Logo Studenta

Anatomia y Fisiologia (507)

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

ÚLCERAS PÉPTICAS: “ALGO ME ESTÁ COMIENDO”
Aurelio, de 53 años, trabajador de una fá-
brica, empezó a experimentar ardores en
el abdomen superior una hora o dos des-
pués de cada comida. Al principio, cul-
paba a la mala calidad de la comida ca-
sera, pero experimentaba los mismos
síntomas después de comer en la cafete-
ría de la fábrica o en los restaurantes. Au-
relio siempre respondía al estrés be-
biendo y fumando mucho, y su dolor
abdominal empeoró notablemente du-
rante una agitada semana en la que es-
tuvo trabajando 15 horas extra. Tras dos
meses de creciente dolor intenso, Aurelio
consultó a su médico y éste le diagnos-
ticó una úlcera péptica.
Las úlceras pépticas afectan a uno de
cada ocho estadounidenses. Una úlcera
péptica es una erosión similar a un cráter
en la mucosa de cualquier parte del tracto
gastrointestinal (GI) expuesto al ácido
clorhídrico y a las secreciones de pepsina
del estómago; véase la foto (a). Unas
cuantas úlceras pépticas se producen en
el esófago inferior, siguiendo el reflejo del
contenido del estómago, pero la mayoría
(el 98%) se produce en la parte pilórica
del estómago (úlceras gástricas) o en la
primera parte del duodeno (úlceras duo-
denales). Las úlceras duodenales son casi
tres veces más comunes que las úlceras
gástricas. Las úlceras pépticas pueden
aparecer a cualquier edad, pero se desa-
rrollan con mayor frecuencia entre los 50
y 70 años. Después de desarrollarse, tien-
den a recurrir (se curan y después vuel-
ven a producirse periódicamente) durante
el resto de la vida si no se tratan.
Las úlceras gástricas y duodenales
pueden producir un dolor persistente o ar-
dor en la zona epigástrica del abdomen.
Este dolor suele comenzar entre una y
dondo, muy definido, de entre 1 y 4 cm
de diámetro en la mucosa. La base de la
úlcera contiene células de tejido muerto,
tejido de granulación y tejido cicatrizante.
Los vasos sanguíneos erosionados tam-
bién pueden verse allí en ocasiones.
Las úlceras pépticas pueden producir
graves complicaciones. Aproximadamente
en el 20% de los casos, los vasos sanguí-
neos erosionados sangran en el tracto GI,
lo que provoca vómitos de sangre y pre-
sencia de sangre en las heces. En tales
casos, la anemia puede ser el resultado
de una intensa pérdida de sangre. En el 5-
10% de los pacientes, la cicatrización en
el estómago obstruye la abertura pilórica,
de modo que se bloquea la digestión. En
torno al 5% de las úlceras pépticas se
perforan, lo que hace que el contenido del
estómago y del duodeno salga a la cavi-
dad peritoneal. Esto puede provocar peri-
tonitis o la digestión y destrucción del
páncreas cercano. Una úlcera perforada
es potencialmente mortal. 
En vez de estas complicaciones poten-
ciales, la mayoría de las úlceras pépticas
sanan con rapidez y responden bien al tra-
tamiento. Los primeros pasos del trata-
miento son evitar el tabaco, el alcohol (es-
pecialmente el vino), el ibuprofeno y la
Aspirina®, que agravan las úlceras. Los
fármacos antiácidos suelen recomen-
darse para neutralizar los ácidos estoma-
cales. En las úlceras que se han encon-
trado colonizadas por la H. pylori, con
forma de espiral, el objetivo es matar a las
bacterias incrustadas. Un simple régimen
de antibióticos durante dos semanas cura
de forma permanente las úlceras en el
95% de tales pacientes. La medicación
adicional que suprime la producción de
ácido en el estómago puede combinarse
488
tres horas después de comer (o despier-
tan al individuo por las noches) y habitual-
mente se alivia al comer. Otros síntomas
incluyen pérdida de apetito, hinchazón,
náuseas y vómitos. Sin embargo, no to-
das las personas con úlceras experimen-
tan los síntomas indicados con anteriori-
dad, y algunas no muestran ningún
síntoma.
Tradicionalmente, el “conocimiento
común” sostiene que el estrés provoca
úlceras, y que el paciente con úlceras es-
tereotípicas era el ejecutivo sobrecargado
de trabajo. Los estudios recientes no han
sido capaces de demostrar ninguna aso-
ciación causal entre el estrés y las úlce-
ras. Sin embargo, parece que un estilo de
vida estresante puede agravar las úlceras
existentes. Estudios recientes indican
que la mayoría de las úlceras (entre el 90
y el 100% de las úlceras duodenales y en-
tre el 80 y el 90% de las úlceras gástricas)
realmente son la causa de una cepa de
bacterias resistentes al ácido (Helicobac-
ter pylori) que habitan en los estómagos
del 40% de las personas sanas y del 70-
90% de aquellas con úlceras; véase la
foto (b).
La anatomía de una úlcera péptica se
muestra en la foto (a) de la página si-
guiente. Suele tratarse de un cráter re-
Las úlceras
pépticas pueden
producir graves
complicaciones.”
“
ER LOOKCLOSA CERCAMÁS DE

Continuar navegando