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BENTANCOR, M - 365 vidas lecturas devocionales

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 MATERIAL ELECTRÓNICO NO LUCRATIVO
365 vidas 
Milton Bentancour
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3 6 § iVidas
LECTURAS DEVOCiONALES PARA JÓVENES
Milton■ ;
fllìlìe â ' k
* " « MHMA »M lltM HH
ADÁN
I o de enero
Y dijo: "Hagamos al ser hum ano a nuestra imagen y semejanza". 
Cénesis 1:26.
enera lm ente , los seres hum anos som os extraños. C uando tenem os 
to d o a nuestro favor, to m a m o s d e c is io n e s que nos c o m p lica n , a
e jem plo, un m é d ico fum ando. Sabe que es pésim o, tiene p lena co n c ie n c ia de 
todos los riesgos que corre y con tinúa fum ando, po r incre íb le que parezca.
M ucho m ás extraño es lo que su ce d ió con el p rim er hom bre. Él tenía todo 
para ser feliz: el ja rd ín de l Edén era el lugar pe rfec to , y Eva era la com pañ ía 
perfec ta . A dem ás, co n ta b a con la p re senc ia y la com pañ ía pe rfe c ta de un D ios 
perfecto , que lo había c reado y lo am aba m ás a llá de todo en tend im iento . Pues 
a pesar de to d a esta pe rfe cc ió n en la m ano, el señor A dán e lig ió d e so b e d e ce r 
a D ios y co m e r del fru to p roh ib ido .
Por m ás que lo p iense e intente entenderlo , no con s ig o encon tra r n ingún 
m otivo m ed ianam ente lóg ico para la dec is ión tom ada. De las co n se cuenc ias de 
la dec is ión no neces ito hab larte , ya que las sufres co n m ig o c a d a día.
Y aquí estam os nosotros, co m e n za n d o un nuevo año. Seguram ente no es­
tarás en el ja rd ín del Edén, no sé si tendrás a tu Eva (o a tu Adán) al lado, pero 
te pu e d o asegu ra r que puedes co m p a rtir a lgo con Adán: la p resenc ia pe rfec ta 
de un D ios p e rfec to a tu lado. Él te am a tanto co m o am aba a Adán. Él desea 
darte tantas v ic to rias com o dese a b a da rle a Adán. Él está tan in teresado en ti 
com o lo es taba en Adán.
A unque me puedas m ostra r m uchos aspec tos en los que tu v ida no es per­
fecta, te d iré s iem pre lo m ism o: nuestro D ios es pe rfec to y él tiene el poder. Por 
eso, elige este año conocerlo más, estar en m ayor com unión con él, am arlo más...
Puedes q u eda rte tranqu ilo . El interés de D ios no se renueva cada año, com o 
nuestras prom esas; es abso lu tam ente constante. No cam bia, no tiene som bra de 
variación. Él te am a de la m ism a m anera desde el m ism o m inu to en que naciste.
En esta Tierra, nunca estarás tan ce rca de él que no puedas a ce rca rte un 
p oco m ás, ni tan le jos que él no con s ig a abrazarte . Él te espera hoy co m o te 
esperó ayer. Te espera rá duran te todo este año co m o te esperó el año pasado. 
Sus brazos están ab ie rtos, y tienen un lugar igual a la form a de tu corazón.
veces, de un m odo fatal.
Hay s ituac iones que me de jan (hasta el día hoy) perp le jo . Por
asdfghjkl
2 de enero
EVA
Por eso el hom bre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y 
los dos se funden en un solo ser. Génesis 2:24.
m agino la a legría de Adán cu a n d o d e scu b rió a Eva. Im agino la a legría de 
D ios cu a n d o los presentó. Eva era to d o lo que A dán quería , era su sueño 
hecho rea lidad.
____ C uando esta m ujer llegó con el fru to p roh ib ido en la m ano, por la m ente
< lo Adán deb ie ron haber pasado mil ideas en apenas unas déc im as de segundo. 
I llg ló q u eda rse con e lla y d e so b e d e c e r a D ios.
Hay cosas en tu v id a que son rea lm ente im portan tes, tan im portan tes que te 
m od ifican . Hay pe rsonas en tu v ida que son así de im portan tes; y no es n ingún 
p e ca d o que esto suceda . El p rob lem a surge cu a n d o estas personas, com ún- 
m onto del sexo opuesto y con a lgún encan to persona l que te fascina, ocup a n 
un lugar que so lo D ios deb e ocupa r: el prim ero.
¿Por qué un ser tan in te ligente com o A dán tom ó una e lecc ión tan extraña? 
I 'or la m ism a razón que personas tan in te ligen tes com o tú tom an dec is ion es tan 
extrañas com o las de él: am am os m ás al p e ca d o que a D ios.
I va era to d o lo que A dán había soñado . Por eso, en el m om ento de la 
(Inc is ión pesó m ás la re lac ión que había e s ta b le c id o con e lla que la que tenía 
con Dios.
Igual nos sucede a nosotros. C uando optam os por el pecado, por separarnos 
de D ios, e leg im os a la persona, a la a cc ión o a la pa lab ra que sentim os m ás 
m ui quo D io s e n nuestras v idas, po rque am am os o deseam os eso m ás que a él.
I m s im ple . El p e ca d o nos gusta porque , en aparienc ia , nos satisface. Nos 
iiu n ln la p rim era sensación que sen tim os (la últim a; a veces, no tanto).
SI D ios para ti no es un ser real, cu a n d o la ten tac ión se presente, tendrás 
tjia vo s p rob lem as para elegirlo ; nad ie e lige una idea.
SI para ti D ios se resum e en una serie de norm as é ticas, m orales y a lg u ­
no', ritos b á s ico s , es ab so lu ta m e n te natura l que no lo e lijas. N ad ie e lige un 
i om portam len to .
; i|, por el con tra rio , D ios es tu am igo real, con qu ien conversas d iariam ente, 
i\ qu lon lo das la ú ltim a pa lab ra en tus dec is ion es (¡en todas!), tus chances de 
v icto ria fium entan ,
I líga lo hoy a él.
CAÍN
El Señor le preguntó a Caín: -¿D ónde está tu herm ano Abel?
-N o lo sé -re s p o n d ió - ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?
Génesis 4:9.
3 de enero
a e sp e ranza de A dán y de Eva de regresar al Jard ín de l Edén, ahora 
tenía la fo rm a de un bebé, la sonrisa dé una p e queñ a m aravilla hecha 
ser hum ano. Todas las a legrías, los sueños y las ilusiones de nuestros 
_____ prim eros padres se hacían “ca rne y hueso” en el p e queñ o Caín.
Si la p rom esa de D ios se cum plía , Eva tenía en sus b razos al pequeñ o M e­
sías, el Salvador. Pero, la h istoria nos cuen ta que las e le cc io n e s del p equeñ o 
bebé -c u a n d o c re c ió - lo transfo rm aron en el p rim er ases ino de la historia.
Duele pensar que el ser hum ano, sin llegar a los extrem os que Caín sim boliza 
(es decir, pasar de Sa lvador de l m undo a fra tric ida), es ca p a z de a c titudes de 
esta natura leza. No im po rta cuántas y cuán p ro fun das esperanzas se puedan 
co lo ca r en nosotros, de una u o tra m anera co nsegu im os destrozarlas.
En pequeñ os de ta lles o en g randes errores, som os “m e g a ” o “m ini" Caínes, 
al de c ir a nuestros padres, herm anos, am igos, co n o c id o s , e inc luso a pe rsonas 
que apenas nos conocen , que no es una buena idea que confíen en nosotros. 
El m ensaje que transm itim os es que no es conven ien te que cen tren m uchas 
esperanzas en nosotros.
S iem pre hay a lgu ien que espera a lgo bueno de tu parte; por extraño que 
parezca, a pesarde las ba rba rida des que podem os llegar a com eter en a lgunos 
m om entos.
G rac ias a D ios, C risto sabe de nuestras d e fic ie n c ia s y de nuestra natural 
inc linac ión a destru ir las esperanzas que depos itan en nosotros.
A pesa r de eso, nos am a. No co n s ig o e xp lica r cóm o; no puedo llega r a 
en tende r la razón. Lo ún ico que p uedo d e c ir es que lo hace po r amor, pero es 
un am or que no p u e d o ni exp lica r ni entender. No tiene lóg ica . No tiene límites. 
No tiene cam b ios .
Es por ese am or y es en esa esperanza que p odem os v iv ir el día de hoy, 
sab iendo que hay un D ios en el c ie lo que nos m ira con tie rno amor, y nos da la 
p o s ib ilidad de levantarnos c a d a vez que nos caem os.
La e lecc ión final es tuya. Tu v ida queda rá m arcada por esas buenas o m alas 
dec is iones. No do jes pasar esa o p o rtu n id a d hoy.
E N O C
"En total, Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años, y como anduvo fie l­
m ente con Dios, un día desapareció porque Dios se lo llevó". Génesis 5:24.
noc v iv ió de tal m anera que D ios lo llevó a v iv ir con él, al cie lo . ¿Cóm o lo 
_____ cons igu ió? ¿Cóm o hizo para v iv ir una v ida así?
Q ue Jesús, que no pecó , lo haya co n se g u id o no cue s ta tanto en ten-
_____ derlo. No ocurre lo m ism o con Enoc. Él era un hom bre com ún y corriente ,
con exactam ente las m ism as caracte rís ticas que tú y yo. Tal vez, nos gustaría que 
este pa tria rca no hub iera ten ido tendenc ia al mal, a fin de pode r segu ir ju s tifica n ­
do nuestro gusto po r el pecado . A llí está la raíz de todos nuestros p rob lem as. 
N osotros no tenem os, tan solo, la te n d e n c ia al mal: a nosotros nos gusta pecar.
C om únm ente, e leg im os p e ca r cu a n d o nad ie nos ve. Lejos de los o jos “a c u ­
sa d o re s ” de nuestros padres, m aestros y líderes esp iritua les . La cuestión es 
que (y tú lo sabes) D ios te ve to d o el tiem po. Pero, a veces, no nos im po rta 
m ucho. N uestra v ida esp iritua l sue le ser tan m ed iocre que C risto s ign ifica poco 
en la p rá c tica n y con tinuam os p ecando , con el cu id a d o de que no nos vean 
los dem ás. El sa tis facem os hoy, ahora y aquí nos m aneja de tal m anera que, 
con tal de pecar, de jam os de lado todo nuestro co noc im ie n to (teórico) de Dios.
Enoc p e n sa b a d ife ren te . Pasaba tan to tie m p o con D ios que tenía p lena 
c o n sc ie n c ia de su p resenc ia constan te . Pero esta s ituac ión no era una carga; 
era un p la ce r estar to d o el tie m p o con este Am igo. El e jem p lo c lás ico : cuan d o 
co m ie n ce s a sa lir con aquel ch ico o aque lla ch ica que te gusta , no sentirás que 
es c o m p lica d o pasar tanto tiem po con él (o ella); al contrario , cuanto más, mejor.
Enoc es taba enam orado de D ios, la pasaba rea lm ente b ien con él. Eso no 
s ign ifica que v iv ió su v ida en un m onasterio . La B ib lia d ice que tuvo hijos e hijas; 
el m ás c o n o c id o de ellos es M atusa lén. Si tuvo fam ilia , no sería d e sca be llado 
pensar que se enam oró de una ch ica , se puso de novio con ella, se casó... en 
fin, la v id a fam ilia r norm al.
C am ina r con D ios no s ig n ifica separa rse del m undo, s ig n ifica entender que 
nuestro D ios es real y nos am a tan to que desea estar cad a día a nuestro lado.
D é ja lo hacer su cam ina ta co n tig o hoy.
6 de enero
7 de enero
MATUSALÉN ' " "
De m odo que Matusalén murió a los novecientos sesenta y nueve años 
de edad. Génesis 5:27.
\ ad ie v iv ió m ás que M atusalén. Por m ás avanzada que esté la c ienc ia , po r m ás esfuerzo que el ser hum ano haga, nad ie cons igu ió tener más años que este patriarca.
¿ A lguna vez pensaste en v iv ir tantos años? V iv ir casi d iez s ig los 
es rea lm ente m ucho tiem po. Me an im o a d e c ir que es m ás de lo que som os 
ca p a ce s de entender.
De todos m odos, desde el punto de v ista de D ios, la s ituac ión cam b ia . Para 
Dios, el tiem po tiene otros parám etros. “ E te rn idad”. Esta es una de esas pa labras 
que p ronun ciam os y p odem os definir, pero que en el fondo no com prendem o s. 
Es com o la pa lab ra “ in fin ito ” . Pues esos son los no-lím ites de D ios, y sobre esas 
bases (tan d ife ren tes de las nuestras) él se m ueve y nos espera .
Por incre íb le que nos parezca, nuestro D ios qu ie re co m p a rtir con nosotros, 
seres hum anos fin itos y lim itados, su e te rn idad y su in fin itud. No sé cóm o e xp li­
carlo; seguram ente p o rque no lo entiendo. Pero es así, de eso se tra ta el cie lo : 
seres hum anos fin itos, g o zando e te rnam ente de la in fin itud d iv ina. Pensando 
así, los 969 años de M atusa lén no pa recen tanto.
Sin em bargo , la v ida eterna, el m ar de v idrio , los pa isa jes pe rfec tos , las c a ­
lles de oro, las flo res im pos ib les de im aginar, no tendrían todo su va lor (o peor, 
lo perderían), si Jesús no estuv iese presente. Es él qu ien le da alegría, b rillo y 
co lo r a las cosas, a las personas y al tie m p o v iv ido en la e te rn idad ; él le da su 
ve rdadero sentido al cie lo.
Y por m ás que no estam os aún en ese con tex to ce lestia l, podem os d is fru ta r 
de un ped a c ito de esa rea lidad cuan d o -a q u í y a h o ra - dam os a Cristo el p rim er 
lugar en nuestras v idas. C uando lo de jam os d ir ig ir ca d a uno de nuestros m inu ­
tos, no so lam ente los instantes que du ra el cu lto del sába d o p o r la m añana; no 
so lam ente los segun d o s co rrid o s que duran nuestras o rac iones m em orizadas.
C uando D ios hab la de cam inar con tigo , él se refiere a ca d a paso, no solo 
a los que co n s ig u e s da r con (c ierta) seguridad . C uando él hab la de co m p a rtir 
tiem po con tigo , no se refiere a a co m paña rte apenas 969 años, él hab la de la 
etern idad. I te rn idad que él qu iere com e n za r a d is fru ta r co n tig o ahora.
I loy tienes una buena o p o rtu n id a d para p roba r un poco de esa m arav illosa 
remlldad oternn
8 de enero
NOÈ
Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con tem or 
reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al 
m undo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Hebreos 11:7.
Abso lu tam ente nadie, fuera de los m iem bros de su fam ilia d irec ta 
(esposa, h ijos y nueras) entró en el arca. Si Noé hub ie ra ten ido un 
a d m in is tra d o r hum ano en su “e m p re sa e s p ir itu a l” , segu ram en te habría s ido 
de sped ido .
Podrás dec irm e , y es c ie rto , que m uchos hom bres de D ios creyeron en la 
p re d ica c ió n de Noé, ayudaron en la co n s tru cc ió n del a rca y m urieron antes de 
que el d iluv io com enzara . Pero, ante los resu ltados fríos, cu a n d o llegó el d iluv io , 
en el a rca so lo entraron él y su fam ilia .
Un desastre . ¿Un desastre? ¿Cuánto tiem po estarías d ispuesto a p re d ica r 
para que una pe rsona que tú am as acep te a C risto y a su sa lvación? La h istoria 
de Noé es un e jem p lo de la p re o cu p a c ió n que D ios tiene po r la fam ilia . Tanto 
traba jo para que se salve solo una fam ilia . Pero D ios o rdenó que el traba jo se 
realice. Todas las esperanzas d iv inas están c ifradas en la fam ilia .
No sé si ya estás de novio, casado o pensando en casarte. Pero, de cua lqu ie r 
m anera p iensa en este asunto: todas las esperanzas de D ios están c ifradas en 
la fam ilia . S iendo m ás específico , todas las esperanzas de D ios están cen tradas 
en tu fam ilia .
D ebes hace r todo lo que esté a tu a lca n ce para que tu fam ilia (la que tienes, 
la que tú fo rm es o la que fo rm aste) sea d igna de ese honor, de ese priv ileg io , 
de esa re sponsab ilidad . La m ejor fo rm a de hacerlo es o rar c a d a día y pe d ir a 
Dios que te m uestre el cam inoa reco rre r duran te ese día. Si él qu iere que los 
resu ltados se vean de aquí a 120 años, tú s igue orando , s igue c lam ando, s igue 
p id iendo , s igue traba jando ...
Tu fam ilia (actual o futura) m erece todo ese esfuerzo, y más. No tengo dudas: 
D ios qu ie re da rte la a legría de una fam ilia salva. No hay arca. No hay anim ales. 
Pero, s igue hab iendo en trega hum ana y d irecc ión d iv ina, para que las cosas 
sa lgan de acue rdo con los p lanes del C ielo, que s iem pre son m ejores que los 
nuestros,
iento veinte años p red icando , para que nad ie se conv ie rta . No hay 
duda : com o evange lis ta , Noé era un buen carp in te ro .
9 de enero
SEM
Ésta es la historia de Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, quienes después 
del diluvio tuvieron sus propios hijos. Génesis 10:1.
V ás a llá de la d iscus ión de cuá l de los tres hijos de Noé era el m a­yor, lo c ie rto es que Sem o c u p a un lugar espec ia l. No tanto po r su nac im ien to , s ino po r su d e sce n d e n c ia : de los sem itas nació Cristo, 
nuestro Salvador.
Ni tú ni yo co n o ce m o s nuestro futuro. Pero D ios lo conoce , y en su inm enso 
am or ya tiene p rep a ra d o un m añana brillan te para qu ienes estem os d ispuestos 
a andar por sus cam inos. Puede ser que ese m añana se qu ie ra e sconde r detrás 
de a lgunas nubes. Pero, recuerda que todas las nubes, hasta las del d iluvio, 
fueron, son y serán pasajeras.
Tu presente te puede pa rece r gris, sin g rac ia . Te m iras en el espe jo y, más 
allá de que gustes m ucho, p o co o nada de lo que ves, tú, al Igual que yo, nos 
quedam os con una expresión de “¿y ahora, qué?" Y la s ituación em peora cuando 
la to rm enta g o lp e a la ven tana de tu v ida.
Con la historia de Sem podem os cam b ia r la perspectiva . No es tan im po rtan ­
te la p regun ta “¿y ahora, qué ? ”, s ino llevar nuestra m irada m ás a llá (en el tiem po 
y en el espac io ) y pensar: “¿y m añana, qué? ”
Si p iensas en el fu tu ro apenas co m o años te rrestres, qu izá no co n s ig a s 
ver un m añana g lo rioso y m agnífico ; pero recuerda que el tie m p o de D ios es la 
e te rn idad y su esp a c io es el universo. No te con fo rm es con m enos.
El m añana de D ios se p ro longa po r la e te rn idad; po r eso la pe rspec tiva de 
D ios es tan d ife ren te de la nuestra. A fin de e je m p lifica r esa d is tanc ia , la B ib lia 
d ice: "C om o son m ás altos los c ie los que la tierra, así son m is cam inos m ás altos 
que vuestros cam inos, y m is pensam ien tos m ás que vuestros pensam ientos" 
(Isa. 55:9).
Lam entab lem ente, estam os tan p reocupados d iscu tiendo si som os los p rim e­
ros o los se g undos que nos o lv id am os de lo que realm ente im porta ; pe rdem os 
la p e rsp e c tiva d iv ina para nuestras v idas con d e m as iada rap idez.
Ora hoy para que, aunque no cons igas ver un presente de m ucho brillo, D ios 
to dó In segu rid a d abso lu ta y total de un m añana lleno de luz en las m ansiones 
ce lestia les.
* A B E L 
Abel tam bién presentó al Señor lo m ejor de su rebaño, es decir, los 
primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda.
Génesis 4:4.
4 de enero
a h istoria de A be l es la p rim era de una serie lam entab lem ente extensa, 
en la que s iem pre el jus to m uere a m anos del desobed ien te .
Abe l no m erecía morir. A b e l se había po rta d o bien y había o b e d e -
_____ c id o fie lm ente a Dios; pero nada de eso lo sa lvó de la m ano m orta l de
su herm ano.
No p ienses que p o r ser obed ien te , tom ar un baño los v ie rnes de ta rde y 
ponerte una co rb a ta los sábados de m añana, estarás abso lu tam ente fue ra de 
pe lig ro . No p ienses que por po rta rte bien, no ir a c ie rtos lugares y no com er 
c ie rta s co m idas , tienes un c e rtif ic a d o de " in to c a b ilid a d ”. La h is toria de A be l 
debería enseñarnos esto: los justos tam b ién sufren y tam b ién m ueren.
D ios no te p rom etió un m undo sin esp inas. Él d ijo que en m ed io del va lle de 
la som bra de m uerte estará contigo. Te podrás lastimar, pero tendrás la p rom esa 
de su com pañ ía en to d o m om ento.
La h istoria de A be l me recuerda la d é c im a p laga de Egipto. El ánge l del 
Señor iba a pasar por la tie rra de Eg ip to cu m p lie n d o con la m orta l o rden d iv ina. 
La ún ica m anera de sa lvar al hijo m ayor de la fam ilia era p in ta r con sangre de 
co rde ro el d in te l de la puerta . No im p o rta b a cuán bueno o cuán m alo fuera. 
No im p o rta b a si iba a la ig les ia o no, si ca n taba en el co ro de jóvenes o no, si 
fum aba o no. Lo ún ico que el ánge l iba a respetar era la sangre en el d intel. El 
"currícu lum e sp ir itu a l” de la pos ib le v íc tim a no tenía im portanc ia .
M uchas veces, “ los pequeños santos m odernos" creen que son tan perfectos 
que no p rec isan de la sangre del C ordero en el d intel de sus co razones. Pero, 
cu a n d o eres consc ie n te de tu ve rdade ra cond ic ió n , llevas ante el a lta r de D ios
lo que él qu ie re recibir, y no lo que tú tienes ganas de darle.
Puede ser que a los ojos de a lgunos estés hac iendo una insensatez, pero 
si es lo que D ios p id ió , obe d é ce lo : es lo m ejor para ti.
V ive el día de hoy llevándo le a D ios las o frendas de g ra titud que él desea.
SET
5 de enero
Adán volvió a unirse a su mujer, y ella tuvo un hijo al que llamó Set, por­
que dijo: Dios m e ha concedido otro hijo en lugar de Abel, al que mató Caín.
Génesis 4:25.
asta el nom bre de Set recuerda a Abel. Daría la sensación de que nació
______ no co m o el fru to del am or entre A d án-y Eva, sino po rque com o Abel
m urió, a lgu ien tenía que o cu p a r su lugar.
Set es un persona je b íb lico que me hace pensar en los n iños que 
sienten que nad ie los tiene en cuenta . ¿Sabes de lo que estoy hab lando? ¿C ono­
ces a a lgu ien así? Tú ¿eres una de estas personas? Te aseguro que la s ituac ión 
no es tan c o m p lica d a com o la pued e s llegar a perc ib ir.
Primero y principa l: D ios te ama, te co noce y se p reocupa pro fundam ente por 
ti. Tanto, que si tú hub ie ras s ido el ún ico ser hum ano p e ca d o r en la h istoria de la 
hum anidad, él habría env iado a su H ijo so lam ente para salvarte. O lvídate de tus 
tem ores de “ in v is ib ilid a d ” : D ios te tiene m uy presente; te ve en todo m om ento, 
en todo luga r y en toda c ircunstanc ia .
Te tiene tan presente que e scu lp ió tu nom bre en las pa lm as de sus m anos, 
sabe cuán tos ca b e llo s tienes en tu ca b e z a y cu á les son los m ás p ro fun dos 
sueños que tienes en tu alm a.
En una esfera m ás hum ana, te p u e d o asegura r que hay gente para quien 
tú eres im portan te . Es más, hay gente que es in fluenc iada p o r ti (para b ien o 
para mal).
Set no es solo la persona que o cu p a el lugar vacío. Para D ios, este personaje 
b íb lico es una figu ra im portantís im a, ya que la genea log ía hum ana de C risto 
pudo desarro lla rse g rac ias a él. Set es el recom ienzo que D ios utilizó para que 
su plan de sa lvac ión s igu ie ra su curso.
C uando parece que no hay o p c ión , que el fu tu ro es negro y está a b so lu ta ­
m ente com p ro m e tid o , D ios levanta a un p equeñ o (o a un gran) Set, para dec irle 
al m undo entero que hay una nueva pos ib ilidad . Set es la ven tana que D ios abre 
al ser hum ano cu a n d o el p e ca d o qu iere ce rra r todas las puertas. Set es la d e ­
m ostrac ión m ás c la ra de que D ios no se da po r ven c id o para sa lvar a sus hijos.
C om o a Set, D ios te necesita para que su plan en este m undo pueda llevarse 
a cabo . D eja que él te lo m uestre hoy y te guíe po r los m ejores cam inos.
10 de enero
* CAM
Cam, el padre de Canaán, vio a su padre desnudo y fue a contárseloa sus 
hermanos, que estaban afuera. Cénesis 9:22.
n error puede m arca r tu v ida. Hay m ucha gente que tiene una m em oria 
de e lefante para reco rda r c a d a uno de nuestros errores. S u pongo que 
tam b ién sufrirán con su p rop ia conc ienc ia , m artillándo les constan te -
V __ y m ente sus prop ias equ ivocac iones .
A veces , p a ra noso tros m ism os es d ifíc il p e rd o n a rn o s nuestro error. Lo 
reco rdam os constan tem ente , sin “ayudas extran je ras” .
Frente a esta realidad, quiero m ostrarte un par de e lem entos que me parecen 
in teresantes, im portan tes y (s inceram ente) vita les.
Primero. D ios tiene una m em oria d iferente de la nuestra. C uando él perdona, 
no q u e d a da n d o vue ltas sobre el asunto. No ap rovecha cua lqu ie r m om ento de 
“d e b ilid a d ” o n inguna d iscus ión para reco rdarte tu error. Ese no es el perfil del 
D ios b íb lico . Él lanza tus p e ca d o s a lo p ro fundo del mar... y no es buzo para ir 
a buscarlos.
Segundo. A qu ien le encan ta m ojarse y p rac tica r ese d e p o rte es al enem igo 
de D ios; aque l que te acusa de día y de noche. Al m ism o tiem po, cu a n d o tu 
co n c ie n c ia te “ invita" a da r una vue lta po r el fondo del océano, ya sabes que 
la ¡dea no v ino del C ielo.
Tercero. Tam bién es un juego del enem igo de D ios el hacerte pecar, y cuando 
a rrep en tido buscas el pe rdón d iv ino (que s iem pre está a tu d isposic ión), te c o ­
m ienza a "exp lica r" que esta es la d e c im o q u in ta vez que estás p id iendo pe rdón 
en la sem ana; que no puedes ser tan atrevido de volver ante la presencia de Dios, 
que es santo, para p resentarle -u n a vez m á s - tu n e ces idad de perdón. Por si te 
habías o lv idado, adem ás de ser el enem igo de Dios, es el padre de toda m entira.
El D ios a qu ien am am os nos extiende su perdón constantem ente, sin límites. 
Si nos a rrepentim os, él nos pe rdona . Delante de él, si m ostram os el m ás m ínim o 
intento de buscarlo , no hay p o s ib ilid a d de q u e d a r “m arcado" negativam ente.
A D ios no le im p o rta si tu p e c a d o es nuevo o v ie jo , o rig ina l o repe tido , 
co n sc ie n te o incon sc ie n te .S o lo le in teresa sabe r si tú, co m o pecador, estás 
a rrep en tido o no. Es más, frente a tu d e b ilidad , él te da fuerzas para a rrepen tirte 
de verdad.
C am v io la d e sn u d e z de su padre . Tú y yo nos e q u ivo ca m o s , tam b ién . 
A g ra d é ce le a D ios por su inm enso p o d e r de pe rdon ar y olvidar.
11 de enero
NIMROD
Cus fue el padre de Nimrod, conocido como el prim er hom bre fuerte de 
la tierra. Génesis 10:8.
ay gente que nace para o pone rse a D ios. Le hace la guerra to d o el 
______ tiem po. Personalm ente, los s iento m ás rebe ldes que aque llos que s im ­
p lem ente ignoran la ex is tenc ia d iv ina. Estos ú ltim os hasta pueden sufrir 
un enorm e vacío en sus v idas, pero s iguen cam inando por las ca lles de 
este m undo en su so ledad, sin saber, sin en tende r o, inc luso, sin querer tener 
un encuen tro con Dios.
Los p rim e ros no. Los p rim eros, co m o N im rod, se paran en la ve re d a de 
enfrente y gritan. Desafían. Buscan herir a lgún co razón (tal vez el nuestro). No 
los puedo llam ar “a teos”, po rque estos n iegan la ex is tenc ia de un Ser ce lestia l. 
Los “ N im ro d ”, tan to los an tiguos com o los m odernos, saben que existe; en a lg u ­
nos casos hasta conocen la vo lun tad que él tiene para con ellos, pero de c id e n 
constru ir sus torres de Babel para llega r al c ie lo , d e sa fiando ab ie rtam ente la 
orden d iv ina.
Es pos ib le que cuan d o te m ires en el espe jo no co ns igas verte com o un 
cons truc to r de torres de Babel. Pero (s iem pre apa rece esta pa labrita ) ¿cuántas 
veces te has e n con trad o c o lo ca n d o los c im ien tos de a lguna pequeña “c h o za ’’ 
para g ua rda r tu pecado?
La torre de Babel es el desafío ab ie rto , c la ro e irreverente a Dios. N uestras 
chozas están m ás escond idas , no son tan c la ras y hasta tienen apa rienc ia de 
esp iritua lidad ... pero, en el fondo, estam os en la m ism a situación: estam os ha 
c iendo lo que D ios d ijo que no d ebem os hacer. •
D esa fiar a D ios no s ig n ifica que vam os -n e c e s a r ia m e n te - a em briaga rn os 
cada fin de sem ana, robar un banco o m atar a a lgu ien. Lo desafiam os on cosas 
más “pequeñas": una m entira, una co m id a p roh ib ida , un ch ism ecito ,
11 gran p rob lem a es que las “ p ro po rc ione s d iv in a s ” son d iferentes do Ihm 
Ministras. M ientras nosotros rechazam os "p roporc iona lm ente" a las personas por 
»un p e ca d o s (cuanto más g rande , g rave o e sca n da loso el pecado , iihV; lejos 
(|Uoremos estar do ellos), D ios se m aneja de sd e una óp tica diferente: ro o h íi/n 
ul pecado , sin im po rta r lo "g rande" o "pe queño" que sea, y am a al pecado r No 
Hoja da da i o p o rtu n id a d de sa lvación e terna al co n s truc to r do torres do h ahn l 
i | i in mi nrroplt>nta, pero no tiene n inguna o p c ió n fronte al p equeñ o corm lruotor 
i ln "oh o /a u " (|uo s igua p ra c tica n d o b u d im inu to p e ca d o acaric iado ,
,i!¡alnmV No un cuestión do tañíanos, <m cuestión dn hucat (o no) lo qun 
I lio» iImtiia y m anda
™ " HARÁN
Ésta es la historia de Téraj, el padre de Abram, Najor y Jarán (Harán). Ja­
rán fue el padre de Lot, y m urió en Ur de los caldeos, su tierra natal, cuando 
su padre Téraj aún vivía. Génesis 11:27, 28.
C
uando un ser q u e rid o m uere, el d o lo r se a p o d e ra del corazón. Sé 
exactam ente de lo que te estoy hab lando. No hace m ucho, un cán ce r 
fu lm inante hizo que mi padre vaya al descanso m ucho antes de lo que 
yo im ag inaba. A pesa r de l sentim iento de p é rd id a y de vacío, tengo 
q u e a ce p ta r que la tarea de enterrar a m is an tecesores es parte del p roceso 
“n a tu ra l” de la v ida.
D esde la óp tica de D ios, no hay nada de "na tu ra l” en la m uerte. Ni de los 
a n c ia n o s ni de los jóvenes ni de los niños. La m uerte es abso lu tam ente anti 
natura l. D ios nos c reó para que fuésem os eternos.
De cua lq u ie r m anera, en este m undo de pecado , no tenem os m uchas o p ­
c iones . La v ida es un sop lo y la m uerte, una rea lidad que nos toca enfrentar.
El texto de hoy hab la de la s ituac ión m ás anti natura l de esta rea lidad, que 
ya es anti natura l de por sí: el m om ento en el que un padre tiene que enterrar 
a su hijo.
Lo m ás ce rca que pasé de esta s ituac ión con mi esposa fue haber pe rd ido 
nuestro p rim er bebé en la novena sem ana de em barazo . La buena no tic ia es 
que D ios nos dará, en la m añana eterna, la pos ib ilidad de reun im os con aquellos 
que pe rd im os. En mi caso, la o p o rtu n id a d de co n o ce r al beb é que nunca vi.
Si lees con a tenc ión tu B iblia, verás que las edades de los descend ien tes de 
Sem (Gén. 11:10-26) se van a co rta n d o cons ide rab lem ente ; y más, si las c o m p a ­
ram os con las edad e s de G énesis 5. De los 910 años de Adán, a los “a p e n a s ” 
se isc ien tos de Sem hay una enorm e d ife renc ia , que es m ás im pactan te si los 
co m para rno s con la tem prana m uerte de Harán, el p rim er hijo que tuvo que ser 
en te rrado po r su padre en la h is toria de este m undo.
D ios es taba allí, al lado de Taré, cu a n d o enterró a Harán; así com o estuvo al 
lado de mí cuan d o me do lió el corazón. Tam bién estará a tu lado cuan d o p idas 
unos brazos para llorar.
12 de enero
ABRAM
El Señor le dijo a Abram: "Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu 
padre, y vete a la tierra que te mostraré. Cénesis 12:1.
I p rim er paso de fe es el más co m p lica d o . Personalm ente, creo que es 
en este ep iso d io en la v ida de A b ram que él dem ues tram ás fe; inc luso 
m ás que en el cas i sacrific io de Isaac. -
_____ La fe es co n se cu e n c ia del re lac ionam ien to . C uanto más pro fundo,
natural y cons tan te sea este; m ás p ro funda , natura l y constan te será aquella . 
Parece una fó rm ula m atem ática , pero es v id a cris tiana .
D ios le d ijo a A b ra m que ten ía que sa lir de una c iu d a d que, según los 
es tud iosos de la B ib lia , es taba pe rfec tam en te s ituada para el com erc io , ce rca 
de l4 río Éufrates. Era una c iu d a d en la que las excavac iones han d e scu b ie rto 
el p a la c io de un rey, varios te m p lo s , a lg u n o s b a rrio s re s id e n c ia le s , o b je tos 
a rq u e o ló g ico s de m eta les nob les y p ied ras p rec iosas. Ur era una gran c iu d a d 
del an tiguo im perio .
¿Dejarías to d o esto por una orden de D ios? C uando D ios o rdenó al héroe de 
la fe que sa crifica ra a Isaac, ya tenía una la rga h istoria de bend ic iones , m ilagros 
y cu id a d o s d iv inos. En aquel m om ento, según d ice la B iblia: D ios habló, ordenó, 
y A b ram o b e d e c ió . Im ag ina la sonrisa que se d ibu jó en el rostro de D ios cuan d o 
su hijo hizo caso.
No co n ozco tu historia . Q uizá D ios te haya ped ido , por su llam ado, un paso 
enorm e de fe para in ic ia r tu cam ina ta rum bo a la C anaán ce lestia l. Q uizás hayas 
ten ido que a b a n d o n a r a tu fam ilia o tu traba jo , po r segu ir a Cristo.
De una u o tra m anera, me gustaría que p ienses*que lo que tú abandonaste , 
lo que yo tuve que ab a n d o n a r y lo que A b ram d eb ió de ja r a trás no tiene punto 
de com p a ra c ió n con lo que C risto de jó de lado, para ven ir a este m undo a fin 
de salvarte.
En el caso d iv ino, no había p rom esas de una tie rra rica en bend ic iones , ni 
de una larga genea log ía . La ún ica p rom esa que C risto tenía al de ja r el c ie lo era 
que en un par de años sería rechazado, m a ltra tado y c ru c ifica d o . Sabía que su 
g rupo de am igos m ás ce rcano lo iba a a b a ndo na r y, en so ledad , tendría que 
m orir c reyendo que -q u iz á s , a lgún d ía - un ser hum ano pe rd id o en el sur del 
universo iba a c ree r en su sacrific io y en tregarle la v ida.
Hoy tienes la o p o rtu n id a d de d ib u ja r a D ios una sonrisa en el rostro. No la 
pierdas.
13 de enero
Inmblén lo dijo l>lcr. .t Abraham: A Saray, tu tsiposfl, yt\ no la llamarás 
s.ii.iy, vino que su nombro será Sara. Génesis 17: 15.
A p o sa r de los m ilag ros que D ios rea lizó en su v ida , Sara es uno de osos pe rsona jes b íb licos tan p a re c id o a nosotros que hasta nos hace sentir bien.
Ella form a parte de aque l g ru p o de seres hum anos que in tentam os 
I m< :i ir li is cosas com o Dios m anda, obedecem os a lgunas de sus órdenes, som os 
uuml808 en a lgunas ocas iones, d is fru tam os de su po d e r en a lgunos m om entos;
I > 0 1 0 que nos reim os (en secreto o no tanto) en c iertas c ircunstanc ias, no creem os 
un ’¡1 1 !; p rom esas cu a n d o nos pa recen fue ra de nuestro a lcance , in tentam os 
ayudarlo c u a n d o c reem os que su p o d e r es ilim itado pa ra todo, m enos para 
m m atro caso.
tio yu ra m e n te , com o buena esposa , la in fluencia de Sara sobre A b raham
< lt'I iió ( i( - haber s ido grande . Por m ás que e lla lo a co m pañó en su sa lida de Ur, 
l H ii miV; que co m p a rtió la m entira en Egipto, tam bién fue ella qu ien lo convenc ió 
I kna q i io tom ara a A g a r com o su esposa, a fin de co n segu ir tener el hijo de la 
p lom osa.
Im ag ino que cu a n d o aque l p e q u e ñ o m ilagro en fo rm a de bebé, llam ado 
Inane, o cu p ó su an tiguo seno estéril, se llenó de fe en el Señor. Una fe m uy 
'.mular a la que nosotros sen tim os cu a n d o el m ensaje nos toca en una Sem ana 
i i( > O rac ión, o en una s ituac ión espec ia l desde el punto de v is ta esp iritua l, que 
non p ro d u ce fue rtes em ociones.
¿Notas las sem ejanzas? M om entos de p ro fun da fe. Y m om entos de m entira. 
Una v ida espiritua l hecha de m om entos, de “a ve ces”. A veces m uy bien, a veces 
no tan bien. Y a veces m uy mal. Sí, Sara se pa rece m ucho a nosotros.
Q uizá, lo m ás Im portan te de la cam ina ta esp iritua l que la v ida de Sara nos 
onseña es que, a pesar de los altiba jos, a pesa r de la p o ca es tab ilidad espiritual, 
a pesar de todos los pesares, D ios nos m ira con aque llos o jos que brillan po r la 
luz de una suave sonrisa d ib u ja d a en los lab ios, y con la m ism a voz que hace 
m iles de años le anunc ió a Abraham .
Y hoy nos d ice: "U stedes dejen de ser lo que son porque los voy a transform ar 
on príncipes y en princesas, que serán partíc ipes de las m ayores bendic iones, de 
los m ayores m ilagros. P ríncipes y p rincesas de un Reino de amor, con a lcance 
eterno y ce le s tia l”.
i
18
)I:Q
l %te M elquisedec, rey de S.i Ic’mi y sn< erdote d * l Dios Altísimo, salió al 
rn< l im ito de Abraham , <|m> regresaba de derrotar <i los reyes, y lo bendijo.
Hebreos /:!.
\ o voy a d iscu tir las cues tiones teo ló g ica s que envue lven (hasta con un p o co do m isterio) a este persona je . Su a pa ric ión sorp res iva en el libro de G énesis , su recuerdo en los Sa lm os y los com en ta rios que Pablo o rgan iza en to rno a su figura, son lo ún ico que tenem os de él en la 
Mil >IIh, a pesar de eso, los teó logos han d iscu tid o (y a lgunos con tinúan hac ién - 
( l< »lo) sobre la natura leza, la func ión y los s im bo lism os que este hom bre tiene.
Solo te invito a pensar en M e lq u ise d e c ba jo dos aspectos : ser un tipo de 
Jesús y ser sacerdo te .
El prim ero de los asuntos, es (o debería ser) el sueño de todo cris tiano. V ivir 
una v ida de tal natura leza que podam os ser llam ados “ tipos de Señor Jesucris to ”. 
I ’.irece rnos tanto a él que pod a m o s ser su som bra. Ser tan sim ilares, que nos 
puedan llegar a con fund ir.
M e lqu isedec nos perm ite ser una nac ión de sacerdo tes . No neces itam os 
ser hebreos ni ser h ijos de Aarón. La o rden de M e lq u isedec es universal, y nos 
Incluye a ti a mí. No ex ige p rueba s de sangre ni de A D N , apenas un corazón 
en treg ado en las m anos de D ios, para que él rea lice la ob ra que debe hacer.
C uando Pedro, en su Epístola, nos llam a a ser un “ real sa ce rd o c io ” nos está 
co lo ca n d o en m anos la m ayor re sp o n sab ilidad esp iritua l que un ser hum ano 
puede tener: rep resen ta r a C risto de lan te de sus sem ejantes.
Pensándo lo así, pod e m o s llegar a en tende r po r qué es m ás fácil p re d ica r 
de Cristo a los “d e s c o n o c id o s ” con qu ienes nos c ruzam os en el cam ino de la 
v ida, que p re d ica rlo a qu ienes tienen el “ p la c e r” de conv iv ir con nosotros todos 
los días. M ostra r a C risto a una p e rso n a con la que n lin c a tuve n ingún tipo de 
contacto , d esde un pú lp ito , es m ucho m ás fácil que rep resen tarlo ca d a día y 
en cad a hora a tu hijo, a tu hija, a tu m am á, a tu papá, a tu vec ino , a tu am igo...
Es m ás fácil m orir po r C risto una vez que v iv ir po r él c a d a día. Ser un m ártir 
es cuestión de m inutos; ser d iscípu lo , es cuestión de to d a una vida.
M e lq u is id e c nos p o s ic io n a para ser reales sa ce rdo tes , co n una enorm e 
responsab ilidad de lan te del C ie lo y de la T ierra. Pide fue rzas a Cristo, para que 
hoy lo represen tes de la m ejor m anera pos ib le .
IDe ninguna manera debe» llcvni a mi hijo h l i tn flllál Ir Kipllcó Abra 
h a m -. El Señor, el Dios del cielo, que m e *..i< ó de l<i ( .is<i d r mi padre y de la 
tierra de mis familiares, y que bajo Juramento me prom etió dar ost.i tierra a 
mis descendientes, enviará su ángel delante de ti para que puedas traer de 
allá una m ujer para mi hijo. Génesis 24:6-8.\ A e g u s ta ría ser un h ijo co m o Isaac. Sin d u d a , p ie n so en el m onte 
\ / M oriah, en el sa c rific io vo lun ta rio que ace p tó ser. D efin idam ente , sin 
v sabe r cóm o D ios iba a so luc ion a r el p rob lem a de haberse acos tado 
sobre el altar, m arca una fe al nivel de la de su padre . Yo soy d e los 
que hub ieran co rrido . Y sí... hub iese s ido m ucho m ás fácil.
Para llega r a acosta rte en el a lta r del sacrific io , d e b e s co n o ce r m ucho al 
Padre que te p ide el sa crific io . No sé si tu a lta r será el de l d inero , el de las 
am is tades o el de tu traba jo ; no sé sobre qué a ltar D ios te está p id iendo que 
te sacrifiques. Pero, so lam ente te vas a an im ar a acos ta rte en el a ltar cu a n d o 
conozcas a tu Padre. Antes, es senc illam en te im pos ib le .
En rea lidad , no sé si me gusta ría ser un esposo com o Isaac. A cep to que las 
costum bres de la é poca m arcaban la responsabilidad de buscar las futuras e sp o ­
sas de los hijos sobre los padres, pero es una idea que no m e term ina de alegrar. 
Realm ente, preferiría rec ib ir la be n d ic ió n de m is padres sobre una e lecc ión que 
yo haya rea lizado. Al hijo de A b raham le fue m uy bien: D ios d irig ió la historia, el 
ser hum ano se de jó gu ia r po r el O m nisap ien te , y el resu ltado fue alegría.
S iem pre m e llam a la a tenc ión que Eliazer, el s iervo, n unca m enc ionara - s i ­
q u ie ra - el hecho de que la joven que D ios le iba a m ostra r tenía que ser linda; 
ni s iqu ie ra s im pá tica . La lista de “c u a lid a d e s ” iba po r o tros senderos. De todos 
m odos, com o D ios no nos de ja a m itad cam ino, la e leg ida cum p lía con los re­
qu is itos p e d id o s po r el padre del novio al siervo, por los que el s iervo le p id ió a 
Dios; y - p o r a ñ a d id u ra - la d e s c o n o c id a ag radó al prom etido .
¡Ese es D ios! C uando de jas que él guíe todas tus e le cc io n e s y todas tus 
dec is ion es (observa que repetí la pa la b ra “ to d a s ” ), las cosas salen m ejor de lo 
que tú habías soñado.
A( Al-
( liando l )(<>*. oyó ni niño sollozar, el Angel de Dios llamó a Agar desde el
< Irlo y Ir dijo: "¿Ou»‘* le pasa, A^ar/ No temas, pues Uios ha escuchado los 
sollozos del niño". Génesis 21:17.
‘ lJÓ CülPa tuvo A g a r en cuan to a la m ala ¡dea de Sara? Ella
) f \ no sedu jo a A b raham . Ella no le c o lo có ¡deas extrañas en la 
( \ \ y ca b e za a su am a. Ella, s im p lem ente , es taba hac iendo sus 
•y. y tareas, co m o todos los días, en la casa de sus pa trones y
m o lb ló una orden; abso lu tam en te extraña, estoy de acuerdo , pero una orden 
i |i in di ib ln cu m p lir co m o todas las otras.
Im agina la s ituac ión . Se levanta, co m o todas las m añanas; está hac iendo 
mi!; tareas com o to d o s los días, y cu a n d o Sara la llam a -d e s p u é s del cu lto m a­
tutino que A b raham c e le b ra b a -, le p ide que se s iente y le d ice que esa noche 
olla, la esc lava e g ip c ia , tenía que d o rm ir con A b raham . Y, co m o esclava, tenía 
que obedecer.
¿Le co rrespond ía a e lla e xp lica r a Sara y a A b raham que ese no era el m e jor 
i ¡ im lno para cu m p lir la prom esa? ¿Era e lla la responsab le por hacerles en tende r 
que no era la vo lun tad de D ios que la usaran com o un "v ientre de a lq u ile r” para 
consegu ir eng e n d ra r el hijo deseado?
Las d e c is ion es que tú tom as, norm alm ente, invo lucran a otras personas y 
ostas sufren conse cu e n c ia s , igua l que tú. Inc luso aque llas d e c is ion es que la 
m ayoría p iensa que solo a lcanzan a ellos, tam b ién tocan (a veces rozan, pero 
a veces go lpean) a los otros. E jem plo: yo fum o y no le hago m al a nadie, en el 
peor de los casos, a mí m ism o. M entira. Si fum o, aque llas personas que tienen 
que "c o m p a rtir” mi hum o tam b ién sufren.
A pesar de los errores (p rop ios o de los otros) que nos tocan, D ios nos cu ida . 
Nos o frece su p ro tecc ión y cu idado , aunque -d e s d e la p e rspec tiva h u m a n a - no 
lo m erezcam os. En el m ed io del des ie rto de tu v ida, D ios te envía un ánge l para 
m arcarte el cam ino que de b e s recorrer, te da el sustento que neces itas para 
que tú y tu fam ilia lleguen al des tino que él te ha m arcado.
Quizá, co m o Agar, los errores de o tros te han m arcado, y p o r cu lpa de otros 
estés pasando por s ituac iones co m p licad as. El m ensaje es c la ro y con tunden te : 
"Yo te cu ido , y te ngo un fu tu ro p rom iso rio para ti y tu fam ilia , si confías en m í”.
^ ' ISMAEL
Estás em barazada, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nom bre Ismael, 
porque el Señor ha escuchado tu aflicción. Génesis 16:11.
Si D ios escucha , co m o seña la el s ign ificado de l nom bre Ismael, el niño no debería haber s ido expu lsado del cam pam ento de su p rop io padre. Si D ios escucha , él no tendría que haber casi m uerto de sed en el d e ­sierto . SI D ios escucha , él no tendría que pasar po r n inguna d ificu ltad . 
No podría sufrir, no podría...
No sé qué ideas c ru za b a n por la ca b e za de Ism ael cu a n d o e scu ch a b a 
su nom bre, pero sí sé qué ideas cruzan por las ca b ezas de la m ayoría de los 
hom bres del s ig lo XXI cuan d o sufren, cuan d o las cosas no van bien, cuando las 
cosas no salen com o a ellos les hub ie ra gustado. ¿D ónde está Dios?
“¿Por qué esto me pasa a m í?” y “¿Qué hice para m erecer esto?”, son las 
típ icas p regun tas del ser hum ano (inc luso de cristianos) cuando a lguna situación 
lo incom oda . D esde el hongo en el p ie hasta la m uerte b ru ta l de un ser querido , 
son m otivos y razones para p regun ta rnos si Dios escucha.
En el caso de Ismael, la h is toria seña la que sus p rob lem as com enzaron con 
el nac im ien to de Isaac. H asta ese m om ento, él era el hijo de Abraham . C uando 
“el hijo de la p rom esa" nace, la s ituac ión cam bia rad ica lm ente . De heredero, 
pasó a ser "el otro".
Ism ael no p id ió nacer. No tuvo cu lp a por nada de lo que suced ió antes de 
su nac im ien to , pero sí es re sp onsab le por la actitud de bu rla que tom ó para 
con Isaac. D efin itivam ente, no d e b ió ser nada fácil ser co n sc ie n te de que todo 
lo que había cre ído duran te los trece años de su v ida se de sp lo m a b a con la 
llegada de Isaac.
D ios escucha , pero no es un hada m adrina que so luc ion a todos nuestros 
p rob lem as sin im p o rta r lo que hagam os. D ios no está m a lc ria n d o seres hum a­
nos arrogantes, pasándo les la m ano por la cabeza a pesar de sus ac titudes y 
a cc iones equ ivocadas .
C ada uno es responsab le po r las ac titudes que tom a. Es natural que Ismael 
haya a c tu a d o así frente a Isaac, pero la dec is ión final de m enosp rec ia rlo y de 
tra ta rlo m al fue de él.
Q uizás, hoy te toque sufrir a lguna pé rd id a o tengas que cam biar, a la fuerza, 
a lgún punto de vista. Puedes co n ta r con D ios, quien te e scu ch a y te am a m ás 
allá de tus de c is io n e s equ ivocadas ,
18 de enero
■ s i19 de enero
LOT K ^ ' - i
Lot levantó la vista y observó que todo el valle del Jordán, hasta Zoar, era 
tierra de regadío, como el jardín del Señor o como la tierra de Egipto. Así era 
antes de que el Señor destruyera a Sodoma y a Gomorra. Génesis 13:10.
os o jos de Lot se escapa ron hasta S odom a y G om orra cu a n d o e lig ió la 
llanura para vivir. Defin itivam ente, las c iudades no com enzaron a ser aque l 
lugar tan c o m p lica d o para v iv ir d espués de la llegada de Lot; ya lo e ran
_____ d esde antes de su llegada, y él d e b ió haber sa b id o lo que lo e sp e ra b a
si entraba en ellas. Aun así, entró.
No lo hizo el p rim er día. No salió co rrie n d o de la conversac ión co n su tío 
y se m etióen el cen tro de la c iudad , para “ fes te ja r” su libe rtad fam iliar. Fue un 
p roceso largo. Un p roceso que d e b ió de haber co m e n za d o con una p o s ic ió n 
de cu idado , de aprens ión en re lación con las c iu dades , con sus hab itan tes y 
con sus cos tum bres.
Poco a poco , Lot y su fam ilia fueron a co s tum brándo se a lo que era “natura l 
y no rm a l” entre los sodom itas, y las d is tanc ias se fueron acortando . Las barre ras 
se fueron cayendo . Las tiendas se fueron a ce rcando . Casi sin pe rc ib irlo , h ic ie ­
ron un buen ne g o c io co m p ra n d o una casa en la c iudad . ¿Para qué co n tin u a r 
v iv ie n d o en tiendas , co m o el tío vie jo , si pod ían c o m p ra r la c o m o d id a d y el 
con fo rt de la c iudad?
Nos a co s tum bram os al p e ca d o de tal m anera que no nos cu id a m o s de él. 
Es tan natura l para nosotros, que ya no nos llam a la a tención. Recién c u a n d o 
el p e ca d o se trans fo rm a en traged ia , a lguna fib ra de nuestro co razón se se n ­
sib iliza. Lam entab lem ente , m uchas veces es m uy ta rde y tenem os que p a g a r 
las consecuenc ias .
Lot se e q u ivo có en la p rim era dec is ión , se e q u ivo có en las d e c is io n e s in ­
te rm ed ias y se e q u ivo có en las ú ltim as, tam bién . Todas lo llevaron a S odom a.
Por la conve rsac ión que A b raham tuvo con C risto respecto de las c iu d a d e s , 
ni s iqu ie ra había co n se g u id o conve rtir a d iez personas. Lot no había c o n s e g u i­
do conve rtir a su fam ilia . Él es taba m ás in fluenc iado por la c iu d a d de lo que él 
m ism o sospe ch a b a ; tanto que el ánge l lo tuvo que a rra n ca r po r la fue rza de la 
c iu d a d antes de que el fuego la consum iera .
D ifíc ilm ente sa ltam os al p e ca d o cu a n d o lo vem os por p rim era vez. Por e d u ­
cac ión , p rinc ip ios, c reenc ias o a lguna cosa buena, lo m iram os de reojo y no nos 
•,nntim o;; bien. El p rob lem a apa rece cu a n d o llegam os a m ezcla rnos tan to con 
ni quo ni s iqu ie ra lo d is tingu im os. O ra para estar atento hoy.
20 de enero
'.*. LAS HIJAS DE LOT
Luego, por m iedo a quedarse en Zoar, Lot se fue con sus dos hijas a vivir 
en la región m ontañosa. Génesis 19:30.
a B ib lia no m enc iona los nom bres de las hijas de Lot, pero sí seña la los 
nom bres de sus hijos. Seguram ente , por el s ig n ifica d o de estos, y a fin 
de m ostra r el o rigen de dos p ueb los que co m p lica ro n la ex is tenc ia del 
_____ p u e b lo de Israel duran te m uchos años.
Pero, hay tres aspec tos que llam an la a tenc ión en las líneas que M oisés les 
d e d ic a a las dos sob rinas de A b raham . Vivían en S odom a y G om orra jun to con 
sus padres. Sin duda , a lgún con ta c to con su tío deb ie ron haber tenido, pero 
la B ib lia no se de tiene a hab la r de esos pos ib les encuentros. Lo c ie rto es que, 
en m ed io de la d e c a d e n c ia m oral que re inaba abso lu ta en las c iudades, no sé 
si por in fluenc ia de l tío, del padre o de las c ircuns tanc ia s , las hijas de Lot se 
m antuv ie ron vírgenes.
C uando los ánge les son b u scados po r los hom bres de la c iudad para v io le n ­
tarlos, Lot de fiende a sus d e sco n o c id o s invitados, o frec iéndo le a la en loquec ida 
tu rba a sus dos hijas vírgenes, para que el g ru p o se com p lac ie ra .
D iscú lpam e si op inas d iferente, pero para mí es el punto m ás bajo al que 
Lot cayó en su v ida. N ada se co m p a ra con la ac titud co b a rd e y vil que este 
¿padre? tom a. Es otra cu ltura . Es otra rea lidad. Es otro tiem po. Pero soy padre 
de dos hijas, y la pos ic ión de Lot m e parece inadm is ib le en to d a c ircunstanc ia , 
tiem po y cu ltura.
Sin em bargo , estas jóvenes tienen novios (Gén. 19:12-14). En el con tex to 
soc ia l en el que es tas jóvenes se m ovían, me p re g u n to có m o tenían nov ios 
sodom itas y eran vírgenes. D ifícil. No voy a de c ir im pos ib le , porque la B ib lia 
d ice que lo eran (en las pa lab ras de su padre, qu izás era el ú ltim o en enterarse).
F inalm ente, el te rce r a spec to que m e llam a la a tenc ión es la dec is ión que 
tom an de em borracha r a su padre para com eter incesto con él. Nuevam ente p ido 
perdón , pero no me parece que sea una idea que surge de una joven virgen. 
Q uizás el cu e rp o de las hijas de Lot haya s ido virgen, pero la m ente haya es tado 
abso lu tam en te con tam inada .
Por este tip o de s ituac iones es que Cristo, en el Serm ón de l Monte, exp lica 
que el p e ca d o nace en el corazón. C risto no se con fu n d e con lo que tus m anos 
hacen o de jan de hacer: él c o n o ce tu co razón.
REBECA •
Aún no había term inado de orar cuando vio que se acercaba Rebeca, con 
su cántaro al hom bro. Rebeca era hija de Betuel, que a su vez era hijo de 
Milca y Najor, el herm ano de Abraham. Génesis 24:15.
a h is to ria se rep ite . Isaac s igue los m o ldes de su padre . Eso es m uy 
bueno en varios aspec tos , to d o s e llos m u y pos itivos; pero tam b ién lo 
con tinúa en los-otros.
_____ Así co m o Sara, R ebeca era ¡inda. H ab la ndo de ella, la B ib lia lo d ice
claram ente: “ La joven era m uy herm osa...” (Gén. 24:16); razón por la cua l ta m ­
bién Isaac va a m entir para sa lvar su v ida, com o lo había hecho su padre unas 
d é ca d a s antes (Gén. 26:7).
Así com o Sara, R ebeca era estéril (Gén. 25:21). y fue m adre g rac ias a la 
in te rvención d iv ina. En el caso de A b raham , con el nac im ien to en su ve jez de 
Isaac; en el caso del heredero, luego de una orac ión e sp e c ífica po r este tem a, 
y que tuvo com o resu ltado el nac im ien to de Esaú y de Jacob.
R ebeca sí se an im a a rom per am arras con su fam ilia y a partir a una aventura 
que com ienza con a lgunos cam e llos llenos de rega los, pero que ella no sabía 
(ni soñaba) cóm o podría term inar. No d e b ió haber s ido tan s im ple , pero e lla se 
anim ó a hacerlo .
R om per el c írcu lo de v ida im puesto en la fam ilia no es fácil. Los horizontes 
que nuestros padres nos m uestran son los que nos acos tum bram os a ver.
D ios tiene una so luc ión para cad a uno de nuestros prob lem as. Tam bién para 
esta te la de araña en la que se transform an las in fluencias fam ilia res.
No cono zco tu historia. Pero sí co n ozco al D ios de la historia, y te puedo 
iií.ogu ra r que po r m ás d ifíc il que sea tu pasado, p o r m ás c o m p lica d o que se 
m uestre tu presente y por m ás oscuro que veas tu futuro, él te cu idará .
No im po rta cuá l es tu punto de pa rtida , te p u e d o asegu ra r cuál es la línea 
de llegada que el Señor soñó para ti. T iene puertas que son p ied ras p rec iosas.
I Irano ca lles de oro. T iene un m ar de cris ta l. T iene el á rbo l de la v ida justo en el 
ccintro de la c iudad .
13< iro, m ejor que todo eso, en el sueño de D ios estás tú, rec ib iendo su abrazo 
cnrlAoso y d lc ió ndo te : "H ijo, llegaste a casa".
No Im porta cuán extraña te parezca la s ituación: si D ios te p ide que rom pas 
Idu lu /o t; fum llla reíi, de am istad o labora les, hazlo. Él tiene a lgo m ucho m ejor
21 de enero
22 de enero
ESAÚ
Isaac quería más a Esaú, porque le gustaba comer de lo que él cazaba; 
pero Rebeca quería más a Jacob. Génesis 25:28.
C
uando p ienso en Esaú, p ienso en un p la to de lentejas. En mi caso, no 
vendería ni un láp iz usado po r lentejas. Mi esposa tam poco , po rque 
le son ind igestas .
Esaú es el que rom pe los m oldes de sU tranqu ilo y pacífico padre. 
Le gusta el cam po. Caza. Se an im a a ir m ás a llá de los lím ites del cam pam ento . 
Es tem era rio y valiente. Su padre lo ama.
Este perfil, tan d iferente del de su herm ano gem elo, lo hace centra rse en las 
cosas terrena les, presentes, inm ed ia tas. No tiene tiem poni án im o para pensar 
en cosas que vayan m ás a llá de su apetito presente, de su prem io pe rd id o en 
aquel instante, de su inm edia tez.
Si Esaú no hub ie ra es tado tan cansado , con tan to ham bre, no hub ie ra ve n ­
d id o su p rim ogen itu ra por tan poco . Habría n e g o c ia d o mejor.
Las cosas d iv inas están m ucho m ás allá de un p lato de lentejas que te sacien 
el ham bre del m om ento. Para d is fru tarlas, necesitas d e d ica r tiem po para pensar 
en ellas. Poder pensar y tener tie m p o son dos e lem entos que no aparecen entre 
las caracte rís ticas m ás sobresa lientes de Esaú, ni de la posm oderna soc iedad de 
hoy. So lem os co rre r por las ca lles de esta v ida in tentando ca za r nuestra próxim a 
presa, y vend iendo , por p la tos de lente jas lo rea lm ente im portante .
Las lentejas del sexo fácil sacian tu ham bre de p lacer inmediato. No necesitas 
com prom iso , no necesitas estar casado. Solo necesitas un poco de satis facción.
Las lentejas de la m entira sacian tu ham bre de poder. No im porta quién ca iga 
en el p roceso de tu ascensión . Y, a veces, el ca rg o vale tan poco.
Las lente jas de la ja c ta n c ia sac ian tu ham bre de p opu la ridad . No im po rta si 
es verdad, im po rta que a “e llo s ” les guste.
Tal com o Esaú, som os profanos, por más que estam os rodeados de s ituac io ­
nes que nos ayudarían a no serlo. El cam pam en to de Isaac era una p royecc ión 
del que había go b e rn a d o su padre duran te m ás de un sig lo : cu ltos, sacrific ios , 
cerem on ias... la p resenc ia de la re lig ión (de la ig lesia) en todo m om ento.
Pero no tenem os tiem po para eso. C um plim os con los com prom isos reli­
g iosos m irando el reloj y pensa n d o en la p róx im a caza. Escucham os el serm ón 
p ensa n d o en la sa lida de esa noche. La re lig ión de fo rm as no salva a nadie.
Esaú vende su p rim ogen itu ra p o rque no le interesa; p o rque qu iere a lgo, y 
lo qu iere aquí y ahora. ¿Qué estás ven d ie n d o por lentejas? R ecuerda :pueden 
ser ind igestas .
J A C O B
En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: "Yo soy el Señor, 
el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les 
daré la tierra sobre la que estás acostado". Génesis 28:13.
I D ios de tu padre. El D ios de tu abuelo . El D ios de tu fam ilia , de tu pas-
_____ tor, de tu profesor, de tu vec ino . Si Dicfs no es tu D ios, no sirve de nada.
No son las trad ic iones fam ilia res las que te salvan. No son las historias
_____ de m ilag ros en la v ida de tus an tepasad os los que te dan un pasapo rte
a la e te rn idad . No son las c re d e n c ia le s de tu he rm ano que te abren las puertas 
de la santa Jerusa lén . O D ios es tu D ios o no tienes sa lvación.
J a co b se acostó a d o rm ir con m iedo. En la s ituac ión en la que se e n co n tra ­
ba, lo ú ltim o que espe raba era tener una v is ión d iv ina, pero D ios no es tá m uy 
in teresado en tu p repa rac ión previa para encontra rte : él te qu iere com o estás, 
d onde estás.
Si estás en el des ierto de tu vida, du rm iendo con una p iedra com o a lm ohada, 
huyendo de tu p rop io herm ano y con m iedo de lo que te p u eda llega r a ocurrir, 
defin itivam ente no es el m ejor m om ento para un encuentro . Te o lv idaste de vestir 
tu tra je sabá tico , tu cam isa y tu co rb a ta de san tidad . Sin em bargo , D ios ostá 
d e se spe rado po r sa lvarte, po r m ostra rte su amor, po r llevarte a casa. Te busca, 
te encuentra , te habla... Solo lo hace si tú lo dejas.
El m iedo de J a co b se trans fo rm a en una sensación extraña. Él conocía ni 
hom bre de la pun ta de la esca le ra . H abía e scu ch a d o a su padre y a su abun lo 
hab lar de él de una m anera, en un tono y con una fam ilia ridad que para ól m iin 
extrañas. Era el D ios de ellos, no el suyo.
D ios no se con fo rm a con ser tu D ios fam iliar. Él no qu iere un lugar on lun 
focue rdos , jun to al de los seres qu e rid o s que respetas aunque no los c o n o c í" , 
TI qu ie re que lo conozcas , que lo a cep tes y, después, que lo am es, N unca un 
al revés.
J a co b com ienza a ser transform ado aquella noche en el desierto, 1 1 so anlm n 
a n e g o c ia r con D ios. "Si m e das lo que necesito , yo te doy mi corazón", No ti;, 
porten to , poro si su fic ien te . D ios se lo aceptó , y lo fue m o ld e a n d o hatiln qun 
llogó a ñor ol p rin c ip o que luchó con D ios y con los hom bres, y venció, C on tigo 
p ín u la hacer lo m ism o.
23 de enero
24 de enero
■.. RAQUEL
Pero Raquel, luego de tom ar los ídolos y esconderlos bajo la m ontura del 
cam ello, se sentó sobre ellos. Labán los buscó por toda la carpa, pero no los 
encontró. Génesis 31:34.
a ca d e n a de m u jeres in teresantes en la fam ilia de A b raham crece . Sara, 
con su be lleza y es te rilidad , m arca el in ic io de una cade n a que con tinúa 
con R ebeca. L inda y tam b ién estéril, acom p a ñ a rá al buen Isaac en el
--------- re co rrido de sus v idas, hasta que m uere sin vo lver a ver a su am ado hijo
Jacob . Este, sin tener el ca rá c te r ni la esp iritua lidad de su padre ni de su abuelo , 
rec ibe un p o co de su p ro p io veneno cuan d o rec ibe a Lea com o esposa. F ina l­
m ente, co n s ig u e casarse con Raquel. L inda (po r lo m enos para Jacob , qu ien la 
prefería antes que a Lea) y estéril tam bién .
G ene ra c ió n tras g e n e ra c ió n , a lgunos rasgos m uy fue rtes se m an tienen, 
m ientras que o tros van c re c ie n d o o d ism inuyendo. Las m ujeres e leg idas com o 
esposas se parecen m ucho entre ellas en varios detalles, por e jem plo, la belleza. 
A pesar de esto, c reo que la e sp iritua lid ad y la d e p e n d e n c ia de D ios que Sara 
y, p rinc ipa lm en te , R ebeca m ostraron no son v irtudes sobresa lien tes en Raquel.
Igual que Sara, en trega una s ie rva a su m arido para que tenga hijos. Igual 
que R ebeca, prefiere a su m arido (R ebeca, sin conocerlo ; Raquel, conoc iéndo lo ) 
antes que q u e d a r en la ca sa de su padre.
Justam ente en el m om ento de esta decisión, Raquel tom a los ídolos fam iliares 
de su padre; qu ien re tornando del cam po, sa ldrá tras su yerno para recuperarlos.
Los com en ta d o re s se d iv id en en cuan to a las razones por las que R aquel 
robó los ídolos, y por las que Labán estaba tan ans ioso por recupera rlos. A l­
gunos d icen que los ído los eran am ule tos de p ro tecc ión pa ra las personas que 
los tenían.
O tros d icen que estos pequeños ídolos eran una espec ie de escrituras de los 
te rrenos que pertenecían a la fam ilia . Este m otivo, pensa n d o en lo gananc ioso 
que era Labán, es m ás “ ló g ic o ”. Y, s im u ltáneam ente , se entendería que Raquel 
los robó p o rque en su d e b id o tiem po se los podría en treg ar a su m arido.
No im p o rta d e m a s ia d o el m o tivo de l robo, p e ro hay a lgunas co sa s que 
R aquel nos enseña. Ella co n fia b a m ás en los ído los fam ilia res que en el D ios 
de la fam ilia de su esposo.
Tú d e c id e s en qué vas a p o n e r tu con fianza . Y no rm a lm en te tienes dos 
opc iones: los pequeñ os ído los fam ilia res o el gran D ios de los c ie los y de la 
T ierra. Tú e liges.
RUBÉN
25 de enero
Entonces habló Rubén: -Y o les advertí que no le hicieran daño al m u­
chacho, pero no m e hicieron caso. ¡Ahora tenem os que pagar el precio de su
sangre! Génesis 42:22.
ace r las cosas bien es m ás d ifíc il que no hacer las cosas mal. C uando
______ el g ru p o presiona, la s ituac ión aprem ia, la m ayoría no apoya; cu a n d o
los p rinc ip ios y las c reenc ias están en juego; cuan d o en tu pensam iento 
m ás íntim o p iensas diferente, hay que ser valiente para anim arse a hiu:i u 
lo correc to . R ubén no estaba fe liz co n los sueños de José. M ucho m enos conlas in te rp re taciones. Tam poco le causaba n inguna g rac ia que Jacob -s in n ingún 
tip o de d is im u lo - lo am ase más que a todos. Le m o les taba tanto o má:; que ¡il 
resto de sus herm anos la tún ica de co lo res que José usaba. Pero, no lo quorln 
m atar; con un susto era sufic iente. Q uizás así ap rend ie ra .
Por habe r p ro fanado la cam a de su padre (1 Crón. 5:1), él ya hab la pe rd id o 
su p rim ogen itu ra , pero Jacob no se la había d a d o a nadie. El ca n d id a to nnlurn l 
era Judá; pero el cand ida to del co razón paterno era José: una razón m ás parn 
m atarlo . Pero Rubén no se anim a, y sug ie re la idea de a rro jarlo en un pozo 
H ace r lo co rre c to hubiera s ido respetar la v id a y la in teg ridad dol herm ano 
m enor, inc luso defenderlo . Pero, la p res ión era m ucha. No se anim ó. So lam ou ln 
no hizo lo peor. No fue sufic iente, com o ocurre en la m ayoría de las vece fi 
Hoy tendrás la chance de tom ar dec is ion es co rrec tas , buenas y poaltlvnn
o d e c is ion es no tan malas, no tan negativas, no tan erradas. Q u i/á no vaynn n 
d e fende r a qu ien lo m erece, pero ta m p o co lo vas a m atar; lo vas a arro |n i .i i i i i 
pozo. Las in tenc iones hasta pueden ser buenas y co rrec tas , pero Inn bimnuw 
In tenc iones no so luc ionan p rob lem as por sí m ism as.
I os ism aelitas continúan cam inando por el des ie rto de este mi n íclo con i| im i i 
do esc lavos, C u idado. No vaya a ser que qu ien querías de fende r en aliónelo, un 
necreto, cu a n d o llegues para hacerlo ya esté a varios c ien tos de k llóm n lm n dn 
d is tanc ia , re co rriendo el cam ino hac ia la esc lavitud .
J í* i ld üMOfO
JUDÁ
Tú, Judá, serás alabado por tus hermanos; dom inarás a tus enem igos, y 
tus propios herm anos se indinarán ante ti. Génesis 49:8.
s el cua rto hijo de Ja co b con Lea, pero es qu ien rec ibe las prim eras ben-
_____ d ic io nes de Jacob . Solo José será m ás encum brado . Pensándo lo desde
la b iografía , es d ifíc il e n tende r po r qué Jud á m erece tan tas bend ic iones .
_____ Es un hom bre com o cua lqu ie ra . Él tiene la ¡dea de vender a José.
Se separa de sus herm anos. Se casa con una m ujer que no es de su pueblo . 
Se acues ta con ram eras. No cum p le , natura lm ente, con sus prom esas; lo hace 
solo cu a n d o es o b ligado . No, no es un hom bre cua lqu ie ra ; es “un p o co p e o r” 
que un hom bre cua lqu ie ra .
Pero Jacob , en un m om ento de insp irac ión , lo bend ice . La bend ic ión que 
rec ibe fue -s in lugar a d u d a s - d ir ig id a po r D ios, puesto que C risto nacerá de 
esta tribu . Será tan ta la fue rza de la gente de Judá que e llos - c a s i- so los serán 
el “ reino del su r”, cuan d o las tribus se d iv id ieran.
H asta hoy llam am os a los descend ien tes de Israel com o judíos, des ignac ión 
que de riva de Judá . ¿No te pa recen dem as iados honores para una pe rsona 
co m o Judá?
A veces, los cam inos de D ios son d ifíc iles de entender. A quellos que nosotros 
pensam os que lo m erecen, no rec iben nada. A que llos que, desde nuestro punto 
de vista , deberían ser p iadosam en te o lv idados, son encum brado s.
R ecuerda que el encuentro de Esteban con el apósto l Pablo no será la ún ica 
so rp resa que habrá en el c ie lo . Hay a lgo en la v id a de Judá que D ios quiere 
que tengam os.
LEVI
27 de enero
Luego quedó em barazada de nuevo y dio a luz un tercer hijo, al que lla­
mó Leví, porque dijo: "Ahora sí me amará mi esposo, porque le he dado tres
hijos". Génesis 29:34.
a cob no le d io la p rim ogen itu ra a Leví porque , desde su punto de vista, 
era ex trem adam en te v io lento, igual que S im eón. En razón de este rasgo 
J de carácter, el pa tria rca -e n el m om ento de las bend ic io n e s fin a le s - no 
— ' solo no le da la p rim ogen itu ra a este hijo, s ino tam b ién pro fe tiza que será 
d isp e rsa d o por Israel.
P rcfé ticam ente , Leví está d e s tinado a no tener un lugar. Los descend ien tes 
de este hijo de Ja co b rea lm ente no rec ib irán heredad; apenas un puñado de 
c iu d a d e s en las que com partirán su rea lidad con todos sus herm anos.
Lo in teresante es que, al llega r a esa d ispers ión , la tribu de Leví dem ostró 
ser la ún ica que se m ueve po r p rin c ip io s en su v ida re lig iosa. No im p o rta b a si 
M oisés ya llevaba cuaren ta días en el m onte, no im p o rta b a si el resto del pueb lo 
quería ir detrás de "otros d io se s ”, la tribu no d ob ló su rod illa de lante del becerro .
Y D ios los separa , para que sean sus sacerdo tes.
D ios cum p le sus profecías, pero no m arca a sus hijos. La pro fecía era d isp e r­
sar a los levitas. Y los d ispersó . Pero, no los m arcó com o una tribu descend ien te 
de un ser hum ano v io lento, s ino que todos los que obse rva b a n a los levitas 
pensaban en su sa ce rd o c io y en su lea ltad al Señor.
H ace m uchos años, e scuché la h istoria de dos hom bres que fueron encon- 
ti. idos robando ovejas. En el con texto socia l en el que se desarro llaba la historia, 
i leb lan rec ib ir un severo cas tigo físico. De ese m odo, nunca o lvidarían su acción.
La so luc ión m ás inde leb le que encontra ron fue m arcarlos, com o al ganado , 
i :on los dos té rm inos que los defin irían de allí hasta la tum ba: ladrones de ovejas.
I n ing lés es sh e e p thief. Las in ic ia les de las pa lab ras (ST) en la frente de cad a 
uno, m ás allá de la c ica triz y del dolor, los m arcaban.
Uno de los m ucha ch o s no sopo rtó la s ituac ión, y se qu itó la v ida. El otro 
tin tund ió su erro r y v iv ió in ten tando ayudar a todos con qu ienes se c ru za b a en 
ni cam ino de su v ida.
I I tiem po pasó, y aque l m u chacho se hizo abuelo . Una m añana, m ientras 
oum lnnbü p o r las po lvo rien tas ca lle jue las del pue b lo d o n d e vivía, dos n iños 
|UU'it)un do lante do ól, Uno de los niños le p regun tó al otro:
;,: ¡ iib«s qurt ¡significan esas letras en la frente de l abuelo?
No, pero debe de ser algo nsl corno "santo",
m m m SIMEÓN
Lea volvió a quedar em barazada y dio a luz otro hijo, al que llam ó Si­
m eón, porque dijo: "Llegó a oídos del Señor que no soy amada, y por eso m e 
dio tam bién este hijo". Génesis 29:33.
s el s e g u n d o h ijo de Lea. Es el he rm ano de R ubén, p r im o g é n ito d e
_____ Jaco b . Leví es su co m p a ñ e ro inseparab le ; lo m ism o que D ina, la h ija
d esho n ra d a de Jacob .
--------- En el m om ento final de la v ida del pa tria rca , en el m om ento de da r la
p rim ogen itu ra , Ja co b le n iega el p riv ileg io a este hijo, en el m ism o d iscu rso en 
el que se lo n iega a Leví p o r su v io lencia . C um p liéndo se la pro fecía del padre y 
com o co n secuenc ia de esta no -ben d ic ión , ni Leví ni S im eón tuvieron un territo rio 
de fin ido entre sus herm anos en el pueb lo de Israel.
La v io le n c ia de estos dos h ijos de J a c o b (aunque a lgunos c o m e n ta d o ­
res seña lan que en el a taque a S iquem pa rtic ipa ron todos los herm anos) es tá 
co n d im e n ta d a con fiereza, m entira, engaño y una c ru e ld a d extrem a. Increíb le.
D ina es v io la da por un p rínc ipe de una tribu vec ina . M ás allá del pos te rio r 
p e d id o de casam iento , m ás a llá de las negoc iac iones y las m utuas p rom esas 
de apoyo y los favores, m ás a llá de que es Ham or, el padre de S iquem , qu ien 
busca a Jaco b para intentar arreg la r la s ituación, lo único que queda en la m ente 
de S im eón es el hecho de que aquel hom bre deshonró a su herm ana.
S iquem cu m p le su parte en el trato. A los tres días, los hijos de Ja co b a ta ­
can a una c iu d a d despreven ida , m atan a todos y roban to d o lo que cons iguen .
No voy a de fende r a S iquem: se co m p o rtó te rrib lem ente mal (recuerda, soy 
padre de dos hijas...), pero po r lo que la B ib lia nos d ice , desde su p e rspec tiva 
de v ida se a rrep in tió y buscó a rreg la r la s ituación.
Sin n e ce s id a d de dem ostra r tan ta v io lencia , m uchas veces nos co m p o r­
tam os com o S im eón. M ás a llá de to d o lo que p u e d a su ce d e r después de una 
ofensa, m ás a llá de las p rom esas y los perdones que dem os, lo ún ico en lo que 
co n se g u im o s pensar es en nuestra venganza . N uestro pe rdón es pequeño , 
m ezqu ino y m entiroso. N uestra p rom esa de reatar víncu los queda en el vacío, 
po rque nuestro corazón ya está lleno de odio, de rencor, de enem istad; po r m ás 
que nuestras pa lab ras d igan lo contrario .
¿ N ecesitas pe rdon ar de ve rdad? Hoy es el día.
28 de enero
ZABULÓN
Zabulón vivirá a la orilla del mar; será puerto seguro para |as naves y sus 
fronteras llegarán hasta Sidón. Génesis 49.73
a p ro fec ía de Ja co b en re lac ión con su sexto h ijo |0 se ña |a co m o un 
favorec ido , de sd e el punto de v ista económ ico . El hecho de hab ita r a 
la orilla de l m ar y ser puerto seguro, co lo ca a Z abu lón en una pos ic ión
---------venta josa, po rgue por m ás que su territo rio no sea extenso la can tidad
de gente que debería pasar po r él era enorm e. En ese contexto la pos ib ilidad 
de e n riquece rse a través del in te rcam b io com erc ia l era g r9ncje
¿Es p e ca d o ser rico? No. El peca d o está en co lo ca r tu c 0nf¡an2a en tu cuenta 
bancaria , y no en Dios. Pero la situación n o e s apenas tan sirnp|e ¿Quién es rico? 
¿Aquel que tiene una cuenta bancaria con varios ceros detr§s 0 aq ue| que puecje 
com er ca d a día? ¿Cuántos autos d e b o tener en el gara je para cons ide ra rm e 
rico? Todo d e p e n d e rá de la com p a ra c ió n que qu ie ras rea|¡z a r
Solo para que tengas una idea com para tiva . ¿Tienes au t0? No im porta la 
m arca, el m ode lo ni el año. Se ca lcu la que hay “apen a s ” ^ m illones de autos 
c ircu la ndo en un país con 40 m illones de hab itan tes. ¿Com es todos los días? 
Hay 13.700 n iños que se m ueren de ham bre po r día.
Si el d ine ro no es su fic ien te com o para que nos e sco r1Cjam os detrás do ól 
hay otros e lem entos que p odem os usar com o trinche ra ^ ara o c u itarnos y no 
co m p ro m e te rn o s con nuestro d e b e r y nuestra re sP°ns^|;)j|¡(:)acj' inc luso olu 
m entos esp iritua les . Tu herm ano te p ide pan y tu respuesta es "oraré por ti" lu 
herm ano te p ide a b rig o y tu respuesta es “Q ue D ios te acom p añe" ¡n 0 | Tiurnin 
que acom pañar, abrazar, abrigar.
En el caso de los hijos de Z abu lón , las riquezas no fueron una forta leza pn ia 
que se e scond ie ran detrás de ellas. Por el contrario , cuan^j0 e | pueb lo cJo lumnl 
los neces itaba , e llos se p resen taban en núm eros cons¡derak |es [)ara C0|,,|)0mr 
con la nación. No eran de aque llos que cuan d o se los necQs¡ta para k{,i;,||¡i, l i( ,|,, 
onvlan a rm as y m un ic iones (cuando sobra d inero, co m p r9r 0S m ¿c5 f^ Cj|) | ,, |n 
ópoca de l rey D avid, la B ib lia cuen ta que "de Z abu lón habla c incuen ta mil <|im 
salieron con el ejército, que podían ponerse en orden de ba(a)|;| con toc)(, < IMI,, j „ 
arm as de guerra y que ayudaron a D avid sin dob lez de corf l/( ;)n" ( | y(> ( 
¿Sabes? D ios no está In teresado en tu cuen ta bancaria f i ciuiuro tu cort, vn i
29 de enero
M) il«* m ie fo
JOSÉ
Israel am aba a José más que a sus otros hijos, porque lo había tenido 
en su vejez. Por eso m andó que le confeccionaran una túnica especial de 
mangas largas. Génesis 37:3.
José era el favorito de su padre, pero no de sus herm anos; eso 
es taba c la ro para todo el m undo. A pesar de esto, ni su padre ni José h ic ie ron 
nada para am en iza r la s ituac ión .
No hay n ingún p e ca d o en tener o en haber g a n a d o por m érito p rop io el 
apoyo, la co n s id e ra c ió n , el respe to o -e n este c a s o - el am or de otro. Pero, 
aque l conse jo de “estar en paz con to d o el m u n d o ” me parece que inc luye el 
no fo rzar la s ituac ión, no co m p lica r -m á s de lo que ya e s tá - el am biente , y no 
p ro fund iza r las d ife renc ias que surgen en una s ituac ión así. Ni José ni Ja co b 
tuvieron la p ru d e n c ia de in tentar adm in is tra r los ce los -q u e luego se convirtie ron 
en o d io - de los herm anos.
Una tú n ica de co lo res no es una buena m anera de am en iza r una s ituac ión 
tensa. Pedir al hijo que vaya a v ig ila r a sus herm anos y le tra jera las inform aciones, 
no es la m ejor m anera de intentar a yudar a ecualiza r los son idos desafinados que 
surgían en aque lla sinfonía fam iliar. C on ta r en fuerte y v iva voz, de jando en claro 
en la m ente de todos los oyentes, un par de sueños que lo co lo ca b a n com o la 
cabeza del clan, tam poco es una buena estrategia para apac igua r las relaciones.
No creo que m entir sea la so luc ión para nada, pero no leo en ningún lugar de 
la B ib lia la suge renc ia de d e c ir en a lta voz todo lo que pasa po r nuestra mente.
Sin d u d a a lguna, D ios u tilizó el cam ino que José trazó para llevar ade lan te 
su m arav illoso p lan de sa lvac ión para la fam ilia de Jacob . Pero me parece que 
e n fren tando las d ife ren tes s ituac io nes de otra m anera, José (y el m ism o Jacob) 
hubiera(n) su frido m enos.
Hoy enfren tarás un nuevo día con gente que te am a, com o Jacob a José;
o con gente que no te am a tanto, com o los herm anos a José. En cua lqu ie ra de 
las s ituac iones, c reo que sería p ruden te y vá lido si reco rdaras que “ ...m anzanas 
de oro en engastes de p la ta es la pa lab ra d icha com o conv iene" (Prov. 25:11).
u iero que q u e d e c laro , antes que nada, que José es uno de m is 
héroes b íb licos favoritos. Sin em bargo , hay a lgunos de ta lles a ce ca 
de los cua les m e gustaría m ed ita r con tigo .
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31 de enero
BENJAMÍN
¡Que el Dios Todopoderoso perm ita que ese hom bre Ies tenga com pa­
sión y deje libre a su otro herm ano, y adem ás vuelvan con Benjamín! En 
cuanto a mí, si he de perder a mis hijos, iqué le voy a hacer! ¡Los perderé!
Génesis 43:14.
J "N. uién c
J í A ta n d o
( X V ser:"rv------' intimo
\ uién o qué es tu “ B en jam ín ”? O bviam ente , no estoy p regun - 
( \ tando por tu hijo o herm ano menor, porque la respuesta puede
"no te n g o ”. Estoy h ab lando de a lgo m ás pro fundo, m ás 
.íntim o, m ás c e rca n o a aque l r in co n c ito de tu co razón que 
reservas exc lusivam ente para gente m uy espec ia l.
¿Quién es tu Benjam ín? Ja co b es ta b a d ispues to a pasa r ham bre, qu izás 
hasta a morir, con tal de no de ja r ir a su ú ltim o hijo. D iscutió , renegó, buscó a l­
ternativas. Recién ace p tó de ja r ir a su Benjam ín cu a n d o no tuvo m ás opc iones, 
y después de rec ib ir todas las p rom esas que podría llegar a im ag inar de parte 
de sus hijos m ayores.
¿Quién es tu Benjam ín? ¿Qué es o qu ién es aquel (o aque llo ) de lo que te es 
tan difíc il d esp rende rte , deshacerte?
En el caso de Jacob , las razones eran s im p les y c laras. Ú ltim o hijo, el hijo 
do su vejez, el ú ltim o hijo que le d io su am ada R aquel, el hijo que q u e d ó en sus 
brazos cuan d o Raquel murió, el hijo que o c u p a b a el lugar de l hijo am ado que 
h .ib la pe rd id o (según él), ases inado po r una fie ra del desierto .
¿A caso Jesús es nuestro Benjam ín? ¿Qué cam b ia ría en tu v ida y en la mía 
-.I C ris to lo fuera? ¿Qué d ife re n c ia habría en nuestras v idas si qu is ié ram os y 
d o lend ió ram os a C risto a nuestro lado, com o Ja co b d e fend ió a su hijo m enor? 
¿Ouú otros e lem entos se verían m od ifica d o s en nuestra perspectiva , si el H ijo de 
I

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