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HISTORIA DE OCCIDENTE Clase 46 ESTRATEGIA LEGALISTA COMBINADA CON VIOLENCIA CALLEJERA Esta estrategia legalista de Mussolini convivía, y en parte se enfrentaba, con los jefes más radicales del partido (“ras”). Cada región tenía un ras, y su rol, era ser el jefe local del partido (encargados como de promover el partido en esas localidades). El fascismo es un movimiento, lo cual significa que no es un partido monolítico y homogéneo, sino que tiene distintas corrientes. Mussolini era el líder, pero por debajo era un conglomerado de ideologías que convivían. Entre todas estas corrientes que integraban el fascismo, había 2 que eran muy radicales: ✔ Los Squadristi (los camisas negras), organizaciones paramilitares (los fasci de combatimiento) ✔ Los sindicalistas: proponían una nueva forma de organización social basada en los sindicatos revolucionarios. Querían superar el régimen parlamentario burgués, y quería que los sindicatos se hicieran con el gobierno. Eran bien radicales. Son matones, muy violentos. Atacan por toda Italia, atacan a los socialistas, incendian los negocios de los periódicos socialistas, empiezan a ocupar de a pocos gobiernos locales. El fin de las squadras va a ser perseguir a los socialistas y comunistas, generando en Italia huelgas en agosto 1922 (una alianza obrera detiene servicios) de estos grupos en contra los excesos de violencia por parte de las camisas negras (y siendo reprimidas y ganando mayor control y apoyo de la clase media y las clases dominantes). Esto es medio irónico, dado que dos semanas antes fue la misma clase media la que había criticado el exceso de violencia por parte de las escuadras y su miedo a el fascismo revolucionario que estas presentaban, muy distinto al fascismo político de Mussolini. Fines de octubre de 1922: MARCHA SOBRE ROMA: Para Tanenbaum esto fue un “chantaje político”. Esto viene a que, a propósito, Mussolini organizó que los fasci llevasen a cabo manifestaciones públicas mientras fueran ocupando las ciudades en camino hacia Roma. Los fasci mantuvieron los servicios de las ciudades (por ejemplo, las huelga en trenes hacen que estos se detengan, y con los fasci se reanuda el servicio, y esto agradó a las clases medias. Por un lado, las clases medias veían al peligro rojo avanzar (lo cual les causaba temor, independientemente de si realmente existía esta amenaza), y por otro lado veían que los fascistas lo que hacían era reprimir a la izquierda (algo que el gobierno no hacía). De alguna manera, los fascistas se presentaban como una opción política viable del lado legalista. Mussolini se acerca al gobierno para negociar la entrada al Parlamento, y en última instancia quería convertirse en Primer Ministro. Al mismo tiempo, los fascistas más radicales agitan la calle desde abajo, sitiando las afueras de Roma. En 1922, reprimen por su parte, estas huelgas de los de izquierda, y los hace a ojo de las clases medias una opción posible frente a la inacción del gobierno. El fascismo se va a presentar con una opción política. Hay dos aspectos de este “chantaje político”. Por un lado, está lo que verdaderamente está ocurriendo, y por otro lo que parecía estar ocurriendo. Parecía ser que estaba en marcha un golpe de Estado, y que el objetivo fascista era llegar a Roma y derrocar al gobierno. En ese contexto, daba la impresión de que el Estado se estaba desmoronando. Incluso la policía y el ejército no querían reprimirlos porque simpatizaban con los fascistas, fueran violentos o no. El primer ministro italiano, Facta, va a querer sacar un decreto que declare estado de sitio para poder frenar a los fascistas. Para imponer el Estado de sitio en Italia necesitaba la firma del rey, el cual se niega a hacerlo. Esto vuelve a remarcar una de las tantas razones de cómo los fascistas llegan al poder (las mismas clases dirigentes le hacen lugar). Después de estas marchas fascistas, el rey va a designar a Mussolini como primer ministro. Esto ocurre por varias razones. Una de ellas fue que el rey tenía un primo fascista, y el rey temía que éste lo derrocara e hiciera un golpe de Estado. Por otro lado, el rey, al ver que la policía y los militares no estaban reprimiendo al ejército fascista, temía que se desatara una guerra civil en Italia. Básicamente el rey va a decidir designar a Mussolini primer ministro pensando que era el peor de los males. Cuando el rey designa a Mussolini, las camisas negras que venían a Roma llegan con un aire de triunfo (lo cual podría interpretarse así). Por lo tanto, Mussolini llega de manera legítima. Esto no fue antidemocrático, Mussolini tenía un partido representado en el parlamento, y el rey tenía el poder de designar un gobierno. Además, las personas podían votar diputados de los diferentes partidos políticos que se presentaban, y si bien el partido de los fascistas no era mayoritario, legalmente podían llegar al gabinete de Gobierno. Lo que fue en realidad es que solo fue una manifestación de fuerza. El objetivo no era hacer un golpe de Estado, sino simplemente demostrar la fuerza del poder fascista y que era un poder con dinamismo, era como un elemento de presión política sobre el Estado. Quizás Mussolini realmente tenía como objetivo último entrar al gobierno, pero en octubre de 1922, según los historiadores, no era la idea tomar el poder, sino simplemente una manifestación de fuerza y que era una alternativa política válida como cualquier otro movimiento. Para demostrar esta fuerza, a medida que avanzaban iban tomando municipalidades, es decir, que iban destituyendo a los gobiernos electos municipales y los ocupan ellos (van sofocando a los partidos socialistas y comunistas y a los movimientos obreros). También ocupan todas las estaciones de trenes y telégrafos, atacan a los socialistas y comunistas locales (las sedes de sus diarios) y destruyen su influencia en el movimiento obrero. La impresión que dan es que el estado no puede hacer nada contra esa violencia fascista, y que no va a quedar otra más que lleguen al poder. Lo importante de todo esto es que el fascismo no llego al poder por medio de un golpe de Estado, ni por medio de una revolución, sino que el rey designó a Mussolini. El fascismo presionó para llegar a este resultado, esta radicalización de las bases fascistas le dio presencia en todo el país. Estos fasci pensaban que una vez que Mussolini llegase al poder, él iba a emprender una revolución fascista (pag 64). Estos activistas revolucionarios de las bases del partido querían un “nuevo orden basado en la violencia organizada y en una oligarquía del partido en la que los Ras se convertirían en dictadores de sus propias provincias. Una nueva elite que desplazara a los viejos grupos dominantes y fuese reemplazada por una nueva élite dura y vigilante”. El fascismo es una alternativa política a la vieja política burguesa, parlamentaria. Estos grupos quieren sacudir a los viejos estados.
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