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Neurocirugía / Basso342 Tu m or es roanestesia. Posteriormente, Johnson y Tym (1961), Bachs (1962), 3 y más recientemente Jane, 12 Maroon y Kennerdell, 13 Leone 14 y Santoro, 38 la hallaron sumamente útil para el abordaje del vértice orbitario, y describieron algunas variantes técnicas. Anatomía quirúrgica de la órbita La cavidad orbitaria es usualmente considerada una pirámide cuadrangular en su parte anterior, y un cono en su parte posterior. Su pared interna está formado por los huesos lacrimal, etmoides y cuerpo del esfe- noides; su pared lateral está conformada por el malar en su parte anterior, y por el ala mayor del esfenoides hacia el vértice; el piso está constituido por el malar, el maxilar superior, y la apófisis orbitaria del hueso palatino; el techo, finalmente, está formado por la porción horizontal del hueso frontal, y hacia el vértice, por el ala menor del esfenoides. 15 La profundidad de la cavidad orbitaria está dentro de un rango de 42 a 50 mm, el ancho en su base es de aproximadamente 40 mm, y su altura promedia los 35 mm. 16 El agujero óptico, en realidad un conducto que se origina en la porción más profunda de la órbita, atraviesa la base del ala menor del esfenoides a un ángulo de aproximadamente 37˚ con respecto al eje sagital. Mide de 5 a 10 mm de longitud, 4,5 mm de ancho y 5 mm de altura, en promedio. El espesor del techo del conducto óptico varía de 1 a 3 mm, y se continúa hacia atrás con el ligamento falciforme, un repliegue de duramadre que recubre al nervio óptico en su entrada al endocráneo. 13, 17 La hendidura esfenoidal, a través de la cual la duramadre intracraneal se continúa con la periórbita, está delimitada por el ala menor del esfenoides en su margen superointerna, y por el ala mayor en su borde inferolateral. Permite el pasaje de los nervios óculomotores y oftálmico, y la salida de la vena of- tálmica superior, que drena en el sector medial del seno cavernoso. 16, 17 La porción intracraneal del nervio óptico está apla- nada en sentido horizontal, su sección mide 4 x 6 mm y tiene una extensión de 10 a 15 mm. La porción intracanalicular del nervio tiene una longitud de 10 a 12 mm, y su sección es aproximadamente circular, con un diámetro de 5 mm en promedio. (Figuras 30.1 a, 30.1 b) El segmento intraorbitario tiene una longitud de 25 a 30 mm, presenta una sección oval que mide alrededor de 6 x 4 mm, y su eje mayor es vertical a la salida del foramen óptico. 13, 17 Las meninges y el espacio subaracnoideo acom- pañan al nervio óptico hasta la esclera. En el vértice orbitario, la píamadre y la aracnoides se fusionan en los sectores dorsal, medial, y ventral, con la duramadre y el anillo de Zinn, ocluyendo parcialmente al espacio subaracnoideo. El anillo de Zinn, una banda fibrosa que fija el nervio óptico al vértice orbitario, recibe la inserción del elevador del párpado y de los músculos extraoculares, con la excepción del oblicuo menor. El anillo está en íntimo contacto con el nervio óptico dorsalmente, pero se separa de él en sus porciones lateral e inferior, creando un espacio entre las dos inserciones del músculo recto lateral, por delante del sector basal de la hendidura esfenoidal. Este espacio es denominado foramen óculomotor, y es atravesado por la división superior del nervio óculomotor, que inerva al recto superior y al elevador del párpado, la rama nasociliar del nervio oftálmico, el motor ocular externo, y la división inferior del nervio óculomotor. 13, 18 A través de la hendidura esfenoidal, pero por fuera del foramen óculomotor, entran a la órbita el nervio patético y las ramas frontal y lacrimal del nervio oftál- mico, inmediatamente por debajo de la periórbita. El ganglio ciliar está situado por fuera del nervio óptico, emergiendo de la rama nasociliar del nervio oftálmico, que cruza al nervio óptico por arriba para dirigirse a la pared medial de la órbita. 19 La arteria oftálmica nace de la superficie antero- medial o superomedial de la arteria carótida interna a su salida del seno cavernoso (en forma excepcional puede nacer de la porción intracavernosa), y atraviesa el conducto óptico lateral e inferior con respecto al nervio óptico. A su vez, la arteria central de la retina Figura 30.1 a: Vista lateral del vértice de la órbita izquierda. Se aprecia el nervio óptico elevado para observar la posición de la arteria oftálmica (preparado anatómico gentileza del Dr. Álvaro Campero). b: Vista superior de una disección del cono muscular, asemejándose al abordaje quirúrgico del nervio óptico entre los músculos elevador del párpado y recto superior hacia fuera, y oblicuo mayor y recto medio hacia adentro (preparado anatómico gentileza del Dr. Álvaro Campero). a b
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