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Aneurismas no saculares 585 del 45%. 16 Los aneurismas disecantes espontáneos ocurren tanto en la arteria carótida interna como en las arterias del circuito posterior, siendo más frecuentes en este último. 14 El hallazgo angiográfico más común es un estrechamiento irregular asociado a una dilata- ción fusiforme del vaso o signo de la cuerda y la perla (Figura 55.4), con retención del medio de contraste en la fase arterial tardía. 13 La angiorresonancia pue- de mostrar imágenes similares a las de la angiografía digital, siendo muy importante la visualización del hematoma mural en la pared arterial, como una imagen anular hiperintensa en T1 que constituye el signo de la semiluna. (Figura 55.5 a) El objetivo del tratamien- to de los aneurismas disecantes es la exclusión del pseudoaneurisma del segmento vascular afectado. 3 Existe una variedad de estrategias terapéuticas para lograrlo, como la reconstrucción quirúrgica del vaso, la ligadura quirúrgica, el empaquetamiento de la lesión y la realización de puentes quirúrgicos o bypass; pero han sido reemplazados por el tratamiento endovascular por su naturaleza menos invasiva y porque se asocia a una reducida tasa de morbilidad. El objetivo del tratamiento endovascular es lograr la trombosis del aneurisma disecante, con su consiguiente involución, el alivio del efecto de masa y el descenso de la tasa de resangrado. 21 El tratamiento endovascular puede ser decons- tructivo o reconstructivo, según se preserve o no la permeabilidad del vaso. El tratamiento deconstructivo consiste en la oclusión del vaso portador proximal a la disección mediante la oclusión del vaso afectado con espirales o con balones desprendibles. (Figura 55.4 b) Este tipo de embolización es útil en aquellos casos en que existen ramos vasculares que se originan en el segmento disecado, permitiendo preservar su permeabilidad, pero tiene la desventaja de que, en los casos en los que hay flujo retrógrado desde otro vaso, el aneurisma disecante persiste y puede resan- grar. Para evitar esto, se realiza la embolización del pseudoaneurisma juntamente con el vaso portador, mediante la colocación reglada de espirales (coils) a través de un microcatéter posicionado en el seg- mento vascular afectado. (Figura 55.5) Las técnicas reconstructivas tienden a preservar la permeabilidad del vaso portador mediante la colocación de un stent cerebral que abarca el segmento afectado y, a través del mismo, se accede al saco del pseudoaneurisma, ocluyéndolo con espirales hasta lograr su trombosis completa. (Figura 55.6) Aneurismas fusiformes crónicos Los aneurismas fusiformes crónicos constituyen me- nos del 0,1% de los aneurismas intracraneanos. 9 Se originan a partir de diversas anomalías vasculares que generan defectos en la túnica media y muestran un crecimiento lento, que al progresar pueden ocasionar complicaciones severas, llegando a constituir aneuris- mas dolicoectásicos arteriales. 16 Se pueden asociar a otras patologías sistémicas del tejido conectivo, como por ejemplo el síndrome de Marfan, el pseudoxantoma elástico, síndrome Ehlers-Danlos. Este tipo de aneu- rismas, que crecen progresivamente, es el resultado de causas congénitas o adquirida. Se cree que la ate- roesclerosis, así como también la hipertensión arterial, podrían tener un rol en su desarrollo. A diferencia de los aneurismas saculares se presentan con mayor frecuencia en el circuito posterior. (Figura 55.7) Histología Existen cuatro características histológicas en este tipo de aneurismas: a) fragmentación de la lámina elástica interna e hiperplasia intimal, que constituyen dos fac- tores importantes en la patogénesis de los aneurismas fusiformes, ya que estos componentes son importantes para la fortaleza del vaso; b) neoangiogénesis en la íntima engrosada; c) hemorragia intramural y trom- Figura 55.3: Esquema del corte longitudinal de un vaso que presenta una disección subadventicial (flecha negra) con hematoma que genera deformación de la pared vascular (flecha verde) Figura 55.4 a: Angiografía digital vertebral izquierda, en incidencia oblicua anterior derecha, que muestra aneurisma disecante de la arteria cerebral posterior izquierda (flecha) a izquierda y reconstrucción tridimensional a derecha. b: control angiográfico final en tiempos arterial, capilar y venoso postratamiento endovascular con espirales (flecha), donde no se observa opacificación del aneurisma a b
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