Corteza Folículo Hilio Seno medular Cordón medular Cápsula Seno subcapsular Trabécula Puesto que la salida desde el ganglio linfático es más pequeña que la entrada, el fluido linfático se estanca (deja de fluir) brevemente en el ganglio linfático, lo cual da tiempo a macrófagos y linfocitos a monitorizar y procesar la linfa para patógenos. ¿Que beneficio existe en tener menos vasos linfáticos eferentes que aferentes?
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