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y conocidas como HDL y LDL, merecen un poco más de atención. Los ácidos, las grasas y el colesterol son insolubles en agua, así que no pueden circular libremente en el flujo sanguíneo. En lugar de eso, son transportados uni- dos a los pequeños complejos de lípidos y proteínas de- nominados lipoproteínas. Aunque toda la historia es compleja, lo más importante que hay que saber es que las lipoproteínas de baja densidad (o LDL) transpor- tan colesterol y otros lípidos hasta las células del orga- nismo, donde se utilizan de varias formas. Si hay una gran cantidad de LDL en circulación, la posibilidad de que las sustancias grasas se depositen en las paredes ar- teriales, para iniciar la aterosclerosis, es alta. Debido a esta posibilidad, las LDL se conocen como “lipoproteí- nas malas”. En cambio, las lipoproteínas que transpor- tan colesterol desde las células tisulares (o arterias) hasta el hígado para su paso a la bilis son las lipoproteínas de alta densidad (o HDL). Los elevados niveles de HDL se consideran “buenos” porque el colesterol está destinado a descomponerse y eliminarse del cuerpo. Es obvio que tanto las LDL como las HDL son “buenas o necesarias”; es simplemente su porcentaje relativo en la sangre lo que determina si los depósitos de colesterol potencialmente letal se establecerán o no en las paredes arteriales. En general, parece que el ejercicio aeróbico, una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, así como no fumar ni beber café favorecen un porcentaje desea- ble de HDL/LDL. ¿ L O H A S E N T E N D I D O ? 23. ¿Qué es la gluconeogénesis? 24. Si tuvieses elección, ¿preferirías tener unos niveles elevados de HDL o de LDL? Argumenta tu respuesta. Véanse las respuestas en el Apéndice D. Equilibrio energético del organismo Al quemarse, cualquier combustible consume oxígeno y libera calor. La “combustión” de combustibles alimen- tarios por parte de las células del organismo no es una excepción. Como se afirma en el Capítulo 2, la energía no se crea ni se destruye; sólo puede cambiar de forma. Si aplicamos este principio al metabolismo celular, sig- nifica que existe un equilibrio dinámico entre el aporte energético del organismo y su producción de energía: Aporte energético = producción de energía total (calor + trabajo + almacenamiento de energía) El aporte energético es la energía liberada durante la oxidación de los alimentos, es decir, durante las reac- ciones de la glucólisis, el ciclo de Krebs y la cadena de transporte de electrones. La producción de energía in- cluye la energía que perdemos de inmediato en forma de calor (en torno al 60% del total), más la que se utiliza para trabajar (conducida por el ATP), más la energía que se almacena en forma de grasas o glucógeno. El alma- cenamiento energético sólo es importante durante los periodos de crecimiento y durante el depósito neto de grasas. Regulación del aporte alimentario Cuando el aporte energético y la producción de energía están equilibrados, el peso corporal permanece estable. De lo contrario, se gana o se pierde peso. Puesto que el peso corporal de la mayoría de las personas es sorpren- dentemente estable, deben existir mecanismos que con- trolen el aporte de alimentos o la producción de calor (o ambos). Pero ¿cómo se controla el aporte alimentario? Es una pregunta difícil que aún no se ha contestado. Los investigadores creen que varios factores, como el au- mento o la disminución de los niveles de nutrientes en la sangre (glucosa y aminoácidos), las hormonas (insu- lina, glucagón y leptina) o la temperatura del organismo (el aumento de la temperatura es un inhibidor) y los factores psicológicos, afectan a la conducta alimentaria mediante señales de respuesta al cerebro. De hecho, se cree que los factores psicológicos son una importante causa de obesidad. No obstante, incluso cuando los fac- tores psicológicos son la causa subyacente de obesidad, los individuos no continúan ganando peso indefinida- mente. Parece que sus controles de alimentación siguen funcionando, pero actúan para mantener el contenido energético corporal total a niveles más elevados de lo normal. Índice metabólico y producción de calor corporal Índice metabólico basal Cuando los nutrientes se des- componen para producir energía celular (ATP), fabrican distintas cantidades de energía. Como se ha mencio- nado anteriormente, el valor energético de los alimentos se mide en unidades denominadas kilocalorías (kcal). En general, los hidratos de carbono y las proteínas pro- ducen 4 kcal/g cada uno, y las grasas, 9 kcal/g al des- componerse para producir energía. La mayor parte de las comidas, e incluso muchos alimentos individuales, son mezclas de hidratos de carbono, grasas y proteínas. Para determinar el valor calórico de una comida, debe- mos saber cuántos gramos de cada tipo de producto ali- mentario contiene. Para la mayoría de nosotros se trata de una ardua tarea, pero pueden realizarse aproxima- ciones fácilmente con la ayuda de una simple guía de valores calóricos, disponible en la mayoría de los su- permercados. 502 Anatomía y Fisiología Humana 14
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