Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
mvictoriavelez@vet.unicen.edu.ar REGLAMENTACIÓN MICROBIOLÓGICA DE STEC Tanto organismos internacionales que pautan la seguridad alimentaria a nivel mundial, como el CODEX, y aquellos que regulan el comercio internacional, como la Organización Mundial del Comercio, destacan la necesidad de basar sus normativas de seguridad alimentaria y comercial, en evaluaciones objetivas de riesgo microbiológico (CAA, Ministerio de Salud de la Nacion, 2022; FAO y WHO, 2018). La carencia de marcadores dificulta la implementación de medidas efectivas de control y vigilancia. Por tal motivo, es necesario evaluar la condición actual del proceso de producción de alimentos para luego poder acceder a posteriores etapas de control. En EE.UU, el Servicio de Inocuidad e Inspección de los Alimentos (FSIS) introdujo una normativa donde se determinan los serogrupos pertenecientes al big six (O26, O45, O103, O111, O121, O145) como adulterantes para productos destinados a molienda (USDA, 2023). En esta metodología se determina que para que una materia prima sea rechazada debe confirmarse la presencia de STEC por aislamiento. FSIS considera que un resultado positivo al screening de los genes stx, eae y de al menos uno de los 6 serogrupos, inhabilita la utilización de ese lote de carne para la producción de carne molida (USDA, 2023). La Unión Europea aplica controles en frontera a cortes de carne fresca rechazando lotes implementando el criterio de “tolerancia cero”. Dichas reglamentaciones determinan que es necesario adoptar medidas encaminadas a garantizar que los productos que se comercializan no resulten perjudiciales para la salud del consumidor, sin establecer con claridad cuáles son los criterios microbiológicos que deben considerarse. No existe legislación específica sobre STEC (O157:H7 y no-O157), y por lo tanto tampoco existe una normativa aprobada para su análisis en alimentos. En consecuencia de tal motivo, en el año 2012, entró en vigencia la Norma ISO 13136 para la detección, aislamiento y caracterización de STEC (O157, O111, O26, O103 y O145). En la introducción de esta metodología microbiológica se define como potencialmente patógenos a todos los serotipos de STEC (EFSA, 2013). Este concepto condiciona a las autoridades a tomar una decisión extrema (tolerancia cero) ante cualquier alimento, sin contemplar el riesgo para el consumidor (Brusa, 2015). Cabe aclarar que una norma ISO no es una herramienta legal sino técnica. mvictoriavelez@vet.unicen.edu.ar No es suficiente la detección de los genes de virulencia en el alimento para determinar que una muestra está contaminada con STEC. El aislamiento de la bacteria y la confirmación de todo perfil virulento en una misma cepa, descartando la presencia de ADN libre o fagos stx libres en el caldo de enriquecimiento, son necesarios para confirmar una muestra con tamizaje positivo. Este paso puede retrasar la confirmación del alimento sospechoso debido a la falta de metodologías apropiadas para la identificación de STEC (EFSA, 2013). La FDA propone un protocolo para aislar STEC O157:H7 y no-O157 implicadas en ETA (Feng, 2014; Feng et al., 2011). Sin embargo, este protocolo está validado para el análisis de productos que contengan carne pero no para muestras de carne exclusivamente. En Argentina, la calidad microbiológica de la carne vendida en los mercados minoristas se basa en los parámetros especificados en el CAA. El CAA es el marco legal para la regulación de los alimentos consumidos en el país. Se trata de un reglamento técnico en permanente actualización que establece las medidas higiénico-sanitarias, bromatológicas, de calidad y genuinidad que deben cumplir las personas físicas o personas jurídicas, los establecimientos y los productos bajo su órbita. Se incluyó la detección de no-O157, pero solo involucra los serogrupos O26, O103, O111, O145 y O121 (dejando fuera serogrupos potencialmente patógenos para el consumidor) (CAA, 2021). Dado este contexto, es necesario contar con metodologías para la detección y confirmación de STEC validadas que puedan ser utilizadas para la verificación de los procesos de elaboración de los alimentos a lo largo de la cadena de producción, en particular de la cadena cárnica bovina. El propósito es mejorar la inocuidad de los productos alimenticios que se consumen en Argentina y poder satisfacer las exigencias de los principales mercados internacionales.
Compartir