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NeuRociRugíA / Basso996 N er vi os injertos más cortos para reparar en forma directa un elemento proximal (por ejemplo, el tronco primario superior) en detrimento de la utilización del mismo cabo proximal, unido a un injerto largo dirigido a un blanco distal (como el nervio musculocutaneo o su ramo al bíceps). La desventaja de utilizar la primera de las tácticas mencionadas es la mayor posibilidad de dispersión de algunas de las fibras hacia otros mús- culos diferentes al que se busca reinervar, mientras el punto débil de la segunda es justamente el hecho de la utilización de un injerto largo. Existe una tendencia actual en la literatura hacia la reinervación directa de los elementos distales más que de los proximales, aunque aún no hay estudios clínicos prospectivos que avalen esta conducta. b) Lesiones preganglionares (avulsiones radicula- res): Son lesiones más graves, que dificultan la cirugía reconstructiva y acarrean un pronóstico peor que las anteriores. Cuando la avulsión no compromete a todas las raíces del plexo, es posible utilizar una variedad de dadores intra y extraplexuales para la reconstruc- ción. Por otro lado, en los casos menos frecuentes de avulsión completa de todas las raíces, la única opción es la utilización de dadores extraplexuales. Las transferencias intraplexuales más empleadas en la actualidad son la del fascículo extrínseco del nervio ulnar (llamada técnica de Oberlin I) 12, 32, 37, 52, 65, 67, la raíz C7 ipsilateral 15, el nervio pectoral medial 4, 49, 58, el fascículo motor extrínseco del nervio mediano 23, 35, 36, 64, los fascículos cubital y mediano asociados (llamada técnica de Oberlin II) 34, 43, 72 y el ramo motor a la cabeza larga del tríceps, ramo a su vez del nervio radial 31, 33, 50. Debido al número de axones dadores disponibles, la raíz C7 puede ser utilizada para múltiples reiner- vaciones. El nervio pectoral medial es utilizado por lo general para reinervar al musculocutaneo. El fascículo del nervio cubital es transferido al ramo motor del mus- culocutaneo al bíceps, y el fascículo del mediano para el ramo hacia el músculo braquial anterior, sinergista del bíceps y también ramo del musculocutáneo. Cuando se utilizan en forma asociada, la transferencia de esos dos fascículos produce una flexión del codo altamente efectiva, siendo al momento la técnica de mayor tasa de éxito publicada en la literatura. El ramo motor del nervio radial para la cabeza larga del tríceps suele ser transferido al nervio axilar. Las transferencias extraplexuales más utilizadas son la porción distal del nervio espinal accesorio hacia el nervio supraescapular 9, 20, 39, 59, 60, los nervios in- tercostales para el axilar, tríceps o musculocutáneo 10, 30, 40, 46, 53, 56, el nervio frénico para el supraescapular o el musculocutaneo 8, 17, 18, 38, 70, el plexo cervical motor para el nervio pectoral lateral y el sensitivo hacia el mediano 5, 6, 7, 57, 75 y la raíz C7 contralateral al nervio mediano o el supraescapular. 2, 14, 16, 19, 73 Las transferencias realizadas con la finalidad de reinervar un músculo único (por ejemplo, el ramo mo- tor del musculocutaneo que se dirige al bíceps) por lo general brindan mejores resultados que las transferen- cias destinadas a aquellos nervios que inervan varios músculos a la vez (por ejemplo, nervio mediano). 69 Figura 96.6: Lesiones supraclaviculares del plexo braquial. a: neuroma en continuidad del tronco superior. b: ruptura posganglionar de las raíces C5 y C6; C: clavícula; C5: raíz C5; C6: raíz C6; DA: división anterior del tronco superior; DP: división posterior del tronco superior; N: neuroma; NF: nervio frénico; NS: nervio supraescapular Figura 96.7: Monitorización translesional intraoperatoria del potencial de acción de nervio. E: electrodo estimulador; R: electrodo de registro a b
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